2. ¿Que es el ayuno?
El ayuno es una manera de
demostrar a Dios, y a ti mismo, que
tomas en serio tu relación con Él. El
ayuno te ayuda a obtener una nueva
perspectiva y una renovada confianza
hacia Dios.
3. Cualquier cosa que puedas ceder temporalmente con
el fin de concentrarte más en Dios, puede ser
considerado como un ayuno (1 Corintios 7:1-5). El
ayuno debe estar limitado a un tiempo determinado,
especialmente cuando el ayuno es de comida. Los
largos períodos de tiempo sin comer son dañinos
para el cuerpo. La intención del ayuno no es castigar
al cuerpo, sino el enfocarse en Dios.
4. El ayuno no es una forma de lograr que Dios haga lo que deseamos. El
ayuno nos cambia a nosotros, no a Dios. El ayuno no es una manera de
aparecer más espirituales que otros. El ayuno es para hacerse en un
espíritu de humildad y una actitud gozosa. Mateo 6:16-18 declara,
“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos
demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os
digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu
cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a
tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.”
5. ¿Cuál es el propósito de ayunar?
Ser como Jesús (Mateo 4:1–17; Lucas 4:1–13)
Aumentar la fe (Mateo 17:20–21)
Para adquirir pureza espiritual (Isaías 58:5–7)
Arrepentimiento de pecados (Jonás 3:8; Nehemías 1:4, 9:1–3; 1 Samuel
14:24)
Pedir ayuda de Dios en tiempos de crisis (Esdras 8:21–23; Nehemías 1:4–
11)
Fortalecer la oración (Marcos 9:17–29; Hechos 10:30; 1 Corintios 7:5)
Para unirse a la tristeza de alguien que tuvo un ser querido que falleció (1
Sam. 31:13; 2 Sam. 1:12)
6. Razones para ayunar
Buscar dirección de Dios
Ministrar a la necesidades de los demás
Sobrellevar la tentación y separarte para Dios
Para expresar amor, gratitud y adoración a Dios
7. El ayuno en la biblia
El de Daniel, por ejemplo, fue un ayuno parcial – donde sólo comió
legumbres y agua y se abstuvo de las mejores comidas (Daniel 1:8-16).
Otro ejemplo es Pablo, que ayunó absolutamente (sin NADA de comida ni
agua) por tres días (Hechos 9:9). Por lo general, los ayunos de comida sólo
incluyen agua y/o jugo 100% natural (cafeína y azúcar tienen un efecto
más dramático en un cuerpo sin comida sólida).
8. “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de
impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los
quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el
hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al
desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?” (Vers. 6, 7).
ISAÍAS 58.- Los días de ayuno en la religión judía, tenían un profundo
significado espiritual. El único día de ayuno se menciona en la Biblia, era
el día de expiación (Lev 16:29), este ayuno era acompañado de “aflicción el
alma”. Este día de ayuno se había pervertido al mero formalismo, por esa
razón, Dios los amonesta que practiquen el verdadero ayuno: liberar a los
hombres, eliminar la intolerancia, promoviendo la justicia y la libertad.
9. Lo bueno es que, como el propósito del ayuno es sacrificar el tiempo que
le dedicas a otra cosa para que Dios vaya transformando tu corazón,
puedes escoger alguna otra actividad de la cual ayunar. Hay quiénes
escogen tecnología o algún deporte. Un ayuno de las redes sociales nunca
es una mala idea (y se puede incluir con muchos otros tipos de ayuno,
como el de comida…)
10. Algunos consejos prácticos
Planifica de antemano: No es una buena idea comer todo lo
que te encanta hasta saciarte antes de un ayuno. Varios días
antes del ayuno, ve comiendo menos porciones y con menos
frecuencia. Así mismo, el día que termines el ayuno, empieza
con porciones pequeñas y bajas en grasa. Entra y sal del
ayuno lentamente.
11. Separa tu tiempo: El propósito del ayuno es darle tiempo a
que Dios moldee tu corazón y tu carácter. Por lo tanto, se
sabio/a escogiendo un momento para ayunar. Por ejemplo,
es un día que tienes muchos quehaceres, orar mientras guías
tu auto no es tan efectivo para el ayuno; o ayunar durante la
época navideña, que hay comida por todas partes y
que quieren compartir su mesa contigo. No sería muy
productivo (ni amoroso) sentarte a la mesa con cara triste
no poder comer. Así que, escoge un día en el que puedas
sacar tiempos para estar con Dios y trabajar uno de los
propósitos antes mencionados.
12. Presenta tu ayuno delante de Dios: Cuando llegue
el día, saca un tiempo para presentarte delante de
Dios y presentar el por qué del ayuno. Pídele a Dios
que te de fuerzas para completar el periodo de
ayuno, que sea un tiempo de crecimiento espiritual
para tí y que sea un tiempo de agrado para Él.
Disfruta de Su presencia y permite que Dios te
transforme.
13. Ve poco a poco: Si nunca has ayunado o has ayunado muy
pocas veces, empieza con algo sencillo. Intenta un ayuno de
medio día, sólo de agua y 100% jugo. Empieza por la
y termina tu ayuno con una leve cena, utilizando el tiempo
desayuno y almuerzo para Dios. Recuerda, Dios no se va a
impresionar si el ayuno es más difícil – no ganamos el favor
Dios a través de nuestra miseria. ¡Ya ganamos el favor de
a través de la obra redentora de Jesús!
14. Misión secreta: “Pero tú, cuando ayunes,
lávate la cara y péinate. Así, nadie se dará
cuenta de que estás ayunando, excepto tu
Padre, quien sabe lo que haces en privado; y
tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.”
(Mateo 6:17-18)
15. Entrega tu ayuno con gratitud: Antes de terminar tu
ayuno, separa un último tiempo para agradecerle a
Dios la oportunidad de crecer en Él y ser moldeado
por Él. Pídele que te recuerde siempre lo que
aprendiste durante este tiempo y que te ayude a no
deshacer lo que Él hizo en ti. Luego, ¡come y
en la provisión física de Dios!
16. Inicia el Ayuno con un buen rato de oración: Pide a Dios la
gracia que estás necesitando o el sentido que quisieras ver
fortalecido con tu Ayuno.
Durante todo el día de Ayuno, dedica el mayor tiempo que
puedas a la oración. Es conveniente que se escoja un salmo
día anterior y alguna frase del salmo para repetirlo durante
todo el día de Ayuno, como: “Señor tú eres mi fuerza y mi
victoria”, o alguna frase del mismo salmo.
17. Nota: El ayuno no es una carga ni un castigo, es una
disciplina espiritual que nos ayuda a conocer y ser
más como nuestro Padre Celestial. El dolor de estar
sin comida es un recordatorio que nuestra
más básica va más allá de lo físico, y una vez esa
necesidad se sacie primero, todo lo demás
encontrará su prioridad correcta en cada aspecto
nuestras vidas.
18. ¿Sabias que?
El ayuno es el horno del señor en el cual
se derrite y se quita la escoria terrenal
para que el oro puro remanente sea
fundido en el propósito de Dios. (El
ayuno fuente de salud pág. 185)
19. Elena G de White y el ayuno
El ayuno verdadero, que debiera recomendarse a
todos, es abstinencia de todo alimento estimulante, y
el debido consumo de alimentos sencillos que Dios
ha provisto en abundancia. Los hombres debieran
pensar menos acerca de lo que beberán y comerán
del alimento temporal y dar más importancia al
alimento del cielo que los tonificará y vitalizará en
toda su experiencia religiosa.—Carta 73,
1896; Medical Ministry, 283. CRA 223.2
20. De ahora en adelante hasta el fin del tiempo, los
hijos de Dios debieran ser más fervientes y más
despiertos, y no confiar en su propia sabiduría, sino
en la sabiduría de su Caudillo. Ellos debieran dedicar
días especiales al ayuno y la oración. No es necesario
que se abstengan de alimento, pero debieran comer
con moderación alimentos sencillos.—The Review
and Herald, febrero 11 de 1904. CRA 223.3
21. Todos los ayunos del mundo no asumirán el
lugar de la sencilla confianza en la Palabra de
Dios. “Pedid—dice—y recibiréis”... No se os
pide que ayunéis cuarenta días. El Señor ayunó
por vosotros en esta forma en el desierto de la
tentación. No habría virtud en un ayuno tal;
pero hay virtud en la sangre de Cristo.—Carta
206, 1908. CRA 223.4