El documento describe la economía creativa o economía naranja, que se basa en la creatividad, la cultura y la innovación como insumos para crear bienes y servicios. Representa alrededor del 3% del PIB mundial y genera empleos e ingresos. En Latinoamérica representa alrededor del 6% del PIB regional. El documento también destaca el potencial de la economía naranja para Venezuela, dado el talento y la creatividad del pueblo venezolano a pesar de la crisis, y la necesidad de desarrollar estadí
1. Universidad Panamericana del Puerto
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Administración de Empresas
Cátedra de: Diseño y Evaluación de Proyectos
Autora:
Loraine Lugo
C.I: 18774984
Puerto Cabello junio 2021
2. Introducción
John Howkins es considerado el responsable de popularizar el término economía
creativa en su libro The Creative Economy: How People Make Money From Ideas,
convirtiéndose en un punto de referencia desde el 2001, según sus cálculos en el
2000, la economía creativa alcanzaba 2,2 billones de dólares estadounidenses a
nivel mundial y crecía al año a una tasa de 5 %. Howkins (2005) define esta
economía como:
las operaciones que generan los productos creativos (resultantes). Cada operación
puede comportar dos valores complementarios: el valor de la propiedad intelectual
intangible y el valor de la plataforma física (de haberla). En algunos sectores, como
el de los programas informáticos digitales, es mayor el valor de la propiedad
intelectual. En otros, como las artes, el valor unitario del objeto físico es más
elevado.
Según las Naciones Unidas (2010), la economía creativa genera crecimiento
económico y desarrollo, ya que genera ingresos a nivel local y con comercio exterior,
empleo, situaciones que promueven la inclusión social, la diversidad cultural y el
desarrollo humano, todo interactúa con la tecnología, la propiedad intelectual y los
objetivos del turismo. Todas estas actividades se basan en el conocimiento, las
ideas propias, con "una dimensión de desarrollo y vínculos transversales a niveles
macro y micro con la economía en general".
3. La Economía naranja se basa en la creatividad, la cultura y la innovación como
insumos para la creación de bienes y servicios capaces de generar impacto social y
económico, con potencial para la creación de riquezas y empleos, explotación de la
propiedad intelectual, promoción de la diversidad cultural, en la lucha contra la
pobreza y la exclusión social y una alternativa para salir de la crisis.
La producción creativa es un pilar para muchos países del mundo, que ya toman
muy en serio el aporte que la economía creativa o economía naranja genera al PIB,
las inversiones y creación de empleo. El 3% del PIB mundial, más de 2,25 billones
de dólares y 30 millones de empleos provienen de esta economía (CISAC, 2015).
Latinoamérica se encuentra en un momento clave para aprovechar su talento y
creatividad, y los cambios tecnológicos para potenciar su desarrollo económico y
social. La Economía naranja en Latinoamérica alcanza el 6% del PIB de la región,
en Brasil 2,6%, Chile 2,2%, Argentina 3,8% (Unctad), solo 8,6% del PIB en la ciudad
de Buenos Aires.
México el 7,4% del PIB, pero sería 12% si se considera la piratería (CIU, 2016), en
Colombia entre el 3,3-3,5% (BID,2016).
Lamentablemente en Venezuela no contamos con los estudios necesarios para
conocer el aporte de esta economía al PIB del país. El último levantamiento que se
hizo en el año 2002 para el Convenio Andrés Bello arrojó un 7,1% PIB (este
porcentaje incluía el sector educativo).
Para la aplicación de la Economía naranja, lo primero es contar con los datos
estadísticos y de consumo cultural, por lo que se hace el levantamiento de las
Cuentas Satélites de Cultura, que ya han venido desarrollando países como
Colombia, Argentina, Chile, Uruguay, República Dominicana, Bolivia, Brasil, Costa
Rica, Ecuador, Guatemala y Perú.
Colombia lleva también la delantera con la aprobación de la Ley Naranja, este mes
de septiembre, que se encargará de desarrollar, fomentar, incentivar y proteger a las
industrias creativas en Colombia.
En Venezuela nos queda aún por hacer en materia de Economía naranja, pero el
germinador está, las semillas están latentes produciendo todos los días, esperando
el día en que los sistemas político, productivo, financiero y tecnológico del país se
activen para hacer florecer el ecosistema creativo del país, que permita explotar
todo su potencial creativo, cultural y tecnológico para hacer frente a la crisis y lograr
el desarrollo económico y social que podemos alcanzar.
Para el venezolano la creatividad no es una opción, sino un modo de vida.
Diariamente resistimos en nuestro medio a través del desarrollo de nuestra
creatividad.
Una creatividad aplicada, hoy en día, a las actividades más insólitas y esenciales
que podamos imaginar, desde los mil malabares para rendir nuestros ingresos
frente a la inflación, la gastronomía “exótica” desarrollada frente al
desabastecimiento, la solidaridad y organización frente a la falta de medicamentos,
y las miles de vueltas que damos diariamente a los problemas más esenciales a los
4. que nos estamos enfrentando los venezolanos en pleno siglo XXI, hasta llegar a la
creatividad de los más aguerridos y arriesgados venezolanos que deciden
emprender y logran mantener a flote su emprendimiento dentro de estas caóticas
condiciones.
Así es, el venezolano siempre tiene una idea, siempre tiene una salida, un talento
que desarrollar, un negocio que montar. Hemos visto que a pesar de la aguda crisis
económica, social, humanitaria, cultural y política por la que estamos atravesando,
el número de emprendimientos está en ascenso.
En las redes sociales se aprecia cada vez más la presencia de emprendimientos
gastronómicos (no solo de restaurantes, sino comida casera a domicilio en
diferentes variedades, en repostería para eventos, etc.), de artesanías y moda,
diseños, organización de eventos, agrupaciones musicales, diversos servicios, y
pare Ud de contar. Un gran número de venezolanos talentosos y creativos
empecinados en seguir adelante, en hacer que el país progrese a pesar del huracán
que nos frena y arrastra al atraso.
También hay venezolanos que frente a la crisis han decidido migrar, y con este
éxodo, la internacionalización de nuestra creatividad y talento ha resaltado en el
mundo. Hay músicos, artistas, científicos, y profesionales ocupando espacios de
gran importancia a nivel mundial.
Webinar "La Economía Naranja como oportunidad para Venezuela: El rol de la
propiedad intelectual"
El webinar contó con importante asistencia, despertando el interés de las personas
en conocer a fondo esta nueva tendencia de la economía y cómo poder sacarle el
máximo provecho en la actualidad.
5. Conclusión
La economía naranja es uno de los grandes beneficiarios que contribuye al
desarrollo y reconocimiento de nuevos talentos, habilidades, innovaciones, cambios
tecnológicos, abriendo grandes oportunidades de negocios. En el reconocimiento,
por lo que es una revolución de cambios tecnológicos e industriales.
La economía naranja o economía creativa es vista como una gran oportunidad para
el desarrollo económico en América Latina y el Caribe. Es una oportunidad para
aprovechar la enorme riqueza de la región basada en propiedad intelectual, talento,
conectividad y herencia cultural.
Vivimos en un tiempo en que las nuevas tecnologías se adaptan rápidamente.
Ahora hay grandes oportunidades de innovación en muchas industrias y las ideas
toman mayor relevancia. La adopción de contenidos y el surgimiento de tecnologías
disruptivas como Internet móvil, Internet de las cosas, tecnología de la nube,
impresión 3D, almacenamiento de energía, etc. se espera que impulsen grandes
cambios económicos y sociales.