Un joven de 24 años murió en un accidente de motocicleta al conducir a alta velocidad, aproximadamente 250 km/h. Iba acompañado por su primo de 17 años. La tía del joven había advertido sobre los peligros de conducir una motocicleta a alta velocidad y le pidió que respondiera con su vida si algo salía mal. Desafortunadamente, el joven perdió la vida en el accidente, demostrando trágicamente que las advertencias de su tía eran acertadas.