1. Reforma Laboral, un compromiso que urge a México
Por Josefina Vázquez Mota
Hace 40 años se expidió la Ley Federal del Trabajo vigente. México
era entonces un país de 48 millones de habitantes, con una población
económicamente activa de 13 millones. Esta es hoy de más de 46
millones de personas. Hace 40 años, 40% de los trabajadores se
ocupaban en el sector agrícola, ganadería, pesca y silvicultura. Ahora
la situación es radicalmente distinta: 62% se emplea en el sector
servicios y 23% en el sector secundario. En 1970, participaban en la
economía 18% de las mujeres. Hoy lo hacemos más del 40%. La
población mexicana tenía 3.4 años de educación, hoy más de 8 años
en promedio. La realidad ha rebasado el contenido de las normas
jurídicas vigentes.
Los diputados de Acción Nacional refrendamos nuestra convicción y
compromiso de avanzar en la definición de la nueva legislación laboral
que urge a México, para impulsar el progreso, eliminar los frenos que
por años han postergado el crecimiento y para que las familias y las
comunidades tengan más oportunidades de bienestar.
Analizaremos y dictaminaremos con responsabilidad y seriedad las
distintas propuestas que ya tenemos y confiamos en que ésta será
también la voluntad de las distintas fuerzas políticas representadas en
la Cámara de Diputados. Debo subrayar que en las propuestas
presentadas existe una coincidencia fundamental: el respeto a los
derechos de los trabajadores y el apego irrestricto al Artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Esta reforma laboral ayudará a transformar a México, abriendo
posibilidades de ser más moderno y competitivo. En los últimos años,
diversos grupos de la sociedad han reiterado la urgencia de cambios
en la Ley Federal del Trabajo, que garanticen y actualicen los
derechos laborales de los trabajadores, y que también avancen con
nuevas disposiciones que permitan hacer frente a las demandas del
mercado productivo.
Las iniciativas existentes incorporan nuevas formas de contratación
que dinamizan y flexibilizan el mercado laboral. Hasta ahora la poca
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2. flexibilidad de nuestra legislación laboral se ha traducido en un alto
número de trabajadores informales y desempleados dado que no
existen esquemas de contratación a corto y mediano plazos.
Los jóvenes son una de las principales motivaciones de la reforma
laboral, pues bajo el marco legislativo actual, a pesar de ser poco más
del 20% de la Población Económicamente Activa, representan casi el
40% de los desocupados en el país. Las propuestas de ley incluyen
modelos para contratar jóvenes durante plazos determinados para
recibir adiestramiento y ser integrados al lugar de trabajo. Este tipo de
contrato corresponde a modelos que han sido muy exitosos en
economías de alta productividad.
Las innovaciones permitirán aprovechar el llamado “bono demográfico”
que representa la alta proporción de jóvenes respecto a nuestra
población total, mediante contratos para periodos de prueba y
capacitación inicial, con duración determinada, improrrogables, que
no podrán ser sucesivos ni celebrarse en más de una ocasión, con un
salario digno y con las prestaciones que correspondan.
Recordemos que en el sudeste asiático uno de los factores a los que
se atribuye el acelerado crecimiento económico en la segunda mitad
del Siglo XX, fue precisamente el aprovechamiento de su “bono
demográfico”.
Las propuestas de reforma laboral incluyen la profesionalización del
personal involucrado en la impartición de la justicia laboral para que
los procesos sean expeditos e imparciales y generen certidumbre y
seguridad en la solución de los conflictos laborales, privilegiando
siempre la conciliación. La relevancia del tema es incuestionable: tan
sólo en 2010 se tramitaron casi 7,500 conciliaciones, más de 30 mil
juicios y 1,688 amparos.
Las mujeres serán uno de los grupos más beneficiados con los
cambios propuestos, permitiendo un avance fundamental para
alcanzar su ciudadanía económica. No podemos seguir
desperdiciando una parte importante del talento de la Nación por
prácticas discriminatorias que nos impiden ser parte del mundo del
trabajo en igualdad de condiciones.
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3. Las cifras de acoso laboral para el año 2006 indican que una de cada
ocho mujeres que trabaja estuvo sujeta de humillación, insinuaciones
o propuestas sexuales, la acariciaron sin su consentimiento, las
denigraron, sufrieron agresión física o las hicieron sentir menos por el
hecho de ser mujeres. La exigencia de no gravidez, el compromiso de
no embarazarse por un tiempo determinado, la obligación de renunciar
en caso de embarazo o matrimonio, las restricciones o impedimentos
para ascender, la exclusión en los planes y programas de
capacitación, se ha traducido en una menor participación de las
mujeres en el mercado laboral, implicando una tasa de crecimiento
más reducida, así como menores ingresos para los hogares
mexicanos.
El marco regulatorio propuesto incorpora medidas de protección a las
mujeres embarazadas o que tienen menores bajo su cuidado.
Asimismo, vigilaremos y defenderemos con todo las medidas que
terminen con la discriminación laboral para las mujeres y que
sancionen con rigor a quienes las quieran seguir practicando.
La reforma laboral que necesita México contribuirá a elevar la
productividad porque incluye nuevos incentivos a la capacitación y el
adiestramiento permanentes del trabajador, así como propiciar que las
capacidades del trabajador y su productividad lo beneficien
económicamente. Mayor productividad se traducirá en una
transformación que promueva más inversiones en nuestro país y la
creación de más y mejores empleos.
Sin una reforma laboral, nuestro mercado informal seguirá
expandiéndose pues el sector formal será incapaz de absorber las
nuevas generaciones. Este hecho conlleva el riesgo de que más
jóvenes no tengan la posibilidad de tener empleo y México
desaproveche su talento y su fuerza. Además, informalidad por lo
general implica baja productividad y poco progreso económico.
Estos son los momentos de las grandes decisiones para el país.
Tenemos el compromiso de responder al anhelo de las personas de
tener la oportunidad de un mejor presente y un mejor futuro. No
podemos desaprovechar esta oportunidad.
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4. Los aspectos más importantes de esta reforma laboral deben
orientarse a favorecer la creación de nuevos puestos de trabajo,
mejorar las relaciones laborales al interior de las empresas, combatir la
discriminación, promover esquemas de mayor productividad y
fortalecer el respeto y cumplimiento de la ley.
Estos son los contenidos centrales de la propuesta que presentamos
hace casi un año los legisladores de Acción Nacional. Ahora que otras
fuerzas políticas han hecho lo propio, toca construir de manera
responsable y con visión de modernización y futuro, de competitividad
y justicia, un dictamen que asegure que al abrirse candados, al dejar
atrás prebendas, al reconocer nuevas condiciones de vida de mujeres,
jóvenes y hombres, la reforma laboral será una plataforma para
promover la inversión, el empleo, la formalidad y la ampliación de
márgenes de libertad para miles y miles de mexicanos.
Es nuestra obligación para que México pueda crecer más y de mejor
manera.
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