1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Panamericana del Puerto
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Cátedra: Presupuesto l
Estrategias para sobrevivir al límite.
Autor: Jorge Patiño
CI: 18.687.564
Profesor: Luis Gómez
8vo trimestre sección 28
Valencia, julio del 2022
2. Introducción
Venezuela, un país petrolero, con muchas riquezas naturales, con diversos paisajes
para el turismo desde hace muchos años, ahora atraviesa una crisis del tipo
económico, un país productor de petróleo con escases de gasolina, falla de
electricidad, gas, entre otros servicios.
No es fácil ver el país que fue Venezuela y como lo es actualmente, el turismo no
es una opción, ya que la inseguridad que abunda en el país y el alto costo de vida
hace difícil que turistas piensen siquiera venir.
El alto índice de migrantes venezolanos hacia todo el continente hace aún más difícil
la recuperación del país, hay muchos que no piensan en abandonar su tierra, sin
embargo, muchos se han aventurado fuera de nuestras fronteras para poder
encontrar un poco más de “estabilidad económica” aunque muchos no triunfan y se
tienen que regresar, comenzando nuevamente desde cero.
3. Estrategias para sobrevivir al límite.
Por definición una crisis económica es un periodo de escasez en la producción,
comercialización y consumo de productos y servicios. Contrario a lo que muchas
personas creen, la crisis económica es un fenómeno que nos afecta a todos por
igual.
Actualmente estamos por vivir una crisis económica muy fuerte a nivel global y
muchos de nosotros no estamos preparados, nunca hemos estado en una crisis de
este nivel y no sabemos cómo debemos de actuar hablando en el sentido financiero.
Poca importancia se le ha dado a enseñar desde temprana edad conceptos
económicos y financieros para evitar caer en estos errores, ya que, si lo pensamos
un poco mejor, todo comienza por esto.
Decir que en Venezuela existe una profunda crisis política, económica y social no
constituye sorpresa alguna ni tiene un especial atractivo académico o político. La
crisis lleva años abatiéndose sobre la población venezolana y salpicando hacia el
resto del continente, y en general hacia muchos países del mundo, por la vía de las
historias que llevan consigo quienes han decidido literalmente huir del país y
refugiarse en otras latitudes, con la esperanza de encontrar afuera lo que sienten
que les es negado en Venezuela.
A pesar de ello, sigue siendo una asignatura pendiente para las ciencias sociales
una explicación plausible acerca de cómo, en apenas 20 o 30 años, una nación que
fue capaz de protagonizar una de las revueltas más duras contra el neoliberalismo,
en los sucesos conocidos como el Caracazo, asume hoy su condición de ruindad y
una suerte que cualquiera podría considerar inmerecida, a medio camino entre el
desespero y la resignación. Al menos en apariencia.
La principal dificultad que existe en Venezuela para analizar lo que acontece en
cualquier ámbito de la vida pública es la extrema opacidad con que las entidades
oficiales manejan la información. Ello incluye toda la esfera económica y, por
supuesto, también la esfera social. Por ello, las posibilidades de construir una
imagen lo más cercana posible a esa realidad tan cruda como la que se vive supone
4. la necesidad de echar mano de una multiplicidad de fuentes, muy variadas, que
incluyen la escasa información oficial que circula mediante lecturas intersticiales,
paralelas o superpuestas que puedan resultar indicativas de la situación, y que
deben ser complementadas con los cálculos y proyecciones que formulan
investigadores o agencias especializadas y hasta referencias testimoniales de
quienes viven y padecen la realidad cotidiana venezolana. Solo entonces podríamos
tener una aproximación bastante razonable a lo que realmente ocurre.
Como es sabido, el Banco Mundial considera pobre a toda persona cuyos ingresos
estén por debajo de 1,90 dólares al día, o aproximadamente 57 dólares al mes. En
ausencia de estadísticas oficiales que indiquen el valor de la canasta mínima
alimentaria, solo nos queda utilizar los datos proporcionados por la única entidad
que en Venezuela ofrece algún indicio creíble en esta materia. De acuerdo con un
reporte del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (CENDA),
para el mes de marzo de 2021, la canasta mínima alimentaria tenía un costo
aproximado de 230 dólares. Entidades privadas independientes han establecido
en 55 dólares el ingreso promedio en Venezuela.
Por supuesto, el gobierno es plenamente consciente de lo insuficiente que resulta
el salario fijado, el cual puede alcanzar como mucho para adquirir un kilo de queso
o un empaque de huevos. Por eso, implementó un conjunto de beneficios sociales
y monetarios suministrados a la población de menores recursos como subsidio
directo (en la forma de bonos), mediante una plataforma digital denominada Patria,
que consiste en asignaciones monetarias que pueden alcanzar hasta unos 15
dólares mensuales en el mejor de los casos, además de una bolsa de alimentos
suministrada a través de un programa social basado en los comités locales de
abastecimiento y producción (CLAP).
Estos programas son, sin duda, importantes, pero al no existir registro público
verificable, no es posible saber cuántas personas están siendo realmente
beneficiadas por ellos ni cuál es el impacto que tienen en la sociedad venezolana.
Pero a juzgar por la situación social, es claro que distan mucho de constituir una
verdadera solución al drama que vive el país. Ello sin mencionar que esos
5. programas han sido denunciados como mecanismos de control social y
manipulación político-electoral por quienes se oponen al régimen actual, y también
se escuchan comentarios en este sentido en las redes sociales, las colas o las
calles.
6. Conclusión
Sobrevivir a una crisis económica pareciera imposible, sobre todo si se vive la
situación política, social de Venezuela, en la que toda regla económica y financiera
se rompe, y las predicciones propuestas se equivocan. Sin embargo, esa afirmación
no es del todo cierta, pues la curva de la estabilidad económica no se equivoca, al
tener una forma casi sinusoidal, muestra los altos y bajos de la economía de un
país.
La recomendación es siempre tener presente ese ciclo de crecimiento y
decrecimiento de la economía de los países para poder sobrevivir a las crisis
económicas. Lo que se espera de la economía global es un decrecimiento recesión,
y aunque parezca paradójico, uno de los pocos países que tiene expectativa de
crecimiento es Venezuela, con un mínimo de crecimiento anual del 10%. Todo es
gracias a que las personas y empresas ahorraron en tiempos de crisis, mantuvieron
operaciones en el país, y ahora verán surgir ese esfuerzo que pocos hicieron.