La Revolución Industrial en Inglaterra a mediados del siglo XVIII se basó en la máquina de vapor. Algunos elementos clave que permitieron la Revolución Industrial fueron la aplicación de la ciencia al proceso de producción, la especialización de la actividad económica, y el movimiento de la población de áreas rurales a urbanas. La máquina de vapor permitió la explotación de la energía térmica y resolvió problemas como las inundaciones en las minas de carbón.