1. Trabajo Final Julián Bailot TEA 1°G Turno Noche
Las construcciones fueron concebidas para lugar de veraneo de la aristocracia
argentina de 1900
Dos edificios que trasformaron un campo en una
ciudad: el Tigre Hotel y el Tigre Club
El Hotel fue demolido. En el Club, hoy funciona el Museo de Arte de Tigre. El
municipio es uno de los principales puntos turísticos del país.
El Tigre Hotel, a la izquierda, acompañado por el Tigre Club en la década de 1910.
Un estandarte de la Belle Epoque está a la vista. Basta con un parpadeo para ver de
blanco y negro a la aristocracia argentina reunida en la pasarela que mira al río para hablar
de negocios, mientras otros juegan naipes y hacen girar la ruleta en el salón del segundo
piso. Basta con una respiración consciente para reconocer el aroma húmedo, característica
inequívoca de la geografía elegida para levantar semejante monumento. Un abrir y cerrar de
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ojos y se puede apreciar que, lejos de ver los restos del pasado, se encuentra un homenaje a
la historia con aspecto renovado y con una misión cultural: el Tigre Club.
El Paseo Victorica culmina donde se levanta y extiende hacia el río Lujan el Tigre Club,
actualmente conocido como el Museo de Arte de Tigre (MAT), el último capítulo de la
historia de este edificio. Impulsado por Ricardo Ubieto, el histórico intendente de Tigre, el
monumento comenzó a ser restaurado en 1998 y se inauguró en 2006. El edificio revela una
colección de arte figurativo argentino que abarca los siglos XIX y XX. Además del
repertorio permanente, exhibe muestras temporarias de variados conceptos artísticos. El
parque que circunda al MAT, también es fruto de una remodelación orientada a ofrecer una
mejor experiencia para el visitante. Espacios verdes con bancos que ofrecen un descanso
con visión panorámica al río Lujan y esculturas dispuestas al aire libre según el muestrario
del momento. La arquitectura moderna del Honorable Concejo Deliberante de Tigre,
ubicado en el mismo predio a metros del MAT, ocupa la misma tierra que antes albergaba al
Tigre Hotel.
El Tigre Club en la actualidad.
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“Hay que aclarar que el edificio donde hoy funciona el MAT, era el Tigre Club que fue
un casino construido en 1912. Sin embargo, incluso entre los lugareños, es conocido
erróneamente como Tigre Hotel, que fue concebido en 1890”, explicó el historiador del
Museo Naval de la Nación y del Museo de la Reconquista de Tigre Pablo Pereyra. El Tigre
Hotel fue construido por Ludovico Schaefer a orillas del río Luján y fue el reflejo de la
opulencia y la frivolidad de la élite porteña de fines del siglo XIX. Tigre era lugar de
práctica de deportes náuticos, paraje de veraneo y de moda, pero carecía de un centro de
reuniones y de eventos sociales. La idea de la construcción nació en febrero de 1870 de un
grupo de entusiastas remeros en la “Pulpería del Portugués” de Buenos Aires, según cuenta
uno de ellos, Santiago Calzadilla, en una nota del 13 de febrero de ese año. El proyecto fue
diseñado por el ingeniero Emilio Mitre y financiado por él y Ernesto Tornquist. “La
construcción del Tigre Hotel fue una inversión arriesgada. Las tierras de Las Conchas, así
se llamó originalmente el partido, eran principalmente campos. Esta construcción más el
Club, cambiaron el destino de la zona y la convirtieron en un centro urbano de progresivo
desarrollo, en un centro de ocio para los ricos y de trabajo para los pobres”, sostuvo el
museólogo Pereyra.
El Tigre Hotel contaba con tres pisos, en su exterior tenía un imponente trabajo de
madera en el que sobresalía su coronamiento compuesto de un mirador y una torre. Había
un ascensor, que era único en la zona, y calefacción en todos los ambientes. Poseía una
terraza al frente a la que se accedía mediante una escalinata de mármol. En la planta baja,
había un gran salón comedor con capacidad para doscientas personas, un salón para damas
y confitería y contaba con salones de billar y “smoking rooms”. Asimismo, había canchas
de tenis, cricket y pista de patinaje. “Acá se decidían temas nacionales de importancia ya
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que los presidentes veraneaban en el hotel: Julio Argentino Roca, Victorino de la Plaza,
Figueroa Alcorta”, explicó Pereyra. También era visitado por artistas como Lily Pons y
Rubén Darío. “A todas estas personalidades les faltaba el lugar de sociabilidad más
importante: un casino y un salón de fiestas. Armaron un consorcio y con el proyecto de
construir un centro de juegos al lado del hotel nació el Tigre Club”, señaló Pereyra.
La caída de la Bolsa de Nueva York en 1929 provocó el comienzo del declive del Hotel,
que fue demolido en 1940. “Existe otra confusión con respecto al final del Hotel. Muchos
creen que fue demolido tras haber sido afectado por un incendio importante que hubo en
1937. Sin embargo, sólo fueron afectados algunos garajes y galpones contiguos”, aclaró
Pereyra. El cierre del casino o Tigre Club es otra historia. “Yo creo que hubo una
intencionalidad en el cierre del casino porque ya había una fuerte voluntad de desarrollar
urbanísticamente el casino de Mar del Plata. Había un justificativo para decir que Tigre
había pasado de moda. Hubo un decreto oficial que estableció que el casino debía cerrarse
por demasiada cercanía de una sala de juego que incitaba al vicio a la Capital y, también
para evitar el consumo de alcohol por la ley seca. Finalmente, lo cerraron y lo trasladaron a
Mar del Plata en 1933”, desarrolló Pereyra.
Tigre es una de las ciudades más desarrolladas de la provincia de Buenos Aires.
Impulsada por sus grandes polos industriales y el poderoso ingreso que le proporciona el
turismo. El Paseo Victorica, el Puerto de Frutos y las islas del Delta son los principales
atractivos del municipio, por la belleza única de la geografía y la historia que contiene.
También, por los atractivos diversos del Parque de la Costa, el teatro Niní Marshall y el
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Casino Trilenium. Sin embargo, el itinerario obligatorio para recorrer el municipio, termina
donde empezó todo: el desarrollo urbanístico de la ciudad se debe, sin lugar a dudas, al
Tigre Hotel y al Tigre Club.
Sarmiento: el gran desarrollador del Delta
Domingo Faustino Sarmiento, junto con Marco Sastre, fue uno de los grandes
visionarios que tuvo el Delta del Paraná. Fomentó la producción de plantaciones, de
frutales y el poblamiento y desarrollo turístico. “Sarmiento quería interesar a la gente que
tenía poder para armar un polo turístico y de producción en toda la región. Él fue el primer
importador y plantador del mimbre amarillo de Chile”, explica el museólogo Pablo Pereyra.
Hoy el Puerto de Frutos de Tigre es reconocido y visitado por sus productos de elaboración
en mimbre. El prócer compró el terreno y construyó su casa en 1855 a orillas del río Abra
Nueva -hoy conocido como río Sarmiento- y, en un acto de inauguración, “plantó bandera a
los tiros, como los conquistadores españoles”. En la actualidad, la casita que está en el
Delta es una réplica de la original y funciona como museo.
En 1870, empezó a fomentar la construcción de los primeros buques de guerra que tuvo
la Armada Argentina. “El astillero inglés que le vendió los buques, le regaló una pequeña
lancha a vapor llamada Talita en la que paseó a figuras del gobierno por las islas para
fomentar su interés. Luego la donó a la Prefectura”, detalló Pereyra.
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El ex presidente también estuvo involucrado en la creación de la primera escuadra naval
del país –posteriormente conocida como la Escuadra Sarmiento-. Los buques que la
integraban fueron comprados a un astillero inglés en 1870 y fueron reparados en los
primeros talleres de la Armada que se encontraban en el mismo lugar donde hoy se ubica el
Museo Naval de la Nación, en Tigre. Los vestigios de la Escuadra Sarmiento son la Corveta
Uruguay y la Fragata Sarmiento, que conforman el Museo del Mar y de la Navegación en
Puerto Madero.
Tigre en la literatura argentina
El periodista Rodolfo Walsh cuenta en el prólogo de Operación Masacre que se exilió
en una casa de la isla de Tigre para terminar su investigación. “Durante casi un año no
pensaré en otra cosa, abandonaré mi casa y mi trabajo, me llamaré Francisco Freyre, tendré
una cédula falsa con ese nombre, un amigo me prestará una casa en el Tigre, durante dos
meses viviré en un helado rancho de Merlo, llevaré conmigo un revólver, y a cada momento
las figuras del drama volverán obsesivamente”, describió el periodista en plena dictadura
militar, en 1957.
El escritor Jorge Luis Borges incluyó a Tigre en su obra Atlas. “Ninguna otra ciudad,
que yo sepa, linda con un secreto archipiélago de verdes islas que se alejan y pierden en las
dudosas aguas de un río tan lento que la literatura ha podido llamarlo inmóvil”, describió el
escritor en Atlas, el álbum de viajes que contiene más de 130 fotografías y textos que él y
María Kodama, tomaron en algunos de sus viajes.
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