2. PROYECTO: CASA X
LOCALIZACIÓN: Cambrils, Barcelona, España
NOMBRE DE LA OFICINA: Cadaval & Clara Solá-Morales
AUTORES: Eduardo Cadaval & Clara Solá-Morales
COLABORADORES: Bruno Pereira, Pamela Díaz De León, Daniela
Tramontozzi, Manuel Tojal.
APAREJADOR: Joaquín Peláez
COMPAÑÍA CONSTRUCTORA: TOPCRET
FECHA DE PROYECTO: 2009
FECHA DE TERMINACIÓN: 2012
SUPERFICIE DE ACTUACIÓN (m2): 300 m2
ESTRUCTURAS: Carles Gelpi
3. El proyecto de la casa X busca resolver mediante un sistema, un
lenguaje, una forma única, una multitud de interrogantes que se
plantean al habitar específicamente el terreno dado: como proteger y
dar protagonismo a un pino de dimensiones y apariencia impresionantes
que se encuentra en la parte alta del terreno, y que dificulta cualquier
acceso y acercamiento directo a la vivienda desde la vía de acceso
4. Como no tomar partido entre las vistas al mar y las vistas a la montaña,
y permitir ambas visiones en direcciones opuestas; como neutralizar
con la forma la presencia de las casas contiguas, para construir una
asilamiento ficticio respecto a los vecinos; como duplicar las vistas
principales, permitiendo vistas de calidad a la parte frontal pero
también a las estancias de la parte trasera de la casa; como resolver
tantos aprioris con un simple movimiento que de respuesta a todas y
5. cada una de estas voluntades sin explicar ni priorizar ninguna de ellas.
La forma, una forma única, englobadora y muy medida, es el resultado
de un largo proceso de búsqueda a respuestas individuales a cada uno
de estos desafíos. La forma no es pues un a priori, sino un esfuerzo por
dar una respuesta unitaria que satisfaga cada uno de los diversos
interrogantes planteados.
6. Así el proyecto de la casa X consigue a través de la forma, cualificar
espacios de muy distinta índole otorgándoles a cada uno un carácter
único, y atendiendo siempre al paisaje como al principal actor. Más allá
del juego espacial en la parte frontal de la casa, las vistas son las
protagonistas. Así, aprendiendo del juego de reflejos de Dan Graham,
el reflejo del mar está siempre presente en la visión de la montaña y
la montaña se muestra cuando uno mira el mar. Una riqueza perceptiva
que enriquece la experiencia de la casa.
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8. El sistema de marras se llama hormigón gunitado o shotcret. En vez de
crear el muro rellenando el hueco del encofrado –las dos paredes en
las que se deposita el hormigón y se deja que este se solidifique–, una
manguera proyecta el hormigón contra una sola pared y este se fija al
momento al entrar en contacto con el aire. La mezcla de cemento sale
disparada a alta densidad desde una manguera y enseguida alcanza
grandes resistencias. "Lo cierto es que se usa más en túneles y puentes,
buscando eficiencia y disminución de costes, pero nuestro cliente
quería experimentar en viviendas, a menor escala, y eligió la suya
propia", cuenta Cadaval sobre la forma en que consiguieron levantar
muros continuos de seis metros de alto, en los que se insertaron
cristales gigantes. Como había necesidad de impactar, se arriesgó y
tampoco se reparó en gastos, elevándose el coste de construcción a
dos millones de euros.
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10. El otro elemento innovador, la estructura en X, no es un mero capricho
formal. "Es una respuesta unitaria a múltiples desafíos en un terreno
difícil con una gran pendiente. De hecho, solo es posible adivinar su
contorno desde arriba; no resulta obvio a primera vista", defiende el
mexicano. El primer reto era proteger el pino de la entrada, que
dificulta el acceso a la vivienda, y la inflexión de la letra era una
solución perfecta. El segundo surgió por no querer decidirse entre
contemplar el mar o la montaña, y con la X es posible mirar en ambas
direcciones. Además, "el reflejo de los dos paisajes crea un efecto
multiplicador de los mismos al verse en los vidrios opuestos", destaca
Cadaval. El tercer desafío consistió en ignorar las casas vecinas, lo que
se consigue presentando un muro ciego por las dos caras. Y el último
pasaba por darle vistas de calidad a las estancias de la parte trasera
del edificio.
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12. El acceso a la casa se encuentra dos metros por debajo de la cota de
la calle y, con sus rotundos muros, enfatiza la voluntad de incrustarse
al terreno y desaparecer respecto al resto del vecindario. Colgada
sobre el valle y de 300 metros cuadrados.
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15. La vivienda consta de dos plantas. La superior alberga un garaje y el
dormitorio principal, con un estudio. La inferior se divide en una parte
frontal de carácter abierto y público, con una sala de estar y una cocina
y comedor –fusionados en una mesa diseñada especialmente en
Alemania–, y otra posterior con habitaciones y las zonas de servicio,
dándoles a través de los patios vistas directas sobre el mar y la
montaña. Debajo queda la piscina, que también se adapta a la lógica del
terreno.
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19. Arriba, en la azotea, la X es una terraza para mirar en dirección a
todas las coordenadas. Triunfó la idea, no la ocurrencia.
