Cuando las Empresas Grandes Caen... Daniel Isenberg
1. Cuando las empresas grandes caen,
el empresarismo aumenta
Por Daniel Isenberg | Profesor de prácticas de emprendimiento Babson
College - Asesor de Manizales Más
12:30 PM Marzo 18, 2013, publicado en HBR Blog Network
Cuando una ballena muere, su cuerpo de 30 a 100 toneladas – o ―caída
de ballena‖ – se hunde lentamente hasta tocar el fondo del mar donde se
convierte en fuente de un microcosmo nuevo y complejo de flora y fauna
que puede subsistir por más de medio siglo. Estos nuevos ecosistemas
con cientos de especies desde tiburones hasta gusanos que metabolizan
el sulfuro también incluyen ―start-ups innovadores‖ – animales marítimos
previamente no descubiertos que han seleccionado, de manera natural,
florecer en el ecosistema único.
Existen muchas maneras en las cuales ―ballenas corporativas‖ existentes
pueden cultivar ecosistemas de emprendimiento –como inversionistas con
capital para aportar al crecimiento de empresas, como clientes que
compran productos innovadores, o como socios de mercadeo que ayudan
a las empresas pequeñas, pero dinámicas a proyectarse globalmente. Yo
soy un fiel creyente de la necesidad simbiótica en la que las empresas
grandes co-existan lado a lado con emprendimientos: Simplemente no se
puede tener un ecosistema de emprendimiento vibrante sin
empresas grandes que lo cultiven, ya sea intencionalmente o no.
Pero uno de los secretos más obscuros y profundos de la propagación del
empresarismo en partes del mundo tan diversas como Israel, India,
Colorado, y Dinamarca, ha sido precisamente la ―caída empresarial‖— la
muerte o reducción de empresas corporativas grandes cuyo desperdicio
alimenta la cultura empresarial. No tenemos que mirar muy lejos para
ejemplos actuales: Hoy Finlandia esta experimentando un aumento en
empresarismo en parte porque el gigante corporativo Nokia está en
proceso de deshacerse de 10,000 trabajos de alta calidad. De hecho, el
―Nokia Bridge Program‖ es una estrategia socialmente conceptualizada
tanto para aliviar el dolor de los despidos, como para intencionalmente
apoyar a los más talentosos.
2. Un drama similar está ocurriendo en Waterloo, Canada donde los
celulares inteligentes BlackBerry se han sobre-madurado. El "Quantum
Hub‖ de Kitchener-Waterloo surgió inicialmente del éxito de RIM y
actualmente se está nutriendo de sus altas y bajas, con miles de personas
con destrezas especializadas que están inundando la pequeña región.
Mientras que relatos superficiales del aumento en empresarismo en
sociedades selectivamente glorifican las intervenciones gubernamentales,
pocos relatan la historia de muerte corporativa. En agosto de 1987, por
ejemplo, bajo la presión severa de los Estados Unidos, el gobierno de
Israel controversialmente y abruptamente canceló el desarrollo del
―Lavifighter‖ que iba a ser la respuesta israelita al F-16 y el equivalente
social del programa de la luna de NASA. Empleos eventualmente perdidos
por el cierre del proyecto multi-billonario fluctúan entre 1, 500 y más del
doble de esta cifra. Pero no es una coincidencia que el empresarismo en
Israel se disparó a finales de los 80s y principios de los 90s justo después
de la cancelación del proyecto Lavi. Muchos de los miles de ingenieros
altamente calificados empezaron sus propias empresas o se unieron a
start-ups emergentes – no se necesitaron tantas personas talentosas con
experiencia en el desarrollo de productos de avanzada tecnología para
acelerar la revolución empresarial de Israel. Tal vez menos romántico que
el glamour de start-ups empezando de cero, pero la realidad en este caso,
es que a partir de la muerte de un proyecto con gran potencial en su
momento se genera la vida de muchas empresas nuevas.
En India, a finales de los años 70s, hubo una historia similar. Hasta 1977,
IBM—durante este periodo la selección por excelencia para suplirle
―mainframes‖ a gobiernos, empresas y ejércitos— operaba libremente en
India. Cuando el gobierno pasó una ley requiriéndole a empresas
foráneas que transfirieran 60% de sus empresas a accionistas locales, la
gerencia de IBM cerró sus operaciones. El resultado? Miles de ejecutivos
capacitados por IBM ayudaron a alimentar el surgimiento de una cantidad
de proveedores de servicios BPO y varios empezaron sus propias
empresas de software. Independiente de lo que podamos haber
escuchado sobre la burocracia corporativa de IBM, siempre ha sido
considerara de las mejores empresas para capacitar a empleados en
ventas de computadores, servicios e ingeniería. Tal y como comentó un
start-up dedicado a servicios de computadora: ―Puede que IBM no se
quede, pero el talento de IBM está aquí para quedarse.‖
3. Otra historia de IBM, contexto diferente: Boulder, Colorado, con su
vibrante ecosistema de emprendimiento continúa siéndole fiel a su pasado
rocoso y turbulento: Olas de despidos por parte de IBM en las pasadas
tres décadas (tan reciente como 2010) en la pequeña comunidad de
Boulder han estado altamente correlacionados con el desarrollo de esta
reconocida comunidad de start-ups. Como algunos han observado, ―En el
área de Boulder, los despidos tempranos de empleados talentosos de IBM
jugaron un papel muy grande en suplir individuos que empezaran sus
propias empresas o que fuesen empleados por otros star-ups.‖ Lo mismo
se puede decir de Boulder's Storage Technology (que se fue a la quiebra),
como también Necton Bylinnium.
En el 2008, las firmas de servicios financieros, en y alrededor de la ciudad
de Nueva York, botaron a cientos de miles de personas que entraron a las
filas de desempleo (26,000 solamente en Lehman Brothers). Y como de
esperarse, la ciudad de Nueva York está experimentando una revolución
empresarial, ahora la segunda o tercera capital del mundo en
desembolsar fondos de capital de riesgo (dependiendo de qué alcalde le
creas, Bloomberg de Nueva York o Menino de Boston).
La ―caída corporativa‖ es un componente importante del surgimiento del
empresarismo (un componente de muchos, debe notarse). Qué pasa con
los ecosistemas de emprendimiento cuando grandes corporaciones caen?
La realidad es que casi siempre se adaptan y crecen de maneras
destacadas y creativas. Hago esta observación a sabiendas de que, y con
gran simpatía, el dolor ocasionado por ser echado a la calle como lo son
tantas personas cuando grandes corporaciones caen, cortan presupuestos
o reestructuran. La implicación práctica aquí es obviamente no promover
ni aplaudir la muerte corporativa, al igual que reconocer que la renovación
del ecosistema cuando pierde una ballena no es un llamado para ir a
matarlas. Pero en un mundo más complejo y volátil, los líderes de negocio
y creadores de política se beneficiarían al darle un poco más rienda suelta
a la naturaleza para que tome su curso.