1. ESQUEMA
Esquema según una definición clásica la podemos encontrar en la crítica de
la razón pura, de Inmanuel Kant. En ella dirá que “nuestro conocimiento
surge básicamente de dos fuentes del psiquismo:
La primera es nuestra facultad de recibir representaciones
La segunda es la facultad de conocer un objeto a través de tales
representaciones
Son empíricos si contienen una sensación, son puros si no hay en la
representación mezcla alguna de sensación. Podemos llamar a ésta última la
materia del conocimiento sensible”.
Un esquema conceptual sería un mapa categorial previo a toda experiencia
posible y basado en conexiones conceptuales. Los conceptos protagonistas
de tal mapa son también innatos, son las categorías, bajo las cuales
moldeamos la realidad. Esta definición, a pesar de ser totalmente coherente
con el entramado de la obra y del sistema kantiano, cae por su propio peso.
A pesar del universalismo psíquico del que habla Tylor, nuestros esquemas
conceptuales son algo aprendido, y tal universalismo psíquico refiere más a
una capacidad de simbolización y de construir esquemas conceptuales que a
un esquema mental que podríamos decir, se echa sobre el mundo cuando
entramos en contacto con él.
Esto pone de manifiesto que, por un lado la capacidad de crear esquemas
conceptuales es algo universal, todos los seres humanos estamos
capacitados para ello, es más, es una condición de posibilidad, a mi parecer,
de la cultura. Por otro lado que los esquemas conceptuales son variados,
según factores tales como el medio en el que se dé una sociedad, el tipo de
sociedad… pero, es más, estos esquemas conceptuales pueden interferir en
la composición del mismo, quiero decir, la forma en que nos relacionamos con
todo lo que nos rodea interfiere en la construcción, que se da a lo largo de
nuestra vida, de nuestro esquema conceptual.
Este esquema está íntimamente conectado con el mundo y el lenguaje, pues
el mundo es percibido y comprendido bajo el mismo; y en el lenguaje se
expresa. Se aprende el esquema conceptual en el proceso de
"enculturación", de modo que va pasando dentro de una sociedad a través
del tiempo. Este esquema se caracteriza por ser una configuración simbólica
de carácter cognitivo.
2. ¿Qué es?
El esquema es una lista de ideas organizadas jerárquicamente, de forma que
todos los elementos del mismo nivel se alinean verticalmente a lo largo de la
página. Si se estima conveniente, se identifican con letras y números.
Cada elemento del esquema es sólo un tema que habrá de desarrollarse en la
composición; no tiene por qué adoptar la forma de oración, basta con
enunciarlo mediante una palabra, sintagma o frase.
¿Para qué sirve?
Un esquema sirve para poner en relieve las ideas principales, las ideas
secundarias y las relaciones que mantienen unas y otras entre sí. Es un buen
recurso para estructurar las informaciones recogidas en la "Generación de
ideas" y, a su vez, es útil para generar nuevas ideas.
¿Cómo se hace?
1. Escribe el título al comienzo del esquema, sin precederlo de números ni de
letras.
2. En el esquema sólo deben aparecer temas que deban discutirse en la
composición. Por lo tanto, términos como Introducción, Cuerpo y Conclusión,
unidades estructurales pensadas por el autor, no deben aparecer en el
esquema.
3. Usa números romanos para las ideas o temas principales. Las ideas
secundarias o subtemas se indicarán mediante letras mayúsculas, números
arábigos, letras minúsculas, números arábigos entre paréntesis y letras
minúsculas entre paréntesis.
4. Todos los elementos del mismo nivel o importancia deberán estar
alienados verticalmente sobre el papel y marcados de forma ordenada por
números y letras.
5. Deberá haber por lo menos dos subtemas por cada tema, ya que éstos son
divisiones del tema.
6. Debe existir un paralelismo entre el enunciado de temas y subtemas. Si el
primer tema, en una lista de temas, se enuncia mediante un nombre, los
enunciados de los temas siguientes deberán ser nombres también. Por lo
tanto, no se deben mezclar categorías en los enunciados de temas del mismo
nivel.
7. Al finalizar el trabajo, se debe valorar si el esquema generado resulta
equilibrado, es decir, si cada bloque del mismo nivel tiene más o menos la
misma complejidad .Los bloques poco ramificados corresponden a ideas poco
desarrolladas, y contribuyen a crear un texto demasiado esquemático.