La reproducción humana es sexual, lo que significa que los hijos de una pareja son genéticamente diferentes entre sí y de sus padres. El sexo de un individuo se determina por los cromosomas sexuales X e Y que contiene su óvulo o espermatozoide. A lo largo de la historia, se han propuesto diversas teorías erróneas sobre cómo se determina el sexo, como la influencia de la luna o el viento, pero hoy se sabe que depende de la información genética contenida en el óvulo fecundado.
1. FUNCIÓN DE
REPRODUCCIÓN
La reproducción de
los humanos es
sexual: los hijos(as)
de una pareja son
diferentes a los
padres y entre sí.
En nuestra especie,
los caracteres sexuales (dimorfismos) aparecen en
diferentes etapas del desarrollo de los individuos. Los
llamados CARACTERES SEXUALES PRIMARIOS
corresponden a los órganos genitales, que se originan
hacia el cuarto mes de la vida intrauterina.
Al llegar a la pubertad, se desarrollan otras
características que permiten diferenciar a los dos
sexos; como los senos, la barba, la diferencia en el tono
de voz, etc., que constituyen los CARACTERES
SEXUALES SECUNDARIOS.
Su aparición se debe a la presencia de las hormonas
secretadas por los órganos sexuales. Paralelamente a
esta evolución física,
mujeres y varones
presentan
comportamientos psíquicos
y sociales distintos,
dependiendo del tipo de
educación y de las
costumbres imperantes en
un lugar.
Evolución en la Historia:
El filósofo Anaxágoras afirmaba que el semen del
testículo derecho producía descendientes masculinos, u
el del izquierdo, femeninos.
Aristóteles; sin embargo, que lo
decisivo en este asunto era la
dirección en la que soplase el viento
en el momento de la cópula: si soplaba
viento del sur los animales
engendraban descendencia masculina,
mientras que si el viento procedía del
norte, los descendientes eran hembras.
El hombre es un animal
vertebrado que
pertenece al grupo de los
mamíferos. El hombre
como todos los seres
vivos; nace, crece, se
reproduce y muere.
2. Hace solo un siglo, se creía que el sexo estaba
determinado por diversas
circunstancias ocurridas antes de la
concepción o durante el embarazo
tales como las fases de la luna y el
régimen alimentario.
Hoy sabemos que un óvulo fecundado
origina un individuo masculino o
femenino, dependiendo de la
información genética que contenga. En nuestras células
hay 46 cromosomas, dos de las cuales(los cromosomas
sexuales, x e y) tienen un significado especial. La
fórmula cromosómica de las mujeres es 44 + xx,
mientras que de la de los varones es 44 + xy.
El óvulo solo puede aportar un cromosoma x, mientras
que el espermatozoide puede ser portador de un x o de
un y; según el tipo de espermatozoide, el huevo será xx
o xy y, ya desde su origen, destinado a su identidad
sexual determinada.
Importante:
Aunque el sexo final viene determinado por la fórmula
cromosómica, todos los embriones empiezan a
desarrollarse según un modelo básico femenino. Las
gónadas embrionarias contienen células bipotenciales y
el aparato genital se encuentra indiferenciado.
Entre la sexta y la séptima semana del desarrollo
embrionario, si los
cromosomas sexuales son
XY, el esbozo de gónada
evolucionará a testículo;
para que se pueda dar este
cambio tiene que actuar el
gen SRY (Región del
cromosoma Y determinante del sexo), si llegara a faltar
este gen, la evolución hacia los órganos masculinos no
llega a producirse y el embrión dará lugar a una mujer,
aunque sus células contengan el plan estructural de tipo
masculino.