2. Ruta 40 Argentina
Es una de las carreteras más
altas del mundo. El puerto de
montaña de Abra del Acay
alcanza casi los 5.000 metros
sobre el nivel del mar. La ruta
recorre 5.200 km en paralelo a
la cordillera de los Andes, en los
cuales atraviesa 21 parques
nacionales y 18 ríos. Su paso
por la Patagonia Austral la
convierte también en una de las
vías más solitarias del mundo.
3. Great Ocean Road
(Australia)
Esta carretera de 243 km de
longitud discurre por la costa
australiana del estado de
Victoria y permite disfrutar de
maravillas naturales como el
arco de Londres o los 12
apóstoles, sendas rocas
creadas por la erosión durante
millones de años de los
acantilados de piedra caliza en
el Océano Antártico. En su
camino hay también pueblos
pesqueros, selvas tropicales y
parques nacionales.
4. Desfiladero de la herida
(España)
Sus 21 km de longitud hacen de
este desfiladero situado en
Cantabria el más largo de
España. Se llega a él desde la
sinuosa carretera N-621. En su
interior hay varios miradores que
ofrecen unas vistas magníficas
de las grandes paredes casi
verticales de roca caliza que lo
componen, algunas de más de
600 metros de altura.
5. Ruta 66 (EE.UU)
La Mother Road es
probablemente la carretera
más cinematográfica de la
historia. En ella se han
rodado películas como Easy
Rider, El diablo sobre ruedas
o una escena de Grease.
Une Chicago y Santa Mónica
(California) en un recorrido
de más de 4.000 km que
atraviesa siete estados. Es
una de las rutas más míticas
del planeta.
6. Paso de Stelvio (Italia)
Situado a 2.757 metros de
altitud, es el paso pavimentado
más elevado de los Alpes
Orientales. Paisajes a parte,
debe su fama a 48 curvas
cerradas en un tramo de tan
solo 24 km y con un desnivel
medio del 7,6%. Los amantes
del ciclismo lo conocen bien: ahí
se vive una de las etapas
estrella del Giro de Italia.
7. Atlanterhavsveien (Noruega)
La carretera del Atlántico une
varios islotes en solo 8,72 km y
a través de ocho puentes en
una perfecta combinación de
naturaleza e ingeniería. Discurre
por muy pocos metros sobre el
nivel del mar en el Océano
Atlántico, lo que la convierte en
todo un reto para los
conductores más audaces.