1. Los creyentes pertenecen a un
pacto nuevo
Gálatas 4:
21 Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley?
22 Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el
otro de la libre.
23 Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la
promesa.
24 Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno
proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar.
25 Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén
actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.
26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es
libre.
27 Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;
Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto; Porque
más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido.
28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
29 Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al
que había nacido según el Espíritu, así también ahora.
30 Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque
no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.
31 De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la
libre.
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
3. SE DIRIGE A AQUELLOS QUE
DESEABAN GUARDAR LA LEY
Gálatas 4:
21 Decidme, los que queréis
estar bajo la ley: ¿no habéis
oído la ley?
22 Porque está escrito que
Abraham tuvo dos hijos; uno
de la esclava, el otro de la
libre.
Nota: La ley no anula la
promesa. La promesa fue
primero que la Ley y es para
todos por igual, los que
creen como creyó Abraham y
esto fue establecido en la ley
y los profetas en Jesucristo.
Génesis 22:
18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de
la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Gálatas 3:
16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas,
y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si
hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente,
la cual es Cristo.
17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por
Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos
treinta años después, no lo abroga, para invalidar la
promesa. (Romanos 3:30-31, Romanos 6:15, Romanos
7:7, Romanos 13:9-10 y 1 Timoteo 1: 8 – 11)
18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la
promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la
promesa.
19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a
causa de las transgresiones, hasta que viniese la
simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada
por medio de ángeles en mano de un mediador.
20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es
uno. (Gálatas 4:24-29)
4. Explicación de la promesa para todos (¿no
habéis oído la ley?)
Romanos 3:
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha
manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los
profetas;
22 la justicia de Dios por medio de la
fe en Jesucristo, para todos los que
creen en él. Porque no hay
diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente
por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús,
Romanos 4:
9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente
para los de la circuncisión, o también para los
de la incircuncisión? Porque decimos que a
Abraham le fue contada la fe por justicia.
10 Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la
circuncisión, o en la incircuncisión? No en la
circuncisión, sino en la incircuncisión.
11 Y recibió la circuncisión como señal, como
sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún
incircunciso; para que fuese padre de todos los
creyentes no circuncidados, a fin de que
también a ellos la fe les sea contada por justicia;
12 y padre de la circuncisión, para los que no
solamente son de la circuncisión, sino que
también siguen las pisadas de la fe que tuvo
nuestro padre Abraham antes de ser
circuncidado.
13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a
su descendencia la promesa de que sería
heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.
14 Porque si los que son de la ley son los
herederos, vana resulta la fe, y anulada la
promesa.
5. El hijo en la carne y el hijo de la promesa
Gálatas 4:
23 Pero el de la esclava nació según
la carne; mas el de la libre, por la
promesa.
Hay una gran diferencia entre
ambos hijos, ya que la instrucción
fue clara que el hijo del cual hablo
Dios fuese entre Abraham y Sara y
el dudar llevo a Sara pensar
carnalmente y se Adelanto a la
instrucción de Dios y el primer hijo
fue entre Abraham y Agar. Génesis
12:1-2, Génesis 15: 1-4, Génesis
16:1-4 y Génesis 18:8-15
Gálatas 6:
7 No os engañéis; Dios no puede
ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también
segará. (una cosa es el espíritu del
hombre = pensamiento natural y
otra el Espíritu Santo que Dios
nos da, 1 Corintios 2:10-16)
8 Porque el que siembra para su
carne, de la carne segará
corrupción; mas el que siembra
para el Espíritu, del Espíritu
segará vida eterna.
El que duda de las palabras de
Dios no tarda en cometer un
error por su pensamiento carnal
6. LO QUE SIMBOLIZABAN AGAR Y SARA
GÁLATAS 4:24 - 28
El significado alegórico no anula el significado literal de la narración. Puede
que haya más de un significado alegórico, aunque, desde luego, solo haya un
solo significado literal. Las historias de las Escrituras representan o
incorporan principios espirituales, y estos se llegan a conocer no por el
vuelo de la imaginación, sino por la recta aplicación de las doctrinas de las
Escrituras. (Diccionario N.T. W. E. Vine)
7. La relación de agar con el Monte de Sinaí
Gálatas 4:
24 Lo cual es una alegoría, pues estas
mujeres son los dos pactos; el uno
proviene del monte Sinaí, el cual da
hijos para esclavitud; éste es Agar.
25 Porque Agar es el monte Sinaí en
Arabia, y corresponde a la Jerusalén
actual, pues ésta, junto con sus hijos,
está en esclavitud.
El Monte de Sinaí se establecieron las
leyes a el pueblo de Israel, leyes que le
señalaban lo que no le agradaba de
Dios. las leyes nunca justificaron sino
que el que no las violentaba seguía
vivió y no moría. (Éxodo 31:18, Éxodo
34:4 y Levíticos 26:46) = Romanos 6:1-
4 y Romanos 7:1-4).
Romanos 10:
1 Hermanos, ciertamente el anhelo de
mi corazón, y mi oración a Dios por
Israel, es para salvación.
2 Porque yo les doy testimonio de que
tienen celo de Dios, pero no conforme
a ciencia.
3 Porque ignorando la justicia de Dios,
y procurando establecer la suya propia,
no se han sujetado a la justicia de Dios;
4 porque el fin de la ley es Cristo, para
justicia a todo aquel que cree.
5 Porque de la justicia que es por la ley
Moisés escribe así: El hombre que haga
estas cosas, vivirá por ellas.
8. Isaac representa los creyentes en Cristo
Gálatas 4:
26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de
todos nosotros, es libre.
27 Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que
no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no
tienes dolores de parto; Porque más son los hijos de
la desolada, que de la que tiene marido.
28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos
hijos de la promesa.
La promesa fue para todos por Igual y esto se
estableció antes de la ley, ya que la ley vino 430
años después de la promesa.
Génesis 22:
18 En tu simiente serán benditas todas las naciones
de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Gálatas 3:
16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las
promesas, y a su simiente. No dice: Y a las
simientes, como si hablase de muchos, sino como de
uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado
por Dios para con Cristo, la ley que vino
cuatrocientos treinta años después, no lo abroga,
para invalidar la promesa.
Romanos 9:
1 Verdad digo en Cristo, no miento, y mi
conciencia me da testimonio en el Espíritu
Santo,
2 que tengo gran tristeza y continuo dolor en
mi corazón.
3 Porque deseara yo mismo ser anatema,
separado de Cristo, por amor a mis hermanos,
los que son mis parientes según la carne;
4 que son israelitas, de los cuales son la
adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de
la ley, el culto y las promesas;
5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales,
según la carne, vino Cristo, el cual es Dios
sobre todas las cosas, bendito por los siglos.
Amén.
6 No que la palabra de Dios haya fallado;
porque no todos los que descienden de Israel
son israelitas,
7 ni por ser descendientes de Abraham, son
todos hijos; sino: En Isaac te será llamada
descendencia.
8 Esto es: no los que son hijos según la carne
son los hijos de Dios, sino que los que son hijos
según la promesa son contados como
descendientes. = Juan 1:12-13
10. Es una animosidad de la carne contra el
Espíritu
Gálatas 4:
29 Pero como entonces el que había
nacido según la carne perseguía al que
había nacido según el Espíritu, así
también ahora.
Juan 3:
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto
te digo, que el que no naciere de agua
y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne
es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es.
Gálatas 5:
17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu,
y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen
entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo
la ley.
19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son:
adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos,
iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas; acerca de las cuales os
amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no
hay ley.
24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne
con sus pasiones y deseos.
25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por
el Espíritu.
26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos
a otros, envidiándonos unos a otros.
11. Pablo recurre a las escrituras
Gálatas 4:
30 Mas ¿qué dice la Escritura? Echa
fuera a la esclava y a su hijo, porque
no heredará el hijo de la esclava con
el hijo de la libre.
31 De manera, hermanos, que no
somos hijos de la esclava, sino de la
libre.
• Claramente el que nos hace de la
libre es Jesucristo y no es a través de
un rito judaizante sino de creer en el
Hijo de Dios, ya que el esclavo
representativo por Agar y su hijo
Ismael representan la desobediencia
y el pecado (lo carnal) y por eso serán
echado fuera.
Juan 8:
34 Jesús les respondió: De cierto, de
cierto os digo, que todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado.
35 Y el esclavo no queda en la casa
para siempre; el hijo sí queda para
siempre.
36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres.
12. Biblia de Estudio Arcoíris RVR 1960. Holman Bible
Publishers, Nashville, Tennessee.1995
Senda de vida Publishers, Co. Expositor
Biblico.Vol.1 Quinto Ciclo. Miami Florida. 2016
www.casadejubiloyconsagracion.blogspot.com
Referencias