Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Principios éticos humanistas para la convivencia
1. La misión de inculcar valores en el proceso de convivencia.
El año pasado, circulaba una noticia sobre las barras bravas de Colombia, la gente alegaba
que esa es una situación donde vemos que personas se agreden física y verbalmente, que existe
una escasez de tolerancia por parte de los diversos hinchas de los grupos deportivos del fútbol
del país, donde no saben convivir entre ellos cuando asisten a partidos o se ven en algún otro
lugar. Y realmente nos hacemos el interrogante, ¿ Cómo la aplicación de los principios claves de
la ética del humanismo ayudaría al proceso de convivencia y tolerancia en la sociedad?.
Y encontramos que existen unos principios claves de los que refiere el interrogante anterior,
donde primero está la dignidad y la autonomía del individuo que son el valor central. De ello
inferimos que nuestros sentidos nos permiten percibir múltiples cosas y nosotros mismos
escogemos con qué nos quedamos de esa percepción y es de allí que comienza la libertad de
pensamiento y acción. Se agradece que pertenecemos a una sociedad democrática y eso nos
permite tener el derecho de escoger nuestros propios estilos de vida con la precaución de no
perjudicar o dañar a otros. Se comentaba sobre la noticia, si esas personas hinchas de los
distintos grupos deportivos tuvieran sus valores claros, entre esos la tolerancia, seríamos una
comunidad bastante tranquila, sin prejuicios y con más armonía con el hecho de aceptar la
valiosa diversidad.
Se destaca también el segundo, que el principio de la defensa humanista de la
autodeterminación no significa que los humanistas aceptemos como valiosa cualquier clase de
conducta por el mero hecho de ser humana. Con referencia a esto, cabe resaltar que, somos
humanos y por ende cometemos faltas que no están en el orden social y político, es en ese mismo
instante que debemos ser regulados y autoregularnos; Es afirmativo que poseemos libertad, pero
esa libertad viene con condiciones y es que no todo lo que pensamos y hacemos debe tener una
aprobación, porque no todas las acciones son constructivas o están equivocadas. Esto de acuerdo
con Gargarella, (2019) citado de (Badeni, 1999) quien afirma que “La libertad de expresión es
una libertad legítima, propia de las repúblicas pero no es una libertad absoluta”. Por ejemplo, si
dichos hinchas de grupos deportivos tuvieran claros los límites de libertad de gustos y distinción
de cada persona dentro y fuera de los estadios se disfrutaría muchísimo porque celebrarán los
que ganen y mantendrán las esperanzas aquellos que perdieron
Con el anterior principio convocamos al otro, en este participaron filósofos éticos
humanistas sobre una ética de la excelencia. Los humanos tenemos muchas capacidades y para
llegar a flote a la excelencia debemos tener en cuenta que podemos dotarnos de autocontrol, la
moderación, entre otros. De igual manera se mencionan algunos tópicos de la excelencia como la
capacidad de elegir libremente; la racionalidad de saber hacer el bien y el mal, no sólo para si
mismo sino que también el tener en cuenta a los demás. De esa manera también se tiene en
cuenta la obligación de llevar a su máximo cumplimiento los más altos talentos de cada cual.
Cuando las personas sacan lo mejor de cada uno, este le permite vivir plenamente en sociedad y
con ella ver igualmente al resto de personas, en el sentido que como yo tengo cualidades, gustos
diferentes podemos tener más tolerancia en la sociedad en el marco de la empatía, digamos que
en el contexto de los hinchas del grupo deportivo, entender que somos iguales y aceptar eso, de
esa manera vivir en paz y manteniendo la capacidad de saber convivir con los demás. Eso es a lo
que refiere que el humanismo intenta sacar a flote lo mejor de la gente, de manera que todo el
mundo pueda tener lo mejor en la vida y claro que es imprescindible para la humanidad.
2. De lado de otro principio más, nos encontramos que el humanismo reconoce nuestras
responsabilidades y deudas con los otros. Lo que reflexionamos del inciso anterior es que no
debemos sobre pasar nuestros límites con los límites de los demás porque no es una cualidad ser
libres, es que el simple hecho de nacer humanos ya lo somos, y así debemos considerarnos
siempre porque la libertad de cada persona termina cuando comienza la de la otra persona. Los
humanistas aceptan la regla de oro que según la cual nos afirma que “no debemos tratar a los
demás como no quisieras que te traten a ti ” es una regla que le sirve a la gente para frenar sus
acciones negativas, pensar en ello, ponen a muchos en el rol de la empatía, en el caso de los
aficionados de los partidos del fútbol, “estamos conscientes de que es un juego, no podemos
agredir física y verbalmente a los hinchas del otro equipo porque a mí no me gustaría que me
hicieran lo mismo si mi grupo de fútbol pierde”. También se considera el antiguo mandato de
que tendríamos que «recibir a los extranjeros dentro de nuestras posibilidades». Los hinchas de
los grupos deportivos deben respetar a la hinchada del otro grupo, esto se logra aceptando que
aunque nos inclinamos por cosas diferentes vivimos en la misma comunidad y debemos hacerla
agradable para convivir y en este caso, el gusto por el fútbol nos debe hacer más amigos.
El quinto de los principios acepta que los humanistas creemos que las virtudes de la empatía
(o buena disposición) y la corrección (o el trato cuidadoso) son esenciales para la conducta ética.
Esto, va encaminado hacia la hermandad, significa que tenemos un parentesco y es el ser
humanos, y eso ¿a qué nos lleva? Que debemos guardar siempre afecto y solidaridad con las
demás personas así no sean en su literalidad hermanos, así procuramos el bien ajeno de manera
desinteresada. También existe otro factor muy importante y es que también somos lo que nos
enseñan en valores morales que son generales en la sociedad en los que aplican para la cultura y
religiones. Es entendible que las virtudes morales al pasar el tiempo se han tergiversado en lo
cultural y religioso pero los humanistas siguen persistiendo en la responsabilidad moral; ¿Qué se
debe seguir haciendo para que las comunidades conserven la tolerancia?, si se quiere formar lo
que es una personalidad integra, lo que debemos hacer es trabajar en el cultivo y formación de
las virtudes generales. Digamos que los aficionados deben actuar correctamente, ser responsables
de sus actos, procurar que salgan los valores en las calles y a todos lados para que trasmitan sus
emociones con responsabilidad.
Otro de los principios claves de la ética del humanismo es el sexto, es hermoso, porque nos
muestra una gran necesidad que muchas veces no vemos, y es que la educación es demasiado
importante porque podría determinar nuestro futuro, en el sentido de que formaremos unas
buenas bases para crecer y ser más conscientes o tener la claridad de nuestros conocimientos, es
fundamental en niños y jóvenes porque si bien es cierto, siempre se escucha el dicho de que los
“jóvenes son el futuro” y sí. Cuando accedemos a una buena educación, una que vaya en pro de
la educación moral en niños y jóvenes que por lo cual se verán los frutos de hábitos de pensar y
actuar encaminados a la empatía en aspectos de convivencia como trabajar en conjuntos, como
familia, amigos, comunidades y naciones. su aplicación ayudaría al proceso de convivencia y
tolerancia en la sociedad actual por el énfasis de la enseñanza de valores porque con esto se
busca establecer un comportamiento armónico donde habitamos, sin perder de vista que algunos
valores puedan tener mayor o bien sea menor importancia dependiendo del contexto y la
situación. En el contexto actual, los jóvenes son los que más se hacen notar y en las hinchadas
los que más presentan riñas son precisamente ellos, ¿qué está pasando con la educación?.
En la parte del séptimo principio encontramos que los humanistas recomendamos el uso de
la razón para fundamentar nuestros juicios éticos. Leyendo esto, seguimos enfatizando la parte
3. educativa de las personas porque si bien es cierto que el ser humano desde que nace viene
dotados de razón, también es cierto que esa razón se puede ampliar por medio de algo muy
valioso y es conocimiento, cuando ese factor crece, tendremos más oportunidad de ser más
asertivos en para formular elecciones éticas. Necesitamos un gran compromiso, y ese es en el
proceso de liberación, si estamos por la tarea de solucionar los dilemas morales en diferenciar el
bien y el mal. Estamos invitados a reflexionar. A que cuando existan diferencias podamos
utilizar el conocimiento y la razón para llegar a una solución, ¿cómo es posible eso? Pues por
medio del una negociación donde implementaríamos el diálogo racional siempre se pueda.
El último, pero no menos importante es el principio donde los humanistas mantenemos que
deberíamos estar preparados para modificar los principios y los valores éticos. Esto se
fundamenta en que la cultura es dinámica, esto significa que las costumbres y creencias se van
modificando y esto arrastra a las realidades futuras, esto también quiere decir que así como van
cambiando la desventaja es que el mal tampoco se queda atrás pero el cambio que se espera es a
merced de lo positivo, de mejorar. Lo que la sociedad necesita es apoderarnos de la mejor
sabiduría moral del pasado, con la idea de prosperar a nuevas soluciones para los dilemas
morales, estos sean nuevos o viejos.
De manera general, todos esos principios claves de la ética del humanismo en su aplicación
ayudaría al proceso de convivencia y tolerancia en la sociedad actual; ¿pero cómo? Podríamos
llevarnos mucho tiempo al hacer conscientes a todas las personas de que todos somos iguales en
derechos, por ejemplo el derecho a la libertad, pero que esa libertad no nos hace del todo libre,
porque es limitada antes de que ese línea imaginaria vaya a perjudicar a otros, es ahí cuando
nuestra razón sale a relucir que no somos dueños de la libertad de ninguna otra persona más que
de nosotros mismos, cuando nos educan y recibimos bien esa educación nuestro conocimiento
nos ayuda a mejorar esos procesos de convivencia, porque desde niños formamos bases para
desenvolvernos en sociedad como son los valores. Los valores son un pilar de regulación de los
seres humanos, de eso mismo obtenemos una conciencia más estructurada para convivir en
armonía y de ello la tolerancia se verá más reflejada, porque seremos capaces de identificar el
resto de valores que ello implica, como el respeto, la solidaridad, etcétera.