David Hume fue un filósofo escocés del siglo XVIII conocido por sus contribuciones al empirismo y el escepticismo filosófico. Cuestionó la existencia del yo, argumentando que no hay una entidad mental distinta de las percepciones y sentimientos. También puso en duda la posibilidad de justificar inducciones y causas a partir de la experiencia, lo que llevó a cuestionar la racionalidad de creencias como la existencia de un Dios personal o la libertad de la voluntad.