El documento habla sobre el bullying o acoso escolar, definiéndolo como violencia repetida contra un compañero que lo hace sentir miedo. Esto puede causar depresión, deseos de no ir a la escuela y, en casos graves, pensamientos suicidas en la víctima. También describe los roles del acosador, la víctima y los testigos, así como las consecuencias a corto y largo plazo. Finalmente, ofrece consejos para prevenir el bullying y ayudar a las víctimas.
8. VICTIMA
Son percibidas como inseguras
Sensitivas
Físicamente más débiles
Con pocas habilidades sociales
Con pocos amigos.
buenos alumnos.
9. CONSECUENCIAS TEMPRANAS
Ansiedad
depresión
deseo de no ir a clases
ausentismo escolar
deterioro en el rendimiento.
Presentan más problemas de salud
somática
Si la victimización se prolonga,
puede aparecer ideación suicida
Quiero
Morirme!
11. CONSECUENCIAS EN LA ADULTEZ
sufre de trastornos de ansiedad
ataques de pánico
Agorafobia
“Son personas –afirma– que pueden decidir, no tener hijos, para
evitar que pasen las mismas dificultades. Y en ámbitos de oficina,
además de presentar dificultades para expresar sus opiniones,
son personas que tampoco se atreven a pedir permisos, a
solicitar aumentos
12. Los agresores o bullies:
físicamente más fuertes
dominantes
Impulsivos
no siguen reglas
baja tolerancia a la frustración
desafiantes ante la autoridad
buena autoestima
tienen actitud positiva hacia la violencia
esperan crear conflictos donde no los hay
no empatizan con el dolor de la víctima
ni se arrepienten de sus actos.
14. Los testigos, espectadores o
bystanders:
• son la audiencia del
agresor, entre el 60 y
70% del universo
restante.
• El agresor se ve
estimulado, pues lo
hace por la audiencia
o inhibido por ellos
• No es de su
incumbencia, temor a
ser víctimas
16. • Gabriela, una mujer de 30 años, estaba en su trabajo cuando empezó a
sentir que le faltaba el aire. A medida que pasaban las horas, el malestar
empezó a aumentar. Comenzó a flaquear. Finalmente, colapsó: dejó el
teléfono descolgado y huyó de su cubículo, ante la mirada atónita de sus
jefes, para refugiarse en el baño.
• “Me faltaba el aire, empecé a transpirar y se me nubló la cabeza. Me
bloqueé totalmente”, cuenta hoy, a un año de haber renunciado a su
trabajo. A un año de su último ataque de pánico.
• Esa no fue la primera vez que Gabriela perdió su empleo. Renunció a
todos los trabajos en los que se embarcó para pagar sus estudios, porque
no soportaba la presión. Todas las veces terminó llorando en el baño.
• En el colegio, recuerda hoy, había tenido más resistencia. Entonces era
capaz de soportar que le gritaran a centímetros de su oreja, o que le
pegaran chicle en el pelo. Pero fue cuando empezó a trabajar que
comenzaron los ataques de pánico.
17. Toda mi vida
he sido
acosado y
aislado.
Vosotros sois
fantásticos y
espero que
no os
enfadéis",
señalaba en
la misiva, que
el joven
concluía con
un emotivo
"hasta que
nos volvamos
a ver".
"No queremos que haya culpables, sino que los jóvenes que acosan sean
conscientes de las consecuencias que pueden acarrear sus hechos", según la
declaración leída en nombre de los padres.
19. No reírse junto con el agresor
en el acto intimidatorio,
Cambiar de escena al agresor
Comunicarlo a un adulto, con
información de cuándo y
dónde ocurre
Quitarle la audiencia al agresor. Irse y animar a
otros a hacerlo.
Parar al agresor de manera firme ,
Brindar amistad pública a la víctima
No usar la violencia física con el agresor.
20. Enrolarse en actividades anti acoso escolar u
otras de servicio a los demás, ser tutor de
niños menores.
Hacerle presente a la víctima posteriormente
que no está de acuerdo con lo que sucede
• Invitar a la víctima a entretenciones
grupales
No participar en rumores ni decir afirmaciones
que menoscaben la dignidad de las personas
RESPETAR LAS
DIFERENCIAS
21. Háblalo con tus padres
o maestros
No te quedes solo,
trata de estar con
amigos o profesores
SI TE ESTA PASANDO A ………..
22. Trabajo de crecimiento
personal, en el cual tu
mismo te conviertes
en ‘terapeuta’ de tí
misma, identificando
tus propias fortalezas
personales y
cualidades.
Es importante el
desarrollo de
automensajes
positivos que ayuden
a neutralizar o acallar
las voces de los
agresores y permitan
aprender a
relacionarse con las
personas que sí lo
pueden valorar”.
23.
24. • “¿Te ha tocado ver que alguien moleste a
otro? ¿En qué ha consistido? ¿Qué has
sentido tú en ese momento?” “¿Qué crees tú
que siente el que es molestado?” “¿Te parece
que es correcto eso que pasa?” “Es difícil
muchas veces hacer algo; a ti, ¿te han dado
ganas de hacer algo? ¿Lo has hecho? ¿Cuál ha
sido el impedimento?