2.
La historia de la aviación se remonta al día en el que el
hombre prehistórico se paró a observar el vuelo de las aves y de
otros animales voladores. El deseo de volar está presente en la
humanidad desde hace siglos, y a lo largo de la historia del ser
humano hay constancia de intentos de volar que han acabado
mal. Algunos intentaron volar imitando a los pájaros, usando un par
de alas elaboradas con un esqueleto de madera y plumas, que
colocaban en los brazos y las balanceaban sin llegar a lograr el
resultado esperado.1
Muchas personas decían que volar era algo imposible para las
capacidades de un ser humano. Pero aun así, el deseo existía, y
varias civilizaciones contaban historias de personas dotadas de
poderes divinos, que podían volar. El ejemplo más conocido es la
leyenda de Ícaro y Dédalo, que encontrándose prisioneros en la isla
de Minos, se construyeron unas alas con plumas y cera para poder
escapar. Ícaro se aproximó demasiado al Sol y la cera de las alas
comenzó a derretirse, haciendo que se precipitara en el mar y
muriera.2 Esta leyenda era un aviso sobre los intentos de alcanzar el
cielo, semejante a la historia de la Torre de Babel en la Biblia, y
ejemplifica el deseo milenario del hombre de volar.
3.
4.
La historia moderna de la aviación es compleja. Durante siglos se
dieron tímidos intentos por alzar el vuelo, fracasando la mayor parte
de ellos, pero ya desde el siglo XVIII el ser humano comenzó a
experimentar con globos aerostáticos que lograban elevarse en el
aire, pero tenían el inconveniente de no poder ser controlados. Ese
problema se superó ya en el siglo XIX con la construcción de los
primeros dirigibles, que sí permitían su control. A principios de ese
mismo siglo, muchos investigaron el vuelo con planeadores,
máquinas capaces de sustentar el vuelo controlado durante algún
tiempo, y también se comenzaron a construir los primeros
aeroplanos equipados con motor, pero que, incluso siendo
impulsados por ayudas externas, apenas lograban despegar y
recorrer unos metros. No fue hasta principios del siglo XX cuando se
produjeron los primeros vuelos con éxito.
5.
Antigüedad - Siglo XVIII: Primeros diseños y teorías[editar · editar código]
Torre de la Mezquita-catedral de Córdoba, desde donde Abbás Ibn
Firnás realizó su primer salto.
Se sabe que alrededor del año 400 a. C., Arquitas de Tarento, un estudioso
de la Antigua Grecia, construyó un artefacto de madera que él mismo
bautizó con el nombre de "Peristera" (engriego: Περιστέρα, "Paloma"), que
tenía forma de ave y era capaz de volar a unos 180 metros de altura.
Utilizaba un chorro de aire para alzar el vuelo, pero no se tiene constancia
de qué era lo que producía ese chorro. El objeto volador se amarraba
mediante unas cuerdas que permitían realizar un vuelo controlado hasta
que el chorro de aire terminaba. Este artefacto de madera probablemente
fue la primera máquina voladora capaz de moverse por medios propios.6
La linterna de Kong Ming, precursora del globo aerostático, era conocida
en China desde la antigüedad. Su invención se atribuye al general Zhuge
Liang, y fueron usadas para asustar a las tropas enemigas. Sobre el
año 300 a. C. los chinos inventaron la cometa, que se considera un tipo de
planeador, y desarrollaron técnicas para hacerla volar en el aire. Siglos
después, en el año 559 hay documentados vuelos de seres humanos usando
cometas. El emperador Gao Yang experimentó con prisioneros, entre los
que se encontraba Yuan Huangtou, hijo del anterior emperador, Yuan Lang.
Les ordenó lanzarse desde lo alto de una torre, y Yuan Huangtou planeó
hasta sobrepasar las barreras de la ciudad, aunque poco después moriría
ejecutado.7
6.
7.
siglo XIX: Planeadores[editar · editar código]
Planeador diseñado por George Cayley, en un grabado de 1852.
Con la invención del globo y del dirigible, los inventores pasaron a
intentar crear una máquina más pesada que el aire, que fuese capaz
de volar por medios propios.
En primer lugar, aparecieron los planeadores, máquinas capaces de
sustentar el vuelo controlado durante algún tiempo. En 1799, George
Cayley, un inventor inglés, diseñó un planeador relativamente moderno,
que contaba con una cola para controlarlo, y un lugar donde el piloto
se podía colocar, por debajo del centro de gravedad del aparato,
dando así estabilidad a la aeronave. Cayley construyó un prototipo,
que realizó sus primeros vuelos no tripulados en 1804. Durante las cinco
décadas siguientes, trabajó en su prototipo, tiempo durante el cual
Cayley dedujo muchas de las leyes básicas de la aerodinámica.
En 1853, un ayudante de Cayley realizó un vuelo de corta duración
subido al planeador, en Brompton (Inglaterra). George Cayley es
considerado el fundador de la ciencia física de la aerodinámica,
habiendo sido la primera persona que describió un aeronave de ala fija
propulsada por motores.20
8.
9.
Siglo XIX: Aviones de producir un avión que despegase
por medios propios. Pero la mayoría de ellos eran de
pésima calidad, construidos por personas interesadas en
la aviación pero que no tenían los conocimientos de los
problemas que trataron Lilienthal y Chanute.
En 1843, William Henson, un inventor inglés, registró la
primera patente de una aeronave equipada con
motores, hélices, y provista de un ala fija, lo que en la
actualidad se conoce como avión. Pero el prototipo
construido basándose en los diseños de Henson no tuvo
buenos resultados, y desistió en su proyecto.30 En 1848, su
amigo John Stringfellow construyó una pequeña
aeronave basada en los diseños de Henson, que tuvo
éxito en ciertos aspectos, pudiendo despegar por medios
propios, pero lo hacía sin piloto, y podía volar apenas dos
o tres segundos.31