2. Son individuos con soluciones innovativas hacia
los problemas sociales que ejercen mayor presión
en la sociedad. Son ambiciosos y persistentes
enfocándose sobre los mayores problemas
sociales y ofreciendo nuevas ideas para un
cambio a gran escala.
En lugar de dejar las necesidades sociales a el gobierno o a los sectores
empresariales, los emprendedores sociales encuentran que no es
trabajando y resolviendo el problema sino cambiando el
sistema, difundiendo la solución y persuadiendo a las sociedades íntegras a
tomar nuevos saltos. Un emprendedor social a menudo parece estar
poseído por sus ideas, comprometiendo su vida al cambio en la dirección
de su campo.
3. Para ser un emprendedor se requiere tener cierto
perfil, ciertas aptitudes y ciertas características de
personalidad. No es una tarea fácil identificar con claridad
cual debe ser el perfil de un emprendedor, pero muchos
autores coinciden que los factores mas importantes a tener
en cuenta, son los siguientes.
4. • Personalidad idealista y astuta, preocupada por hacer dinero pero
no obsesionados.
• No les interesa demasiado el poder sino la autonomía, les gusta
ponerse a prueba, enfrentar riesgos pero no a lo loco, sino
planificados.
• Les gusta demostrar y demostrarse lo que saben, pueden y valen.
• Tienen capacidad de concentración para la resolución y
búsqueda de salidas exitosas a problemas, tienen cierto carisma o
mística y esperanza respecto a su emprendimiento.
5. •No tienen todo absolutamente claro, tienen miedos como todo ser
humano, pero a pesar de ello se animan.
• Son capaces de sacrificarse por su obra pero sin perder la
cordura, son ansiosos y buscan ofrecer un producto o servicio de
calidad superior, distinto, destacado.
• Les gusta dejar su marca en la vida a través de su
emprendimiento, están convencidos de que el éxito es 99%
transpiración y 1% inspiración.
• Saben que se pueden equivocar pero también saben que el
fracaso es no intentarlo de nuevo.
6. Tener Iniciativa: es necesario tomar riesgos, lanzarse a la aventura de
recorrer caminos inexplorados y encontrar ideas innovadoras.
Tener creatividad: La creatividad y originalidad se convierten en dos
componentes básicos en la mente de un emprendedor, sin perder
nuestro sentido crítico que nos permita evaluar la marcha de nuestro
proyecto y realizar las correcciones que sean necesarias.
Tener ilusión: Como dice el concepto de la heurística existe aun un
campo no convenido donde se visualizan utopías.
7. Tener confianza: Tendremos que estar convencidos de nuestro
proyecto y de que es la forma de vida que queremos seguir pues
probablemente las críticas de nuestro propio circulo social –
familia, amigos, colegas- sea el primer obstáculo a sortear.
Saber tomar decisiones: Evaluar bien las situaciones detalladamente
y tomar la decisión mas óptima.
Querer aprender: El aprendizaje puede llegar a ser el concepto de
vida de muchas persona, todo los días se aprende algo
nuevo, nunca es tarde para alimentar nuestro conocimiento.
Ser paciente: La paciencia es una virtud citando una frase
mundialmente conocida, es de sabios entender que es prudente
tener paciencia la cosas algún día se darán todo el proyecto
elaborado alguna día encajara.
8. Tener capacidad de trabajo y perseverancia: un emprendedor es
comparable a esos muñecos que se caen y se vuelven a levantar.
Muchos emprendedores han vivido varios fracasos empresariales
antes de lograr un éxito.
Tener capacidad de afrontar riesgos: es propio del ser humano sentir
estrés ante situaciones de cambio o riesgo, que ni nuestro entusiasmo
y energía por lo nuevo, podrían combatir. Debemos estar preparados
para no dejarnos vencer en momentos de crisis, ser capaces de
organizarnos y tener a su vez la flexibilidad para garantizar un
resultado final exitoso.
Facilidad para las relaciones humanas: Un emprendedor trabaja en
equipo y debe establecer un clima de armonía en sus relaciones
personales, con sus compañeros de trabajo, sus proveedores, sus
clientes. Por lo que deberá mostrar buena disposición para trabajar
en conjunto y no dejar que el ´´aire se contamine´´ con las
experiencias fallidas e insatisfactorias. Debe velar por el espíritu
alentador y motivador de los integrantes del proyecto.