1. Andrea A. García Soria
Eva K. Olguin Villanueva
José A. Rivera Villanueva
Lorena Mauricio Martínez
Neoclásico
Sesión 19-20
Arquitectura Neoclásica
2. 1. La fundación de la academia: El siglo XVIII
represento para la Nueva España el tránsito
radical de la cultura del periodo barroco hacia
el ámbito ideológico caracterizado por una
nueva concepción de la existencia. El arte,
hasta entonces animado por los vuelos
fulgurantes del barroco, tiene que detener el
ímpetu de las fantasías que exponían una
visión inmaterial de la existencia.
3. La iglesia católica que durante
un margen muy dilatado de
tiempo vivió una suerte de
Idelio con la Corona, se vio
severamente atacada y perdió
paulatinamente control y
preeminencia no sólo sobre la
consciencia de la feligresía
sino aún sobre sus mismas
posesiones materiales; la
expulsión de los Jesuitas de
todos los territorios hispanos
hacia 1762 representó un
golpe fundamental para la
clerecía.
4. 2. Primer periodo: El neoclásico del Virreinato (1783-
1810): El establecimiento de la academia de Bellas Artes
dentro del territorio de la nueva España, supuso la
injerencia real dentro de dos ámbitos fundamentales para
el desarrollo del discurso artístico.
La instrucción pedagógica se apoya a su vez en dos
principios que sistematizaran a partir de ese momento el
carácter de la institución artística. El dibujo permitió la
elaboración del proyecto preliminar a la edificación.
Las clases en los talleres de la academia se desarrollaron
a partir de entonces, enfrentando a los estudiantes ante
copias lo mismo de escultura y pinturas que de órdenes y
elementos arquitectónicos clásicos.
5. Un nuevo proceso de formación de pintores, escultores y
arquitectos, provocó el abandono de la vieja práctica
colonial mediante la que los propios maestros en sus
talleres trasmitían a los aprendices los secretos del oficio.
La perdida de poder de la iglesia dentro de la esfera social
novohispana, trajo consigo la desaparición de las magnas
obras piadosas que caracterizaron el siglo XVIII.
La arquitectura de este momento cultural de la Nueva
España presenta diferencias notables respecto a la
producida en el periodo anterior. La ornamentación del
neoclásico se resuelve externamente mediante la
presencia clara y definida de elementos del repertorio
greco-latino
6. Columnas de limpia proporción de acuerdo a los órdenes clásicos, frisos con
seriación de triglifos y páteras, frontones triangulares, curvos y abiertos,
balaustradas, floreros escultóricos, énfasis en la presencia de accesos por
medio de pórticos generalmente desprendidos del paño de la fachada, todo
ello armónicamente involucrado dentro de ritmos que persisten.
7. A pesar del corto lapso que abarcó este periodo, la
cantidad y la calidad de los edificios construidos dentro
de sus márgenes resulta notable. Figuras indiscutibles
de esta primera etapa del neoclásico son el arquitecto y
escultor valenciano Manuel Tolsá y el arquitecto, pintor
y poeta criollo, Francisco Eduardo Tresguerras.
Tresguerras es el artífice de la presencia helénica en el
Bajío, con obras tan importantes como el pórtico del
convento de las Teresas en Querétaro.
El ejército estuvo representado en la moderna edilicia
del Virreinato por el ingeniero militar Miguel Constanzó.
8. 3. Segundo Periodo: El academicismo republicano (1811-
1876).
Iniciada en 1810 la guerra de independencia en Nueva España,
los programas de construcción establecidos por la
administración.
La formación de arqueólogo que distinguía a Cavallari proclive
el análisis riguroso de las ruinas del pasado, a su valoración
plástica dentro de los términos artísticos de la estética imitativa
de la época.
Respecto del historicismo y su íntima vinculación con el
romanticismo manifestado con el resto de las artes.
La expedición de las leyes de desamortización de los bienes
eclesiásticos y la nacionalización de los mismos.
9. Entre 1840 y 1910 aparecen entre otras, la colonia Francesa que
junto con la Juárez, la Roma y la Condesa se distinguieron como
el asiento de las clases acomodadas, mientras que la Santa
María y la San Rafael, alojaron a la clase media. El proletariado
formado por los trabajadores y los emigrantes de provincia se
concentro finalmente en las colonias Morelos, la Bolsa y Santa
Julia.
10. 4. Tercer periodo: La Arquitectura del Porfiriato. Los últimos 25
años del siglo XIX contemplan un proceso de afirmación de los
estilos artísticos ensayados desde la reapertura de la
academia. La cultura oficial promovida verticalmente por el
gobierno del general Porfirio Díaz, cumple socialmente con el
propósito de halagar estéticamente a la nueva aristocracia
mexicana, al mismo tiempo que difunde mediante la
arquitectura y la pintura la ideología del estado porfirista.
La arquitectura del academicismo encontraban las mejores
condiciones de enriquecimiento al quedar bajo la tutela de un
estado sólido que procuraba la ampliación de la pirámide
social, y el cada vez mayor control físico sobre el destino de
los grupos de trabajadores. Todo este panorama socio-
económico quedaba circunscrito al carácter del ecleticismo
arquitectónico.
11. A México se transportaron por barco
toneladas de fierro para dar lugar al tejido de
las estructuras de la nueva construcción, la
cual si bien aceptaba la técnica del esqueleto
de hierro, exigía por parte que los aspectos
externos citaran al mundo de imágenes
fantásticas del ecleticismo. No sólo el fierro
aparece como novedad constructiva, también
lo son los materiales de recubrimiento y
acabado, los mármoles italianos, granitos
nórdicos, bronces y vidrios.
12. El Palacio de Bellas Artes con su recargado exotismo
historicista ha resultado al paso del tiempo el edificio
simbólico de la dictadura, dentro de una seria de
paradojas que incluyen haber recibido el título
“Palacio”, por parte del régimen de la revolución que no
sólo rescató como edificio, sino también en lo referente
de gran modelo cultural dispuesto a la vitalización de la
tradición artística nacional.