1. ¿Es lo mismo estudiar que aprender? Parece que no y gracias a ese deseo de aprendizaje puede alcanzarse la
motivación para el estudio. Cada edad tiene unas necesidades distintas, si bien el hábito de estudio es algo que se
puede ir creando desde que los niños entran en el sistema educativo.
José Antonio Marina, pensador y filósofo,autor, entre otros del libro ‘Los secretos de la motivación’, relaciona la
motivación con lo más profundo de nosotros mismos, íntimamente ligada a los deseos, las expectativas y las
ensoñaciones.Losniñosquierenconocer,saberyentenderel mundoque lesrodea.Esapuede serlaexcusaperfecta
para animarles a estudiar.
De 3 a 5 años: Educación infantil
La implicación de los padres en la educación de sus hijoses la piedra angular de la motivación. Estos primeros años
son fundamentalesparael desarrollode losniñosy la percepciónque adquierandel colegioserála que permanezca
el resto de los años.
En general,loslibrosde educacióninfantil que utilizanlosniñosenloscolegioscontienenunguía para los padresen
la que se exponenlostemasque vana dar durante el curso y recomiendanactividades.Lasunidadesdidácticasestán
íntimamente relacionadas con su vida cotidiana por lo que los padres debensaber qué están haciendo en clase sus
hijos para completar y dinamizar el aprendizaje.
Un buenejemploespasearporel campo y recogerhojassecas durante el finde semanapara identificarel otoño,los
árboles de hoja caduca y perenne, o ir al zoo si están aprendiendo a diferenciar los animales salvajes.
Durante esta etapa los niños no necesitan estudiar, pero sí pueden ir acostumbrándose a concentrarse realizando
actividadescortasadecuadasasu edad.Así cada tarde a lamismahora y enel mismolugarpuedenhacerunpuzzle o
un dibujo durante unos 15 minutos.
De 6 a 12 años: Educación primaria
En estaetapa losniñostienenque empezara desarrollarsupropia responsabilidadyentenderque cada día hay que
hacer parte del trabajo para obtener buenos resultados. Los cuentos son un buen aliado para transmitir lo que
queremos decirles a esta edad.
Igual que eninfantil,convertirel aprendizajeenunaexperienciahace quese creeunvínculoemocionalconlaactividad
que se realiza, provocando mayor interés y motivando para el estudio.
Los niños de esta edad deben trabajar solos y preguntar las dudas si no comprenden el trabajo que estánhaciendo
porlosque lospadrestienenqueencontrarelequilibrioparaestarcercade ellosmientrashacenlastareas,dispuestos
a resolverles las dudas pero otorgándoles independencia suficiente.
De 13 a 16 años: Educación secundaria
Es una etapa compleja en la que las hormonascobran un protagonismoindiscutible.Sin embargo, si se ha hecho un
buen trabajo durante los años previos en secundaria se ven los resultados.
Durante la secundarialosadolescentestienenque enfrentarse anumerosasasignaturascomplejasque nolesgustan
y a las que no volverán a acercarse en el resto de su vida académica. Tanto si quiere seguir estudiando como si su
deseo es incorporarse el mundo laboral es interesante que el joven identifique qué quiere hacer y qué es lo que le
gusta.Así, aquelloque le gustamenospasaráaconvertirse enuntrámite que debe superarparaalcanzarsu objetivo.
Diez claves para motivar a nuestros hijos:
1. Curiosidad:Mantenerel interésporaquelloque lesrodealesharáquereraprenderyparaelloestudiar.Esuncírculo
viciosopositivoque siconseguimoscrearlonodesapareceránunca.Desde saberporquéllueve aentenderlossistemas
operativos informáticos su deseo de entender será el motor del estudio.
2. 2. Crear vínculosemocionales:Las frasesde reconocimientocreananclaspositivasque fomentanlamotivaciónpara
el estudioyaque tendemosarepetiraquelloque nosgustaynohace sentirbien.Felicitarloporel trabajobienhecho
y por el esfuerzo realizado afianza su personalidad y potencia la autoestima.
3. Creatividadyjuego:Entenderloseuros,lassumasylasrestasacompañandoalospadresala compray convertiren
un juegolasoperacionesesunejemplode cómose puede hacerde unaasignaturaun divertimento.Estopropiciaun
refuerzo positivo que le ayudará a seguir aprendiendo. También se pueden utilizar cuentos de forma inconsciente
crearán en los niños un poso de motivación.
4. Recompensarel esfuerzoylosresultados:Premiaralos niñospor losbuenosresultadoslesanimaarepetirlos.Sin
embargo, no tienen por qué ser premios enlazados con el consumo. Salir a parque, preparar un bizcocho o reali zar
una actividad extraordinaria puede ser buenos acicates para los pequeños.
5. Potenciarlaresponsabilidadpersonal:Si el niñose siente responsable de suspropiosresultadosquerrámejorarlos.
No vale poner como excusa la personalidaddel profesor o la falta de tiempo del alumno para hacer los trabajos.
Fomentarlaresponsabilidadindividual esprincipal paraque enla adolescencialoschicossiganestudiandoyaque en
esa etapa la influencia de los padres disminuye considerablemente a favor de la de sus iguales.
6. Convertir el estudio en experiencia: No todos los temas pueden llevarse a la práctica, pero muchos de ellos sí,
especialmente en las primeras etapas educativas.Así podemos decirlesa nuestros hijos: ‘Cuando conozcas bien los
tiposde rocas y su durezasaldremosala montañaa recogeralgunaspara que las clasifiques’.Paratareasmás arduas
comomejorarlaexpresiónescritase puedecrearunblogoinventarcuentospararegalaralosamigos,olosfamiliares.
7. Eliminarel refuerzonegativo:Delmismomodoque lasfrasespositivasyde ánimomientrasestántrabajandoayudan
a que se creen anclas que relacionen la hora de hacer los deberes o de estudiar con algo agradable, los gritos,
imposicionesofrasesdespectivascomo‘nosabeshacer nada’minanlaautoestimadel menoryleprovocanunrechazo
inconsciente hacia los libros y las tareas escolares. Un buen entorno de estudio, ordenado y sin distracciones es
también muy importante desde un punto de vista formal para mejorar la concentración.
8. Establecerretos:Si nuestrohijotiene dificultadesparaconcentrarse o para estar mucho tiemposentadola mejor
manera de motivarle es incorporando retos al estudio. Es recomendable dividir la tarea en partes y destinar unos
minutosacada una. Asípara estudiaruntemapuede dividirloenlectura,esquemaymemorizaciónendostramoscon
15 minutos para cada una de las secciones. El niño sentirá que está en un juego y que debe terminarlo en el tiempo
establecido. Así se le hará más corto.
9. De lo bueno lo mejor, de lo peor lo suficiente: No todos tienen que ser linces en matemáticas, lengua o idiomas.
Cada niño tiene puede tener una serie de habilidades diferentes a las de su compañero de pupitre y de hecho,es lo
habitual. En ese sentido, no debemos focalizar el esfuerzo en aquello que se le da peor porque puede provocar
frustraciones.Enlosestudiossuperioresescuandomásse aprecianestasdiferencias,así,si unniñoesmuy buenoen
matemáticas pero tiene más dificultadesen lengua podemos llegar a un acuerdo que no le provoque ansiedad: ‘De
acuerdo,puedesaprobarlenguay además enmatemáticastienesque trabajarpara conseguirlamejornota posible.
Así tendrás una buena media’.
10. El ejemplo: Cuando los niños encuentran alguien en quien reflejarse se animan para seguir sus pasos y para
mejorar.Puede serun familiar,unamigo o un personaje histórico.Si identificamosloque le gusta,será más sencillo
encontrar ese referente.
La mayoría de estasrecomendacionesayudanamejorarla motivaciónintrínsecaque esaquellaque hace que quieran
estudiaryobtenerbuenosresultadosporrazonespropiasynoporloquese esperadeellos.Se tratade unamotivación
más profunda y duradera por lo que requiere de constancia por parte de los progenitores para conseguirlo.