2. 2
Los microrrelatos son narraciones breves; no son el resumen de un cuento largo,
más bien todo lo contrario. Suelen ser la antesala de una historia mayor, ya que,
normalmente, sugieren al lector para que imagine y complete la historia que no se
cuenta.
Por segundo año consecutivo, los alumnos y alumnas de 2º ESO han realizado una
tarea basada en la creación de microrrelatos. Les di una serie de comienzos y cada
alumno eligió el que más le gustaba, creando su historia a partir de él. Luego,
debían buscar un título adecuado y acompañarlo de una fotografía o imagen
sugerente.
Los relatos están agrupados en torno al mismo comienzo; así podréis apreciar cuan
diferente pueden ser, según la persona que lo haya escrito.
Este libro recoge su excelente trabajo. Disfrutad y dejad volar vuestra imaginación.
Begoña Giménez Marín
Profesora de Lengua
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Me quedé dormido hilvanando constelaciones.
El último adiós
Me quedé dormido hilvanando constelaciones. Quién diría que aquella noche de verano iba a
ser la última, que no volvería a ver tu rostro a la luz de la luna, ni a la luz del sol. Que ese
“hasta mañana” se convertiría en un: “te espero en un lugar mejor”.
Elena Rascón
Familia
Me quedé dormida hilvanando constelaciones.
Mi estrella había empezado a brillar después de las demás.
Desconocía la belleza de existir junto a otras.
Pero un hilo rojo hizo que empezara a hilvanar las dos estrellas de mi vida.
Y me enseñaron a soñar con constelaciones.
Camila Vera
4. 4
El masajista no tardó en reconocer aquel lunar bajo la nuca del anciano.
Aquel inolvidable lunar
El masajista no tardó en reconocer aquel lunar bajo la nuca del anciano.
Habían pasado muchos años, pero él aún lo mantenía en el recuerdo, aquel punto negro que
distinguía a su abuelo. El anciano ansiaba morir para encontrarse de nuevo con las manos de su
querido nieto. Realmente, el masajista no sabía en qué vida estaba viviendo.
Lucía Herrada
Subido en aquella azotea, respirando despacio y sintiendo el aire entrar en sus pulmones, miraba
alrededor y su mirada siempre acababa en el mismo punto.
Atrapados
Subido en aquella azotea, respirando despacio y sintiendo el aire entrar en sus pulmones,
miraba alrededor y su mirada siempre acababa en el mismo punto.
La muralla que rodeaba el pueblo no tenía escapatoria. Todos morirían en ese pueblo.
Solo le quedaba pensar que al final vendrían a rescatarlos, pero con la esperanza de que no fuera
demasiado tarde.
Miguel Ángel Calixto
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En la habitación de un hotel de segunda categoría, una cama deshecha, la ventana abierta.
A través del teléfono
En la habitación de un hotel de segunda categoría, una cama deshecha, la ventana abierta y un
añoso teléfono en la oreja de un hombre despavorido.
- ¡Hija, hija! ¿Qué ha sido ese ruido? ¿Estás bien? ¡Responde por favor!
- ¡Dios mío! ¡Eh, chica!, ¿puedes oírme? ¿Qué hacen ahí parados? ¡Llamen a una ambulancia!
Y en ese mismo momento, con la caída del antiguo teléfono, dos almas se reunieron en el cielo.
Rosa Luz Lorenzo
¿Accidente o asesinato?
En la habitación de un hotel de segunda categoría, una cama deshecha, la ventana abierta y un
cadáver tirado en el suelo podría ser el principio de un asesinato. El detective y su equipo se
encontraban en la escena del crimen donde no había muchas pistas. Sólo unas gotas de sangre
en la cama y las huellas deunas manos sangrientas en la puerta, que no parecía forzada.
El detective vio en las muñecas de la víctima dos rajas. Y, justamente debajo del cuerpo, un
cuchillo grande clavado en la costilla.
La pregunta del detective era: ¿Accidente o asesinato?
María Martínez
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El niño era raro, seamos sinceros.
El descendiente mortal
El niño era raro, seamos sinceros.
Tenía la cara muy alargada y pálida, con una expresión terrorífica, unos ojos fríos y sin vida,
como los de los tiburones. Una nariz puntiaguda y una boca enorme con
un solo diente. Tenía el pelo negro como los cuervos. Y el cuerpo era tan delgado que se lo iba
a llevar el viento.
Esto solo podía significar una cosa... era el hijo de la mismísima muerte.
Daniela Chércoles
Dicen que todos tenemos un doble, alguien que se parece tanto a nosotros que ni nuestros
mejores amigos sabrían distinguirnos.
Mi Doppelgänger
Dicen que todos tenemos un doble, alguien que se parece tanto a nosotros que ni nuestros
mejores amigos sabrían distinguirnos. En este preciso momento yo estaba viendo al mío:
misma nariz, mismos ojos, misma sonrisa, ¡incluso la misma deformación en la oreja izquierda!
Éramos tan similares, que hasta me entró un escalofrío en el momento que la vi.
Menos mal que solo era un dibujo que alguien me había regalado; demasiado realista para que
me llegara a gustar.
Alba Mª Salas
7. 7
Mi misma imagen
Dicen que todos tenemos un doble, alguien que se parece tanto a nosotros que ni nuestros
mejores amigos podrían distinguirnos.
Me dispuse a mirar hacia atrás y de repente me vi. No sé si era yo, o alguien igual a mí que me
perseguía, era mi mismo retrato. Sentí miedo y corrí muy rápido hasta que me perdí o le perdí.
Pudo ser alguien igual a mí o un espejismo.
Lucía Herrada
Encuentro
Dicen que todos tenemos un doble, alguien que se parece tanto a nosotros que ni nuestros
mejores amigos sabrían distinguirnos.
Aquella vez me comí tanto la cabeza, intentando buscar alguna lógica, pero seguía sin
creérmelo. Aquella mañana del jueves, vinieron unos adolescentes extranjeros a nuestro
instituto, me limpié las gafas. ¡No podía creérmelo!
Entonces él se me acercó.
Jennifer Collado
8. 8
¿Seré yo igual?
Dicen que todos tenemos un doble, alguien que se parece tanto a nosotros que ni nuestros
mejores amigos sabrían distinguirnos.
Aquella mañana salí con mis amigas. Mi madre se empezó a preocupar, me llamó y le dije que
me iba a despedir de mis amigas y ya iba para casa.
Llamaron al timbre de la casa, mi madre abrió; era yo, pero en realidad no era yo.
Llegué a la casa y mi madre ya no estaba.
Nuria García
El callejón sin salida
Dicen que todos tenemos un doble, alguien que se parece tanto a nosotros que ni nuestros
mejores amigos sabrían distinguirnos. Pero todo el mundo coincide que es prácticamente
imposible encontrarse con tu doble.
Además, ¿tu doble sería una versión buena o mala de ti?
No estaba muy seguro de estas teorías, pero un día me encontré con un hombre por la calle con
un trapo en la cabeza, de tal forma que solo se le veían los ojos. Al principio no le presté mucha
atención, pero me estaba imitando en toda clase de movimiento y también me empezaba a
perseguir a todos lados. Me empezaba a cansar y me dirigí a un callejón sin salida para hablar
con ese señor y que me dejase de molestar.
Como preví, me siguió hasta aquel callejón y se puso enfrente mía. Temí lo peor cuando se quitó
aquel trapo.
Ángela Lópiz
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Mi doble
Dicen que todos tenemos un doble, alguien que se parece tanto a nosotros que ni nuestros
mejores amigos sabrían distinguirnos. Yo no creía en esas cosas. Pensaba que los dobles solo
existían en los gemelos, pero muchas amigas mías aseguraban haber visto a su doble. Alguien
exactamente igual a ti, no solamente en el físico, también en el carácter.
Había millones de artículos afirmando que todo el mundo tiene por lo menos un doble que
puede estar en cualquier parte del mundo.
Un viernes por la noche, al acabar de cenar en una pizzería con mis amigas, me fui caminando a
casa. Al cruzar la calle, vi a alguien exactamente igual a mí, misma ropa, misma voz… Estaba
alucinando en colores, pensaba que era mentira, que mi imaginación me estaba jugando una
mala pasada, ya que estaba demasiado cansada. No era algo irreal, enfrente mía había una
persona de carne y hueso igual que yo.
Lucía Meco
Las primeras luces del día la encuentran por los andenes de la estación mientras arrastra la
maleta.
La última parada
Las primeras luces del día la encuentran por los andenes de la estación mientras arrastra la
maleta. Ella iba sola. Estaba muy impaciente, se suponía que debería haber llegado ya el tren.
Para tranquilizarse, se puso a mirar la pantalla que habían puesto para la gente que estaba
esperando su tren.
Mientras miraba la pantalla, escuchó su nombre y vio su fotografía proyectada en ella,
¡hablaban de ella! Después de eso escuchó a sus espaldas:
- ¡Alto ahí!¡Levante las manos!
Diego Fuentes
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En lo perfecto hay algo que no cuadra.
Perfección
“En lo perfecto hay algo que no cuadra”, me dije frente al espejo. Un día veía a mis amigas,
otro me veía a mí y comparaba; pero sabéis que no existe la perfección, o sí. Cada persona
tiene algo que le hace muy diferente de los demás, y es que solo ves la perfección cuando la
hay. Por ejemplo, en el mar hay perfección, en el bosque hay perfección, incluso en tu casa
hay perfección.
Ariadna García
Siempre hay algo que no cuadra
En lo perfecto hay algo que no cuadra. Parecía haberse resuelto el misterio del asesinato, pero
algo no encajaba; como en todos los casos, cuando se cree que se ha resuelto, hay algo que no
encaja.
Estaba en la oficina averiguando lo que no cuadraba cuando, de pronto, se oyó un disparo.
Álvaro Muñoz
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He tenido suerte: si llego a ir al baño un minuto más tarde, no lo cuento.
El agua de la vida
He tenido suerte: si llego a ir al baño un minuto más tarde, no lo cuento.
Estábamos los veintinueve compañeros haciendo el examen en el aula de Informática. Durante
las clases anteriores sentí la necesidad de ir al baño, pero Don Bartolomé y Doña Remedios son
muy estrictos y no me atreví a pedírselo. Además, al encontrarse el servicio en el patio, no me
apetece ir cuando llueve, ir con el paraguas es una lata.
No podía concentrarme en el examen, necesitaba ir al baño sí o sí, no debería haber bebido
tanta agua entre clase y clase. Me levanté y le pedí tímidamente y nerviosa a Don Sebastián
que si me dejaba ir al baño. ¡Uff! Menos mal, dijo que sí sin dudarlo. Cogí mi paraguas y me fui
al baño. Una vez dentro, escuché una explosión en el exterior y a continuación la alarma de
incendios y las voces de los conserjes y algunos profesores gritando que había fuego en el aula
de Informática, se quejaban de que los enchufes debían haberse revisado hacía tiempo.
Me quedé bloqueada, no podía moverme. ¿Cómo estaban mis compañeros? ¿Y mi profesor?
Esther Torrellas
Olvidar a una persona es borrar su recuerdo
Olvidar
Olvidar a una persona es borrar su recuerdo, aunque eso haga que pierdas tu vida y tus sueños,
aún más cuando es por amor a esa persona.
Olivia renunciaba a sus sueños y a su ciudad por el simple hecho de no conseguir olvidar a una
persona con la que no podía estar y para no entorpecer su vida.
Con lágrimas en los ojos, él sostenía una carta y corría hasta la estación, pero era demasiado
tarde; ya había salido el tren que cambiaría su destino.
Carla Álvarez
12. 12
Le tapo la boca y le cuesta trabajo respirar.
Basura
Le tapo la boca y le cuesta trabajo respirar.
Se resiste con fuerza, aunque sabe que no puede librarse de mí.
Cuando parece que empieza a tranquilizarse, me aparta violentamente de su cara.
Acabo destrozada, sucia, tirada y pisoteada en la calle.
No es un final digno para una mascarilla creada para protegeros.
¡Merecéis que os traten igual!
Camila Vera