El virus del papiloma humano (VPH) es una infección de transmisión sexual muy común que puede causar verrugas genitales. Algunos tipos de VPH de alto riesgo pueden causar cáncer cervical u otros cánceres si la infección persiste. El VPH se transmite a través del contacto piel con piel y existe vacunas que previenen los tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres cervicales.
2. El virus del papiloma humano son grupos
diversos de virus ADN pertenecientes a la familia
de los Papillomaviridae y representa una de las
infecciones de transmisión sexual más comunes,
y se conocen más de 100 tipos virales que en
relación a su patogenia oncológica, se clasifican
en tipos de alto y de bajo riesgo oncológico. La
Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer
(IARC) considera que los tipos de VPH 16, 18,
31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 66 son
carcinógenos para los humanos, tipos de alto
riesgo oncológico, y que otros tipos, incluidos el
VPH 6 y el VPH 11, son posibles carcinógenos
para los humanos ,tipos de bajo riesgo oncológico
11. • Mantener contacto sexual sin protección o sin
utilizar condones. Sin embargo, hay que
aclarar que el papilomavirus puede infectar la
piel que normalmente no está cubierta por el
condón, por lo que el uso del mismo no
protege al cien por cien. Además, muchas
personas son portadores asintomáticos, por
lo que la pareja sexual no puede darse
cuenta del riesgo de propagación del virus.
• Tener un sistema inmunológico deprimido.
12. El VPH puede no manifestar síntomas y, en
muchas personas, no llega a causar
problemas de salud, sino que el virus es
eliminado por el sistema inmune del
organismo. Sin embargo, cuando la infección
por VPH no se cura, y dependiendo del tipo
de virus involucrado (tal y como explicamos
en el apartado anterior), puede provocar
desde verrugas genitales, hasta
enfermedades graves, como diversos tipos de
cáncer. A continuación se describen los
síntomas y la evolución de estas patologías
en ambos sexos.
13. En las mujeres, el papiloma virus puede
provocar la aparición de verrugas genitales,
que pueden ser de diversos tamaños –planas
o elevadas–, y que el médico puede observar
a simple vista. Si no se sigue ningún
tratamiento, con el tiempo estas verrugas
pueden desaparecer, permanecer
inalterables, o crecer y multiplicarse.
14. Aunque la mayoría de los hombres infectados con
el virus del papiloma no presenta síntomas, el
VPH también puede causar verrugas
genitales en los hombres, al igual que en las
mujeres. Las verrugas pueden ser únicas o
múltiples y tener diversas formas: de coliflor, con
relieve o planas, y suelen aparecer alrededor del
ano, en el pene, en la piel que cubre los testículos
(escroto), en la región inguinal, en los glúteos, o
en los muslos. Las lesiones pueden aparecer en
un tiempo que va desde semanas a meses
después del contacto sexual con la persona
infectada.
15. Es importante que los hombres entiendan
cómo reducir los riesgos de infección por este
virus, ya que puede aumentar el riesgo de
contraer cáncer genital, aunque esto no sea
lo más frecuente.
16. El diagnóstico de la infección por
VPH (virus del papiloma humano) se realiza
con las siguientes pruebas:
• Examen macroscópico: comprende la
observación directa de las verrugas genitales;
se puede utilizar ácido acético, que tiñe de
blanco las lesiones. Así mismo, se observa
mediante colposcopia del cuello uterino y la
vagina, previamente teñida con yodo o ácido
acético.
17. • Examen microscópico: observación de células
sospechosas con cambios coilocíticos en
citologías de cuello uterino y vagina en mujeres,
usando la tinción de Papanicolaou. Se pueden
tomar biopsias de lesiones sospechosas, o
incluso de vegetaciones o verrugas genitales,
tanto de hombres como de mujeres, y enviar las
muestras a una sección de anatomía patológica
para su análisis.
• Detección directa del material genético del
virus por técnicas de biología molecular, que
amplifican el ADN del virus y permiten la
identificación de los distintos serotipos.
18. El tratamiento de la infección por VPH
(virus del papiloma humano) puede variar
dependiendo de varios factores, entre los que
se encuentra el tipo de lesión (verrugas,
lesiones precancerosas o cancerosas), la
localización anatómica de las lesiones, así
como el numero de lesiones
Tratamiento de las verrugas
El tratamiento de las verrugas originadas por
VPH incluye:
• Aplicación tópica de podofilina al
0.5% directamente sobre la verruga,
19. • que puede ser aplicada por el mismo
paciente dos veces al día durante tres días
consecutivos seguido de cuatro días de
reposo, pudiendo repetir el ciclo hasta en
cuatro oportunidades.
• Aplicación tópica de Imiquimod al
5% (Aldara en crema sobre mono-dosis).
Este fármaco inmunomodulador actúa
activando las células del
sistema inmunológico que atacan y destruyen
al virus.
20. Previo lavado con agua y jabón de la zona, el
Imiquimod puede ser aplicado por el mismo
paciente, una vez al día antes de dormir, tres
veces por semana, por un período máximo de
16 semanas. Transcurridas entre seis y diez
horas de acción, el medicamento debe ser
retirado de la zona con abundante agua y
jabón. Este tratamiento está contraindicado
en el embarazo. Puede presentar ligero
enrojecimiento de la zona y prurito, posible
indicación de la actividad del sistema inmune.
21. • Aplicación de ácido tricloroacético al 80-
90%: esta sustancia es un ácido muy fuerte
que solo debe ser aplicado de forma tópica
con un aplicador en la zona de la lesión por
un médico especialista, repitiendo el
tratamiento una vez a la semana hasta
eliminar la lesión.
Otras formas de eliminación de las verrugas
que deben ser realizadas por médicos
especialistas son la crioterapia con nitrógeno
líquido, y la eliminación quirúrgica por
electrocoagulación o mediante el uso de
láser.
22. Tratamiento de lesiones precancerosas de
cuello uterino
Sí una mujer con una lesión precancerosa por
papiloma virus recibe el tratamiento adecuado a
tiempo tiene una alta tasa de curación y
supervivencia. El abordaje terapéutico de estas
lesiones consiste en:
• Crioterapia: se congela el tejido usando una
sonda metálica que ha sido enfriada con óxido
nitroso o dióxido de carbono que circula dentro de
la sonda. Tiene una efectividad que va del 85 al
95%, y solo se emplea en el caso de lesiones
pequeñas de aproximadamente 20 milímetros o
menos y que no se extienden dentro del canal del
cuello uterino.
23. • Escisión electro-quirúrgica por asa: consiste en la
eliminación del área afectada con un asa caliente
como el bisturí, y requiere el uso de anestesia local.
Tiene una efectividad del 95% para la eliminación de
la lesión.
• Conización en frío con bisturí: consiste en eliminar
el tejido afectado con forma de cono del cuello uterino,
utilizando para ello el bisturí. Aunque ya no es el
tratamiento de elección para lesiones pre-cancerosas,
todavía puede utilizarse en casos de lesiones que no
pueden tratarse de otra forma, o cuando se sospecha
de cáncer. Tiene una efectividad del 94%, requiere el
uso de anestesia, y tiene como principal complicación
el sangrado de la zona, así como el riesgo de
estenosis (estrechez) del canal del cuello uterino.
24. Tratamiento de lesiones cancerosas por
papilomavirus
En el caso de que a una persona se le haya
diagnosticado algún tipo de cáncer asociado a la
infección por papilomavirus, la conducta de los
médicos especialistas dependerá de la localización de
la lesión y del grado de extensión de la neoplasia. El
tratamiento puede incluir procedimientos
quirúrgicos, quimioterapia y radioterapia, entre otros.
Microinmunoterapia para tratar el VPH
La Microinmunoterapia es poco conocida entre los
médicos sin embargo se está aplicando en el mundo
desde hace aproximadamente unos 35 años con
buenos resultados.
25. Nace en 1967 cuando el Dr. Maurice Jenaer
descubrió que cuando se administraban los ácidos
Nucleicos (ADN y ARN) en proporciones altamente
diluidas a pacientes con cáncer conseguían estimular
su sistema inmunológico y el paciente mejoraba.
Desde entonces se han realizado varias
investigaciones y estudios que han hecho posible el
desarrollo de un sistema terapéutico que se emplea
en el tratamiento efectivo de cualquier enfermedad,
simplemente cooperando con el sistema inmune.
El Dr. Diego Jacques, médico especializado en
ginecología y obstetricia, medicina homeopática y
medicina prenatal, ha demostrado, a través de una
investigación, que el uso de dosis muy bajas de
moléculas que son producidas por el sistema inmune
como las interleukinas desde la 1 a la 17,
27. Para prevenir la infección por el VPH (virus
del papiloma humano), además de limitar
los factores de riesgo, como evitar la
promiscuidad y las relaciones sexuales sin
protección, los especialistas recomiendan la
administración de la vacuna contra el VPH.
La primera vacuna desarrollada y
comercializada para prevenir el cáncer de
cuello uterino, las lesiones genitales
precancerosas y las verrugas debidas al
papilomavirus, está disponible desde el año
2006 bajo el nombre de Gardasil,
28. que consiste en una suspensión inyectable de
las proteínas L1 purificadas de cuatro
serotipos del virus: 6, 11, 16 y 18.
Gardasil se administra a pacientes mujeres,
con edades comprendidas entre 9 y 26 años,
en tres dosis, dejando pasar dos meses entre
la primera y la segunda dosis, y cuatro meses
entre la segunda y la tercera. La vacuna se
administra en forma de inyección
intramuscular (inyección en un músculo),
preferentemente en el brazo o el muslo.