1. Comunidad de Aprendizaje
Texto argumentativo
Libro de la colección semilla “El laberinto de los dioses” de Agustín, Silvia y Manuel Cerezales
Desbaratar el antagonismo pág. 243-245
Actividad previa a la lectura
Anotar las características de:
La razón
La fantasía
Realizar un paralelo entre lo que ha hecho la:
Razónpor la humanidad
Imaginación por la humanidad
Actividades durante la lectura.
Reunirse en equipos, leer el texto y explicar las siguientes frases (Una por equipo) y luego socializar.
“Tanto contar como analizar son modos distintos pero compatibles de aprehender el mundo en que
vivimos”.
“Nuestro desconcierto ante los misterios seculares puede que sea el precio que pagamos por tener una
mente combinatoria que abrió un mundo de palabras y oraciones, de teorías y ecuaciones, de poemas y
melodías, de bromas y relatos, las cosas por las que vale la pena tener una mente”.
“Más que contraponer las verdades de la razón a las falsedades e la fantasía, se trataría de conciliarlas
en una aventura común: el conocimiento del mundo”.
“La mente humana es capaz de utilizar sin riesgo la facultad de razonar y la facultad de fantasear y no
hay más ambicioso proyecto educativo que el progreso de ambas”.
“La misma mente que celebra un teorema o una fórmula es capaz de gozar con un poema o una pintura.
Y en esa simultaneidad reside la excelencia del pensamiento humano”.
2. Actividades posteriores a la lectura
Leer el mito: “Dédalo e Ícaro” pág. 117-137 y elaborar un laberinto en el cual para encontrar la salida
deba responder a enigmas o problemas matemáticos o comunicativos.
Leer un texto de Julio Cortázar “Instrucciones para subir una escalera”, “Instrucciones para dar cuerda a
un reloj”, “Instrucciones para llorar”,etc. Y analizarlo desde la razón y la fantasía.
Redactar un texto similar a los anteriores, es decir, expresar de una forma poética, literaria o connotativa
un suceso cotidiano. (como barrer, leer, picar cebolla, sumar, etc.)
Instrucciones para llorar
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no
ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario
consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos
últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de
creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes
en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños
llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto,
tres minutos.
Julio Cortázar
Historias de Cronopios y famas, 1962
Sara Mabel Jaramillo Cadavid