Los demonios

2. LOS DEMONIOS

3. 1. EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO
A. Se les hacían sacrificios a los demonios (Lv.17:7, Deut.32:16-
17, 2 Cron. 11:15, Sal.106:37 )
B. Dios los enviaba para hacer su voluntad
a. En el caso de Abimelec, Dios envió un mal espíritu para
ponerle en contra a los hombres de Siquem (Jueces 9:23)
b. En el caso del rey Saúl. Dios envió un mal espíritu
para atormentarlo (1 Sam. 16:15).
 El espíritu malo se apoderaba lo hacía desvariar (1
Sam. 18:10)
 Cuando David le tocaba el arpa el espíritu malo se
apartaba (16:23)

4. c. En el caso del rey Acab. Dios envió un espíritu de mentira para inducir al rey a
salir y caer y Ramot de Galaad. En este caso el espíritu iba a trabajar atreves de los
falsos profetas (1 Rey.22:20-23).
C. La adivina o médium de En-dor. Tenía un espíritu de adivinación
• Se refiere a personas poseídas por un espíritu pitónico para
consultar a los muertos

5. 2. LOS DEMONIOS EN EL NUEVO
TESTAMENTO
A. LA ACTIVIDAD DE LOS DEMONIOS
a. se apoderaban de las personas (Lc.8:29 , Mr.9:20) y lo hacían por mucho
tiempo hasta que había alguien que los expulsaba de sus victimas
 El muchacho del espíritu mudo ( era atormentado por el demonio
desde que él era niño Mr.9:21)
 El endemoniado gadareno (“ hacía mucho tiempo que se había
apoderado de él” Lc.8:29)
 La mujer encorvada (“hacia 18 años que tenía espíritu de
enfermedad)
b. Usaban el habla de sus víctimas (Lc.4:33-34 , Mr.1:23)
c. Habían dotado a sus víctimas de una fuerza sobrenatural, de manera que
nadie pudiera dominarles. “las cadenas habían sido hechas pedazos por él y
nadie le podía dominar” (Mr.5:4).

6. d. Habían hecho a sus víctimas perder el juicio.
 El endemoniado gadareno “de día y de noche dada voces en los
montes y sepulcros e hiriéndose con piedras”.
 Estaba sin ropa (Lc.8:27)
 Ya no vivía en casa sino en los sepulcros (Lc.8:27)

7. e. Podían habitar muchos en el cuerpo de su víctima (Mr.5:9) “Legión,
porque somos muchos” (6000 soldados romanos)
LA ACTIVIDAD DE LOS DEMONIOS
f. Atormentaban a sus víctimas (Mt.15:22) y les hacían daño.
 El espíritu mudo y sordo, hacía que el muchacho se echara en
el fuego y en el agua para matarle (Mr.9:22)
 El endemoniado gadareno, se hería a el mismo con piedras
(Mr.5:5)
 Causando una enfermedad. En el caso de la mujer que estaba
encorvada (Lc.13:11). El caso de un mudo (Mt.9:33)

8. B. EL CONOCIMIENTO DE LOS DEMONIOS
a. Sabían que Jesús venia para destruirlos (Lc.4:34)
b. sabían que Jesús era el Santo de Dios (Mr.1:24)
c. Sabían que Jesús era Hijo del Dios Altísimo
(Mr.5:7)
d. Sabían que Jesús venía para atormentarlos (Mr.5:7), por esta
razón se arrodillaron ante Él (Mr.5:6). En el contexto Jesús los iba a
atormentar expulsándolo del cuerpo de su víctima (Mr.5:8) y
enviarlos al “abismo” (Lc.8:31) – lugar de tormento en el Hades, note
(2P. 2:4). Los demonios no querían ir al abismo. Todo parece indicar
que al expulsarlos del gadereno, ellos volverían al abismo, por eso le
pidieron a Jesús que los dejara ir a los cerdos.
e. Sabían que Jesús tenía autoridad sobre ellos (Mr.5:10-12)
 Le dijo al espíritu mudo y sordo que tomaba al muchacho “yo te
mando, sal de él” (Mr.9:25).

9. 3. LA EXPULSION DE LOS DEMONIOS
A. Jesús sólo les ordenaba salir (Mt.9:32, Lc.4:35)
B. los apóstoles sólo les mandaban salir (Hch.16:18)
a. Cuando esto pasaba, los demonios salían al instante
b. No recitaban un conjuro o una oración

10. 4. ¿HOY EXISTE LA POSECION DEMONIACA?
NO
A. Porque para que se propicie esto, tiene que haber alguien que
tengo poder para echarlos fuera.
a. El que lo expulsaba tenía que tener la habilidad o poder
 Los 70 discípulos de Jesús (Lc.10:17-20)
 Los 12 apóstoles ( Mr.6:7)
 No cualquiera tenía esa habilidad o poder (Hch.19:13-17)
b. El expulsar demonios era un don milagroso
 Note que entra en la lista de los milagros (Hch.19:11-12 , Mr.16:17-
18)
B. Porque ya no existen los dones milagrosos
a. Si ya no existe quien tenga estos dones, entonces ya no existen la
posesión demoniaca
b. Si existiera la posesión demoniaca, entonces eso implicaría que
estamos desarmados, porque hemos dicho que no hay quien tenga ese don
milagroso. (lo cual sería una contradicción a pasajes como Ef.6:11, 2
Co.10:4. Estos pasajes nos enseñan las armas con las que contamos.

11. c. Si existiera la posesión de demonios… qué pasaría si nos encontramos con
un endemoniado? ¿Cómo le predicaríamos el evangelio? Si esta poseído o
dominado por el mal, sería como una persona enferma de sus facultades
mentales, que no sabe distinguir entre lo bueno y lo malo.
d. Hoy en día no existe la posesión demoniaca porque sencillamente
no hay gente en el mundo que tenga el don milagroso para
contrarrestarla.
 En el tiempo de Jesús existió y hubo quien la contrarresto (Jesús y
sus discípulos a quienes Él dio esa autoridad)
 En el tiempo de los apóstoles existió y hubo quien la
contrarresto (Pablo y seguramente los cristianos que tenían
ese don milagroso. Pero hoy en día ya no hay cristianos con
dones milagrosos

12. CONCLUSIÓN
Hoy existe
 La opresión demoniaca, que no es más que la presión que ejerce del diablo
y sus ángeles sobre nosotros los cristianos. Recuerde que “no tenemos
lucha contra carne ni sangre sino contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
(Ef.6:12).

13.  La obsesión demoniaca, que es lo que las personas en el mundo practican
cuando muestren un interés en las cosas ocultas como: la brujería, astrología,
espiritismo, el tarot, la adivinación, médiums, películas y libros de terror etc. O
personas que creen en ese tipo de cosas. Recuerde que la mente del hombre es
muy sugestiva.

14. Pero ya no existe
La posesión de demonios. De manera que hoy el hombre no puede tener
excusa a no obedecer el evangelio de Dios. Hoy nadie puede echar la culpa
a los demonios de llevar una vida pecaminosa, si nos domina Satanás o los
demonios, es porque de manera deliberada nos dejamos controlar por ellos
al vivir de una manera desagradable a Dios.
Ya no deje que eso pase, recuerde que los poseídos no tenían elección,
pero usted y yo sí. Le animo a que venga a Cristo “arrepentíos y bautícese
cada uno de vosotros para el perdón de sus pecados y recibiréis el don del
Espíritu Santo” (Hechos 2:38).