Autobiografía del Verdadero Padre, Sun Myung Moon. El como Salvador de la humanidad desea aliviar el sufrimiento de todos y sobre todos de aquellos más desfavorecidos.
1. “Algo más que caridad para acabar con el hambre”
• Verdadero Padre Sun Myung
Moon su AUTOBIOGRAFÍA.
• “Como un Ciudadano Global
Amante de la Paz”
• Capítulo VII – Sección VIII.
• Editado en Madrid, España.
• Pure Love Education Academy.
• Verano del 2014.
3. • El Verdadero Padre Sun Myung Moon y
• su amada esposa la Verdadera Madre
• Hak Ja Han.
• Ellos son los Verdaderos Padres del Cielo,
• la Tierra y de Toda la Humanidad.
• Enviados por Dios en el Siglo XX.
• Fundadores de la:
• Federación de Familias para la Unificación
y Paz Mundial.
4. • Si queremos resolver el problema del hambre, hemos de tener la
paciencia de querer sembrar.
• La semilla se siembra en la tierra y no se ve, hasta que germina y
rompe su cáscara.
• De forma semejante, a largo plazo es más importante enseñar a
plantar y cosechar trigo, y convertirlo después en pan, que
simplemente darle un trozo de pan a quien está a punto de morir.
• Lo primero puede resultar más difícil y no recibir tanto
reconocimiento público, pero es la única manera de conseguir una
solución radical y sostenible al problema del hambre en el mundo.
• Tenemos que empezar a estudiar ahora el clima, el terreno y el
carácter de la gente de las zonas azotadas por el hambre.
• Existe un árbol llamado moringa. La gente en el Congo alimenta a
sus hijos con las hojas de este árbol, ricas en nutrientes, para
completa su dieta.
6. • También se las dan al ganado, para que engorde antes de llevarlo al
mercado. Trituran las hojas en un mortero, le agregan un poco de
aceite y hacen una masa que luego fríen para comer.
• Una buena idea sería plantar muchos árboles de moringa y,
después de cortarles la raíz, que es venenosa, triturarlos enteros y
hacer harina para pan.
• Muchos países podían seguir este ejemplo y plantar árboles de
moringa. También está la alcachofa de Jerusalén, similar al boniato,
que crece tan deprisa que las cosechas obtenidas son tres veces
mayores que con otras plantas usadas para aliviar el hambre.
• Cultivar muchas alcachofas de Jerusalén es otra manera de
contribuir a resolver el problema del hambre.
• En Jardim usan unas lombrices enormes para fertilizar la tierra que
cultivan. Es un gusano que sólo existe en Suramérica, pero quizás
podamos estudiar su hábitat, y aprovecharlo para ayudar a la
agricultura de otras partes.
8. • Hay coreanos en la región brasileña de Mato Grosso estudiando
los gusanos de seda. Si tiene éxito la cría de gusanos de seda allí,
se podría obtener seda a bajo coste y venderla para comprar
alimentos.
• No hay una solución rápida al problema del hambre en el mundo.
La gente tiene gustos y hábitos diferentes en cada país y la flora y la
fauna también son diferentes.
• Lo importante es preocuparnos de nuestro prójimo.
• En primer lugar, debemos desarrollar un corazón que, cuando ya
nosotros tenemos comida suficiente para saciarnos, pensemos en la
gente que pasa hambre y en cómo podemos ayudarles.
• Si la humanidad no resuelve el problema del hambre, nunca
alcanzaremos una paz verdadera.
• Si la persona a mi lado está a punto de morir de hambre, la paz es
un mero lujo.
9. • Enseñar las habilidades necesarias para ser autosuficientes en la
producción de alimentos es tan importante como distribuir alimentos
directamente a los necesitados.
• Para enseñar esas habilidades hemos de construir escuelas en
regiones remotas, combatiendo el analfabetismo.
• Hay que construir escuelas técnicas para que los lugareños aprendan a
autoabastecerse.
• Los occidentales que conquistaron África y Suramérica no hicieron
bastante para proporcionar tecnología a los pobladores locales.
• Sólo usaron a la gente como mano de obra, mientras trataban de
excavar y llevarse los recursos naturales escondidos bajo tierra.
• No les enseñaron a ser agricultores, ni a construir fábricas. Eso fue
injusto.
• Desde que abrimos nuestras misiones en el extranjero, nuestra iglesia
fundó escuelas en lugares como el Congo, para enseñar agricultura y
tecnología industrial.
10. • Otro problema al que se enfrentan quienes sufren hambre es que no
pueden pagar un tratamiento médico adecuado cuando caen
enfermos.
• Al otro lado del mundo, los países desarrollados se enfrentan al
consumo excesivo de fármacos, pero quienes pasan hambre a
menudo mueren porque no pueden comprar ni una simple medicina
contra la diarrea.
• Por eso, mientras trabajamos para erradicar el hambre, debemos
también prestar ayuda médica. Tenemos que abrir hospitales y
cuidar de las personas que sufren enfermedades crónicas.
• Por ejemplo, en Brasil, desde nuestras granjas de la Nueva
Esperanza, en la región de Jardim, han partido ambulancias y
equipamientos médicos que he donado a más de 30 pequeñas
poblaciones circundantes.
11. • Fundé granjas de la Nueva Esperanza como un modelo de
convivencia pacífica para la humanidad. Hemos cultivado una gran
extensión de tierra para la agricultura, y construido ranchos de ganado
en las zonas altas.
• La granja de la Nueva Esperanza está en Brasil, pero no pertenece
solamente a los brasileños. Cualquiera que tenga hambre puede ir allí,
trabajar y alimentarse.
• Unas 2.000 personas de todas las razas y de todas partes del mundo
pueden siempre alojarse y alimentarse allí. Estableceremos un sistema
educativo, desde la escuela primaria hasta la universidad.
• Enseñaremos a cultivar la tierra y a criar ganado. También vamos a
enseñar a plantar y cultivar árboles, y a pescar, transformar el pescado y
venderlo.
• No sólo son granjas, también aprovecharemos las numerosas lagunas
en las cercanías del río para crear piscifactorías y zonas de pesca.
13. NEW HOPE EAST GARDEN - Jardim, Mato Grosso do Sul, Brazil
14. • La región paraguaya del Chaco ocupa el 60% del territorio de ese país,
pero ha sido una tierra descuidada. El Chaco se formó cuando el mar
inundó la tierra firme, y aún hoy brota agua salada al cavar el suelo. Tenía
más de 70 años cuando fui por primera vez a Paraguay.
• La vida de las personas que habitaban esa abandonada tierra era
indescriptiblemente pobre.
• Verlos me causó un gran dolor en mi corazón. Quería sinceramente
ayudarles, pero no estaban preparados para aceptarme fácilmente,
alguien con otro color de piel y que hablaba un idioma destinto al suyo.
• Pero no me di por vencido. Recorrí el río Paraguay durante 3 meses,
comiendo y durmiendo con la gente del lugar. A mis más de 70 años, me
estaba comprometiendo con una tarea que, según la gente, era imposible.
• A todos lo que encontré les enseñé lo que sabía de pesca, y ellos me
enseñaron su idioma. Pasamos 3 meses en el mismo barco y nos
hicimos amigos.
15.
16. • Una vez que abrieron sus corazones, les hablé una y otra vez de por
qué el mundo debe unirse. Su primera reacción fue de indiferencia.
Pero la gente del Paraguay empezó a cambiar poco a poco, año tras
año. Diez años después habían cambiado tanto, que celebraron allí
un festival mundial de paz con gran entusiasmo.
• Resolver el problema de los alimentos no significa que la paz
sobrevenga inmediatamente. Tras resolver el problema del hambre
hay que implementar programas para educar sobre la paz y el amor.
• He construido escuelas en lugares como Jardim y el Chaco.
• Al principio, la gente no enviaba a sus hijos a la escuela, sino que les
tenían ayudándoles a criar el ganado.
• Nos esforzamos en convencerles de que los niños y los jóvenes
necesitan una educación.
• Como resultado , ahora tenemos muchos alumnos.
17. • También construimos una fábrica de industria ligera, donde
elaboramos productos usando tecnología simple. Después de eso,
los alumnos se interesaron más en asistir a la escuela para poder
luego trabajar en la fábrica.
• Todos somos responsables por la gente que muere de hambre en
el mundo. Tenemos que actuar para ayudarlos. Con claro sentido de
responsabilidad, hemos de encontrar la manera de alimentarlos y
salvarlos.
• La gente que vive bien debe bajar a un nivel
ligeramente inferior y elevar a los que viven en la
pobreza, para construir un mundo donde todos
vivan bien.
18. • Unos Verdaderos Padres dedicados a ayudar a Dios y a la
humanidad a salir de la angustia y el sufrimiento.
19. • “Oremos para que todos
aquellos con poder,
conocimientos, posición social y
recursos económicos sobrados
se sienten con el deber de
ayudar a aquellos que no
tienen, no saben y que viven
desesperados en el sufrimiento,
el dolor y la pobreza.
• Agradecemos a los Verdaderos
Padres por su vida de entrega,
devoción y dedicación para
ayudar, y salvar a toda la
humanidad.
• Familias Bendecidas. ¡AJU!