2. EL CONDOR Y EL ZORRO
Discutían acaloradamente un zorro y un cóndor sobre sus fuerzas y aptitudes
respectivas para desafiar la inclemencia de las punas.
-¿Hablas de resistencia - decíale el cóndor al zorro - cuando te veo acurrucado y
hecho un ovillo los días lluviosos, encerrado en la cueva, tú y tu prole, royendo
huesos y pereciendo de hambre?
-¿Y tú, cofrade, a quien ni se ve, sumido en su escondrijo, empollando como una
gallina clueca, crees ser más capaz que yo?
Saavedra Marquina, Milagros Janet
3. EL LEÑADOR Y LAS TERMES
Estaba un leñador talando algunos árboles en un frondoso bosque, pues quería
construir una cabaña más grande ya que la familia había crecido y aquella donde
vivía con su mujer y sus cuatro pequeños hijos, le resultaba sumamente estrecha.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
4. EL PERRO Y LA PULGA
Discutían un perro y una pulga sobre la inutilidad de esta última.
-Deberías trabajar y no ser un parásito. Yo cuido la casa, evito que los gatos se metan en las noches para llevarse los alimentos,
ahuyento a los ratones cuido que ningún extraño se acerque a los niños, es decir, sé ganarme mi alimento, pero tú, amiga mía, no
haces nada por trabajar, y eso no está bien.
La pulga se regocijaba al escuchar los consejos del perro, pero éste no perdía la oportunidad ni la esperanza de guiarla
por el buen camino.
Mira ancianito, dijo la pulga mientras se posaba en la nariz de su amigo. Cuando quiero buena comida, me voy al
dormitorio del dueño de casa y me doy un buen banquete, y si no me deja comer tranquila, pues, lo pico toda la
noche y no lo dejo dormir. Duermo cómodamente entre las frazadas calientitas, mientras tú, pobre diablo, debes
enroscarte como una culebra y dormir a la intemperie. Y eso no es nada, pues, sabrás que cuando tu año se va a
trabajar yo me doy una siestecita sobre su blanca almohada, y por último, como a la hora que se me antoja, en cambio
tú tienes que esperar tus sobras a la hora que tus amos crean conveniente.
Y así siguió hablando el soberbio bicho mientras el perro la llevaba sobre su cabeza hasta el dormitorio de sus amos
para que la desvergonzada hiciera su siesta.
Una mañana en que la pulga dormía plácidamente sobre la almohada, entró una nueva mucama a limpiar la
habitación. La anciana encargada anteriormente de hacer tal servicio se había marchado, pues, como sufría de una
pronunciada ceguera, ya no podía realizar sus funciones con prolijidad. La pulga, conocedora del defecto de la anciana
roncaba cada mañana a patita suelta muy confiada.
-¡Ajá! Qué vemos aquí, dijo la nueva mucama mientras el pulgar y el índice de su mano cogían in fraganti aquel ser
diminuto que había osado tentar a los dioses. Lo último que vio la pobre pulga, antes de pasar a mejor vida, fue dos
uñas cuidadas con esmero que parecieron cerrarse como las tapas de un gran libro.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
5. LAS ESTACIONES
Estaban discutiendo las estaciones sobre la importancia de cada una de ellas y
tratando de ver quién era la más imprescindible.
-Sin mis cálidos rayos, decía el verano, las plantas morirían y no habría lluvias, pues,
soy yo quien calienta los mares para que el agua se evapore, se formen las nubes y
éstas produzcan las lluvias.
Así que considero que soy la estación más importante.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
6. LOS MINEROS
Dos mineros habían extraído de una mina gran cantidad de oro. Uno de ellos, el más joven,
se encontraba molesto, pues, el otro había logrado obtener, con igual esfuerzo, casi el doble
de oro que lo que él había sacado.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
8. EL PUMA Y LA ZORRA
Había helado tanto que un pobre puma yacía tiritando de frío al pie de una loma, cuando
acertó a pasar una zorra, describiendo piruetas en el aire para entrar en calor. Detiénese y le
dirige la palabra.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
9. LA JARACHUPA Y EL UTUSHCURO
Caminaba distraída una Jarachupa, cuando reparo en un utushcuro que triste y abatido
presa de hambre iba jadeante arrastrándose penosamente por entre las malezas de un
matorral.
Oruguita, ¿a dónde vas?
– preguntó la muca.
¿A roer la raíz de las hierbas?
-respondió con voz apagada y trémula.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
11. LEYENDA SOBRE EL NOMBRE DEL
DEPARTAMENTO DE AREQUIPA
El nombre que obtuvo este departamento proviene del quechua Are Quipay que significa
“si quedaos”, cuando Mayta Cápac bajo con su ejército después de conquistar a los
habitantes de Moquegua y le gustó el lugar además los soldados estaban cansados y le
dijeron señor hemos visto que este lugar es muy hermoso nos podemos quedar a descansar
y después nos da permiso de construir nuestras viviendas para poder vivir en este lugar tan
maravillosos y Mayta Cápac les dijo Are Quipay, es por eso que se quedó con ese nombre.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
12. Leyenda sobre la Virgen de Chapi
Trajeron en barco una imagen de España para que sea patrona de la ciudad de Arequipa,
llegaron al puerto Islay? pero por el camino que iba a Arequipa no pudieron pasar y se
fueron por la quebrada de nombre Chapi.
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13. UTQHA PAUQAR
No se sabe en qué tiempos remotos sucedió esta historia. Unos la cuentan como acaecida
dentro del Imperio de los Incas y otros la creen mucho más antigua.
En la ladera de una alta montaña tenía su palacio el anciano Awapanti, curaca de vastos
dominios y padre de una joven muy hermosa que tenía por nombre Ima Súmaj. Arriba, la
montaña se mostraba todo el año coronada de nieve; abajo, corría las aguas revoltosas de
un río; al frente, veíase una sucesión de lomas que de ordinario se cubrían de papeles y de
maizales.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
15. ADANEVA
Adaneva (Anónimo, 1900) creó la humanidad antigua. El hombre antiguo hacía caminar a
las piedras con azotes, como los ñawpa de Q’eros. Fueron hombres de fuerza descomunal.
El dios Adaneva logró tener relaciones con la Virgen de las Mercedes (Mamacha mercedes)
y la abandonó cuando ésta quedó encinta. El hijo de Adaneva y la Virgen fue Téete Mañuco
(padre Manuel).Téete Mañuco, cuando llegó a ser mayor, destruyó a la humanidad antigua
haciendo caer sobre el mundo una lluvia de fuego. Pero esa humanidad no está
completamente muerta, cuando alguien pretende cazar pumas o zorros, que fueron el
ganado del hombre antiguo, se oyen en el campo grandes voces protestan. Extinguida la
primera humanidad, Téete Mañuco hizo la actual y la dividió en dos clases: indios y mistis
(“blancos”, la casta dominante).
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16. INKARRI
Inkarri, dicen, tuvo la potencia de hacer y de desear. Fue hijo del padre Sol en una mujer
salvaje. Como era el segundo dios podía mandar. El hizo cuanto existe sobre la tierra.
Amarró al Sol en la cima del cerro Osgonta y encerró al viento para concluir su obra de
creación. Luego decidió fundar la ciudad del Cuzco. Inkarri lanzó una barreta de oro desde
la cima de una montaña. Donde cayera la barreta construiría la ciudad por encima de la
pampa pasó, ensombreciéndola. No se detuvo. Llegó hasta el Cuzco.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
17. KUNIRAYA WIRAQOCHA Y
KAWILLAKA
Primitivamente este Kuniraya Wiraqöcha caminaba muy pobremente vestido. Su manto y
su túnica se veían llenos de roturas y de remiendos. Los hombres, aquellos que no le
conocían, se figuraban que era un infeliz piojoso y le menospreciaban. Pero él era el
conductor de todos estos pueblos. Con su sola palabra hacía que fueran abundantes las
cosechas, hacía aparecer bien murados los andenes y con sólo arrojar una flor de caña
llamada pupuna dejaba abiertos y establecidos los acueductos. Luego anduvo realizando
muy útiles trabajos, empequeñeciendo con su sabiduría a los dioses de los otros pueblos.
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18. VICHAMA
En el principio Pachacamac creó un hombre y una mujer. Todo era eriazo, la lumbre del Sol
secaba a los campos y parecía que la vida se extinguía. Murió el hombre y quedó sola la
mujer.
Saavedra Marquina, Milagros Janet
19. BIBLIOGRAFÍA
Anónimo. (1900). Biblia . Lima: Minerva .
Dominguez Garcia , R. (17 de Octubre de 2012). EL MUNDO DE FWAN. Obtenido de
http://elmundodefawn.blogspot.pe/2012/10/fabula-las-cuatro-estaciones.html
Villarreal Sosa , C. J., & Flores Bezada, S. k. (2018). Ficciones Andinas . Lima:
Editorial UCV .
Saavedra Marquina, Milagros Janet