Interpretaciones subliminales detrás de las obras argentinas
Análisis del indigenismo en las novelas de Ciro Alegría
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5. EL MUNDO ES ANCHO Y AJENO: Unos de los temas de ese contexto, el indígena debe adaptarse a la Naturaleza, que le rodea con tan poderosa fuerza, que le va moldeando tanto física como espiritualmente. Para poder subsistir en este medio geográfico sin la ayuda exterior tiene que aferrarse a las fuerzas telúricas y adaptarse a ellas lo más posible. Su voluntad e inteligencia le hacen capaz de reaccionar contra este ambiente, modificándolo según sus fuerzas y así poder aprovecharlo para satisfacer las necesidades de la vida cotidiana. Poco más tarde, en el mismo capítulo leemos: «Y el indio, con sencillez y tesón, domó de nuevo la resistencia de la materia y en la desoíación de los pajonales y las rocas bajo el azote persistente del viento, brotaron los habitaciones, manteniendo sus paredes combas y su techo filudo con un gesto vigoros y pugnaz» Con estos textos quiere exponernos el autor peruano el gran triunfo del indio sobre la Naturaleza, triunfo difícil, teniendo en cuenta lo poderosa que es y la falta de medios y cultura de que adolece el hombre que la habita.
6. SERPIENTE DE ORO: «En las agrestes soledades puneñas la palabra rueda de boca en boca y cada relato pasa de los padres a los hijos y a los hijos de los hijos hasta nunca acabar. Cuando los hombres de la serranía abren sus bocas, aparecen jirones irrevelados de épocas lontanas con toda su frescura y su propio sabor. El relato es cifra, letra, página y libro. Pero libro animado y vivo … .” Es su primer gran escrito y tuvo enorme resonancia. Triunfa por su arte narrativo que le viene a Alegría de tradición, como herencia espiritual de aquella tierra, en que el relato tiene una dimensión vital para sus pobladores, como nos dice en la propia novela:
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8. PERROS HAMBRIENTOS: “ La Antuca y los suyos estaban contentos de poseer tanta oveja. También los perros pastores. El tono triste de su ladrido no era más que eso, pues ellos saltaban y corrían alegremente. orientando la marcha de la manada por donde quería la pastora. quien hilando el copo de la lana sujeto a la rueca, iba por detrás en silencio o entonando una canción, si es que no daba órdenes”