La historia cuenta cómo una mujer abofeteó a un hombre mientras caminaban por el desierto, pero luego lo salvó de ahogarse en un oasis. El hombre escribió sus heridas en la arena para que el perdón las borrara, pero grabó su deuda con la mujer en piedra para recordar siempre su buena acción. La moraleja es aprender a perdonar con el tiempo y agradecer para siempre los favores recibidos.