1. CICLOS BIOGEOQUÍMICOS
Son procesos naturales que reciclan elementos en
diferentes formas químicas desde el medio ambiente
hacia los organismos, y luego a la inversa.
Agua, carbón, oxígeno, nitrógeno, fósforo y otros
elementos recorren estos ciclos, conectando los
componentes vivos y no vivos de la Tierra
CICLO DEL CARBONO CICLO DEL NITRÓGENO
CICLO DEL OXÍGENO
PARTE BIÓTICA PARTE ABIÓTICA
Comprende la inclusión de sustancias inorgánicas en
el organismo y la subsiguiente descomposición y
remineralización.
El intercambio de elementos es rápido, pero la
cantidad de sustancias inorgánicas no es mayor.
El organismo vivo toma elementos inorgánicos y al
morir y descomponerse éstos son devueltos al
ambiente para ser nuevamente aprovechados.
El medio contiene gran cantidad de sustancias inorgánicas,
que se descomponen con lentitud y están a disposición del
organismo en forma abundante y fácil (agua, dióxido de
carbono, oxigeno) o escasa y difícil (fósforo y nitrógeno, por
ejemplo). En el primer caso se trata de ciclos atmosféricos
con grandes reservas de materiales; en el segundo se trata
de materiales sedimentarlos (fósforo, hierro, azufre,
magnesio, y elementos menores).
El oxígeno molecular (O2) representa el 20% de la atmósfera
terrestre, éste patrimonio abastece las necesidades de todos
los organismos terrestres respiradores y cuando se disuelve en
el agua, las necesidades de los organismos acuáticos. En el
proceso de la respiración, el oxígeno actúa como aceptor final
para los electrones retirados de los átomos de carbono de los
alimentos, el producto es agua.
El ciclo se completa en la fotosíntesis cuando se captura la
energía de la luz para alejar los electrones respecto de los
átomos de oxígeno de las moléculas de agua, los electrones
reducen los átomos de carbono (de dióxido de carbono) a
carbohidrato. Al final se produce oxígeno molecular y así el
ciclo se completa.
Las plantas consiguen ser los únicos organismos
vivos que producen oxígeno en el planeta. Ellas
aprovechan las cantidades de dióxido de carbono (
ciclo del carbono) excedentes de la respiración y
transpiración de otros organismos vivos. De este
modo, inician la fotosíntesis, con reacciones físicas,
químicas, geológicas y biológicas.
Con el transcurso del tiempo, ocurre absorción,
consumo, transformación y descomposición de
oxígeno para conservar la vida en equilibrio.
Qué es el Ciclo del carbono:
El ciclo del carbono es la forma en que el carbono
circula a través de la atmósfera, los océanos y de la
superficie e interior de la Tierra a través de
procesos químicos, físicos, geológicos y biológicos
llamado ciclo biogeoquímico.
El carbono está presente en todos los elementos en
la Tierra, por lo tanto su ciclo es vital para la
renovación, recomposición, alimentación y
sobrevivencia de todos los seres y materias no
vivas en la Tierra.
El ciclo del carbono es muy importante porque
influye los procesos cruciales de la vida como la
fotosíntesis y la respiración, contribuye a la
formación de los combustibles fósiles e impacta el
clima de la Tierra.
La proporción de microorganismos que intervienen
en el ciclo del Carbono es mayor en agua que en
tierra; allí la producción de materia orgánica corre
a cuenta de las alas y cianofíceas unicelulares del
fitoplancton y su degradación es llevada a cabo
por eubacterias.
El ciclo del Carbono consta de dos fases:
asimilación (síntesis de la materia orgánica y
formación de compuestos carbonados) y
desasimilación (degradación de estas sustancias en
la respiración de animales y plantas heterótrofos).
CICLO DEL FÓSFORO
El fósforo es tomado en forma de fosfatos por los
seres vivos, gracias al proceso de meteorización de
las rocas, ya que las rocas, al descomponerse,
liberan fosfatos.
Estos fosfatos pasan a través del suelo a los
vegetales, y de estos a los animales que se
alimentan de las plantas o de otros animales que
los hayan obtenido, y son devueltos al suelo a
través de sus excrecencias.
Ya en el suelo, los descomponedores actúan sobre
los excrementos animales, volviendo a producir
fosfatos.
Asimismo, el fósforo también puede ser liberado
durante la descomposición de cadáveres. De allí,
pasa a los organismos vegetales en forma de
fosfato orgánico.
El ser humano es también responsable de la
movilización del fósforo cuando explota rocas que
contienen fosfatos.
El fósforo es un elemento abundante en minerales
terrestres. Aunque juega un rol indispensable en los
seres vivos, está poco presente en el cuerpo de los
seres vivos. Forma parte de las macromoléculas de
mayor importancia, como el ADN, el ARN o el ATP (
adenosín trifosfato).
En consecuencia, el fósforo resulta imprescindible
para la obtención de energía a nivel bioquímico, así
como para la replicación de la vida y la transmisión
hereditaria. El ciclo del fósforo es indispensable para la
vida tal y como la conocemos.
Se denomina como ciclo del nitrógeno a cada uno
de los procesos biológicos (de plantas, animales y
microorganismos) y abióticos (de la luz, pH,
características del suelo, entre otros) en que se
basa el suministro de este elemento en los seres
vivos.
El nitrógeno es un elemento químico que se
desplaza lentamente a través de un ciclo mediante
el cual puede ser absorbido tanto por los seres
vivos (animales y plantas), como por el aire, el
agua o la tierra.
Por ello, el ciclo del nitrógeno es uno de los ciclos
biogeoquímicos más importantes para mantener el
equilibrio de la biósfera terrestre.
Cabe resaltar que el nitrógeno es el elemento
químico de mayor abundancia en la atmósfera y un
elemento básico para los seres vivos porque
permite elaborar aminoácidos, ADN y proteínas.
Los seres vivos requieren átomos de nitrógeno para la
síntesis de moléculas orgánicas esenciales como las
proteínas, los ácidos nucleicos, el ADN, por lo tanto es
otro elemento indispensable para el desarrollo de los
seres vivos.
El aire de la atmósfera contiene un 78% de nitrógeno,
por lo tanto la atmósfera es un reservorio de este
compuesto. A pesar de su abundancia, pocos son los
organismos capaces de absorberlo directamente para
utilizarlo en sus procesos vitales. Por ejemplo las
plantas para sintetizar proteínas necesitan el nitrógeno
en su forma fijada, es decir incorporado en
compuestos.
Microorganismos como agentes
beneficiosos y perjudiciales
Los microorganismos intervienen en la naturaleza
de una manera fundamental en los ciclos
biogeoquímicos. Por otro lado, los organismos
superiores proporcionan a los microorganismos un
entorno vital muy ventajoso, con un medio rico en
nutrientes y condiciones físicas constantes, ello
puede dar lugar a relaciones de parasitismo,
simbiosis, etc.
Las bacterias (microorganismos) y los ciclos
Biogeoquímicos
Las bacterias, junto con los hongos, desempeñan
una importante función como desintegradoras en
la biosfera. Así, la materia de los compuestos
orgánicos puede volver a incorporarse a las
cadenas tróficas en forma de compuestos
inorgánicos simples. Además, su diversidad
metabólica las hace indispensables para facilitar la
circulación de muchos elementos químicos entre
las diferentes capas superficiales de la Tierra: son
los llamados ciclos biogeoquímicos.
Los ecosistemas funcionan gracias al flujo de
energía procedente del sol y al ciclo de la materia.
Resumen
En la naturaleza hay recursos que son limitados, por lo que estos deben ser reciclados para evitar que
se agoten y que desaparezca la vida en la Tierra, por esta razón, es necesario que estos ciclos sucedan
para que cuando un organismo vivo muera, los elementos o sustancias químicas que se generan
durante su descomposición puedan ser aprovechados y depositados en la tierra a fin de que después
otros organismos puedan aprovecharlos.
En consecuencia, los ciclos biogeoquímicos son muy importantes para el desarrollo y continuación de la
vida en el planeta, no obstante, la actividad del ser humano puede intervenir, por diferentes razones,
en estos ciclos, y acelerar o retrasar el uso de estos recursos.
Cabe destacar que los ciclos biogeoquímicos se realizan gracias a la energía que fluye abiertamente en
el ecosistema, y que se obtiene de manera directa o indirecta del sol.
CICLO HIDROLOGICO/AGUA
El ciclo del agua, también conocido como ciclo
hidrológico, es el proceso de transformación y
circulación del agua en la Tierra.
El ciclo del agua consiste en el traslado del agua de
un lugar a otro y sus cambios de estado físico,
líquido, gaseoso y sólido, según las condiciones
ambientales.
El agua se encuentra distribuida en los mares, ríos
o lagos en estado líquido; en los glaciares de los
polos y las montañas en estado sólido, y en las
nubes, en estado gaseoso.
El ciclo del agua es fundamental para el
mantenimiento de la vida en la Tierra y para el
sustento de todos los ecosistemas terrestres.
Asimismo, determina la variación climática e
interfiere en el nivel de los ríos, lagos, mares y
océanos.
Este recurso natural permite el correcto funcionamiento de los
procesos biológicos de los ecosistemas y, a su vez, garantiza
la supervivencia de todas las especies animales y vegetales
que habitan en nuestro planeta.
La importancia del agua para el ser humano es evidente, en
tanto que el porcentaje de agua en nuestro cuerpo casi
alcanza las dos terceras partes. Está presente en los tejidos
corporales y en los órganos vitales. Es un elemento
fundamental para procesos corporales vitales. Sin beber agua
no podríamos sobrevivir más allá de tres o cuatro días.El agua
está en continuo movimiento a través del cambio que efectúa
en sus tres diferentes estados -líquido, sólido y vapor- y se
encuentra tanto en la superficie terrestre como debajo de ella.
La alteración del ciclo del agua, como está sucediendo con el
cambio climático, supone también modificar la vida de los
ecosistemas del planeta.
Aunque el total del agua presente es relativamente constante,
no lo es su disponibilidad. De ahí la necesidad de tener clara la
importancia del agua para llevar a cabo una gestión adecuada
y sostenible de su consumo que evite el agotamiento de este
recurso y el estrés hídrico.
Importancia
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