1. E(rasers)
José Manuel Ballester y Jon Haddock Por Raúl Herrera Moreno
NIUB: 16305306
“La escultura ya estaba dentro de la piedra. Yo, únicamente, he debido eliminar
el mármol que le sobraba”
Esta frase, que se le otorga a un joven Miguel Ángel al presentar “La Piedad” del Vaticano,
realimenta o simplemente atestigua la singularidad del genio renacentista pero por otra lado
me recuerda al trabajo de dos artistas cuyas obras tuve la oportunidad de ver en persona el pasado
año.
José Manuel Ballester y Jon Haddock nacieron el mismo año, 1960, en ciudades tan distantes
como lo son Madrid y Sacramento (California, EEUU). A pesar de ello, estos dos artistas comparten
algo más que el año en el que llegaron al mundo, ambos se graduaron en estudios de estética y
arte, ambos apasionados del dibujo, la pintura, el cómic. Y tanto uno como otro han adoptado en
algunos de sus proyectos herramientas contemporáneas con las que el usuario es capaz de
manipular y generar imágenes digitales.
3 de Mayo. 2008 Fotografia sobre lienzo. 268 x 351 cm.
José Manuel Ballester es un artista que ha desarrollado el dibujo y la pintura consiguiendo
galardones y premios tanto en el ámbito estatal como internacional. Sus obras forman parte de
fondos como los de el Museo Marugame de Arte Contemporáneo Español de Japón, IVAM de
Valencia, Central Academy of Fine Arts de Pekín, o el Museo Guggenheim de Bilbao por nombrar
algunos de ellos. Ha realizado infinidad de exposiciones colectivas y otro gran número de exhibiciones
individuales. Podemos encontrar mucha información y bibliografía sobre su extenso trabajo. Con
una sensibilidad especial para la luz y su personal tratamiento plástico en 2010 fue reconocido con
el Premio Nacional de Fotografía.
2. Unos años antes el artista había iniciado un proyecto nuevo y que hoy día continua en proceso.
Ballester decide aunar dos de sus grandes intereses: la pintura y la fotografía. Partiendo de reproducciones
digitalizadas de obras pictóricas referentes en la cultura occidental, el artista elimina a los personajes
que en estas aparecen. El impacto en el espectador es inevitable y las reflexiones no dejan de
abordarnos. En este juego del escondite, en estas revisiones, las imágenes originales no desaparecen
al completo tanto que el artista ha acabado generando un cuadro completamente distinto al anterior.
Invitan al espectador a la memoria, a dejar libre su imaginación, transforman el fondo en figura absoluta
y principal.
¿Qué es lo que ha acontecido en aquella escena antes de que todos los seres sintientes (ha excepción
de los vegetales) desaparecieran de ella? ¿Qué es lo que deparará en ella? ¿Dónde están esos
personajes que a pesar de su ausencia sentimos tan presentes? ¿Qué les ha pasado para no estar
allí? ¿Qué es lo que el artista quiere explicarnos? ¿Está jugando? ¿Con qué intención ha manipulado
una obra ajena? ¿Existe algún conflicto moral al respecto? ¿Podemos considerar que estas obras
son realmente obras en si mismas? ¿Las podemos etiquetar como arte?...
Con Jon Hadddock las incógnitas que
se desprenden de su trabajo son tan
inacabables como con el de Ballester.
Con una extensa y reconocida carrera en
el mundo del dibujo y las artes plásticas,
Haddock, obsesionado por la capacidad
de comunicación del arte y los medios
actuales de difusión de la información,
en 2008 desarrolla un proyecto donde
captura imágenes de pornografía casera
que han sido colgadas en la red. Gracias
a programas de edición digital, en ISPs
(Internet Sex Photos) el artista elimina,
corta, borra y tapa aquellas personas o
elementos que estén relacionadas con
el sexo de forma directa. Lejos de transmitir
un mensaje moralis ta, hayamos algo
latente en los escenarios protopornográficos
de Haddock, quizá mera sugestión o
simple sospecha. El secreto invisible, el
truco desvelado.
Si bien es cierto que el origen de las imágenes que manipulan estos dos artistas son absolutamente
dispares, en el fondo ambos nos muestras espacios escondidos, nos revelan escenarios en los
que nuestra mirada liberada de los dictámenes optimizadores de nuestro cerebro que focalizaba
sus recursos en los personajes y las narrativas o actos que aparecían originalmente, descubre una
dimensión nueva, un paramo insólito. Nuestra conciencia indaga más profundamente en ellas en
busca de preguntas y respuestas.
Nos desvelan imágenes contenidas por las propias imágenes en sí.
http://whitelead.com/jrh/index.html
http://www.josemanuelballester.com/
http://elpais.com/diario/2008/09/14/eps/1221373613_850215.html
http://arteenlared.com/espana/exposiciones/espacios-ocultos-pinturas-de-jose-manuel-ballester.html
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