2. El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una Emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Un regalo inesperado
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial
y se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La
levantó sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a
imaginar quién lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y
emocionada la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a
sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”.
Callejeando
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas.
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que
andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el
otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y
la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese
barrio.
Callejeando
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas.
Aunque era un día de comienzo del verano —la temperatura era fresca a
esas tempranas horas del día—. Me puse la chaqueta y salí decidido a
andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a
medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba
casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por
esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a
peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había
sucedido con ese barrio.
3. Callejeando
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas.
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí. decidido a andar por la
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que
andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el
otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y
la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese
barrio.
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Adrenalina
Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor,
tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal?
Podría ser el final.
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento
y sentado en el primer vagón se me van los nervios!
El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de
ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él,
llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella.
Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades
de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse
cierran destinos. Uno baja. El otro permanece.
4. Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Broken Heart
Es la final de la copa del mundo y allí. estoy yo defendiendo a mi país en la final
y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti,
tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que
estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
Oiga, doctor
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable.
Se dispuso a entrar en la consulta:
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy?
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia
su padre.
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina
la. ¿Avance un es, Doctor?
Pilila Esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un
niño con disletria y un padre con disfraxia !
Oiga, doctor
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun Era inexplicable.
Se dispuso a entrar en la consulta:
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy?
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia
su padre.
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina
la. ¿Avance un es, Doctor?
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño
con disletria y un padre con disfraxia !
5. Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa,!
Agua
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis
pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos.
Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la
permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida
congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla,
despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a
ella y nuestra casa se volvió un témpano.
Risas
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis.
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me
tienen desconcertado.
El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría
quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera.
Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las
inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas
que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece.
6. Que tu sueño no sea solo un sueño
—Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no
lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. una estrella fugaz
cruzando raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También pensé en mi futuro a tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
Oiga, doctor
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable.
Se dispuso a entrar en la consulta:
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy?
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió—. el niño, mirando
hacia su padre.
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina
la. ¿Avance un es, Doctor?
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con
disletria y un padre con disfraxia !
Deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando
raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También pensé en mi futuro a tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
7. El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
Desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
me olvidé de soñar., no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando
raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También pensé en mi futuro A tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
8. Oiga, doctor
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable.
Se dispuso a entrar en la consulta:
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy?
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia
su padre.
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina
la. ¿Avance un es, Doctor?
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con
disletria y un padre con disfraxia !
Callejeando
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas.
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba
me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro
extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la
verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios
en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese
barrio.
El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero El destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes.
Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Un regalo inesperado
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se
le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó sin
dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién lo
enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la
abrió. de repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con
ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”.
9. El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes.
Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Agua
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados,
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión
de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron
en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y
dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla
de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se
volvió un témpano.
Agua
ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis
pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos.
Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la
permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida
congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla,
despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a
ella y nuestra casa se volvió un témpano.
El otro. para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él.
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el Otro. Puertas que al abrirse cierran
destinos. Uno baja. El otro permanece.
Broken Heart
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
10. Agua
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis
pecados cada vez mayores,. a la espera de ablandarlos y poder
arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis
pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para
enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise
besarla, despedirme, liberarla de mí, pero —No lo entendía. Mis labios quedaron
fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano.
deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando
raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También pensé en mi futuro a tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
El héroe en la sombra
Él no era un héroe . pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
11. Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. —Desgraciadamente, nos queda un
tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó
el Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
Risas
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis.
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato,
me tienen desconcertado.
El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Agua
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis
pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos.
Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la
permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida
congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla,
despedirme, liberarla de mí. pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a
ella y nuestra casa se volvió un témpano.
12. Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un Tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
Callejeando
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis
ideas. Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a
esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba
me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro
extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la
verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese
barrio.
Adrenalina
Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor,
tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final.
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y
sentado en el primer vagón se me van los nervios!
Adrenalina
siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor,
tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final.
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y
sentado en el primer vagón se me van los nervios!
13. Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él.
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse
cierran destinos. Uno baja. El otro permanece.
Risas
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como
mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis.
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me
tienen desconcertado.
Deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando
raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También pensé en mi futuro a tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
Adrenalina
Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo
un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? podría ser el final.
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y
sentado en el primer vagón se me van los nervios!
14. Un regalo inesperado
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y
se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó
sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién
lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la
abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con
ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”.
Callejeando
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas.
aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba
me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro
extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la
verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese
barrio.
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Risas
Siempre pensé que la manera. de reír define a las personas. Quienes, como mis
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis.
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me
tienen desconcertado.
15. Broken Heart
—Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la
final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti,
tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que
estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
Broken Heart
Es la final, de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
Agua
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados,
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era
cuestión de tiempo. antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la
permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida
congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla,
despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a
ella y nuestra casa se volvió un témpano.
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡te veo en 12 segundos, preciosa!
16. Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él.
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran
destinos. Uno baja. El otro permanece.
Deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando
raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También pensé en mi futuro a tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
17. El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura. de las inseguridades de él.
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran
destinos. Uno baja. El otro permanece.
Deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y La vi. Una estrella fugaz cruzando
raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También pensé en mi futuro a tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí. haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
18. Oiga, doctor
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable.
Se dispuso a entrar en la consulta:
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy?
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia
su padre.
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina
La. ¿Avance un es, Doctor?
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con
disletria y un padre con disfraxia !
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
19. Risas
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis.
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido. que me sigue desde hace un rato,
me tienen desconcertado.
El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él.
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran
destinos. Uno baja. El otro permanece.
Deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando
raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También pensé en mi futuro a tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
Agua
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados,
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión
de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron
en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y
dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme,
liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a Ella y nuestra
casa se volvió un témpano.
20. Un regalo inesperado
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. estaba siendo un cumpleaños especial y
se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó
sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién
lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. nerviosa y
emocionada. la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron
a sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”.
Deseo
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando
raudamente el cielo de Móstoles.
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con
mi abuelo, y sus sabios consejos.
También Pensé en mi futuro a tu lado.
Cerré los ojos y pedí un deseo.
Y cayó sobre tu casa.
Broken Heart
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
Broken Heart
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo. siento
que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
Oiga, doctor
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable.
Se dispuso a entrar en la consulta:
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy?
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia
su padre.
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina
la. ¿Avance un es, Doctor?
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño
con disletria y un padre con disfraxia !
21. El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él.
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran
destinos. Uno baja. El otro permanece.
Agua
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados,
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión
de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron
en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y
dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de
mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se
volvió un témpano.
Risas
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis.
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me
tienen desconcertado.
Agua
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados,
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión
de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron
en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y
dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de
mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se
volvió un témpano.
22. Oiga, doctor
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable.
Se dispuso a entrar en la consulta:
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy?
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia
su padre.
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina
la. ¿Avance un es, Doctor?
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño
con disletria y un padre con disfraxia !
Callejeando
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas.
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba
me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro
extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la
verdad, es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese
barrio.
Callejeando
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas.
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que
andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el
otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y
la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese
barrio.
El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.,
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
23. Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
Un regalo inesperado
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se
le notaba por su sonrisa. Nadie…Sólo una enorme caja en el suelo. La levantó
sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién
lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la
abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con
ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”.
Adrenalina
Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo
un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final.
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y
sentado en el primer vagón se me van los nervios!
Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
24. El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Un regalo inesperado
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y
se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó
sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién
lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la
abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con
ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”.
El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él.
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran
destinos. Uno baja. El otro permanece.
El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
25. Por Dios, vete ya
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el
Chacho por detrás del tablero.
Su jugada ensayada:
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta".
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo.
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
El héroe en la sombra
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno.
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos
compartieron senda entonces, pero no la gloria.
El héroe recibía amores y parabienes, mientras que él se conformaba con la
frialdad de las sombras.
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Que tu sueño no sea solo un sueño
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar.
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas
inalcanzables, amores imposibles.
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños,
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar.
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar
para hacer mis sueños realidad!
Oiga, doctor
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable.
Se dispuso a entrar en la consulta:
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy?
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia
su padre.
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina
la. ¿Avance un es, Doctor?
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con
disletria y un padre con disfraxia !
26. Broken Heart
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
El otro para el uno
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él
traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de
él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran
destinos. Uno baja. El otro permanece.
Risas
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis.
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me
tienen desconcertado.
Broken Heart
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo. defendiendo a mi país en la final y
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…