El documento discute la importancia del discipulado de los líderes espirituales. Señala que Jesús preparó a sus discípulos para el ministerio a través del conocimiento y la experiencia espiritual. También enfatiza la necesidad de la oración en la selección de líderes, el poder del Espíritu Santo y las Escrituras para cambiar vidas, y que Jesús eligió a hombres humildes para ser líderes. El documento concluye preguntando sobre el legado que dejarán los líderes después de su muerte.