2. Refrigeración
La temperatura generada por el corte de la fresa en el sitio donde se aplica, oscila entre
los 38,6°C - 43°C (con refrigeración) y los 316°C - 427°C (sin refrigeración) dependiendo de
la dureza del tejido, alcanzando temperaturas de hasta 136°C en dos segundos sobre esmalte,
al no usar un sistema de refrigeración, y de hasta 120°C en intervalos de un segundo.
Por esto, resulta imprescindible la utilización de agua o un aerosol de agua y aire sobre
las fresas y piedras, y también sobre el tejido dentario que se está preparando para poder
disipar esta temperatura , y para eliminar los detritos o virutas que se acumulan en los
espacios entre los cristales, y así evitar que las fresas o piedras se emboten, disminuyendo
su eficacia y aumentando la generación de calor por fricción.
Lo ideal es aplicar estos instrumentos en forma intermitente, para permitir una correcta
refrigeración y que el agua o aerosol lleguen a la fresa o piedra desde distintas
direcciones, y en un volumen adecuado.
4. APLICACIONES PARA
ESTERILIZACIÓN Y DESINFECCIÓN
Esterilización la supresión de toda clase de gérmenes, virus,
hongos y formas de resistencia (esporas, etc.).
Desinfección significa la supresión de gérmenes patógenos.
A lo largo del tiempo han aparecido diversos procedimientos
antisépticos.
Una vez terminado el proceso de esterilización; los
instrumentos, bien en sus cajas, bien en sus envoltorios,
bien en bolsas termoselladas, etc., deben ser
convenientemente almacenados en lugar adecuado, hasta su
utilización, observando los periodos de caducidad del
procedimiento
5. CALOR SECO
Significa utilización de calor sin ninguna intervención del vapor de agua ni de la presión.
El instrumental debe estar previamente bien limpio y seco. Se pueden distinguir diferentes
formas:
○ Flameado.- Procedimiento más antiguo. Consiste en pasar, repetidas veces, por una
llama (mechero de alcohol, gas, etc.) el instrumento a utilizar. Obviamente
esteriliza, ya que la llama elimina (quema) cualquier forma de bacteria, virus,
espora, etc. Tiene el grave inconveniente de que la alta temperatura de la llama es
perjudicial para el instrumento (generalmente de acero), ya que puede alterarlo
(destemplarlo), sobre todo si es una hoja cortante.
○ No es, por lo tanto, un proceder recomendable; pero en un caso de extrema necesidad,
puntualmente, no habría inconveniente en utilizarlo. En los laboratorios de
bacteriología se sigue utilizando para esterilizar las asas de platino, con las que
se hacen las siembras en los medios de cultivo.
6. CALOR SECO
Esterilización por aire caliente.- Puede conocerse también como estufa de calor seco (o
Poupinel). Utiliza aire seco a temperaturas moderadamente elevadas. El aparato consiste en
un recipiente, con tapa que asegure cierta hermeticidad, al que se le aplica calor,
generalmente mediante una resistencia eléctrica, situada en la zona inferior del aparato. El
calor se acumula en el interior y aumenta la temperatura paulatinamente. Como toda la masa
de aire no se calienta por igual, comienzan a producirse en el interior de la cámara
corrientes de convección: el aire más caliente (situado inferiormente) es menos denso y
tiende a ascender; el aire más frío (situado en la parte superior) es más denso y desciende.
Todo ello origina que se homogenice la temperatura a la vez que ésta se eleva. El ciclo de
funcionamiento incluye una fase de calentamiento, otra de esterilización propiamente dicha y
otra de enfriamiento.
VENTAJAS.- Es un sistema “bastante” eficaz (aunque en ciertos casos e instrumentos puede no
garantizarse la esterilidad). Es sencillo y, por tanto, de coste no elevado. No produce
corrosión de los instrumentos metálicos. El control del proceso no es difícil, puesto que
está basado en parámetros fácilmente mensurables: cronómetro y termómetro.
INCONVENIENTES.- El más principal, tal vez, sea la poca penetrabilidad del aire caliente en
intersticios o huecos de ciertos instrumentos de diseño complejo. Para conseguir
esterilización hay que alcanzar temperaturas relativamente elevadas y durante intervalos
largos de tiempo. Por supuesto, no es apto para materiales no metálicos, sensibles al calor
(ciertos plásticos). Incluso algunos instrumentos metálicos, de varios componentes unidos
por soldaduras, podrían también sufrir deterioros.
8. CALOR SECO
Transferencia de calor.-
A. Instrumentos de bolas para la esterilización de pequeño instrumental de endodoncia.- En
épocas relativamente recientes se han utilizado estos dispositivos. Se trata de un
recipiente cilíndrico, de dimensiones reducidas, cuyas paredes son calentadas mediante una
resistencia eléctrica. A su vez, el interior del cilindro contiene unas pequeñas bolitas o
esférulas de vidrio, cuarzo, etc.
Las paredes del recipiente se calientan y este calor se transfiere, por conducción, a las
pequeñas esferas, las cuales, a su vez, se calientan. Entre ellas se colocan los
instrumentos a esterilizar (limas, ensanchadores, etc.), que reciben el calor directamente
de las esférulas.
Es un procedimiento eficaz y rápido, ocupa muy poco espacio y es barato, pero sólo puede ser
utilizado para instrumental muy pequeño. Las temperaturas, que pueden llegar a ser elevadas
(hacia 250º C), no son fácilmente controlables, ya que puede haber diferencias muy sensibles
entre la temperatura a nivel de la pared y la alcanzada en el centro de la masa de las
esferas. No admite el embolsado. El instrumental, aunque siempre metálico, puede
deteriorarse por el uso repetido.
B. Esterilización mediante microondas.- En los últimos tiempos ha surgido un tipo de
esterilización mediante aparatos emisores de ondas de alta frecuencia, alrededor de 2.500
MHz. Ello produce calor capaz de provocar la destrucción de agentes contaminantes.
9. CALOR SECO
Termo-desinfección.-
Se ha reservado este término para sistemas de lavado mediante agua caliente y jabones
especiales en el interior de ciertos aparatos que recuerdan, y están basados, en los
sistemas lavavajillas para usos industriales y/o domésticos. Evidentemente, no son
esterilizadores; pero pueden representar una eficaz ayuda en todo el proceso de limpieza e
higienización previo a la esterilización.
10. CALOR HÚMEDO
Ebullición.-
Durante largo tiempo se ha utilizado la ebullición del agua para cocer los instrumentos, en
ocasiones, incluso, con la adición de algún agente químico. Se sabe de antiguo que no es un
proceso apto para esterilizar, no es capaz de destruir virus ni formas de resistencia de
gérmenes (esporas). Teóricamente, el agua hierve a 100º C, pero eso es en ciertas
condiciones. A medida que se asciende en altitud sobre el nivel del mar ese punto de
ebullición desciende. Tampoco es igual dicho punto para todas las aguas; es variable según
su “dureza” (presencia de diferentes concentraciones de sales, etc.). El contacto repetido
de los instrumentos con la humedad puede producir su deterioro.
11. CALOR HÚMEDO
Autoclave por vapor de agua.-
Es el sistema de elección para conseguir esterilización. Consiste en un recipiente hermético
que contiene agua destilada. Actúa por la acción del calor que genera una fuente interior.
El agua, al cambiar de estado, se convierte en vapor de agua. Como el recipiente es
hermético (el volumen no cambia), al seguir aplicándose calor, la presión aumenta y la
temperatura también. Sin entrar en descripciones prolijas, conviene recordar las leyes de
los gases que relacionan temperatura, presión y volumen. Para los gases se cumple que, el
producto de la presión por el volumen es una cantidad constante para cada temperatura
determinada. En otras palabras, a un volumen dado, si aumenta la temperatura aumentará la
presión. Por encima de 100ºC se obtiene vapor de agua “sobrecalentado”. Los aparatos van
dotados de termómetro, cronómetro y manómetro. Tienen siempre una puerta hermética, dotada
de dispositivo de seguridad adecuado, para impedir su apertura cuando la presión en el
interior está aumentada. En caso contrario, la apertura involuntaria durante el
funcionamiento podría provocar accidente grave.
12. CALOR HÚMEDO
El funcionamiento del autoclave sigue los siguientes ciclos o etapas:
A. Precalentamiento.- Aumenta poco a poco la temperatura, siempre por debajo de 100º C. No
hay aumento de la presión.
B. Aumento de la presión.- El aumento de la temperatura del vapor de agua va produciendo un
aumento de la presión. 120º C equivalen a una atmósfera de presión. Una atmósfera y media
equivale a 128º C. Las dos atmósferas se consiguen con 134º C,
C. Esterilización.- Para conseguir esterilización interviene el tiempo. Hay distintos ciclos
estandarizados, variables también según el tipo de material a esterilizar.
D. Descarga del vapor.- Implica el proceso inverso a lo descrito: disminución de la presión
y de la temperatura, entrada del aire, eliminación del vapor.
E. Secado.- Se suele realizar a temperatura constante (entre 85-95º C). La duración es algo
larga (unos 10 minutos).
○ VENTAJAS.- Es un procedimiento relativamente rápido. Muy eficaz. Las temperaturas
alcanzadas no son demasiado elevadas. Permite introducir el instrumental en bolsas
especiales, lo que facilita su posterior almacenamiento durante un tiempo. Es apto
para casi toda clase de instrumentos.
○ INCONVENIENTES.- Es preciso un lavado y secado. Es necesario un ciclo de secado.
Para el funcionamiento necesita agua destilada. Puede producir corrosión del
instrumental metálico. Los aparatos son relativamente caros.
16. Desinfección sobre instrumental,
superficies y ambiente
● La limpieza, constituye un factor de importancia prioritaria. Una limpieza incorrecta
o defectuosa repercutirá de forma negativa en las sucesivas etapas del proceso de
antisepsia/desinfección o esterilización.
● El proceso de desinfección, a diferencia de la esterilización, solo es capaz de
eliminar la mayor parte de los gérmenes patógenos (pero no todos). Además, por las
características del procedimiento, el material desinfectado pierde rápidamente esta
propiedad por carecer del factor de empaquetado que lo proteja de contaminaciones.
● El espectro de gérmenes sobre los que es efectivo un desinfectante varía de uno a
otro, o en un mismo desinfectante en dependencia de sus concentraciones y su tiempo de
exposición.
● Según el nivel de cobertura alcanzado por un desinfectante, se puede clasificar como
de nivel alto cuando incluye esporas bacterianas, de nivel intermedio cuando incluye
micobacterias pero no esporas, o de nivel bajo cuando no incluye ni micobacterias ni
esporas7.
17. Criterios
● Los criterios de elección de procesado del material de uso sanitario con desinfección,
en sus diferentes niveles, o con esterilización, lo esquematizó Spaulding en 1968, y
permanece en vigor la clasificación que realizó de dispositivos, según el nivel de
riesgo que dichos materiales tuviesen de desarrollar infección7,34. Las 3 categorías
que describió son:
1. Crítico: todo material contaminado por cualquier germen que tenga un alto riesgo
de desarrollar infección. Incluye todo material que entra en contacto con
cavidades estériles o sistema vascular.
2. Semicrítico: material que entra en contacto con mucosas o piel no intacta. Estos
dispositivos deberían estar libres de microorganismos, aunque pueden estar
permitido un pequeño número de esporas bacterianas, ya que las membranas mucosas
(pulmonar, gastrointestinal, etc.) tienen generalmente resistencia a la
infección por esporas bacterianas comunes.
3. No crítico: material que se utiliza sobre piel intacta.
18. ● El material semicrítico debe ser sometido a desinfección de alto nivel antes de su
uso. Es en la práctica el de mayor riesgo, ya que con ellos se han detectado más
infecciones asociadas a cuidados sanitarios que con los críticos o no críticos. Los
primeros porque se les somete a esterilización, y los segundos por su escaso riesgo
intrínseco. El glutaraldehído, el peróxido de hidrógeno, el ortofenilaldehído (OPA),
el ácido peracético, el peróxido de hidrógeno y el cloro son considerados
desinfectantes de alto nivel. El reprocesado de material sanitario semicrítico para su
desinfección tiene lugar a través de contacto con líquido desinfectante y puede ser
manual o automático. El tiempo de contacto oscila entre 8 y 45min a temperaturas entre
20 y 25°C. El reprocesado automático mediante máquinas desinfectadoras minimiza los
errores humanos, evita contacto de los profesionales con sustancias tóxicas y no
requiere de sistemas de ventilación especiales.
19. ● Dentro de la categoría de material semicrítico, mención especial merece el procesado
del material endoscópico. Los endoscopios flexibles, por el tipo de cavidad en la que
penetran, adquieren alta carga microbiana, y aunque se han publicado numerosas guías y
recomendaciones para el reprocesado de endoscopios, la adherencia a las mismas tiene
importantes áreas de mejora. En este contexto ha adquirido mucha relevancia la
introducción de nueva tecnología, tanto en los desinfectantes como en las mejoras de
los procesadores automáticos. Sobre estos últimos, todos los modelos tienen ciclos de
desinfección y aclarado, y algunos también limpieza con detergente, vaporización de
alcohol y/o ciclos de secado forzado con aire; no obstante, no todos son compatibles
con todos los desinfectantes de alto nivel o con todos los fabricantes de endoscopios
del mercado, por lo que en la selección habrá que tenerlo en cuenta. Por la
repercusión que los procedimientos con este tipo de material endoscópico tienen en la
seguridad del paciente, está muy debatida actualmente la necesidad de controles
microbiológicos en la monitorización de este material. Un método de control nuevo es
el basado en la bioluminiscencia de adenosín-trifosfato (ATP) para la monitorización
de la limpieza, principal causa de fallo del proceso efectivo de desinfección
20. ● El material no crítico, a diferencia del material crítico y semicrítico, requiere
desinfección de nivel medio o bajo. Aunque en sí mismo no supone un riesgo, pueden
actuar como fómite en la transmisión, por contaminación a través de manos o piel
colonizada. Los productos más frecuentemente usados como desinfectantes de nivel medio
son los fenoles y los compuestos de cloro con un tiempo de contacto de al menos un
minuto. Entre los de nivel bajo, encontramos añadidos a los anteriores los compuestos
de amonio cuaternarios, con el mismo tiempo de contacto recomendado
21. ● BIBLIOGRAFÍA
● [1]J. Lister.
● On the antiseptic principle in the practice of surgery.
● Lancet, 90 (1867), pp. 353-356
● [2]Real Decreto 1054/2002, de 11 de octubre, por el que se regula el proceso de
evaluación para el registro, autorización y comercialización de biocidas. BOE 247, 15
de octubre de 2002.
● [3]Scientific Committee on Emerging and Newly Identified Health Risks (SCENIHR).
Assessment of the Antibiotic Resistance Effects of Biocides. 2009 Ene [consultado 31
Mar 2014]. Disponible
en: http://ec.europa.eu/health/ph_risk/committees/04_scenihr/docs/scenihr_o_021.pdf
● [4]Institut de Recherche Microbiologique (IRM). Normes Européennes [consultado 31 Mar
2013]. Disponible
en: http://www.irm.fr/antiseptiques_desinfectants_normes_europeennes_irm.pdf
● [5]Real Decreto 1591/2009, de 16 de octubre, por el que se regulan los productos
sanitarios. BOE 268, 6 de noviembre de 2009.
● [6]G. McDonnell, D. Russell.
● Antiseptics and disinfectants: Activity, action, and resistance.
● Clin Microbiol Rev, 12 (1999), pp. 147-179Medline
Notas del editor
Toma de lapicera modificada
Es de tres dedos, los pulpejos del pulgar el índice y el mayor contactan con el instrumento mientras que el anular sirve de apoyo ya sobre la unión del mango con el cuello del instrumento para guiar movimientos el dedo mayor desempeña un papel fundamental ya que el instrumento no apoya sobre el borde radial de la falange distal como en la otra lapicera en la toma de la lapicera modificada el pulplejo del dedo mayor se coloca sobre el cuello acercándose a la hoja del instrumento
Apoyo: la regla marca que debe procurarse el apoyo en dientes vecinos y a la mima arcada y en los vecinos a a pieza dentaria sobre la q se va a trabajar. El apoyo digital en dientes del área antagonista tiene menos valor y puede inducir movimientos inesperado de, instrumento
Toma palpar
El mango del instrumento es sostenido por todos los dedos menos el pulgar el cual sirve como fulcrum