SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 26
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una Emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
Un regalo inesperado 
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial 
y se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La 
levantó sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a 
imaginar quién lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y 
emocionada la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a 
sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. 
Callejeando 
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. 
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas 
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la 
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que 
andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el 
otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y 
la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en 
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese 
barrio. 
Callejeando 
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. 
Aunque era un día de comienzo del verano —la temperatura era fresca a 
esas tempranas horas del día—. Me puse la chaqueta y salí decidido a 
andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a 
medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba 
casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por 
esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a 
peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había 
sucedido con ese barrio.
Callejeando 
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. 
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas 
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí. decidido a andar por la 
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que 
andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el 
otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y 
la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en 
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese 
barrio. 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Adrenalina 
Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo 
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a 
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, 
tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? 
Podría ser el final. 
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento 
y sentado en el primer vagón se me van los nervios! 
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de 
ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, 
llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. 
Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades 
de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse 
cierran destinos. Uno baja. El otro permanece.
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Broken Heart 
Es la final de la copa del mundo y allí. estoy yo defendiendo a mi país en la final 
y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, 
tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que 
estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… 
Oiga, doctor 
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. 
Se dispuso a entrar en la consulta: 
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? 
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia 
su padre. 
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina 
la. ¿Avance un es, Doctor? 
Pilila Esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un 
niño con disletria y un padre con disfraxia ! 
Oiga, doctor 
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun Era inexplicable. 
Se dispuso a entrar en la consulta: 
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? 
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia 
su padre. 
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina 
la. ¿Avance un es, Doctor? 
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño 
con disletria y un padre con disfraxia !
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa,! 
Agua 
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis 
pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. 
Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la 
permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida 
congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, 
despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a 
ella y nuestra casa se volvió un témpano. 
Risas 
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis 
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los 
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los 
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis 
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. 
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me 
tienen desconcertado. 
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría 
quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. 
Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las 
inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas 
que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece.
Que tu sueño no sea solo un sueño 
—Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no 
lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. una estrella fugaz 
cruzando raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También pensé en mi futuro a tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa. 
Oiga, doctor 
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. 
Se dispuso a entrar en la consulta: 
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? 
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió—. el niño, mirando 
hacia su padre. 
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina 
la. ¿Avance un es, Doctor? 
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con 
disletria y un padre con disfraxia ! 
Deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando 
raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También pensé en mi futuro a tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa.
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
Desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
me olvidé de soñar., no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando 
raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También pensé en mi futuro A tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa.
Oiga, doctor 
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. 
Se dispuso a entrar en la consulta: 
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? 
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia 
su padre. 
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina 
la. ¿Avance un es, Doctor? 
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con 
disletria y un padre con disfraxia ! 
Callejeando 
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. 
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas 
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la 
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba 
me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro 
extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la 
verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios 
en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese 
barrio. 
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero El destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. 
Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
Un regalo inesperado 
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se 
le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó sin 
dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién lo 
enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la 
abrió. de repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con 
ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”.
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. 
Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
Agua 
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, 
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión 
de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron 
en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y 
dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla 
de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se 
volvió un témpano. 
Agua 
ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis 
pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. 
Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la 
permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida 
congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, 
despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a 
ella y nuestra casa se volvió un témpano. 
El otro. para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas 
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga 
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. 
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el Otro. Puertas que al abrirse cierran 
destinos. Uno baja. El otro permanece. 
Broken Heart 
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y 
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo 
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy 
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
Agua 
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis 
pecados cada vez mayores,. a la espera de ablandarlos y poder 
arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis 
pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para 
enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise 
besarla, despedirme, liberarla de mí, pero —No lo entendía. Mis labios quedaron 
fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano. 
deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando 
raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También pensé en mi futuro a tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa. 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe . pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. —Desgraciadamente, nos queda un 
tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó 
el Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa! 
Risas 
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis 
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los 
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los 
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis 
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. 
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, 
me tienen desconcertado. 
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
Agua 
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis 
pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. 
Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la 
permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida 
congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, 
despedirme, liberarla de mí. pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a 
ella y nuestra casa se volvió un témpano.
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un Tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa! 
Callejeando 
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis 
ideas. Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a 
esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la 
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba 
me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro 
extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la 
verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en 
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese 
barrio. 
Adrenalina 
Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo 
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a 
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, 
tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final. 
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y 
sentado en el primer vagón se me van los nervios! 
Adrenalina 
siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo 
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a 
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, 
tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final. 
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y 
sentado en el primer vagón se me van los nervios!
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa! 
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas 
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga 
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. 
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse 
cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. 
Risas 
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como 
mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los 
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los 
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis 
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. 
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me 
tienen desconcertado. 
Deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando 
raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También pensé en mi futuro a tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa. 
Adrenalina 
Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo 
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a 
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo 
un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? podría ser el final. 
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y 
sentado en el primer vagón se me van los nervios!
Un regalo inesperado 
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y 
se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó 
sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién 
lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la 
abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con 
ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. 
Callejeando 
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. 
aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas 
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la 
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba 
me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro 
extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la 
verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en 
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese 
barrio. 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Risas 
Siempre pensé que la manera. de reír define a las personas. Quienes, como mis 
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los 
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los 
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis 
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. 
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me 
tienen desconcertado.
Broken Heart 
—Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la 
final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, 
tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que 
estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… 
Broken Heart 
Es la final, de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y 
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo 
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy 
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… 
Agua 
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, 
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era 
cuestión de tiempo. antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la 
permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida 
congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, 
despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a 
ella y nuestra casa se volvió un témpano. 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡te veo en 12 segundos, preciosa!
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa! 
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa! 
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas 
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga 
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. 
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran 
destinos. Uno baja. El otro permanece. 
Deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando 
raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También pensé en mi futuro a tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa.
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas 
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga 
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura. de las inseguridades de él. 
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran 
destinos. Uno baja. El otro permanece. 
Deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y La vi. Una estrella fugaz cruzando 
raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También pensé en mi futuro a tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa. 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí. haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad!
Oiga, doctor 
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. 
Se dispuso a entrar en la consulta: 
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? 
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia 
su padre. 
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina 
La. ¿Avance un es, Doctor? 
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con 
disletria y un padre con disfraxia ! 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad!
Risas 
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis 
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los 
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los 
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis 
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. 
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido. que me sigue desde hace un rato, 
me tienen desconcertado. 
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas 
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga 
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. 
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran 
destinos. Uno baja. El otro permanece. 
Deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando 
raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También pensé en mi futuro a tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa. 
Agua 
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, 
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión 
de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron 
en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y 
dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, 
liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a Ella y nuestra 
casa se volvió un témpano.
Un regalo inesperado 
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. estaba siendo un cumpleaños especial y 
se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó 
sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién 
lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. nerviosa y 
emocionada. la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron 
a sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. 
Deseo 
Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones 
con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando 
raudamente el cielo de Móstoles. 
Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con 
mi abuelo, y sus sabios consejos. 
También Pensé en mi futuro a tu lado. 
Cerré los ojos y pedí un deseo. 
Y cayó sobre tu casa. 
Broken Heart 
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y 
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo 
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy 
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… 
Broken Heart 
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y 
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo 
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo. siento 
que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… 
Oiga, doctor 
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. 
Se dispuso a entrar en la consulta: 
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? 
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia 
su padre. 
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina 
la. ¿Avance un es, Doctor? 
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño 
con disletria y un padre con disfraxia !
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas 
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga 
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. 
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran 
destinos. Uno baja. El otro permanece. 
Agua 
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, 
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión 
de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron 
en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y 
dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de 
mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se 
volvió un témpano. 
Risas 
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis 
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los 
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los 
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis 
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. 
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me 
tienen desconcertado. 
Agua 
Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, 
cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión 
de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron 
en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y 
dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de 
mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se 
volvió un témpano.
Oiga, doctor 
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. 
Se dispuso a entrar en la consulta: 
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? 
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia 
su padre. 
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina 
la. ¿Avance un es, Doctor? 
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño 
con disletria y un padre con disfraxia ! 
Callejeando 
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. 
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas 
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la 
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba 
me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro 
extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la 
verdad, es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en 
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese 
barrio. 
Callejeando 
Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. 
Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas 
tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la 
ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que 
andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el 
otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y 
la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en 
cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese 
barrio. 
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria., 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa! 
Un regalo inesperado 
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se 
le notaba por su sonrisa. Nadie…Sólo una enorme caja en el suelo. La levantó 
sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién 
lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la 
abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con 
ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. 
Adrenalina 
Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo 
dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a 
punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo 
un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final. 
Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y 
sentado en el primer vagón se me van los nervios! 
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
Un regalo inesperado 
Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y 
se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó 
sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién 
lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la 
abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con 
ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. 
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas 
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga 
saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. 
Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran 
destinos. Uno baja. El otro permanece. 
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
Por Dios, vete ya 
Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo 
muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el 
Chacho por detrás del tablero. 
Su jugada ensayada: 
"Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se 
juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". 
Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. 
—¡Te veo en 12 segundos, preciosa! 
El héroe en la sombra 
Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. 
Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos 
compartieron senda entonces, pero no la gloria. 
El héroe recibía amores y parabienes, mientras que él se conformaba con la 
frialdad de las sombras. 
Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir 
desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. 
Que tu sueño no sea solo un sueño 
Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo 
puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. 
Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas 
inalcanzables, amores imposibles. 
Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, 
vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. 
Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar 
para hacer mis sueños realidad! 
Oiga, doctor 
El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. 
Se dispuso a entrar en la consulta: 
—Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? 
—Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia 
su padre. 
—¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina 
la. ¿Avance un es, Doctor? 
Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con 
disletria y un padre con disfraxia !
Broken Heart 
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y 
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo 
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy 
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… 
El otro para el uno 
Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella 
tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas 
las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él 
traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de 
él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran 
destinos. Uno baja. El otro permanece. 
Risas 
Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis 
hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los 
irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los 
histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis 
vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. 
Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me 
tienen desconcertado. 
Broken Heart 
Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo. defendiendo a mi país en la final y 
ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo 
carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy 
viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Hablando desde los escombros. Fotografías de Paula Luttringer y Víctor Basterra
Hablando desde los escombros. Fotografías de Paula Luttringer y Víctor BasterraHablando desde los escombros. Fotografías de Paula Luttringer y Víctor Basterra
Hablando desde los escombros. Fotografías de Paula Luttringer y Víctor BasterraSilvia M K
 
Ya no estás... Once sueños adolescentes y un despertar sobresaltado (Teatro j...
Ya no estás... Once sueños adolescentes y un despertar sobresaltado (Teatro j...Ya no estás... Once sueños adolescentes y un despertar sobresaltado (Teatro j...
Ya no estás... Once sueños adolescentes y un despertar sobresaltado (Teatro j...Maxi De Diego Pérez
 
Mi historia mi caballero y yo
Mi historia mi caballero y yoMi historia mi caballero y yo
Mi historia mi caballero y yo;)
 
PAPELUCHO Y EL MARCIANO
PAPELUCHO Y EL MARCIANOPAPELUCHO Y EL MARCIANO
PAPELUCHO Y EL MARCIANOSara Garrido
 
¿Nos sobran los motivos? (Crónica de una huelga de hambre)
¿Nos sobran los motivos? (Crónica de una huelga de hambre)¿Nos sobran los motivos? (Crónica de una huelga de hambre)
¿Nos sobran los motivos? (Crónica de una huelga de hambre)Maxi De Diego Pérez
 
Escritura creativa. Relatos día de San Valentín
Escritura creativa. Relatos día de San ValentínEscritura creativa. Relatos día de San Valentín
Escritura creativa. Relatos día de San ValentínBegoña Giménez
 
Cuentos de Varro
Cuentos de VarroCuentos de Varro
Cuentos de VarroEnveces
 
Escaleras de hospital
Escaleras de hospitalEscaleras de hospital
Escaleras de hospital;)
 
De todas las cárceles de Elxena
De todas las cárceles de ElxenaDe todas las cárceles de Elxena
De todas las cárceles de ElxenaCruella Devil
 
Born to fight-Tara Brown
Born to fight-Tara BrownBorn to fight-Tara Brown
Born to fight-Tara Browntrappedinbookss
 
Chackrams para la eternidad de Ellie
Chackrams para la eternidad de EllieChackrams para la eternidad de Ellie
Chackrams para la eternidad de EllieCruella Devil
 
Expresión corporal y creación textual
Expresión corporal y creación textualExpresión corporal y creación textual
Expresión corporal y creación textualMaxi De Diego Pérez
 
El arte de mirar por la ventana
El arte de mirar por la ventanaEl arte de mirar por la ventana
El arte de mirar por la ventanaBegoña Giménez
 
Otro cielo, otra vida... parte tres
Otro cielo, otra vida...   parte tresOtro cielo, otra vida...   parte tres
Otro cielo, otra vida... parte tresJoneix Perez
 
PAPELUCHO ¿SOY DIX LESO?
PAPELUCHO ¿SOY DIX LESO?PAPELUCHO ¿SOY DIX LESO?
PAPELUCHO ¿SOY DIX LESO?Sara Garrido
 

La actualidad más candente (20)

Microrrelatos ii
Microrrelatos iiMicrorrelatos ii
Microrrelatos ii
 
Hablando desde los escombros. Fotografías de Paula Luttringer y Víctor Basterra
Hablando desde los escombros. Fotografías de Paula Luttringer y Víctor BasterraHablando desde los escombros. Fotografías de Paula Luttringer y Víctor Basterra
Hablando desde los escombros. Fotografías de Paula Luttringer y Víctor Basterra
 
Ya no estás... Once sueños adolescentes y un despertar sobresaltado (Teatro j...
Ya no estás... Once sueños adolescentes y un despertar sobresaltado (Teatro j...Ya no estás... Once sueños adolescentes y un despertar sobresaltado (Teatro j...
Ya no estás... Once sueños adolescentes y un despertar sobresaltado (Teatro j...
 
Mi historia mi caballero y yo
Mi historia mi caballero y yoMi historia mi caballero y yo
Mi historia mi caballero y yo
 
PAPELUCHO Y EL MARCIANO
PAPELUCHO Y EL MARCIANOPAPELUCHO Y EL MARCIANO
PAPELUCHO Y EL MARCIANO
 
¿Nos sobran los motivos? (Crónica de una huelga de hambre)
¿Nos sobran los motivos? (Crónica de una huelga de hambre)¿Nos sobran los motivos? (Crónica de una huelga de hambre)
¿Nos sobran los motivos? (Crónica de una huelga de hambre)
 
Escritura creativa. Relatos día de San Valentín
Escritura creativa. Relatos día de San ValentínEscritura creativa. Relatos día de San Valentín
Escritura creativa. Relatos día de San Valentín
 
Cuentos de Varro
Cuentos de VarroCuentos de Varro
Cuentos de Varro
 
Ahora nos toca hablar
Ahora nos toca hablarAhora nos toca hablar
Ahora nos toca hablar
 
Escaleras de hospital
Escaleras de hospitalEscaleras de hospital
Escaleras de hospital
 
Concurso 2017 3
Concurso 2017 3Concurso 2017 3
Concurso 2017 3
 
De todas las cárceles de Elxena
De todas las cárceles de ElxenaDe todas las cárceles de Elxena
De todas las cárceles de Elxena
 
Born to fight-Tara Brown
Born to fight-Tara BrownBorn to fight-Tara Brown
Born to fight-Tara Brown
 
Chackrams para la eternidad de Ellie
Chackrams para la eternidad de EllieChackrams para la eternidad de Ellie
Chackrams para la eternidad de Ellie
 
Expresión corporal y creación textual
Expresión corporal y creación textualExpresión corporal y creación textual
Expresión corporal y creación textual
 
La Novia Cadaver
La Novia CadaverLa Novia Cadaver
La Novia Cadaver
 
Siembra de utopia teatro
Siembra de utopia teatroSiembra de utopia teatro
Siembra de utopia teatro
 
El arte de mirar por la ventana
El arte de mirar por la ventanaEl arte de mirar por la ventana
El arte de mirar por la ventana
 
Otro cielo, otra vida... parte tres
Otro cielo, otra vida...   parte tresOtro cielo, otra vida...   parte tres
Otro cielo, otra vida... parte tres
 
PAPELUCHO ¿SOY DIX LESO?
PAPELUCHO ¿SOY DIX LESO?PAPELUCHO ¿SOY DIX LESO?
PAPELUCHO ¿SOY DIX LESO?
 

Similar a Presentación relato final texto a texto

Similar a Presentación relato final texto a texto (20)

T
TT
T
 
Capitulo 10
Capitulo 10Capitulo 10
Capitulo 10
 
Cuento me despierto.
Cuento me despierto.Cuento me despierto.
Cuento me despierto.
 
7 siempre par sil
7 siempre par sil 7 siempre par sil
7 siempre par sil
 
Ajedrez
AjedrezAjedrez
Ajedrez
 
La vida es maravillosa
La vida es maravillosaLa vida es maravillosa
La vida es maravillosa
 
Wikicuento feb mar11
Wikicuento feb mar11Wikicuento feb mar11
Wikicuento feb mar11
 
II concurso de cuentos "La hilandera"
II concurso de cuentos "La hilandera"II concurso de cuentos "La hilandera"
II concurso de cuentos "La hilandera"
 
Creaciones [Poema de Lucas Orellana]
Creaciones [Poema de Lucas Orellana]Creaciones [Poema de Lucas Orellana]
Creaciones [Poema de Lucas Orellana]
 
Ajedrez
AjedrezAjedrez
Ajedrez
 
Caos__Nadie_puede_decirte_quién_sos - Magalí_Tajes-1.pdf
Caos__Nadie_puede_decirte_quién_sos - Magalí_Tajes-1.pdfCaos__Nadie_puede_decirte_quién_sos - Magalí_Tajes-1.pdf
Caos__Nadie_puede_decirte_quién_sos - Magalí_Tajes-1.pdf
 
Georgia nicolson02 louise rennison
Georgia nicolson02 louise rennisonGeorgia nicolson02 louise rennison
Georgia nicolson02 louise rennison
 
Revista bachillerato
Revista bachilleratoRevista bachillerato
Revista bachillerato
 
Guardarme en tu corazón
Guardarme en tu corazónGuardarme en tu corazón
Guardarme en tu corazón
 
La muerte
La muerteLa muerte
La muerte
 
La Muerte
La MuerteLa Muerte
La Muerte
 
33 microcuentos de verdades en pareja
33 microcuentos de verdades en pareja33 microcuentos de verdades en pareja
33 microcuentos de verdades en pareja
 
Proxección Nanocontos 2011 12
Proxección Nanocontos 2011 12Proxección Nanocontos 2011 12
Proxección Nanocontos 2011 12
 
Darkness athenea vadcke
Darkness   athenea vadckeDarkness   athenea vadcke
Darkness athenea vadcke
 
Eli, érase una vez
Eli, érase una vezEli, érase una vez
Eli, érase una vez
 

Presentación relato final texto a texto

  • 1.
  • 2. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una Emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. Un regalo inesperado Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. Callejeando Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese barrio. Callejeando Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. Aunque era un día de comienzo del verano —la temperatura era fresca a esas tempranas horas del día—. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese barrio.
  • 3. Callejeando Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí. decidido a andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese barrio. Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Adrenalina Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final. Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y sentado en el primer vagón se me van los nervios! El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece.
  • 4. Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Broken Heart Es la final de la copa del mundo y allí. estoy yo defendiendo a mi país en la final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… Oiga, doctor El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. Se dispuso a entrar en la consulta: —Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? —Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia su padre. —¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina la. ¿Avance un es, Doctor? Pilila Esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con disletria y un padre con disfraxia ! Oiga, doctor El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun Era inexplicable. Se dispuso a entrar en la consulta: —Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? —Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia su padre. —¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina la. ¿Avance un es, Doctor? Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con disletria y un padre con disfraxia !
  • 5. Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa,! Agua Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano. Risas Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me tienen desconcertado. El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece.
  • 6. Que tu sueño no sea solo un sueño —Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También pensé en mi futuro a tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa. Oiga, doctor El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. Se dispuso a entrar en la consulta: —Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? —Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió—. el niño, mirando hacia su padre. —¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina la. ¿Avance un es, Doctor? Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con disletria y un padre con disfraxia ! Deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También pensé en mi futuro a tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa.
  • 7. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir Desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. me olvidé de soñar., no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También pensé en mi futuro A tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa.
  • 8. Oiga, doctor El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. Se dispuso a entrar en la consulta: —Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? —Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia su padre. —¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina la. ¿Avance un es, Doctor? Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con disletria y un padre con disfraxia ! Callejeando Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese barrio. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero El destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. Un regalo inesperado Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la abrió. de repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”.
  • 9. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. Agua Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano. Agua ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano. El otro. para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el Otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. Broken Heart Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…
  • 10. Agua Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados cada vez mayores,. a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí, pero —No lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano. deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También pensé en mi futuro a tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa. Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! El héroe en la sombra Él no era un héroe . pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
  • 11. Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. —Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa! Risas Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me tienen desconcertado. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. Agua Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí. pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano.
  • 12. Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un Tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa! Callejeando Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese barrio. Adrenalina Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final. Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y sentado en el primer vagón se me van los nervios! Adrenalina siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final. Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y sentado en el primer vagón se me van los nervios!
  • 13. Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa! El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. Risas Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me tienen desconcertado. Deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También pensé en mi futuro a tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa. Adrenalina Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? podría ser el final. Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y sentado en el primer vagón se me van los nervios!
  • 14. Un regalo inesperado Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. Callejeando Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese barrio. Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Risas Siempre pensé que la manera. de reír define a las personas. Quienes, como mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me tienen desconcertado.
  • 15. Broken Heart —Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… Broken Heart Es la final, de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… Agua Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo. antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano. Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡te veo en 12 segundos, preciosa!
  • 16. Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa! Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa! El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. Deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También pensé en mi futuro a tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa.
  • 17. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura. de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. Deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y La vi. Una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También pensé en mi futuro a tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa. Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí. haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad!
  • 18. Oiga, doctor El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. Se dispuso a entrar en la consulta: —Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? —Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia su padre. —¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina La. ¿Avance un es, Doctor? Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con disletria y un padre con disfraxia ! Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad!
  • 19. Risas Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido. que me sigue desde hace un rato, me tienen desconcertado. El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. Deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También pensé en mi futuro a tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa. Agua Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a Ella y nuestra casa se volvió un témpano.
  • 20. Un regalo inesperado Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. estaba siendo un cumpleaños especial y se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. nerviosa y emocionada. la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. Deseo Como todos los viernes, iba a recogerte para irnos juntos a otra de esas reuniones con tu grupo de amigos, cuando miré al cielo y la vi. Una estrella fugaz cruzando raudamente el cielo de Móstoles. Recordé mi infancia, las noches interminables en el parque contando estrellas con mi abuelo, y sus sabios consejos. También Pensé en mi futuro a tu lado. Cerré los ojos y pedí un deseo. Y cayó sobre tu casa. Broken Heart Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… Broken Heart Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo. siento que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… Oiga, doctor El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. Se dispuso a entrar en la consulta: —Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? —Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia su padre. —¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina la. ¿Avance un es, Doctor? Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con disletria y un padre con disfraxia !
  • 21. El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. Agua Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano. Risas Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me tienen desconcertado. Agua Ella era agua fluida, cristalina, que me bañaba, que ponía en remojo mis pecados, cada vez mayores, a la espera de ablandarlos y poder arrancármelos. Era cuestión de tiempo antes de que pasara lo inevitable. Mis pecados la permearon. Entraron en ella haciéndola hervir, vaporizándola, para enseguida congelarle el alma y dejarla allí, inerte, como un hielo seco. Yo quise besarla, despedirme, liberarla de mí, pero no lo entendía. Mis labios quedaron fundidos a ella y nuestra casa se volvió un témpano.
  • 22. Oiga, doctor El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. Se dispuso a entrar en la consulta: —Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? —Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia su padre. —¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina la. ¿Avance un es, Doctor? Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con disletria y un padre con disfraxia ! Callejeando Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la verdad, es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese barrio. Callejeando Finalmente decidí salir. Necesitaba que me diera el aire y refrescar mis ideas. Aunque era un día de comienzo del verano la temperatura era fresca a esas tempranas horas del día. Me puse la chaqueta y salí decidido a andar por la ciudad, sin rumbo fijo. Al principio me dolían las piernas pero a medida que andaba me iba encontrando mejor. Sin darme cuenta me encontraba casi en el otro extremo de la ciudad. Hacía mucho tiempo que no paseaba por esas calles y la verdad es que había habido muchos cambios. Ni a mejor ni a peor, cambios en cualquier caso. Como nos sucede a todos así también había sucedido con ese barrio. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria., El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
  • 23. Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa! Un regalo inesperado Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se le notaba por su sonrisa. Nadie…Sólo una enorme caja en el suelo. La levantó sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. Adrenalina Siento que el momento se acerca lentamente, las manos me sudan, no puedo dejar de mover nerviosamente los pies, me estoy arrepintiendo de lo que estoy a punto de hacer, pero ya no hay vuelta atrás. Ojalá lo hubiera pensado mejor, tengo un nudo en el estómago, ¿y si algo sale mal? Podría ser el final. Tres, dos, uno, cero... ¡El Dragón Khan de Port Aventura se pone en movimiento y sentado en el primer vagón se me van los nervios! Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa!
  • 24. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. Un regalo inesperado Sonó el timbre y corrió hacia la puerta. Estaba siendo un cumpleaños especial y se le notaba por su sonrisa. Nadie…sólo una enorme caja en el suelo. La levantó sin dificultad y abrió la tapa: ¡un ramo de flores precioso! Empezó a imaginar quién lo enviaría mientras buscaba una tarjeta en el interior. Nerviosa y emocionada la abrió. De repente sintió que le faltaba el aire, las flores cayeron a sus pies y con ellas la tarjeta: “Feliz último cumpleaños”. El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas.
  • 25. Por Dios, vete ya Doce segundos. Tres abajo. Posesión. Desgraciadamente, nos queda un tiempo muerto. Miro a Pablo y su pizarra sin esperanza. La última vez se la jugó el Chacho por detrás del tablero. Su jugada ensayada: "Saca Rudy, Mejri sube el balón, amaga el triple y la pasa a Llul al poste bajo. Se juega el gancho delante de Tomic confiando en recibir falta". Desconecto. Miro el escote de la chica que anima detrás del banquillo. —¡Te veo en 12 segundos, preciosa! El héroe en la sombra Él no era un héroe, pero el destino le puso en el camino de uno. Su encuentro fue fortuito y, extrañamente, sus necesidades comunes. Ambos compartieron senda entonces, pero no la gloria. El héroe recibía amores y parabienes, mientras que él se conformaba con la frialdad de las sombras. Por eso el día que una emboscada amenazó la vida del héroe, él la vio venir desde las sombras. Lástima que ese día ya fuera tarde para salir de ellas. Que tu sueño no sea solo un sueño Una vez tuve un sueño, que creí haber soñado ya. Pero qué es un sueño si no lo puedes hacer realidad, qué es el amor si no lo puedes disfrutar. Una vez más lo volví a soñar. Se estaba convirtiendo en una obsesión. Metas inalcanzables, amores imposibles. Me olvidé de soñar, no me quería atormentar más. Pero una vida sin sueños, vacía, sin nada a lo que aspirar me volvió a desesperar. Tenía que soñar de nuevo pero, esta vez, no iba a ser igual. ¡Comencé a soñar para hacer mis sueños realidad! Oiga, doctor El Dr. Pilila suspiró, cinco años de su vida con este caso y aun era inexplicable. Se dispuso a entrar en la consulta: —Buenos días. ¿Qué tal estamos hoy? —Soneub siad rotcod aliliP. ¡Yoh yotse rojem! —respondió el niño, mirando hacia su padre. —¡Energía más mucha con levantado ha se hoy! Efecto haciendo está medicina la. ¿Avance un es, Doctor? Pilila esbozó una sonrisa rutinaria. ¡En buena hora aceptó un caso de un niño con disletria y un padre con disfraxia !
  • 26. Broken Heart Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo defendiendo a mi país en la final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador… El otro para el uno Él traga saliva. Ella lo mira. Él no se entera. Ella repasa lo suyo. El pasado de ella tiene aquel algo que tienen los pequeños infiernos. Él sí podría quererla. Él, llenas las canas de ganas de seguir estando atento, no se entera. Tampoco ella. Él traga saliva. Ella lo mira y no ve que en ella está la cura de las inseguridades de él. Desacelera el vagón. Uno de pie. Sentado el otro. Puertas que al abrirse cierran destinos. Uno baja. El otro permanece. Risas Siempre pensé que la manera de reír define a las personas. Quienes, como mis hijos, emiten “ja, ja, ja”, son inocentes y naturales. En mi trabajo abundan los irónicos y forzados “je, je, je”. Los detesto, pero casi son preferibles a los histriónicos “ji, ji, ji” de mi mujer. En cambio, los campechanos “jo, jo, jo” de mis vecinos, me resultan entrañables a pequeñas dosis. Sin embargo, los “ju, ju, ju” del desconocido que me sigue desde hace un rato, me tienen desconcertado. Broken Heart Es la final de la copa del mundo y allí estoy yo. defendiendo a mi país en la final y ante el portero rival en el último minuto y con el balón en el punto de penalti, tomo carrerilla…lanzo y ¡gol! Me siento el hombre más feliz del mundo siento que estoy viviendo un sueño pero era real…real hasta que sonó el despertador…