Un estudio reciente descubrió que la Luna pierde aproximadamente 200 toneladas de agua cada año debido a los impactos de meteoritos. El agua lunar se encuentra principalmente congelada bajo una capa de suelo seco de unos ocho centímetros de espesor. Extraer el agua del subsuelo lunar podría evitar que se pierda, pero requeriría una inversión humana y económica sin precedentes.