GUZMÁN CÁRDENAS, Carlos Enrique
La dinámica de la cultura en Venezuela y su contribución al PIB. Colección Economía y Cultura N° 10. Bogotá, Colombia. Ministerio de Educación, Cultura y Deportes de Venezuela, Viceministerio de Cultura, CONAC, Convenio Andrés Bello. 1ra. Edición. 219 Págs. ISBN 958-698-170-3. 2005.
5. L A D I N Á M I C A E C O N Ó M I C A D E L A C U LT U R A E N
VENEZUELA Y SU CONTRIBUCIÓN AL PIB
Coordinador del estudio para el caso de Venezuela
Carlos Enrique Guzmán Cárdenas
Investigadores del Proyecto Economía & Cultura en Venezuela
Yesenia Medina
Yolanda Quintero Aguilar
Especial Colaboración
Karem Colmenares Borrego, Yhessika Bonnin Medina, Luis Alejandro Pérez Quintero, Yaritza Guerra, Tulio Hernández Cárde-
nas, Departamento de Cuentas Macroeconómicas y Departamento de Estadísticas Macroeconómicas del Banco Central de
Venezuela y la línea de investigación “Sociedad de la Información, Política y Economía de la Cultura” del Instituto de Investiga-
ciones de la Comunicación (ININCO) de la Universidad Central de Venezuela.
Especial Reconocimiento
Un primer reconocimiento lo ofrecemos a los estudiantes de las cátedras de pregrado “Economía y Consumo Cultural” y
“Sociedad de la Información, Comunicación y Cultura” en la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela
(UCV); “Teorías Sociales de la Comunicación” en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello
(UCAB); de las cátedras de postgrado “Consumo Cultural” en la Especialización Gerencia Cultural de la Universidad Experi-
mental Simón Rodríguez (UNESR) y “Tecnologías Informativas Contemporáneas” en la Especialización Gerencia de las Comu-
nicaciones Integradas de la Universidad Metropolitana (UNIMET), que constituyeron el estímulo más crucial para culminar esta
investigación. Nuestra deuda de gratitud, en este sentido, es especialmente hacia Sylvia Amaya Londoño y Omar López Olarte,
quienes por sus atributos intelectuales y personales así como por sus atinadas observaciones, fueron un apoyo fundamental.
Debemos destacar nuestro especial agradecimiento hacia la Universidad Central de Venezuela que nos ha cobijado por muchos
años, al Consejo Nacional de la Cultura y, en particular, el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO). Allí hemos
encontrado la apertura para realizar esta investigación.
Además de todos ellos, a nuestros familiares, soportes siempre presentes.
6.
7. ÍNDICE DE CONTENIDO
Siglas y símbolos utilizados 9
Presentación 11
Prefacio 13
Introducción
Marco referencial del estudio 15
Capítulo I
Marco conceptual. La cultura por la que vivimos 35
1.1. Una aproximación conceptual a las Industrias Culturales 42
1.2. Capital social y capital cultural 47
1.3. El impacto económico de la cultura 50
Capítulo II
Metodología. El sector cultural. Estimaciones macroeconómicas. 53
2.1. La producción de estadísticas culturales en Venezuela 56
2.2. Crecimiento económico del sector cultural 58
2.3. Definición de diversos escenarios de análisis 60
2.4. Identificación de las actividades económicas características
del sector cultural en el caso venezolano 61
Capítulo III
Resultados. La dinámica económica de la cultura en Venezuela 63
3.1. El valor agregado en el sector cultural 65
3.2. Resultados por escenarios 69
3.2.1. Primer escenario: actividades económicas
características de la cultura. 69
3.2.2. Segundo escenario: actividades económicas
relacionadas con la cultura. 71
3.2.3. Tercer escenario: AECC y los servicios de enseñanza 72
3.2.4. Cuarto escenario: AECC excluyendo algunos servicios 74
3.2.5. Quinto escenario: AECC y las AERC 76
3.2.6. Sexto escenario: AECC, AERC y los servicios
de enseñanza 76
3.3. Consideraciones importantes en el análisis del PIB cultural 77
3.4. Hacia la elaboración de la cuenta satélite de la
actividad cultural 78
3.5. La conectividad en Venezuela para la incorporación a la
sociedad de la información con objetivios de
inclusión y equidad 79
3.5.1. El nuevo paradigma: innovación y gestión de los
intangibles 83
3.5.2. De la economía de capital a la economía “red” 86
3.5.3. La ecuación fundamental: infoestructura más infocultura 88
3.5.4. Nudos críticos y centros de atención problemáticos
para el desarrollo de la sociedad de la información
en Venezuela 91
8. 3.6. La economía de la publicidad entre la confianza y la
polarización política 100
3.6.1. La inversión publicitaria 1996-2003 105
3.6.2. La inversión publicitaria en los medios:
presiones políticas y económicas de todos lados 105
3.6.3. El mercado publicitario nacional es transnacional 110
3.7. Economía del cine 111
3.7.1. La oferta: las películas. Producción y
coproducciones cinematográficas. 120
3.7.2. Comunicación al público. Exhibición cinematográfica:
cines y salas de exhibición (pantallas). 123
3.7.3. Recaudación y distribución cinematográfica. 127
3.7.4. La demanda del cine en Venezuela: espectadores
cinematográficos. 128
3.7.5. La demanda individual del cine en Venezuela.. 129
3.7.6. El consumo cutural cinematográfico: hábitos culturales. 139
3.8. Televisión abierta y por suscripción 139
3.8.1. La oferta de la televisión abierta y por suscripción 143
3.8.2. Terminales y servicios. Equipamiento de televisores
en los hogares 149
3.8.3. Los hábitos de la audiencia de televisión:
¿qué ven los venezolanos?. 149
3.9. Radio en sintonía 154
3.9.1. La oferta de la radio (AM / FM) 155
3.9.2. Los hábitos de la audiencia radiofónica:
¿qué escuchan en la radio? 160
3.10. Prensa (periódicos) y publicaciones periódicas
(revistas y suplementos) 163
3.10.1. Producción de prensa y publicaciones periódicas 165
3.10.2. Hábitos de lectura y compra de diarios,
revistas y suplementos: ¿qué leen? 165
3.11. Libros y bibliotecas 168
3.11.1. Producción editorial: libros, títulos, ejemplares
y categorías 170
3.11.2. Consumo cultural: hábitos de lectura y compra
de libros 174
3.11.3. Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas 177
3.11.4. El perfil de los usuarios de bibliotecas públicas:
¿qué consultan? 177
3.12. Contando las notas: la contribución económica de la
industria fonográfica 179
3.12.1.La piratería de las obras, productos y
producciones musicales 184
3.12.2. El mercado fonográfico venezolano 186
3.12.3. El consumo musical de los venezolanos: ¿qué oyen? 187
3.13. El movimiento museístico venezolano 190
3.13.1. La oferta museística en Venezuela 190
3.13.2. Actividades socioculturales del venezolano: ¿qué hacen? 192
Bibliografía consultada y recomendada 195
Anexo 1: Datos generales sobre Venezuela. Principales indicadores
demográficos 211
Equipo Economía y Cultura Venezuela. Autores. 219
9. Siglas utilizadas
APROFON Asociación de Productores Fonográficos Venezuela.
ASOINCI Asociación de Intereses del Cine.
AVEP Asociación Venezolana de Exhibidores de Películas.
AVINPRO Asociación Venezolana de Intérpretes y Productores de Fonogramas.
BCV Banco Central de Venezuela.
BID Banco Interamericano de Desarrollo.
BSA Business Software Alliance.
CAB Convenio Andrés Bello.
CACI Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica.
CAF Corporación Andina de Fomento.
CANAEMTE Cámara Nacional de Empresas de Telecomunicaciones, Venezuela.
CASETEL Cámara de Empresas de Servicios de Telecomunicaciones, Venezuela.
CAVECECO Cámara Venezolana de Centros Comerciales.
CAVETESU Cámara Venezolana de Televisión por Suscripción.
CEED Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo, Universidad de Guadalajara, México.
CEDEM Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano, Argentina.
CEIL Centro de Estudios Interdisciplinarios Latinoamericanos, Uruguay.
CENAL Centro Nacional del Libro, Venezuela.
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
CIDI Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral.
CNAC Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, Venezuela.
CONAC Consejo Nacional de la Cultura, Venezuela.
CONACULTA Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México.
COSAR Grupo Comunicacional COSAR, Venezuela.
CVL Cámara Nacional del Libro, Venezuela.
DAC Directores Argentinos Cinematográficos.
DAB Radiodifusión Sonora Digital.
EyC Grupo de estudio Economía y Cultura del Convenio Andrés Bello.
IABNSB Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, Venezuela.
IC Industrias Culturales y de la Comunicación.
IESA Instituto de Estudios Superiores de Administración, Venezuela.
IFPI International Federation of the Phonographic Industry.
IIPA International Intellectual Property Alliance.
INE Instituto Nacional de Estadísticas, Venezuela.
INEGI Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática, México.
ININCO Instituto de Investigaciones de la Comunicación, Venezuela.
INNOVARIUM Observatorio Cultural y Comunicacional de Venezuela.
IVP Instituto Venezolano Publicitario.
MERCOSUR Mercado Común del Sur.
MTC Ministerio de Transporte y Comunicaciones, Venezuela.
OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
OCEPRE Oficina Central de Presupuesto, Venezuela.
OEA Organización de los Estados Americanos.
OEI Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
OIC Observatorio de Industrias Culturales de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
OIPC Observatorio Interamericano de Políticas Culturales.
10. OMC Organización Mundial de Comercio.
OMPI Organización Mundial de Propiedad Intelectual.
ONAPRE Oficina Nacional de Presupuesto, Venezuela.
PIB Producto Interno Bruto.
P&M Revista Publicidad y Mercadeo, Venezuela.
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
PRACEM Programa de Actualización de la Cuentas y Estadísticas Macroeconómicas.
PRODUCTO Revista Producto Mercadeo/ Comunicación/ Publicidad, Venezuela.
RDS Radio Data System.
SACVEN Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela
SAPI Dirección Nacional de Derecho de Autor, Venezuela.
SIC Sociedad de la Información y del Conocimiento.
TIC Tecnologías de la información y la comunicación.
UER Unión Europea de Radiodifusión.
Simbología utilizada en los cuadros estadísticos
% tanto por ciento o porcentaje.
Bs. Bolívares. Moneda oficial de la República de Venezuela.
- No hay datos o valor cero.
.. Información no disponible.
: Información no procedente. No aplicable.
/E Cifra estimada.
/P Cifras preliminares.
SM Plan de Extraordinarios de Inversiones de la Sobremarcha Cultural.
/R Cifra revisada.
Recd Presupuesto reconducido.
US$. Dólares americanos.
11. P R E S E N TA C I Ó N
E
l Proyecto de ECONOMÍA Y CULTURA, que lleva adelante el Convenio Andrés Bello junto con la mayoría
de los países miembros y en beneficio de los mismos, es una investigación que tiene por finalidad
realizar un aporte definitivo en el campo de las relaciones entre economía y cultura mediante indica-
dores comparativos que puedan medir, cuantitativa y cualitativamente, los efectos de la actividad cultural,
de diversos sectores, en la economía de los países y en la región. El proyecto busca, así mismo, estudiar las
repercusiones sociales de las industrias culturales –indicadores sociales– y profundizar en campos estratégi-
cos para su evolución, tales como la identificación de políticas para su desarrollo, asesoría y asistencia a
experiencias locales, entre otras. También busca identificar propuestas referidas a las industrias culturales
asociadas a diversas iniciativas de integración, así como herramientas que fortalezcan las Mipymes cultura-
les, el sistema de crédito para el sector cultural y la posibilidad de convertirlo en Cuenta de Estado en cada
país, de modo que los resultados de las actividades económicas de la cultura se muestren claramente en las
estadísticas de los países y sea visible su contribución real al PIB.
La investigación está destinada esencialmente a recabar información que pueda ser utilizada para la
formulación de adecuadas políticas culturales, para que los países tomen conciencia de la importancia y la
magnitud que el desarrollo de su cultura tiene con las dinámicas de negociación social y económica tanto
interna como con los otros países y regiones, en momentos en que la cultura adquiere una centralidad en la
visión y gestión, ya sea como elemento de construcción de nación y de identidad en un mundo globalizado,
ya como instrumento de desarrollo social y económico a través de la mirada sobre el patrimonio cultural y
natural, y la creación cultural que constantemente hacen las sociedades. Por todo ello, la investigación ha
sido realizada por economistas e investigadores sociales y está destinada a la planificación de políticas
públicas culturales así como a la gestión pública y a la planificación del desarrollo.
En una primera fase del proyecto se llevó a cabo la investigación en cinco países, Chile, Colombia,
Ecuador, Perú y Venezuela. El trabajo se hizo con un equipo central del CAB que coordinó el desarrollo y
aplicación de una metodología concertada y equipos nacionales en cada país. Tras la entrega de los infor-
mes de cada uno de ellos, en los que se midieron ocho industrias culturales con cinco indicadores econó-
micos, se publicó un Informe Ejecutivo consolidado que permitió tener una mirada preliminar sobre la
contribución de la cultura al PIB de cada país así como las tendencias generales y peculiaridades de las
industrias culturales de cada uno, además de una visión de conjunto en la región. La revisión comparada de
los informes de los cinco países permitió, por un lado, examinar la metodología de la investigación y ajustar
los indicadores económicos y, por otro, retroalimentar la información a los equipos nacionales.
Parte esencial del proyecto es la publicación y difusión de la información recopilada y construida, de
modo que pueda ser usada tanto por los gestores de las políticas públicas, como por los propios producto-
res y actores culturales cuyos sectores fueron analizados, dando pie a la construcción de otras visiones.
Las definiciones que hacen, tanto la institucionalidad como los correspondientes equipos de investiga-
ción nacionales, de las actividades culturales y relacionadas, varían de acuerdo a diversos conceptos, reque-
rimientos y políticas culturales de cada país. Frente a la necesidad de poder comparar resultados, y a la vez
tomar en cuenta los diferentes enfoques de cada país, el equipo central del Proyecto E CONOMÍA Y CULTURA del
12. Convenio Andrés Bello ha concertado y proporcionado a cada uno de ellos una metodología flexible con
distintos escenarios.
En el presente estudio sobre LA DINÁMICA ECONÓMICA DE LA CULTURA EN VENEZUELA, el equipo investigador ha
analizado seis distintos ámbitos, en los que la inclusión de actividades varía, conforme a esos enfoques
peculiares inherentes a la realidad actual venezolana, como la mirada sobre las actividades deportivas y la
educación, aportes muy valiosos que marcan rutas a seguir en futuros trabajos tanto de este mismo equipo
nacional como el de los otros países. El cuarto y quinto de los ámbitos estudiados están muy próximos a
aquellos analizados por los otros, siendo, por tanto, los que permiten hacer comparaciones, gracias a lo
cual, con el tiempo, podrán concertarse dinámicas de región para la protección y estímulo de esos sectores
de la actividad cultural de cada país.
En esta oportunidad se presenta el libro producido por el equipo de investigación de Consejo Nacional
de Cultura, CONAC, del Ministerio de Cultura de ese país. Esperamos seguir adelante con esta labor inves-
tigativa, de la cual, sin lugar a dudas, surgirán nuevas aproximaciones y miradas del sector cultural.
Bogotá, diciembre de 2004
ANA MILENA ESCOBAR ARAÚJO
Secretaria Ejecutiva
Convenio Andrés Bello
PEDRO QUEREJAZU LEYTON
Coordinador del Área de Cultura
Convenio Andrés Bello
13. P R E FA C I O
L
a investigación LA DINÁMICA ECONÓMICA DE LA CULTURA EN VENEZUELA constituye una iniciativa enmarcada en
la política cultural establecida para la gestión de Manuel Espinoza, quien fuera viceministro de Cultura
en el momento en que se emprendió el estudio. Las actividades consideradas en este informe, como
parte del Sector Cultura, son aquéllas destinadas a hacer posible el trabajo creativo en el campo de la
publicidad, las publicaciones impresas, la radio, la televisión, la cinematografía y el entretenimiento, y las
asociadas a estos ámbitos se toman como punto de partida para indagar el impacto económico de la cultura,
mediante el cálculo del valor agregado de las actividades culturales.
Ahora bien, se concibe como un diagnóstico preliminar de los registros de información existentes que
permiten el cálculo de la contribución de las actividades culturales al valor agregado del país, de manera tan
desagregada como lo permitieron las fuentes de información disponibles y contemplando diferentes esce-
narios construidos para diversificar la evaluación de las actividades culturales venezolanas, ya que la inves-
tigación en ese espacio no ha sido sistemática en nuestro país. En este sentido, es importante señalar que
dentro de los seis escenarios que propuso Venezuela, se realizaron los ajustes y recomendaciones pertinen-
tes para cada sector y; previo a la definición de cada escenario se presentaron tablas indicando lo que
contenía cada rubro. Para complementar el análisis económico, se incluyeron también algunas otras estadís-
ticas culturales disponibles en el ámbito de la economía del cine, la de la televisión, la radio, las publicacio-
nes periódicas, la industria fonográfica, las bibliotecas y los museos.
La intención de este informe es avanzar en la construcción de la Cuenta Satélite e incrementar el conoci-
miento en lo relativo a la relación Economía y Cultura en Venezuela, especialmente como un análisis de las
relaciones entre los aportes del Estado y de la empresa privada en lo que se refiere a la producción cultural
venezolana.
Igualmente, esta investigación pretende ser un aporte venezolano a la labor emprendida por el Convenio
Andrés Bello en lo que se refiere a la generación de información que permita, no sólo medir el impacto
económico de las actividades culturales de nuestros países, sino también la comparación con otros países
de América Latina y del mundo. Sin dejar de lado, claro está, las especificidades del sector en el caso
venezolano.
SILVIA DÍAZ ALVARADO
Directora General
Consejo Nacional de la Cultura
17. ¿ Qué interés puede tener analizar las relaciones
entre economía1 y cultura para la formulación
de políticas culturales?2 ¿Afecta lo que denomi-
rios que le son propios, como desde su partici-
pación en lo económico”.
namos como el sector cultural3 a los indicadores bá- Hay teóricos sociales, como Douglas C. North,
sicos de cualquier economía nacional? La cultura no Premio Nobel, quien considera la cultura como base
solamente tiene el valor social, espiritual, ético, his- de los procesos económicos, o el sociólogo alemán
tórico y simbólico de representar y producir los sen- Max Weber, quien durante mucho tiempo elaboró la
tidos e imaginarios en los pueblos, sino también la relación directa que había entre la ética protestante,
condición de generar adicionalmente un impacto eco- calvinista, y la formulación del modelo capitalista
nómico que da lugar al comercio de las industrias que finalmente se ha estandarizado. Dicho de otra
culturales y comunicacionales (en adelante, IC), de forma, el desarrollo de los códigos comerciales, el
los productos de contenido. desarrollo integral de la capacidad, de la cohesión
económica de una sociedad tiene que ir necesaria-
De acuerdo, con el investigador colombiano Ja- mente precedida por la cohesión cultural de esa
vier Machicado (2004: p. 3) misma comunidad. En un estudio del catedrático
español José Ramón Lasuén Sancho4 se pone en evi-
“... la cultura es, además de un elemento indis- dencia, desde la ciencia econométrica, el valor aña-
pensable en la cohesión social y la reconstruc- dido de la cultura en el conjunto de los elementos
ción de una identidad, un sector económico tan que cohesionan a las sociedades civiles. Por otra
o más importante que cualquier otro sector pro- parte, además de establecer que el potencial econó-
ductivo. Las transacciones económicas en el seno mico de la cultura es un valor agregado en las so-
de la cultura generan efectos económicos positi- ciedades avanzadas, considera que la cultura y las
vos como el aprendizaje y el conocimiento. Es artes a través de sus productos introducen una ma-
decir que el sector cultural contribuye al desa- yor eficiencia en la sociedad. Este concepto de efi-
rrollo tanto desde los ámbitos sociales e identita- ciencia es fundamental porque es el elemento que
1 Hay que aclarar que no resulta el fin de la actividad económica Cultural en América Latina en co- 3 En principio podríamos incluir
fácil dar una definición única de es el bienestar humano. Con las rrespondencia a los agentes so- las siguientes actividades: medios
ciencia económica y posterior- aclaraciones precedentes se deja ciales que los sustentan, con sus de comunicación (radio, televi-
mente analizar y delimitar el con- notar que la economía es una modos de estructurar la relación sión, revistas, suplementos, pren-
cepto de economía, puesto que ciencia social y empírica que se política y cultura, y con su con- sa); artes escénicas (danza y
han sido muchas las que se han ocupa de estudiar cómo se ad- cepción del Desarrollo Cultural, teatro); artes visuales (salas y ga-
propuesto a lo largo de la histo- ministran los recursos escasos así tenemos: a) el Mecenazgo Li- lerías de artes); libros, cine y vi-
ria; la mayoría de ellas están más susceptibles de usos alternativos beral; b) el Tradicionalismo Pa- deo, artesanía, patrimonio
o menos influidas por las condi- para la satisfacción de unas ne- trimonialista; c) el Estatismo material e inmaterial, museos, pu-
ciones del momento o bien por cesidades humanas que son ili- Populista; d) la Privatización blicidad, educación artística, tu-
las distintas escuelas o doctrinas mitadas, utiliza para ello unos Neoconservadora; e) la Democra- rismo cultural, fiestas populares
de pensamiento económico de la instrumentos de análisis con la tización Cultural y, por último f) y tradicionales y artes auditivas
época. No quiere decir esto que intención de explicar y predecir la Democracia Participativa. Véa- (música en vivo y grabada).
exista un relativismo en su con- los fenómenos observados que se, Néstor García Canclini, et al.,
4 Véase, José Ramón Lasuén San-
cepción, sólo ponemos de relie- acontecen en la actividad econó- Políticas Culturales en América
cho y Javier Aranzadi del Cerro,
ve la dificultad que entraña el mica. Latina, 1ra. edic., México, Colec-
El crecimiento económico y las
aceptar una única definición. ción Enlace, Editorial Grijalbo,
2 Al respecto, en un clásico libro artes, Madrid, España, Fundación
Dado que la actividad económi- S.A., 1987, págs. 13-61.
del investigador latinoamericano Autor / Sociedad General de Au-
ca tiene por fin la satisfacción de
García Canclini, se presentan seis tores y Editores, Datautor, 2002.
las necesidades humanas, de la
paradigmas políticos de la Acción
misma forma podría decirse que
17
18. L A D I N Á M I C A E C O N Ó M I C A D E L A C U LT U R A E N V E N E Z U E L A Y S U C O N T R I B U C I Ó N A L P I B
reorienta las preferencias de los individuos. Provo- lación entre economía y cultura ha sido estableci-
ca una economía que se desarrolla en términos óp- da desde al menos dos perspectivas: Economía
timos. Podría decirse, pues, que la cultura es un ele- Cultural y Economía de la Cultura. La primera,
mento endógeno del crecimiento económico. intenta conocer las influencias que la cultura ge-
nera en la economía en una sociedad determina-
Así, la cultura, como cualquiera de los bienes y da, de modo de revisar el pensamiento económi-
servicios que se transan en una sociedad monetari- co a la luz de las dinámicas y particularidades de
zada, tiene costos, productores y consumidores, y las organizaciones y relaciones humanas asocia-
puede medirse y cuantificarse a través de metodolo- das a la producción y consumo de productos sim-
gías estadísticas y econométricas5 aplicadas a los bólicos. Entre tanto, los análisis realizados desde
procesos culturales. Pero, aún así, las relaciones entre la segunda perspectiva, se han abocado a entre-
economía, cultura y artes son recientes. Es evidente gar información sobre la esfera cultural a partir
que nos encontramos en presencia de un nuevo del saber económico. En particular, la Economía
marco teórico que exige otras visiones desde las de la Cultura se interesa por la aplicación de la
Ciencias Sociales y Económicas. No podemos olvi- teoría y análisis económico sobre los problemas
dar que la cultura es, además de un concepto im- del arte y las prácticas culturales. La aplicación
preciso con múltiples connotaciones, un bien eco- mecánica o arbitraria de las teorías, perspectivas
nómico singular, producto de un proceso en el que e instrumentos de una disciplina por sobre la otra,
participan creadores y distribuidores, organizados hace imposible un enriquecimiento y fortalecimien-
más o menos formalmente para hacer llegar los pro- to del desafío para instalar en la investigación con-
ductos culturales a un heterogéneo mercado de junta, un escenario favorable a la necesaria medi-
consumidores. ción del sector de la cultura en nuestros países.
En definitiva, mientras en la Economía Cultural,
Desde el punto de vista de los economistas, José son las definiciones culturales las que tratan de
Ramón Lasuén Sancho y Javier Aranzadi del Cerro ampliar el lenguaje económico, en la Economía
(2002: p. 9) de la Cultura es el lenguaje económico el que se
aplica a los productos culturales. Pareciera ser que
“...la economía de la cultura es una aplicación una y otra perspectiva se deben nutrir recíproca-
estricta al mundo de la cultura del método eco- mente; de la misma forma en que a partir del pro-
nómico neoclásico, que trata de obtener, en cual- pio pensamiento económico se deslindan herra-
quier contexto y empeño, la mejor asignación mientas y conceptos operacionales para el análi-
posible de los escasos recursos disponibles para sis, los cuales a su vez, comprueban o refutan el
alcanzar los fines deseados”. pensamiento que los generó, a su turno se reafir-
ma o impele a la corrección de las herramientas
Por su parte, el Informe sobre el Impacto de la de investigación económicas”.
cultura en la economía chilena (2001: p. 83), reali-
zado por el Ministerio de Educación, División de En efecto, cultura6 puede significar en su acep-
Cultura, para el Convenio Andrés Bello (en adelan- ción antropológica7 un todo complejo que incluye
te, CAB), nos dilucida que, los conocimientos, las creencias, el arte, la moral,
las leyes, las costumbres y, todas las demás disposi-
“A través de los estudios e investigaciones realiza- ciones y hábitos adquiridos por el hombre en tanto
dos en las últimas décadas –principalmente en que miembro de una sociedad o bien, en la pers-
Europa y Norte América–, observamos que la re- pectiva más sociológica, se dirá que la cultura es el
5 Aplicación de las técnicas ma- 7 Ver, Adam Kuper, Cultura. La
6 Ver Unesco, Informe Mundial
temáticas y estadísticas al análi- versión de los antropólogos, Es-
sobre la Cultura. Cultura, creati-
sis de los fenómenos económicos. paña, Ediciones Paidós, 2001.
vidad y mercados, Madrid, Edicio-
nes Unesco - Acento - Fundación
Santa María, 1999b.
18
19. INTRODUCCIÓN MARCO REFERENCIAL DEL ESTUDIO
proceso, o todo proceso de producción simbólica; de los intangibles. Las industrias de la cultura, sobre
actividades generadoras de unos valores simbólicos todo, las industrias de la cultura del siglo XXI,10 las
que promueven y orientan el desarrollo político y nuevas culturas, las culturas digitales, las culturas
social de una colectividad. que básicamente se van a desarrollar en el entrama-
do de redes y en la capilarización de la logística
Pero a menudo, la cultura es considerada, en un digital, estas culturas intangibles, desmaterializadas
sentido mucho más restrictivo, como el conjunto de serán necesariamente el elemento crítico que sepa-
producciones o de productos culturales: obras de todo rará un modelo de sociedad de otro. En otras pala-
tipo, musicales, teatrales, cinematográficas, televisi- bras, habrá países beligerantes, con su propio filón
vas, etcétera. En consecuencia, lo que se denomina de cultura estabilizado, potenciado, capaz de pro-
el sector cultural8 alcanzará un conjunto de ámbitos ducirse en las redes de nodo en nodo, generando,
de actividades económicas e industriales muy amplio. obviamente, una cadena de valor agregado, pero
Se incluyen en él las actividades relacionadas con las también concibiendo una imagen de marca, una for-
siguientes áreas y subáreas como el patrimonio, áreas ma de internacionalizar las condiciones culturales,
artísticas (de la creación) que abarcan el libro y la las señas de identidad de un país.
literatura, artes visuales, danza, teatro y las artes mu-
sicales; las artes del espectáculo,9 los medios de co- Podemos definir tanto cultura analógica y cultura
municación como publicaciones periódicas (prensa, digital como aquellas actividades emprendidas por
revistas y suplementos), televisión abierta y por sus- las personas y los productos de dichas actividades
cripción, radio y las artes audiovisuales. En este sen- que tienen que ver con los aspectos intelectuales,
tido, la cultura toma una dimensión profesional y se morales y artísticos de la vida humana. Pero, ade-
ve implicada de inmediato con aspectos económicos, más, esas actividades tienen que implicar alguna
gerenciales y administrativos. forma de creatividad en su producción, tienen que
hacer referencia a la generación y comunicación de
En afinidad, la importancia creciente de la cultu- los significados simbólicos y tienen que configurar-
ra está estrechamente vinculada a un importante se en una serie de productos, tangibles o intangi-
proceso de transformación económica, que pode- bles –depende del dominio, analógico o digital–, y
mos condensar en la transición hacia una economía que, al menos, se basen en la potencia de una for-
basada en el conocimiento, la innovación y gestión ma de propiedad intelectual.11
8 “El universo de las actividades tienen dimensiones económicas, rios (coliseos, parques, plazas, tección de los Derechos Intelec-
culturales es muy grande; den- pues para su realización se ne- etc.), en los que se aplica el con- tuales (Del autor, el artista y el
tro de lo que consideramos cesitan recursos como en cual- cepto de la ‘taquilla’.” (Gobier- productor), Asunción, Paraguay,
como sector cultural están dis- quier otra actividad económica.” no de Chile, Ministerio de editado por la Organización
tintos tipos de actividades cul- (Ministerio de Cultura de Colom- Educación, División de Cultura, Mundial de la Propiedad Intelec-
turales: desde expresiones del bia, 2003, págs. 20-21. 2001, pág. 83. tual (OMPI), Confederación In-
folclor, la cultura popular y la ternacional de Sociedades de
9 “(...) se ha asumido una inter- 10 Véase, Enrique Bustamante,
cultura mediática, hasta manifes- Autores y Compositores (CISAC),
pretación amplia del concepto coord., Hacia un nuevo sistema
taciones de la cultura de ‘élite’ o Ministerio de Cultura de España,
de artes escénicas, estrechamen- mundial de comunicación. Las
‘bellas artes’ y el patrimonio his- 1993, págs. 33-61;“El derecho de
te asociado con la llamada—“in- industrias culturales en la era
tórico. Las manifestaciones eco- autor y su impacto económico”,
dustria” del espectáculo. Incluye, digital, 1ra. edic., Barcelona,
nómicas que se hallan dentro de en VII Congreso Internacional
por lo tanto, toda presentación España, Editorial Gedisa, S.A.,
esta tipología también son varia- sobre la protección de los dere-
en escenarios cerrados o al aire 2003. Coord., Comunicación y
das. Algunas se desarrollan en chos intelectuales (Del autor, el
libre, en las áreas de teatro, con- cultura en la era digital. Indus-
los mercados, otras son subven- artista y el productor). Desafíos
ciertos, recitales, coral, folclor, trias, mercados y diversidad en
cionadas por el Estado o por Contemporáneos de la Propiedad
ballet, ópera, circo, mimos y tí- España, 1ra. edic., Barcelona,
mecenas; en muchos casos, las Intelectual, Santiago, Chile, edi-
teres, festivales de la canción, España, Editorial Gedisa, S.A.,
motivaciones de la creación re- tado por la Organización Mun-
competencias de bailes, shows 2002.
siden en ámbitos distintos al de dial de Propiedad Intelectual
y otros. Básicamente se trata de
obtener ganancias y no necesa- 11 Recomendamos consultar, (OMPI), Confederación Interna-
espectáculos con representación
riamente participan en dinámi- Ricardo Antequera Parilli, “La im- cional de Sociedades de Autores
en vivo para los cuales se con-
cas económicas de oferta y portancia cultural y económica y Compositores (CISAC), Minis-
voca un público con aforos cla-
demanda donde el valor econó- del Derecho de Autor y de los terio de Cultura de España y el
ramente determinados, tanto en
mico se vea reflejado en un pre- Derechos Conexos”, en VIII Con- Instituto Interamericano del De-
salas como en grandes escena-
cio. Ingresen o no al mercado, greso Internacional sobre la Pro- recho de Autor (IIDA), 1992,
19
20. L A D I N Á M I C A E C O N Ó M I C A D E L A C U LT U R A E N V E N E Z U E L A Y S U C O N T R I B U C I Ó N A L P I B
Con todo, nos subraya el investigador social uru- trecho de la cadena que va desde el creador has-
guayo Hugo Achugar (2000: p. 290), que: ta el público. En esta medida, la decisión de lo
que circula o no circula en el mercado cultural
“Resulta claro que la persistencia de nociones ana- globalizado está en buena parte en manos de es-
crónicas de la cultura y también la ignorancia acer- tos grupos. O, de otra forma, las expresiones cul-
ca del potencial económico y de la importancia turales que no sean rentables para los conglome-
en el empleo de la actividad cultural –incluidas rados, no encontrarán un lugar en el mercado
las industrias culturales y las artesanías– afectan global. De cualquier forma, esta visión de la eco-
de una manera fundamental la elaboración de las nomía de la cultura, concluye que la diversidad
políticas culturales entre nuestros países.” de expresiones culturales está en juego, toda vez
que lo que el mercado privilegia no está forzosa-
Ciertamente, la irrupción de la economía en el mente ligado a la multiplicidad de la producción
campo de la cultura nos obliga a una revisión epis- cultural que actores independientes, etnias y cul-
temológica, en sus aspectos axiológico, ideológico turas innumerables generan”.
y propiamente económico, concreto de producción
y enriquecimiento. En cada uno de estos aspectos, Sin embargo, no es la intención de este estudio
el vínculo entre economía y cultura es diferente. En ahondar en la variedad de connotaciones académi-
el aspecto axiológico, es de tipo filosófico, en el cas del término cultura, sino más bien aproximar-
aspecto ideológico, es la fundamentación ideológi- nos a una definición operacional desde el campo
ca y en el económico, la ciencia económica y sus económico. Para ello, utilizaremos el marco concep-
métodos hacen lo suyo. Pero además, nos apunta tual crítico de John B. Thompson (1990) que parte
Javier Machicado,12 con una gran precisión, que: de una concepción estructural de la cultura enfati-
zando tanto el carácter simbólico del fenómeno cul-
“Una visión renovada de la economía de la cul- tural como el hecho de que está siempre imbuido
tura es ahora necesaria. Cierto es que un número en contextos sociales estructurados.13
creciente de estudios económicos, incluyendo
unos cuantos bastante recientes en las Américas, “Según dicho autor, el ‘análisis cultural’ debe ser
han hecho evidente que la liberalización del co- visto como el estudio de las formas simbólicas,
mercio y las inversiones a escala mundial, como esto es, acciones con significado, objetos y ex-
consecuencia obligada de la globalización, han presiones de distintos tipos, en relación con los
permitido un desarrollo formidable de las indus- contextos históricos específicos y socialmente
trias culturales. Pero también es cierto que, en estructurados, dentro de los cuales y por medio
ese mismo contexto, se han formado estructuras de los cuales, estas formas simbólicas son pro-
de mercado heterodoxas, en las que oligopolios ducidas, transmitidas y recibidas. Si bien para
mediáticos de carácter transnacional acaparan Thompson el concepto incorpora su mayor valor
segmentos cada vez más grandes del mercado añadido por su esencia estructurada, para el len-
cultural mundial, abarcando al tiempo un buen guaje económico, la importancia de esta defini-
págs. 49-68; “El derecho de au- 12 Javier Machicado, “La cultura 13 Citado en Pau Rausell Köster,
tor y el derecho a la Cultura”, en como generadora de crecimiento Política y sectores culturales en
I Congreso Iberoamericano de económico, empleo y desarrollo”, la comunidad valenciana. Cap.
Propiedad Intelectual. Derecho en 2ª Reunión Interamericana de 2. Valencia, España, Editorial Ti-
de autor y Derechos conexos en Ministros y Altas Autoridades de rant lo Blanch, 1999, pág. 4, en
los umbrales del año 2000, Tomo Cultura, Ciudad de México, Méxi- (URL): http://www.uv.es/~cur-
I, Madrid, España, Ministerio de co, Estudio del Tema I. Consejo segsm/MaterialCurso/
Cultura, Secretaría General Téc- Interamericano para el Desarrollo CAP2Pau.pdf
nica, 1991, págs. 65-78. Integral (CIDI), Organización de
los Estados Americanos (OEA), 23
y 24 de agosto de 2004, pág. 3,
mimeografiado.
20
21. INTRODUCCIÓN MARCO REFERENCIAL DEL ESTUDIO
ción reside en la incidencia en los aspectos de expertos en arte, menos eficaces, es sin embar-
producción, transmisión y recepción, que en un go, limitado. Su pretensión casi exclusiva es ga-
paralelismo más útil a nuestros propósitos po- rantizar que la conducta cultural de las perso-
dríamos traducir como producción, distribución nas y de los gobiernos sea al menos racional, es
y consumo”.14 decir, que proporcione la máxima satisfacción
posible a quienes la llevan a efecto. Su reflexión
Las formas simbólicas serán, por tanto, los pro- se detiene forzosamente en este punto porque la
ductos y, el análisis cultural vendrá a ser el estudio mayor parte de los teóricos de la economía en
de cómo estos bienes se producen, distribuyen y este campo creen que la cultura es una actividad
consumen. No obstante, surgen algunas inquietudes, de consumo, a realizar en el tiempo de ocio. No
como expresaran Fernando Vicario y Tulio Hernán- conciben que, (...), tenga también claros rasgos
dez Cárdenas (2003) en las reuniones sostenidas en de inversión y, por consiguiente, no investigan
Caracas, en el marco del Grupo de Políticas Públi- si la cultura tiene efectos adicionales sobre el
cas Culturales de la Corporación Andina de Fomen- bienestar de las personas y las naciones, que la
to (en adelante, CAF), ¿se estimula la productividad hagan merecedora de un mayor impulso”.
y el crecimiento económico de un país si se intensi-
fican los niveles de acceso y participación cultural?, El diputado Alejandro Armas (2001: p. 1), Presi-
¿la cultura puede inducir al incremento de la canti- dente de la Comisión Permanente de Finanzas de la
dad y la calidad del progreso económico y social?, y Asamblea Nacional de Venezuela, en prolija exposi-
aún más, ¿mejora los niveles e índices del desarrollo ción, planteaba el siguiente argumento, en el Semi-
cultural, y por tanto su repercusión en los índices nario Internacional “Inversión Cultural: Los Nuevos
del desarrollo humano,15 si incrementamos el finan- Escenarios” organizado por el Banco Central de Ve-
ciamiento público cultural?, ¿varían los niveles de nezuela (Caracas, 29-30 de marzo de 2001), que
equidad16 si se transforman las capacidades cultura- apoya la tesis anterior,
les de un país?
“Tomando prudente distancia del economicismo
Es evidente que estas interrogantes se producen y sus derivaciones tecnocráticas, comparto la pre-
como consecuencia de las restricciones del enfoque ocupación legítima de incorporar a la cultura el
convencional neoclásico acerca de las conexiones criterio de productividad y la eficiencia econó-
que operan entre la economía y la cultura; tal como mica y social que se aplica a la acción del Estado
escriben, José Ramón Lasuén Sancho y Javier Aran- en la prestación de los servicios públicos. Sin em-
zadi del Cerro (2002: p. 9) bargo, la justa evaluación del impacto que oca-
sionan los recursos asignados a la cultura nunca
“Este enfoque, que permite mejorar el análisis y debe perder de vista sus efectos intangibles: por-
la política cultural, que tradicionalmente se reali- que más cultura se traduce en mejora de la au-
zan siguiendo los criterios discrecionales de los toestima del venezolano, más cultura mejora la
14 Salvador Carrasco Arroyo, In- queremos para cada uno de noso- 16 “La equidad en este informe efectivamente garantice el goce
dicadores Culturales: una re- tros. Las capacidades son entendi- se entiende como un criterio éti- y ejercicio de los derechos hu-
flexión, Universidad de Valencia. das como libertades, es decir, como co-normativo que introduce la manos, la igualdad de oportuni-
Economía de la Cultura y la Co- actividades o estados considerados idea de que el justo tratamiento dades y la diversidad de
municación. III. Los Sectores cul- valiosos por las personas. (...) Si de las diferencias es base de la opciones de vida.” (PNUD, Do-
turales y los sistemas de llevamos esta idea al colectivo, el convivencia y la justicia en la cumento de concepto, 2004,
información: una aproximación, desarrollo se concibe como un pro- sociedad venezolana y, tanto la págs.1-2). Recomendamos leer,
1999, págs. 2-3, en (URL): http:// ceso –con participación estatal, ci- convivencia como la justicia, son Yolanda D’Elia y Thais Maingon,
www.uv.es/~cursegsm/IIIblo- vil e individual– de apertura de condiciones indispensables para La equidad en el desarrollo hu-
que/ oportunidades para todos, a partir el desarrollo humano. Esto sig- mano: estudio conceptual desde
de las cuales las personas alcan- nifica promover una convivencia el enfoque de igualdad y diver-
15 El desarrollo humano es liber-
zan estados y actividades valiosos.” donde las personas, siendo dife- sidad, 1ª edic., Caracas, Vene-
tad, pues significa el ejercicio de
(Informe Venezuela PNUD, 2002: rentes, se reconozcan y vinculen zuela, Programa de las Naciones
‘capacidades’ que valoramos, que
pág. 34). como iguales, y una justicia que Unidad para el Desarrollo-
PNUD, 2004.
21
22. L A D I N Á M I C A E C O N Ó M I C A D E L A C U LT U R A E N V E N E Z U E L A Y S U C O N T R I B U C I Ó N A L P I B
ciudadanía y la cohesión social de la nación, más telecomunicaciones, lo cual hace que tengan ma-
cultura propicia la responsabilidad individual y yor o menor importancia, o se manejen cifras eco-
familiar sobre el futuro, más cultura es menos nómicas y estadísticas muy disímiles (algunos in-
crisis permanente, más cultura es menos queja y corporan desde todos los materiales y equipos para
más acción. En fin, más cultura es lo que necesi- la producción y difusión de mensajes, hasta el tu-
tamos los venezolanos para salir airosos de los rismo y el mercadeo; otros se limitan estrictamente
desafíos que tenemos por delante”. al producto en sí, el libro, p.ej.), cada uno de los
tipos de medios electrónicos y bienes de consumo
Vale decir, la rentabilidad de la inversión pública intermedio tienen, además de sus propias caracte-
en el sector cultural como problema común de to- rísticas tecnológicas y de producción, distintas for-
das las vertientes que han relacionado cultura y eco- mas de composición de costos, de necesidad de
nomía y, la legitimidad que tiene como sector crea- insumos y equipos, de requerimientos de divisas o
dor de empleo y valor agregado, no puede justifi- dependencia externa –no ponderados por las polí-
carse sino por el valor intrínseco de la cultura. Ese ticas culturales de la acción pública–, los cuales
valor intrínseco debe ser encontrado dentro de una determinan distintos cursos de acción a la hora de
relación más amplia, que ubique a la cultura como tomar decisiones sobre el tipo de apoyo que debe
un componente indispensable no sólo del crecimien- dársele a su producción, orientación de mercados,
to, sino del desarrollo humano. actualización tecnológica y desarrollo cultural. Por
otra parte, el peso tan importante que han adquiri-
Y, en gran medida, esta dificultad obedece a que do para las economías nacionales la producción
los estudios referidos a la dinámica económica de la industrial de bienes y servicios culturales en la cons-
cultura y el arte son relativamente recientes. De he- titución de su Producto Interno Bruto (PIB), origi-
cho, esta línea de investigación basada en el Proyec- nado fundamentalmente en el sector privado em-
to Economía & Cultura del CONAC-CAB, pretende presarial con escasa participación de la agencia
contribuir a llenar el vacío relativo que, en la literatu- pública, como en nuestro país, y sobre todo, regu-
ra económica venezolana, existe sobre la economía lada por el mercado, señalan una reorientación del
de la cultura. Es importante destacar, que aunque las enfoque político-cultural hacia un enfoque econó-
relaciones entre las disciplinas o campos de econo- mico-cultural (Diego Portales, 1985), en donde des-
mía y cultura han sido poco exploradas en el pensa- de la perspectiva de los límites de la presencia del
miento social venezolano, así como en la formula- Estado en lo cultural, una fuerte propensión inten-
ción de políticas culturales, ya desde 1981,17 siendo ta reducirlo a funciones estrictamente de carácter
Luis Pastori Ministro de Estado para la Cultura, se subsidiario. Sin embargo, desde este enfoque, el
comenzaba a examinar este tema como consulta po- problema de las relaciones entre el Estado y la so-
lítica para una agenda pública cultural en el estudio ciedad civil en su sentido más amplio, adquiere una
titulado: “Desarrollo Económico y Cultura. Proposi- dimensión más amplia ante la necesidad y aspira-
ciones sobre Política Cultural”. Al margen de los en- ción de una Democracia Cultural Plural, Sustanti-
frentamientos teóricos e ideológicos sobre la noción va, Integral y Participativa.” (Carlos Enrique Guz-
de Desarrollo Cultural, en 1995 argumentábamos que: mán Cárdenas, 1995: p. 14).
“Obviamente, aunque existen equívocos o sesgos Como consecuencia del impacto económico de
sobre el tipo de actividades que abarcan las Indus- las industrias culturales y comunicacionales, y en
trias Culturales, los medios de comunicación y las la medida en que nos señalaban algunos estudios
17 Para un examen diacrónico de para la Cultura, Desarrollo eco- cional de Teatro “Economía y
la literatura sobre economía y nómico y cultura. Proposiciones Cultura”, Caracas, Venezuela,
cultura en Venezuela, recomen- sobre política cultural. SG Con- ITI-Unesco, Consejo Nacional de
damos comenzar leyendo, Des- sultores. Tomo I-II, Caracas, Ve- la Cultura-CONAC,‘Boletín nº
pacho del Ministro de Estado nezuela, junio de 1981. Centro 15,‘1990.
Venezolano del Instituto Interna-
22
23. INTRODUCCIÓN MARCO REFERENCIAL DEL ESTUDIO
pioneros en Latinoamérica que estamos frente a un “El reconocimiento social de la función econó-
sector solvente y productivo, desde hace diez años mica de la cultura, las transformaciones en el Es-
comenzó a ser examinada la economía de la cultu- tado, la relevancia de la cuestión regional, los
ra por organismos de cooperación multilateral, bi- agudos problemas en su financiamiento y la es-
lateral, regional y en diversos espacios nacionales casez de información estadística sobre el tema
y académicos, tales como: el Programa de las Na- llevarán a organismos internacionales y a algu-
ciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Banco nas universidades de la región a dedicar signifi-
Interamericano de Desarrollo (BID), Organización cativos esfuerzos en la clarificación de las carac-
Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), Organi- terísticas de la economía cultural iberoamerica-
zación de Estados Iberoamericanos para la Educa- na. Momento emblemático de estas preocupacio-
ción, la Ciencia y la Cultura (OEI), MERCOSUR, CAB, nes es la creación en noviembre de 1984 de la—
CAF, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de “Asociación para el Desarrollo y la Difusión de
Chile, Ministerio de Cultura de Colombia, Consejo la Economía de la Cultura” en Europa, con gran
Nacional para la Cultura y las Artes de México, presencia de investigadores españoles. Si en las
Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) de Vene- décadas anteriores el tema del financiamiento
zuela, Sociedad General de Autores y Editores de cultural formaba parte de las recomendaciones
España (SGAE), Centro de Estudios para el Desa- de las diferentes conferencias intergubernamen-
rrollo Económico Metropolitano (CEDEM) del Go- tales, su concatenación a ese espectro más ex-
bierno de la Ciudad de Buenos Aires, Observatorio tenso de la economía de la cultura enriquecerá
de Industrias Culturales (OIC) de la Ciudad de Bue- tanto la investigación cultural como las distintas
nos Aires, Fundãçao João Pinheiro del Gobierno propuestas para asumir los desafíos del financia-
de Minas Gerais, Fundãçao Carlos Chagas en Río miento cultural.” (Sergio Zubiría Samper; Ignacio
de Janeiro, Fundación Polar y Fundación Bigott en Abello Trujillo y Marta Tabares: 1998, p. 33).
Venezuela, Centro de Investigación de Política Cul-
tural de la Universidad de Glasgow (CCPR’s), Uni- La Economía del Arte y la Cultura (Pau Rausell
dad de Investigación de Economía Aplicada a la Köster y Salvador Carrasco Arroyo: 2003) tendrá
Cultura de la Universidad de Valencia y el Grupo entonces, entre sus temas más importantes, aspec-
de Economía de la Cultura de la Universidad de tos como la intervención pública en la promoción y
Oviedo, en España y, la línea de investigación “So- difusión de la cultura, el impacto económico de la
ciedad de la Información, Política y Economía de cultura, el precio de los bienes artísticos, el funcio-
la Cultura” del Instituto de Investigaciones de la namiento de instituciones culturales como los mu-
Comunicación (ININCO) de la Universidad Central seos, los teatros, las óperas etc., las carreras profe-
de Venezuela (UCV), entre otros. sionales de los artistas, el comportamiento de las
industrias culturales (música, audiovisual, edición de
Así desde mediados de los años sesenta se con- textos), la relación entre cultura y desarrollo, etc.
solida la economía de la cultura como una subdisci-
plina que trata de aproximarse a los procesos de la Como referencia histórica, podemos decir que
creación, producción, distribución y consumo de desde 1973 funciona la Association for Cultural Eco-
bienes y servicios culturales; pero no es sino hasta nomics International (en adelante, ACEI), que viene
mediados de los años ochenta cuando se le recono- a representar la organización académica, de carác-
ce como área de conocimiento de las Ciencias Eco- ter internacional, que convoca esta área de conoci-
nómicas, al ser incorporada con la letra Z10 en la miento, presidida en la actualidad por el economis-
clasificación del Journal of Economic Literature. Asi- ta norteamericano Charles M. Gray, profesor de la
mismo, para finales de la década de los ochenta, se Universidad Saint Thomas. En 1977, el profesor
manifestará en la dimensión cultural iberoamerica- William Hendon de la Universidad de Akron fundó
na la reflexión e investigación de lo que significa el el Journal of Cultural Economics que se convertiría
sector cultural de la economía. en la publicación de referencia para la disciplina.
23
24. L A D I N Á M I C A E C O N Ó M I C A D E L A C U LT U R A E N V E N E Z U E L A Y S U C O N T R I B U C I Ó N A L P I B
Posteriormente, en 1979, con el apoyo de un núme- la sociedad y descubrir los aportes que la misma
ro creciente de economistas especializados, organi- puede generar.
zó en Edimburgo la primera Conferencia Internacio-
nal en Economía de la Cultura. En agosto de 1994, La literatura sobre la economía del arte y la cultu-
reorganizada ACEI, sostuvo su primera conferencia ra ha crecido enormemente y el desarrollo de dicho
internacional en Witten, Alemania. Se han sostenido campo de estudio se ha producido principalmente
las conferencias subsecuentes en Boston, Massachu- en Norte América, Europa y Oceanía. Cabe destacar
setts (USA) en mayo de 1996; Barcelona, España en autores como los norteamericanos Paul DiMaggio,
junio de 1998; Minneapolis, Minnesota (USA) en Richard E. Caves, Michael Useem, Paula Brown, Ja-
mayo de 2000 y Rotterdam, Países Bajos en junio de mes Heilbrun,19 Charles M. Gray, J. Mark Schuster,
2002. La 13ª Conferencia Internacional de la ACEI John W. O’Hagan, P. Joan Poor, Brian Morrison, Tom
se realizó el 2 de junio de 2004, en Chicago, Illinois, Smith y William Glade; Adam Finn, Stuart McFadyen,
USA, contando con la presencia de los más destaca- Allan Brown, y Colin Hoskins por Cánada; los sui-
dos investigadores sobre el tema de Economía, Cul- zos Bruno S. Frey,20 Stepahn Meier, Reiner Eichen-
tura y Arte. berger, Werner W. Pommerehne, Gregory Neuge-
bauer y Friedrich Schneider; Victor Ginsburgh, en
La publicación del trabajo de William Baumol y Bruselas.
William Bowen en 1966, titulado: Performing Arts:
the Economic Dilemma, “El dilema económico de Los investigadores Monika Mokre, Elisabeth Ma-
las artes escénicas” fue el punto de inicio de un cre- yerhofer y Jan-Paul Stepan, miembros de Austrian
ciente número de documentos y libros sobre la eco- Society for Cultural Economics and Policy Studies.
nomía de los espectáculos en vivo. Tras la publica- Los franceses Xavier Dupuis, Françoise Benhamou,
ción del libro de Baumol y Bowen comenzó a flore- Raymonde Moulin, Georges Gallais-Hamonno, Do-
cer la economía de la cultura en los países anglo- minique Leroy, Pierre-Michael Menger, Dominique
sajones, y buen ejemplo de ello son los libros de Sagot-Duvauroux, Xavier Greffe, Joelle Farchy, Syl-
Thomas G. Moore, American Theatre (1968), de Alan vie Pflieger, Bernard Rouget, Emmanuel Cocq, Pie-
T. Peacock y Ronald Weir, The Composer in the Mar- rre Garrouste, Stéphane Saussier, Angela Bargenda
ket Place (1975), y de Dick Netzer, Subsidized Muse y Nathalie Moureau. Ruth Towse y Jules Theeuwes,
(1978). Muy poco después, Mark Blaug (1976) reco- en Holanda.
piló la primera antología y, David C. Throsby18 y
Glenn A. Whithers escribieron el primer libro de texto Los alemanes Michael Hutter, Manfred Tietzel,
sobre La economía de las artes escénicas (1979). Iddle Rizzo, Marlies Hummel, Adriana Neligan, Ber-
nard Bovier-Lapierre y Pierre Korzilius; los Italianos
Se habla de economía de la cultura desde los años G. Mossetto, Walter Santagata, Giancarlo Mazzocchi,
sesenta, cuando los investigadores estadounidenses Emilio Gerelli, Andrea Villani, Michele Trimarchi, A.
vieron que los fenómenos de creación, producción, Sisto, R. Zanola, Gaetana Trupiano, Paola Dubini,
distribución y consumo de los bienes y servicios Federica Viganò, Fabricio Perretti, Claudio Dematte
culturales, tenían un impacto considerable en la eco- y Giacomo Negro. Los británicos Alan Peacock, Chris-
nomía de un país. Así pues, a través de los años se tine Godfrey, Ronald Weir, Geoffrey Milner, Stephen
han ido introduciendo cada vez más argumentos Creigh-Tyte, Jonathan Gillham, Gary Waite, Paul du
económicos para legitimar el papel de la cultura en Gay y Michael Pryke; Knut Loyland y Vidar Ringstad
18 Véase David Throsby, Econo- and culture, Estados Unidos, Barcelona, España, Edición a car- pport and Creativity in the Arts:
mics and Culture, Reino Unido, Cambridge University Press, go de Pedro Schwartz, Caja de Some New Considerations”, en
Cambridge University Press, 2001. Ahorros y Pensiones de Barce- Journal of Cultural Economics 23,
2001. lona, La Caixa Servicio de Estu- 1999, págs. 71-85; “Superstar Mu-
20 Véase Bruno Frey, “La Eco- seums: An Economic Analysis”,
dios, Traducción Ana Bravo y
19 Véase James Heilbrun y Char- nomía del arte”, Colección Estu- en Journal of Cultural Economics
Marco Schwartz, 2000; “State Su-
les M. Gray, The economics of art dios Económicos nº 18, 22, 1998, págs. 113-125.
24
25. INTRODUCCIÓN MARCO REFERENCIAL DEL ESTUDIO
en Noruega; los australianos David Throsby, seminarios y estudios de carácter regional que pu-
Bronwyn Coate y Tim Fry; Pedro Costa, José Esca- dieron reconocer las perspectivas de lo que signifi-
leira y Livia Madureira en Portugal o los españoles ca el impacto de la cultura en la economía latinoa-
Lluís Bonet, Enrique Bustamante, Ramón Zallo, Ma- mericana.
nuel Cuadrado-García, Marta Frasquet-Deltoro, Juan
de Dios Montoro-Pons, Victor Fernández Blanco, Mª Así tenemos que el Fondo Nacional de las Artes
Isabel García García, Yolanda Fernández Fernández, de Argentina en colaboración con el Latin American
José Luis Zofío Prieto, Roberto Gómez de la Iglesia, Studies Center de la Universidad de Maryland, reali-
Pau Rausell, Salvador Carrasco Arroyo, Francisco zó en agosto de 1998 el Seminario Internacional so-
García Sobrecases, Mercedes García-Diez, Juan Prie- bre Economía de la Cultura,21 dedicado al análisis y
to-Rodríguez, Cristina Muñiz Artime, Luis Palma discusión de un tema de especial importancia:–el
Martos, Sergio Márquez Peláez, Gloria Franco Casi- mecenazgo cultural. Por su parte, el Banco Central
llas, Santiago Álvarez-García, Desiderio Romero-Jor- de Venezuela,22 a principios del año 2001, organizó
dán, José Félix Sanz-Sanz, Luis Orea, Luis César el Seminario Internacional “Inversión Cultural: Los
Herrero, José Ángel Sanz, María Devesa, Ana Beda- Nuevos Escenarios”, contando con el apoyo del Con-
te, María José del Barrio, José Ramón Lasuén San- sejo Nacional de la Cultura (en adelante, CONAC)
cho, Javier Aranzadi del Cerro, Richard Watt, Fran- de Venezuela. El Consejo Nacional para la Cultura y
cisco Sierra y Fernando Vicario Leal, entre otros. las Artes de México, la Secretaría de Relaciones Ex-
teriores de México y la OEI coordinaron en abril de
En América Latina, entre tanto, recién se comien- 2004 el Seminario “Industrias Culturales y Desarro-
zan a esbozar las primeras aproximaciones a esta llo Sustentable” en la perspectiva de la Tercera Cum-
área. Octavio Getino, Stella Puente, Patricio Lóiza- bre de Jefes de Estado de América Latina y El Caribe
ga, Guillermo Mastrini y Paulina Seivach en Argenti- y la Unión Europea para explorar la complejidad
na; Andrés Roemer y Enrique Sánchez Ruiz en Méxi- del sector y puntualizar el papel que los Estados de
co; Claudio Rama Vitale, Luis Stolovich, Graciela ambas regiones deben jugar alrededor de un tema
Lescano, José Maurelle, Rita Alonso, Rita Pessano y crucial para el desarrollo sustentable de las nacio-
Hugo Achugar en Uruguay; Antônio Márcio Buai- nes: las industrias culturales.
nain, Sergio Medeiros Paulino de Carvalho, Enrique
Saravia, José Álvaro Moisés, César Bolaño, Roberto Un estudio, realizado por Octavio Getino (1995)
Chacón de Albuquerque y Luiz Carlos Prestes Filho en Argentina,23 trató el tema de la incidencia de las
por Brasil; Paulina Soto Labbé y Belfor Portilla Ro- políticas públicas en la balanza comercial de bienes
dríguez de Chile; Santiago Niño Morales, Javier Ma- culturales y en las industrias de los sectores cultura
chicado, Germán Rey, Silvia Amaya Londoño, David y comunicación, como parte de un proyecto desti-
Melo Torres, Omar López Olarte y Ramiro Osorio de nado a evaluar en una segunda etapa las relaciones
Colombia y, en Venezuela, Tulio Hernández, Loren- de intercambio de dichos sectores entre los países
zo Dávalos Tamayo, Abdel Güerere, Carlos Enrique del Mercosur, y así contribuir al proceso de integra-
Guzmán Cárdenas, Yolanda Quintero Aguilar, Fran- ción regional. De igual modo, se buscó coadyuvar a
cisco Pellegrino y Antonio López Ortega. la superación de la carencia de información relacio-
nada con las industrias culturales y comunicaciona-
Dicha preocupación por indagar las relaciones les con la convicción de que su adecuado esclareci-
entre economía y cultura para el caso de los países miento y análisis contribuiría al futuro de un área
latinoamericanos, se ha visto reflejada en algunos estratégica para el desarrollo nacional.
21 Fondo Nacional de las Artes, 22 Consejo Nacional de la Cultu- nezuela, 29 y 30 de marzo de líticas públicas, Buenos Aires, Ar-
“Seminario Internacional sobre ra, “Seminario Internacional In- 2001, mimeografiado. gentina, Ediciones Colihue S.R.L.,
Economía de la Cultura. Mece- versión Cultural: Los nuevos 1995.
23 Véase Octavio Getino, Las
nazgo”, Buenos Aires, Argentina, Escenarios”, Caracas, Venezuela,
industrias culturales en la Argen-
Fondo Nacional de las Artes, 19 Viceministerio de la Cultura,
tina. Dimensión económica y po-
y 20 de agosto de 1998. CONAC y Banco Central de Ve-
25
26. L A D I N Á M I C A E C O N Ó M I C A D E L A C U LT U R A E N V E N E Z U E L A Y S U C O N T R I B U C I Ó N A L P I B
Luis Stolovich, Graciela Lescano y José Maurelle, 2002, para la Organización Mundial de la Propiedad
en 1997 exploran las peculiaridades que la cultura Intelectual27 (en adelante, OMPI), en cooperación
de Uruguay24 tiene como sector económico específi- con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo
co y, las características que el mismo adquiere. En de Brasil, basado en las investigaciones ejecutadas
una primera parte, desde una perspectiva teórica, por un equipo de economistas bajo la coordinación
para luego realizar, un ensayo de aplicación al estu- del Profesor Antônio Márcio Buainain, cuyo objeti-
dio de las dimensiones económicas y ocupacionales vo principal fue el mapear y medir económicamente
del complejo cultural en Uruguay y su funcionamien- los principales sectores y actividades económicas
to económico. Recién, otro proyecto de investiga- relacionados con el derecho de autor y los derechos
ción económica elaborado por Graciela Lescano y conexos en los países del Mercosur (Argentina, Bra-
Rita Alonso (2002) bajo la asesoría de Luis Stolovi- sil, Paraguay y Uruguay) y Chile.
ch, se planteó servir de elemental base de informa-
ción para el diseño de políticas de los sectores pú- En Venezuela, algunos estudios modestos serán
blico y privado, en favor de las Pymes25 del cine y el el inicio de esta inquietud de conocimiento sobre
audiovisual en Uruguay. las relaciones entre economía de la cultura y políti-
cas culturales, pero fundamentalmente apuntando a
A finales del año 1999 e inicios del año 2000 se temas como: el financiamiento y la inversión cultu-
realizó el estudio sobre el aporte de las industrias ral, el otorgamiento de subsidios e incentivos fisca-
culturales y del entretenimiento al desempeño eco- les para la gestión cultural, la participación del sec-
nómico en los países de la Comunidad Andina, como tor privado empresarial y el mecenazgo, la innova-
parte integral del Proyecto Economía & Cultura,26 ción y la competitividad, la protección social del tra-
desarrollado bajo el auspicio del Convenio Andrés bajador cultural, economía del cine, entre otros.
Bello. En su primera fase, se plantearon dos propó-
sitos principales: obtener indicadores económicos de Lorenzo Dávalos Tamayo, profesor del IESA, en ju-
la actividad del sector cultural y proponer alternati- lio de 1990, publica el texto Cultura y Filantropía.
vas de políticas de fomento para el desarrollo de las Posibilidades de participación no lucrativa del sector
industrias culturales en las economías de Colombia, privado en la actividad cultural en el marco del Semi-
Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela. Estuvo bajo la nario “Cultura e Imagen Corporativa”, que tuvo lugar
coordinación general de Fernando Vicario Leal con durante los días 23 y 24 de mayo de 1990, por iniciati-
la participación de Tulio Hernández Cárdenas, coor- va de Industrias Mavesa. Su proposición era investigar
dinador de la investigación por Venezuela. En la las posibilidades y restricciones que afectan el proyec-
actualidad, en su segunda etapa, se ha planteado el to de institucionalizar un mecenazgo organizacional
cálculo de indicadores económicos, análisis de fo- (empresarial, corporativo, fundacional) de la cultura
mento a la industria cultural, medición de indicado- en Venezuela. Al respecto, nos decía (1990: p. ii)
res sociales, programas de apoyo a la mediana y
pequeña empresa cultural y, estudios de impacto “Necesitamos, no solamente demostrar que el
del sector cultural a nivel microeconómico. mecenazgo es una opción factible desde todo
punto de vista, necesitamos que su práctica cons-
En esta misma línea de acción, los países miem- tante se haga rutina y se institucionalice como
bros del Mercosur efectuaron un estudio en el año opción”.
24 Luis Stolovich; Graciela Les- diovisual Uruguayo”, en Infodac. ticas, Informe Ejecutivo del pro- protegidas por el derecho de
cano y José Mourelle, La Cultu- Directores argentinos Cinemato- yecto Economía & Cultura del autor y los derechos conexos en
ra da Trabajo. Entre la creación gráficos, Argentina, Suplemento Convenio Andrés Bello, Bogotá, los países de Mercosur y Chile,
y el negocio: economía y cultura Especial, nº 21, mayo de 2002. Colombia, julio, 2001a. Coordinación del Prof. Antônio
en el Uruguay, Uruguay, Edito- Márcio Buainain, OMPI y Univer-
26 Convenio Andrés Bello, El 27 Organización Mundial de la
rial Fin de Siglo, 1997. sidade Estadual de Campinas
aporte a la economía de las in- Propiedad Intelectual, Estudio
(Unicamp), 2002.
25 Graciela Lescano y Rita Alon- dustrias culturales en los países sobre la importancia económica
so, “Introducción al Espacio Au- andinos y Chile: realidad y polí- de las industrias y actividades
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