3. Los cambios tecnológicos, económicos, políticos y sociales,
desarrollados en las últimas décadas, han permitido la construcción de
una nueva estructura social, y con ella otras dinámicas de relaciones que
marcan un nuevo ciclo en la vida de las personas.
Estas nuevas dinámicas, demandan cambios significativos en las dos
esferas más importantes de la vida de las personas: trabajo y familia.
Con relación a la primera, el trabajo como categoría central se ha ido
transformando en un modelo influido por el capitalismo, cuyo propósito
radica en un orden racional, donde se unen el capital y el trabajo.
4. Dicha relación, como lo señala Bauman (2006), se asocia a la
idea de permanencia, en procura de salir adelante juntos y ver
cumplir sus metas. En este sentido, el empleo se constituye
como una forma de trabajo que se consolidó en el Siglo XX, el
cual es definido por Blanch (1996) como" del latín implicare:
(comprometer a alguien en algo) por la presencia de una
relación de orden jurídico contractual y de carácter voluntario
entre dos partes: un empleado, que vende su esfuerzo, su
habilidad y su conocimiento y un empleador que lo compra".
(p. 87).
5. CAUSAS POR LA QUE LAS MUJERES SE HA
INCORPORADO EN EL MUNDO DEL TRABAJO
• Aumento en la educación.
• La necesidad de contar con dos ingresos en una familia.
• Los cambios sociológico que promueven una mayor
igualdad con los hombres.
6. PARTICIPANTES
Cinco (5) mujeres profesionales de distintas ramas del
conocimiento, quienes trabajaban a nivel profesional en la
modalidad de empleo, con implicación de jornadas de tiempo
completo, cargos a nivel de jefatura y a nivel asistencial; con
edades entre 25 y 50 años y que tuvieran una pareja estable e
hijos entre 0 y 11 años.
7. RESULTADOS
Conflicto trabajo-familia
En esta categoría, la frecuencia más alta está dada en la
subcategoría sobrecarga de rol (indicadores exigencias a nivel
doméstico y exigencias a nivel laboral). En segundo lugar, en la
subcategoría conflicto de rol (indicador incongruencia de
expectativas personales y de la organización), y en tercer lugar,
en la subcategoría ambigüedad de rol (indicador no claridad de
funciones del cargo).
8. En lo que respecta a sobrecarga de rol, las mujeres
entrevistadas señalan a las exigencias, a nivel laboral y
doméstico, como aspectos que les demandan invertir recursos,
como tiempo y energía.
Los resultados relacionados con la subcategoría conflicto de
rol, muestran que la mayoría de mujeres hacen alusión a lo
relacionado con la incongruencia entre expectativas personales
y de la organización; aspectos como la inadaptabilidad con el
sistema de valores y creencias en la organización, aparecen con
una baja frecuencia al igual que la asignación de funciones sin
tener los recursos necesarios.
9. Dentro del grupo se encuentran diferencias, ya que las que se
ubican en la modalidad de empleo con contrato a término
indefinido y jornadas laborales de tiempo completo señalan a
las exigencias laborales y familiares con una frecuencia mayor,
que las de contrato a término fijo con jornadas de tiempo
parcial. Estos resultados permiten inferir, que pueden existir
aspectos que marcan la diferencia, en cuanto a que las mujeres
con contrato a término fijo pueden “disponer”de más tiempo
dado que las jornadas laborales así lo permiten.
10. IMPLICACIONES PSICOSOCIALES
Los resultados en esta categoría muestran que la mayoría de las
mujeres entrevistadas hacen mayor alusión a la subcategoría
relacionada con problemas de salud psicológica, donde el factor
predominante es cambio en estado de ánimo. Le sigue la
subcategoría relacionada con problemas de salud física
(cansancio físico). Y por último, se encuentra la subcategoría
relacionada con problemas a nivel de relación interpersonal,
específicamente en lo relacionado con discusiones frecuentes.
11. FACTORES PROTECTORES
Los resultados en esta categoría muestran que la frecuencia más
alta está en la subcategoría relacionada con el apoyo social, en lo
concerniente con el apoyo de la pareja, seguida de apoyo de
familiares y de apoyo doméstico. Aspectos como apoyo de jefes
y compañeros y apoyo de hijos se mencionan poco. Los
resultados muestran que las mujeres no hacen alusión al apoyo
de instituciones y amigos.
12. Los hallazgos del estudio plantean que existen indicadores que pueden
llevar al conflicto trabajo familia; se encontró que la sobrecarga de rol
es a lo que más aluden las mujeres del estudio, como antecedente del
conflicto trabajo-familia, lo cual se explica por las condiciones laborales
que suponen las nuevas formas de trabajo, tales como la doble jornada
de trabajo, la carga de trabajo y la modalidad de contratación.
Al respecto, los cambios que se han gestado a lo largo del proceso de
globalización, en cuanto a las nuevas formas de trabajo existentes en
nuestro contexto, no son aislados y de igual forma han afectado en
muchas de las esferas de lo social, especialmente la estructura familiar.
13. En cuanto a las implicaciones del conflicto trabajo-familia, se
encontró que la salud se ve afectada a nivel psicológico y
físico.
La primera se afecta en lo relacionado con cambios en el estado
de ánimo, y la salud física en lo referente al cansancio físico.
En este sentido y como lo plantean las investigaciones, el buen
estado de salud depende de las condiciones que brinde el
entorno laboral, pero también de las capacidades de las mujeres
para afrontar cualquier situación de tensión entre lo laboral y
familiar;
14. Es importante mencionar que la incorporación de la mujer al mercado
de trabajo se convierte en un hecho positivo, que le ha permitido
alcanzar escaños de igualdad frente al rol masculino, señalando un
cambio en la división sexual del trabajo y con éste la posibilidad de
desarrollo personal y profesional.
De igual manera, el ingreso de la mujer al trabajo remunerado le ha
permitido ganar espacios que le significan tener una vida propia.
Es claro entonces, que coexiste un nuevo y viejo orden social con
respecto al rol de la mujer, donde la familia, como principal institución
social, tiene que pagar un alto costo ya que ésta asume un papel
ambivalente y marcado de disyuntivas constantes.
15. Las nuevas formas de vivir en familia: el caso de
las familias reconstituidas
16. Familia
presupuesto que identifica la familia (entendida como una
nidad social natural, es decir, fundada sobre el parentesco
constituido socialmente y reconocido como natural -los lazos de
sangre- ) con su patrimonio y el matrimonio con una alianza con
vistas a perpetuar indisociablemente a uno y al otro. (Bourdieu,
1996: 6).
17. FAMILIAS RECONSTITUIDAS
Es una familia formada por matrimonios o uniones de hechos
separados o divorcionados con hijos procedentes de unas
relaciones anteriores.
18. Uno de los hechos socioculturales más destacado por la mayoría
de los científicos sociales españoles en las tres últimas décadas,
es la importancia y radicalidad de las transformaciones que se
están produciendo en el ámbito del parentesco en general, y en
la institución familiar en particular, dando lugar a diversas y
plurales formas de relación y configuraciones familiares.
” Rupturas conceptuales y desafíos identitarios de las
formas actuales de "Vivir en familia
19. Las mutaciones en las formas de relación y convivencia no
sólo afectan a las prácticas, sino también a las formas de
pensar, representar y hablar del universo familiar, es decir, a la
construcción de las identidades familiares.
20. Los cambios introducidos por estos factores , introducen una serie de
rupturas conceptuales que exigen disociar de la categoría “familia” otras
que se le habían supuesto implícitamente:
1º.- La necesidad de tener en cuenta la variable residencia para evitar la
confusión entre los conceptos “hogar” y “familia”.
2º.- La disociación entre relaciones conyugales y relaciones filiales.
3º.- La posibilidad de establecer lazos de filiación independientemente
de tener una relación de pareja heterosexual u homosexual.
21. 4º.- Por último, la aplicación de las técnicas de reproducción asistida
rompe el orden simbólico del parentesco occidental centrado en un
modelo genéticobiologista, que asocia la sexualidad a la reproducción, la
reproducción a las relaciones heterosexuales, las relaciones
heterosexuales al matrimonio, el matrimonio a la domesticidad común,
la domesticidad común a la familia y la familia al modelo nuclear.
5º.- La disociación entre pareja conyugal, pareja parental y pareja
progenitora como consecuencia de separar lo que hasta ahora iba unido,
sexualidad, procreación, alianza y filiación, cuestiona el modelo
biparental (padre/madre) dominante en la visión cultural del parentesco
occidental y sin llegar a desaparecer, lo coloca como uno más junto con
los modelos de homoparentalidad.
22. 6º.- Por último, es la construcción en unos casos, deconstrucción en
otros, de los lazos de parentesco al margen de la “certeza de la sangre”:
si ya la posición genealógica sustentada en el vínculo biológico no
constituye razón suficiente para emparentar a las personas y dotarlas de
una identidad común familiar, distribuidora de normas, roles y estatus,
¿en qué consiste ser pariente?, ¿qué quiere decir ser padre, madre, hijo,
hija, hermano, hermana, abuelo, abuela,…?
23. LAS FAMILIAS RECONSTRUIDAS: “FAMILIAS SIN
NOMBRE”
Dubar (2002) señala estos cambios y modificaciones son la constatación
de una pluralidad de modos de vida, concepciones y configuraciones
inéditas de formas identitarias, aún no legitimadas y carentes de
recursos. El caso de las familias reconstituidas es un ejemplo que pone
de manifiesto las limitaciones del modelo familiar imperante y el
proceso de experimentación en el que se hallan inmersos los actores,
para quienes no existe ya una definición unitaria acerca de quién
pertenece o no a la familia:
24. ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO DE LAS DINÁMICAS DE
RECONSTITUCIÓN FAMILIAR
Los procesos de construcción de la maternidad/paternidad
Las familias recompuestas condensan dos de los cambios fundamentales
de los que venimos tratando en este artículo.
La disociación de lo que estaba unido en el modelo hegemónico de
familia en el que la pareja progenitora era igual a la pareja conyugal y
ambas a la pareja parental; genealogía, conyugalidad y parentalidad
coincidían, si no en la práctica, al menos en las representaciones y
discursos dominantes acerca de lo que debía ser la familia.
25. MODALIDADES RESIDENCIALES
El segundo cambio afecta a la co-residencia como
criterio de identificación de la relación de pareja y su
descendencia como núcleo fundador de la familia.
26. LA RESIDENCIA COMO ESTRATEGIA PARA LA EVITACIÓN
DE CONFLICTOS
Es el caso de las relaciones entre los hijos no comunes de ambos
cónyuges; los hijos de la mujer y su nueva pareja; los hijos del hombre
y su nueva pareja Cuando los dos miembros de la pareja aportan hijos a
su relación, el problema se plantea fundamentalmente en los casos en
que ambos tienen la custodia
compartida, si no de derecho sí de hecho, lo que quiere decir que los
hijos reparten su tiempo entre los hogares y las familias de los dos
padres.
27. LA RESIDENCIA COMO ESTRATEGIA PARA EQUILIBRAR
LAS RELACIONES FILIALES Y LAS CONYUGALES
El tipo de residencia escogido facilita las relaciones padres/hijos sin
interferir en las relaciones de la pareja; cuando los hijos son comunes a
la pareja, las relaciones filiales quedan asociadas a las conyugales
considerándolas no antagonistas sino complementarias, como una
prolongación “lógica” de estas últimas; a cada una de ellas se les
asignan atributos diferentes que no entran en colisión, pero, cuando los
hijos no son comunes, los vínculos filiales y conyugales se pueden
percibir como opuestos, excluyentes y rivales
28. LA RESIDENCIA COMO ESTRATEGIA DE
“NORMALIZACIÓN” DE LAS FAMILIAS
RECONSTITUIDAS
La elección residencial de las familias reconstituidas es el
deseo de “normalizar” su situación, adoptando lo que
consideran son las pautas comunes del modelo de familia
nuclear predominante: matrimonio, corresidencia y
descendencia común.
29. Se trata de parejas, que si bien iniciaron su relación como unión de
hecho, acabaron contrayendo matrimonio sobre todo por el nacimiento de
hijos comunes o como requisito legal para poder adoptar, por lo tanto,
son familias recompuestas que viven con hijos comunes y con hijos no
comunes, de forma temporal o permanente.
30. LA RESIDENCIA COMO ESTRATEGIA PARA REDUCIR LOS
EFECTOS ECONÓMICOS DEL PROCESO DE
SEPARACIÓN/DIVORCIO
Las opciones residenciales de las familias reconstituidas responden en
algunos casos a la necesidad de reducir los efectos económicos
derivados del proceso de separación/divorcio, sobre todo, lo
concerniente a la vivienda, tema especialmente sensible si tenemos en
cuenta su carestía.
31. FAMILIAS RECONSTITUIDAS Y EMANCIPACIÓN
TEMPRANA DE LOS HIJOS/AS
Por último, debemos señalar un fenómeno común a algunas de
estas familias reconstituidas y es la emancipación temprana de
los hijos/as que viven en estas situaciones, y que ha sido
señalado ya por otros autores (Mitchell, Wister, Burch, 1989).
32. De las 17 familias entrevistadas, en 5 casos, uno de ellos posterior a la
fase de entrevistas, nos hemos encontrado con hijos/as independizados.
Se trata de dos chicas de 27 años y tres chicos de 25, 26 y 29 años.
Tres de ellos, las dos chicas y un chico, están viviendo con sus parejas;
los otros dos están trabajando fuera de Madrid. Salvo uno de ellos, que
se independizó con motivo del segundo matrimonio del padre, los
demás aducen razones de tipo laboral y de formación de una pareja con
la que desean vivir Esto demuestra que la experiencia de los padres no
parece afectar a los hijos cuando se trata de su propia relación de
pareja, que asocian con la co-residencia siempre y cuando su situación
laboral y económica se lo permita.