El documento describe la historia del primer computador que Luis Alberto Parra compró en 1998 después de recibir su primera beca. Al principio, la autora era muy pequeña para usar la máquina, pero con el tiempo el computador se integró más en su vida y le permitió hacer actividades académicas en casa y disponer de más tiempo en familia. El documento también contrasta cómo ha cambiado el uso de computadores desde 1998 con las mayores velocidades de internet, más almacenamiento, y la posibilidad de estudiar y trabajar en línea.