El documento describe cómo la paleontología ha contribuido a la teoría de la evolución a través del estudio de fósiles encontrados en diferentes estratos de la corteza terrestre. Los fósiles han proporcionado evidencia de las transformaciones de organismos a lo largo del tiempo y de especies extintas. En ocasiones, un registro fósil completo de organismos relacionados puede usarse para deducir la historia evolutiva de especies actuales, como se ha propuesto para el caballo moderno a partir de fósiles.