Este documento discute cómo las tecnologías inteligentes pueden afectar el rendimiento intelectual y la capacidad de las personas. Los autores argumentan que los efectos cognitivos dependen principalmente del compromiso voluntario del usuario y que las tecnologías pueden ampliar la inteligencia si el usuario interactúa de manera activa y atenta. También sugieren que la definición de "capacidad" debe ampliarse más allá de las habilidades individuales para incluir el rendimiento cuando se usa la tecnología adecuada.
1. UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
LICENCIATURA EN PEDAGOGIA INFANTIL
KAREN LORENA BERMÚDEZ MORENO – 20121187071
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Coparticipando en el conocimiento: La ampliación de la inteligencia humana
con las tecnologías inteligentes.
Gavriel Salomón, David N. Perkins y TamarGloberson
Este texto intenta responder si las tecnologías inteligentes pueden influenciar en el
rendimiento intelectual y en la capacidad de las personas. Para poder responder lo
anterior se hacen una serie de diferencias sobre los efectos cognitivos producidos
en conjunción con las tecnologías, y los efectos procedentes de las mismas como
consecuencia de la interacción del estudiante con las tecnologías inteligentes. Los
autores resaltan por sobre todo lo demás expuesto, que los potenciales efectos
cognitivos dependen mayoritariamente del grado de implicación del estudiante. En
consecuencia, plantean necesario redefinir el concepto de “capacidad”, ampliando
la definición de talento individual, a una medida del rendimiento cuando se dispone
de la tecnología adecuada.
Los autores plantean analizar ambos efectos cognitivos, comenzando por los
efectos obtenidos en conjunción con la tecnología. En este caso, los usuarios de la
tecnología pueden utilizarla para su propio beneficio, o utilizarla como herramienta
con la cual se realiza un trabajo. En ambos casos, para que la interacción sea
productiva, el usuario debe interactuar de forma no-automática y con atención
voluntaria. Esto último, obliga a los estudiantes a agilizar su inteligencia. Como
corolario, las tecnologías inteligentes son capaces de ampliar el rendimiento
intelectual del usuario, pero el grado de realización depende del compromiso
voluntario y consiente del usuario.
Con base a lo anterior, los autores se plantean la cuestión de medir la capacidad
intelectual del individuo. Es así que los autores consideran dos maneras de
2. evaluar la inteligencia, la sistemática y la analítica. El primero estudia el
rendimiento del sistema en su conjunto, la capacidad es el producto creado por el
conjunto máquina-persona, mientras que el enfoque analítico estudia los tipos
específicos del proceso mental que constituye la contribución del individuo.
Los autores además de evaluar la capacidad del individuo, analizan los residuos
cognitivos del uso de las tecnologías, es decir los efectos procedentes de su uso.
Si se analiza la capacidad desde el enfoque sistemático, la idea de residuos
cognitivos podría carecer de importancia. Sin embargo, desde el punto de vista
analítico, los autores afirman: que hace falta una mente independiente y capaz de
pensar.
Así como los autores analizan la capacidad del individuo, también analizan en el
contexto normativo, la posible incapacitación del individuo, donde la utilización la
las tecnologías adormecen ciertas habilidades que en esta interacción resultan
innecesarias. Nuevamente, desde el punto de vista sistemático, este hecho carece
de importancia, mientras que desde el punto de vista analítico, es de vital
importancia.
Desde el contexto teórico, los aspectos sistemáticos y analíticos, se fusionan en
un nuevo régimen donde “el conocimiento no es algo que se posee, sino que se
convierte en la acción de recurrir ala base de datos”. Esto representa un cambio
de roles para lamente y un cambios socio-cultural.
Y por último, desde el contexto práctico, los efectos mentales provocados por el
uso de las tecnologías, solo ocurren cuando al mismo tiempo se producen
cambios culturales.