El abuelo/a más viejo del mundo es Dios. De modo que una vida en la que se recibe el amor del abuelo y se vive por él es una vida en la que se llega a comprender el amor de Dios y se vive por Él. Necesitamos mantener esa tradición para poder abrir el almacén secreto del Reino de Dios y recibir Su tesoro de amor. Cualquier país que ignore a sus ancianos abandona su carácter nacional e ignora sus raíces.