El documento declara que el régimen de Ortega en Nicaragua ha estado reprimiendo violentamente las protestas populares y enfrentándose armadamente con grupos en el norte del país, lo que ha generado más derramamiento de sangre. Se pide la renuncia de la jefa de la policía y se culpa directamente a Ortega de provocar más violencia. Finalmente, se hace un llamado al ejército a cesar la represión y dialogar con los grupos armados para lograr la paz.
Unidad por la República condena violencia y pide diálogo en Nicaragua
1. COMUNICADO
Ante los recientes enfrentamientos armados en Pantasma, y la violencia utilizada por el
régimen como un instrumento cobarde de represión política en contra de nuestra
población, usando a la Policía, al Ejército y a las turbas, que nos recuerdan un pasado que
creíamos no volvería; la Unidad por la República declara:
1.- Las confrontaciones armadas se vienen produciendo desde hace algún tiempo en la
parte Norte de nuestro territorio. El Orteguismo ha tratado de ocultarlos y descalificarlos,
como lo hacia la dictadura somocista con el FSLN, llamándolos grupos delincuenciales.
Líderes como Yahoob, Pablo Negro y otros combatientes han muerto algunos en
combate, y otros capturados, torturados y finalmente asesinados.
La Iglesia Católica en la voz de Monseñor Abelardo Mata, y recientemente Monseñor
Carlos Henrique Herrera, y el Obispo Auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, han
manifestado su preocupación por el derramamiento de sangre producto de las
confrontaciones armadas.
2.- Indiscutiblemente, la crítica situación política, económica y social, junto con la burla
del gobierno a las justificadas peticiones y aspiraciones de nuestra población en general, y
del sector campesino en particular, son las causas que han generado la toma nuevamente
de las armas como forma de protesta y de rebeldía.
3.- La falta de democracia y libertad del régimen despótico de los Somoza, así como el
cierre de los espacios políticos y de expresión popular, junto con la represión
institucionalizada y los crímenes cometidos, fueron las causas que dieron origen a la caída
de la dictadura, al recurrir el pueblo al legitimo derecho de la rebelión.
4.- La Unidad por la República, igual que la mayoría de nuestro pueblo, no quiere más
derramamiento de sangre; y que la violencia, y el recurso armado fratricida nuevamente
se presente y se desarrolle, como un elemento de cambio.
2. 5.- Las demostraciones de una represión violenta en contra de la ciudadanía, han sido más
que evidentes en las pacificas manifestaciones, de los ancianos jubilados del Seguro Social,
y de los usuarios de MPESO, quienes ejercían su derecho a la libre movilización y a la
protesta, garantizadas constitucionalmente en los artículos 53 y 54 de nuestra
Constitución, y que fueron reprimidos por turbas motorizadas organizadas por la
dictadura orteguista y protegidas impunemente por la Policía Nacional..
La ausencia de democracia, libertad, y de justicia, junto con la corrupción y la falta de un
verdadero estado de derecho, así como los reiterados y descarados fraudes electorales,
junto con las aspiraciones continuistas del régimen, podrían eventualmente incitar, e
impulsar una espiral de violencia que mayoritariamente nuestra población rechaza.
Ante la complicidad claramente manifiesta de la Policía Nacional en la represión a la
ciudadanía, que protege y ayuda a las vandálicas turbas del Orteguismo, pedimos
públicamente la renuncia de la jefa de facto de la Policía Nacional Aminta Granera, la cual
está faltando junto con su cuerpo policial, a su responsabilidad primaria de protección a la
ciudadanía, y señalamos desde ya a Daniel Ortega Saavedra quien encarna la violencia, y
la represión, fiel reflejo de un régimen Fascista, como el responsable directo de un nuevo
baño de sangre de hermanos nicaragüenses.
Hacemos un llamado al Ejercito de Nicaragua para que con una conducta efectivamente
patriótica, cese de inmediato la represión en el Norte de nuestro País y se entable un
dialogo con estos grupos rearmados, a fin de darles las respuestas pertinentes que
permitan su reinserción en paz y libertad a la vida nacional.
Las dictaduras ejercen la violencia e institucionalizan la represión como una conducta
cobarde y de miedo a las ideas de los demás; mientras la República se construye y se
establece sobre bases sólidas de civismo, justicia, democracia, libertad y tolerancia.
“ UNIDOS CONSTRUYENDO UN FUTURO DE ESPERANZA “
Managua, 17 de Octubre de 2013.