2. Cada cierto tiempo,
después de unos cuantos
días, me despierto en un
lindo sitio con maestras,
vestida de blanco y
zapatos rojos.
3. Otros días me despierto en mi cuartico, con
mi pijama, mi mami esta conmigo y me da el
desayuno.
Y entonces me puse a pensar, ¿por que mi
mamita no esta conmigo durante esos días?
Será que existe otro niñito como yo, o es que
yo debo cuidar de ese sitio al que mi mami
llama guardería?...¿será que mi mamita me
deja allí porque no puede jugar conmigo?
4. Y un día de esos, en los que me
desperté en mi cuarto, y a los que
mi mami llama domingo le
pregunté, ¿Mamita, por que tu no
me llevas a jugar contigo?
No puedo mi amor, porque debo ir
a jugar a ser grande, con otras
personas grandes, y así poder
traerte la comida, comprarte tu
ropa y poder llevarte al doctor...
5. ¡Ah!...Y ¿por que?. Porque los
adultos jugamos a ser ingenieros,
doctores, maestros, trabajadores...y
jugamos en sitios lejos de casa
donde los niños no pueden estar.
¡Ah!...mamita, ¿y por qué mejor no
te quedas conmigo? y jugamos a ser
niños, y así no podríamos quedar
aquí todos los días...y ¡todos los días
serían domingos...!
6. Hijito mío, yo soy un niña los
domingos, pero durante los
demás días debo ser una niña
grande que cuida un niño
chiquito...Y ese niño chiquito eres
tú!...
Trata de ser feliz en tu guardería,
compartir con tus amigos y hacer
tus tareas, que el domingo será
siempre nuestro día especial.
7. Y entonces entendí que
debo portarme bien,
para que mi mami pueda
jugar a ser grande
durante la semana y una
niña conmigo durante los
días especiales.