La lettera di pedro Sanchez che annuncia una "pausa"
El contrato de lectura
1. El contrato de lectura1
En esta propuesta, al análisis le va a interesar preguntarse por la lectura, pero no se encuadra en lo que
tradicionalmente –en el campo de la comunicación- sería un análisis de recepción, no va a proponer
investigar qué ocurre con los lectores o destinatarios reales de los mensajes de los medios.
Lo que se pretende es tratar de comprender la relación que se establece entre un medio y su público. El
medio busca venderse y para esto utiliza diferentes estrategias de persuasión, es decir, distintos modos de
interpelar al público para que consuma determinado producto y no otro.
A esta relación entre un soporte y sus lectores, Verón la va a llamar “el contrato de lectura”. Contrato
referido al discurso del medio, al vínculo que el enunciador le propone al destinatario. Es el medio el que
propone el TIPO de contrato al lector. Y este contrato podrá implicar una relación de complicidad, de
distancia o de pedagogía con el público, según entienda cuál es la forma más acertada para lograr que los
receptores se sientan identificados y compren el producto.
Es oportuno aclarar que el disparador o el estímulo que sustenta esta propuesta es atender a la especificidad
del discurso del medio. Esto es, no lo que dice sino el modo en que lo dice. Porque Verón entiende que en
este nivel puede comprenderse qué lleva a elegir un producto y no otro frente a la homogeneidad de
contenidos.
El análisis del contrato de lectura tiene como sustento la Teoría de la Enunciación que parte de la distinción
de 2 niveles de funcionamiento de toda comunicación: el plano de la Enunciación y el del Enunciado.
En su libro “Mercado y estrategias enunciativas” (1999), Verón señala que en el plano de la enunciación se
construyen las posiciones –las imágenes- del que comunica (enunciador) y de aquél a quien está dirigido el
acto del discurso (destinatario).
El plano del enunciado corresponde esquemáticamente al CONTENIDO (a lo que se dice, al mensaje que se
constituye). Mientras que la enunciación tiene que ver con “la manera de decir”, es decir, con las distintas
maneras en que un mensaje puede ser dicho. Dirá Verón que un mismo contenido puede ser construido a
través de distintas estrategias enunciativas.
Ejemplos de “maneras de decir”:
Bin Laden fue asesinado (el enunciador presenta una verdad objetiva)
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Texto redactado por la docente.
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2. Yo creo que Bin Laden fue asesinado (creencia del que habla)
Sabemos que Bin Laden fue asesinado (saber compartido, el enunciador implica al destinatario)
Yo sostengo que Bin Laden fue asesinado (puede aludir a que el destinatario o un tercero no esté de
acuerdo)
Un aspecto importante que destaca Verón es que no hay que confundir EMISOR (entidad individual o
colectivo real) con ENUNCIADOR (posición del que comunica construida en la comunicación). Y que también
conviene diferenciar al RECEPTOR (entidad individual o colectiva real) del DESTINATARIO (posición
discursiva).
Enunciador y destinatario son entidades discursivas y un mismo emisor puede construirlas de maneras
diferentes. El que habla se posiciona en un lugar específico y, al mismo tiempo, posiciona a su interlocutor.
Posicionarse implica, de alguna manera, expresar “quién soy yo” y “quien es mi destinatario”. Es decir que
un discurso construye cierta imagen del que habla y de aquel a quien se le habla. Y también un NEXO, un
vínculo entre estos lugares.
Veamos el siguiente enunciado: “Gómez, siéntese en su lugar y guarde silencio”. El enunciado es lo que se
dijo y es lo que vamos a analizar para indagar qué datos de los interlocutores y de la situación en la que
están podemos rastrear para reconstruir la situación de enunciación. Podemos señalar que hay un
enunciador que se ubica como autoridad, que tiene el poder de dar una orden y un destinatario singular que
se construye como aquel que debe obedecer. También que la relación que se construye entre enunciador y
destinatario es de distancia, porque se utiliza el “usted” (que en nuestra cultura es un signo de distancia, en
algunos casos, y de cortesía o respeto en otros). El mismo emisor, en este caso un profesor, podría decir
“¿Me hacen el favor de callarse?”, el destinatario construido sería plural, sería el conjunto de la clase y el
enunciador ya no se posicionaría en un lugar de mando, sino de alguien que depende de la voluntad de los
destinatarios (está pidiendo por favor).
Por lo tanto, vemos que un procedimiento importante para analizar la enunciación es rastrear si hay
términos (pronombres personales o verbos, por ejemplo) que identifiquen al enunciador y el destinatario
(que se identifican como elementos que muestran la situación de enunciación del enunciado).
Cuando se analizan enunciados, además de los pronombres y verbos que nos permiten armar la imagen del
enunciador y del destinatario, hay otros términos o expresiones que atender a los que se los conoce como
subjetivemas. Los subjetivemas son palabras que contienen una carga valorativa, es decir, expresan las
valoraciones que realiza el enunciador. Y analizar las valoraciones nos permite conocer también quién es el
enunciador, es decir, refieren al lugar desde el que se habla. Por ejemplo, muchos sustantivos son
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3. evaluativos. No es lo mismo preguntar “¿Conociste el pueblito?” (podría interpretase como marca de afecto
que destaca un lugar pintoresco) que “¿Conociste el pueblucho?” (la marca valorativa es negativa). Por lo
tanto, al analizar enunciados vamos a atender a las palabras o las expresiones que dan cuenta de las
valoraciones que realiza el enunciador. Esto es reconstruir la instancia de enunciación, hacer foco en la
manera en que se dice algo.
Algunos términos importantes para poder analizar “las maneras de decir” del enunciador son los sustantivos,
los adjetivos, los adverbios y algunos verbos (siempre atendiendo a que expresen marcas subjetivas).
Por ejemplo, si un diario publica que “las ambiciones políticas de nuestra presidenta son INTOLERABLES”, el
adjetivo INTOLERABLE es un juicio explícito del enunciador.
En los diarios, muchas veces al referir declaraciones o palabras dichas por diversos actores, hay que atender
a los verbos utilizados porque tienen cargas valorativas muy fuertes. No es lo mismo que se publique “El
ministro de Economía DIJO que...” (donde el verbo DECIR puede interpretarse como un término neutro) que
se utilicen otros verbos como ASEGURÓ o GARANTIZÓ. Muchas veces, pueden implicar una toma de posición
del enunciador respecto al valor de verdad que hay en las palabras o en la actitud de otra persona.
Actividad: lean la carta de lectores publicada en el diario La Nación el 19 de mayo de 2011 2 y analicen la
imagen del enunciador y del destinatario. Preguntas orientadoras: Respecto al enunciador, ¿qué
pronombres y verbos lo identifican? ¿Qué términos de la carta establecen valoraciones y calificaciones que
permiten construir la imagen del enunciador? Sobre el destinatario, ¿a quién se dirige el enunciador? ¿Con
qué términos –adjetivos, sustantivos- se lo nombra? Señalen también quién o quiénes serían el emisor o los
emisores y el receptor o los receptores.
Señor Director:
"Quiero referirme al artículo de opinión publicado en LA NACION el jueves 12 del actual «Una
muerte no se repara matando», firmada por Agustín Grehan, hermano de una víctima del 11 de
Septiembre."
"Por mi parte, recibí la noticia de la muerte de Osama Ben Laden como un acto de protección a
nuestros hijos y no como el señor Agustín Grehan, que lo considera un asesinato para «vengar» o
2
http://www.lanacion.com.ar/1374441-cartas-de-lectores
3
4. «ajusticiar» otras muertes; por ello no comparto su tristeza y decepción por el asesinato de un líder
terrorista."
"Debo decir, a riesgo de caer en una flagrante tautología, que la interpretación del autor de la nota
sobre la desaparición de Osama Ben Laden difiere del pensamiento de las personas que celebramos la
noticia como un acto de protección para miles de inocentes personas que quieran recorrer el mundo con
seguridad y paz."
Guido Parisier - Avda. Alvear 1891, Capital
Bibliografía consultada:
Verón, Eliseo: “El análisis del Contrato de Lectura. Un nuevo método para los estudios del posicionamiento
de los soportes de los media”, en VVAA, Les Medias Experiencies, recherchers actuelles, aplications, IREP,
París, 1985.
Verón, Eliseo: “Mercado y estrategias enunciativas”, en Esto no es un libro; Gedisa, Barcelona, 1999 (págs.
95-97).
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