3. EL CONDOR Y EL ZORRO
Discutían acaloradamente un zorro y un
cóndor sobre sus fuerzas y aptitudes
respectivas para desafiar la inclemencia de
las punas.
-¿Hablas de resistencia - decíale el cóndor al
zorro - cuando te veo acurrucado y hecho un
ovillo los días lluviosos, encerrado en la
cueva, tú y tu prole, royendo huesos y
pereciendo de hambre?
-¿Y tú, cofrade, a quien ni se ve, sumido en
su escondrijo, empollando como una gallina
clueca, crees ser más capaz que yo?
Saul Edguardo Ayala Bautista
4. EL LEÑADOR Y LAS TERMES
Estaba un leñador talando algunos árboles en un frondoso bosque, pues quería
construir una cabaña más grande ya que la familia había crecido y aquella donde
vivía con su mujer y sus cuatro pequeños hijos, le resultaba sumamente estrecha.
Saul Edguardo Ayala Bautista
5. EL PERRO Y LA PULGA
Discutían un perro y una pulga sobre la inutilidad de esta última.
-Deberías trabajar y no ser un parásito. Yo cuido la casa, evito que los gatos se metan en las
noches para llevarse los alimentos, ahuyento a los ratones cuido que ningún extraño se
acerque a los niños, es decir, sé ganarme mi alimento, pero tú, amiga mía, no haces nada
por trabajar, y eso no está bien.
Saul Edguardo Ayala Bautista
6. LAS ESTACIONES
Estaban discutiendo las estaciones
sobre la importancia de cada una de
ellas y tratando de ver quién era la
más imprescindible.
-Sin mis cálidos rayos, decía el
verano, las plantas morirían y no
habría lluvias, pues, soy yo quien
calienta los mares para que el agua
se evapore, se formen las nubes y
éstas produzcan las lluvias.
Así que considero que soy la estación
más importante.
Saul Edguardo Ayala Bautista
7. LOS MINEROS
Dos mineros habían extraído de una mina gran cantidad de oro. Uno de ellos, el más joven,
se encontraba molesto, pues, el otro había logrado obtener, con igual esfuerzo, casi el doble
de oro que lo que él había sacado.
Saul Edguardo Ayala Bautista
9. EL PUMA Y LA ZORRA
Había helado tanto que un pobre puma yacía tiritando de frío al pie de una loma, cuando
acertó a pasar una zorra, describiendo piruetas en el aire para entrar en calor. Detiénese y le
dirige la palabra.
Saul Edguardo Ayala Bautista
10. LA JARACHUPA Y EL UTUSHCURO
Caminaba distraída una Jarachupa, cuando reparo
en un utushcuro que triste y abatido presa de
hambre iba jadeante arrastrándose penosamente
por entre las malezas de un matorral.
Oruguita, ¿a dónde vas?
– preguntó la muca.
¿A roer la raíz de las hierbas?
-respondió con voz apagada y trémula.
Saul Edguardo Ayala Bautista
12. LEYENDA SOBRE EL NOMBRE DEL
DEPARTAMENTO DE AREQUIPA
El nombre que obtuvo este departamento proviene del quechua Are Quipay que
significa “si quedaos”, cuando Mayta Cápac bajo con su ejército después de conquistar
a los habitantes de Moquegua y le gustó el lugar además los soldados estaban cansados
y le dijeron señor hemos visto que este lugar es muy hermoso nos podemos quedar a
descansar y después nos da permiso de construir nuestras viviendas para poder vivir en
este lugar tan maravillosos y Mayta Cápac les dijo Are Quipay, es por eso que se
quedó con ese nombre.
Saul Edguardo Ayala Bautista
13. Leyenda sobre la Virgen de Chapi
Trajeron en barco una imagen de España para que sea patrona de la ciudad de
Arequipa, llegaron al puerto Islay? pero por el camino que iba a Arequipa no pudieron
pasar y se fueron por la quebrada de nombre Chapi.
Saul Edguardo Ayala Bautista
14. UTQHA PAUQAR
No se sabe en qué tiempos remotos sucedió esta
historia. Unos la cuentan como acaecida dentro del
Imperio de los Incas y otros la creen mucho más
antigua.
En la ladera de una alta montaña tenía su palacio
el anciano Awapanti, curaca de vastos dominios y
padre de una joven muy hermosa que tenía por
nombre Ima Súmaj. Arriba, la montaña se
mostraba todo el año coronada de nieve; abajo,
corría las aguas revoltosas de un río; al frente,
veíase una sucesión de lomas que de ordinario se
cubrían de papeles y de maizales.
Saul Edguardo Ayala Bautista
16. ADANEVA
Adaneva (Anónimo, 1900) creó la humanidad antigua. El hombre
antiguo hacía caminar a las piedras con azotes, como los ñawpa
de Q’eros. Fueron hombres de fuerza descomunal. El dios
Adaneva logró tener relaciones con la Virgen de las Mercedes
(Mamacha mercedes) y la abandonó cuando ésta quedó encinta.
El hijo de Adaneva y la Virgen fue Téete Mañuco (padre
Manuel).Téete Mañuco, cuando llegó a ser mayor, destruyó a la
humanidad antigua haciendo caer sobre el mundo una lluvia de
fuego. Pero esa humanidad no está completamente muerta,
cuando alguien pretende cazar pumas o zorros, que fueron el
ganado del hombre antiguo, se oyen en el campo grandes voces
protestan. Extinguida la primera humanidad, Téete Mañuco hizo
la actual y la dividió en dos clases: indios y mistis (“blancos”, la
casta dominante).
Saul Edguardo Ayala Bautista
17. INKARRI
Inkarri, dicen, tuvo la potencia de hacer y de
desear. Fue hijo del padre Sol en una mujer
salvaje. Como era el segundo dios podía
mandar. El hizo cuanto existe sobre la tierra.
Amarró al Sol en la cima del cerro Osgonta y
encerró al viento para concluir su obra de
creación. Luego decidió fundar la ciudad del
Cuzco. Inkarri lanzó una barreta de oro desde
la cima de una montaña. Donde cayera la
barreta construiría la ciudad por encima de la
pampa pasó, ensombreciéndola. No se
detuvo. Llegó hasta el Cuzco.
Saul Edguardo Ayala Bautista
18. KUNIRAYA WIRAQOCHA Y
KAWILLAKA
Primitivamente este Kuniraya Wiraqöcha
caminaba muy pobremente vestido. Su manto
y su túnica se veían llenos de roturas y de
remiendos. Los hombres, aquellos que no le
conocían, se figuraban que era un infeliz
piojoso y le menospreciaban. Pero él era el
conductor de todos estos pueblos. Con su sola
palabra hacía que fueran abundantes las
cosechas, hacía aparecer bien murados los
andenes y con sólo arrojar una flor de caña
llamada pupuna dejaba abiertos y establecidos
los acueductos. Luego anduvo realizando muy
útiles trabajos, empequeñeciendo con su
sabiduría a los dioses de los otros pueblos.
Saul Edguardo Ayala Bautista
19. VICHAMA
En el principio Pachacamac creó un hombre y una mujer. Todo era eriazo, la lumbre del
Sol secaba a los campos y parecía que la vida se extinguía. Murió el hombre y quedó sola
la mujer.
Saul Edguardo Ayala Bautista
20. BIBLIOGRAFÍA
Anónimo. (1900). Biblia . Lima: Minerva .
Dominguez Garcia , R. (17 de Octubre de 2012). EL MUNDO DE FWAN. Obtenido de
http://elmundodefawn.blogspot.pe/2012/10/fabula-las-cuatro-estaciones.html
Villarreal Sosa , C. J., & Flores Bezada, S. k. (2018). Ficciones Andinas . Lima:
Editorial UCV .
Saul Edguardo Ayala Bautista