La descolonización de África tuvo lugar principalmente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la mayoría de las naciones africanas consiguieron su independencia de las potencias coloniales europeas. El proceso se produjo de forma pacífica en algunos países, pero requirió el uso de la fuerza en otros como la guerra de independencia de Argelia y la guerra colonial portuguesa. La descolonización trajo consecuencias económicas y políticas duraderas para muchos países africanos.
La descolonización de África tras la Segunda Guerra Mundial
1. La Descolonización
La descolonización es el proceso mediante el cual una colonia consigue su
independencia de un poder colonial; se trata de un proceso opuesto al del
colonialismo.
La descolonización se produce mediante la independencia, la integración dentro
de un poder administrativo o dentro de otro estado, o mediante el establecimiento
de un estatus de libre asociación. La Organización de las Naciones Unidas ha
establecido que en el proceso de descolonización no hay alternativa al principio de
autodeterminación. La descolonización puede conllevar una negociación pacífica o
una revuelta violenta.
Desde finales del siglo XVIII y durante todo el XIX, la descolonización se produjo
en América, empezando por la llamada Revolución estadounidense contra
el Imperio Británico, que dio lugar a los actuales Estados Unidos de América,
la Guerra de Independencia Hispanoamericana y la constitución del Imperio de
Brasil al dividirse el Portugués.
En los siglos XX y XXI, la descolonización se refiere, habitualmente, a los logros
independentistas de varias colonias y protectorados europeos en Asia y África tras
la Segunda Guerra Mundial. Este proceso ha dado lugar, además, a un
movimiento intelectual denominado pos colonialismo. Un período especialmente
activo de descolonización que tuvo lugar entre 1945 y 1975, empezando con la
independencia de Pakistán e India del Reino Unido en 1947, y que se culminó con
la autodeterminación de las colonias portuguesas en África en el transcurrir de los
años 70.
2. Descolonización de África
La descolonización de África es un proceso de independencia de las
naciones africanas que tuvo lugar, principalmente, tras la Segunda Guerra
Mundial, aunque Liberia, fue libre a mediados del siglo XIX, puede ser considerada
el primer estado africano descolonizado.
La mayor parte de África había sido colonizada durante la Repartición de África,
en medio del periodo conocido como Nuevo Imperialismo, durante la segunda
mitad del siglo XIX. Tras la Primera Guerra Mundial, los movimientos
independentistas africanos tomaron relevancia, que culminaría en el proceso de
descolonización. En algunos países la independencia se obtuvo de forma pacífica,
mientras que en otros se consiguió mediante el uso de las armas. Entre estos
últimos, la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962) y la Guerra colonial
portuguesa (1961-1975) fueron las más violentas.
En 1959, la Unión Francesa se convirtió en la Comunidad Francesa, con la notable
excepción de Guinea, la cual decidió su independencia en un referéndum; dos
años más tarde, todas las colonias francesas se independizaron. La
descolonización, sin embargo, no ha acabado, ya que el Sáhara Occidental sigue
bajo administración colonial española de jure, e invadido por Marruecos en virtud
de los ilegalizados Acuerdos de Madrid.
Durante la Repartición de África en el siglo XIX, las
potencias europeas delimitaron África en la Conferencia de Berlín de 1884 y 1885.
Ya en 1905, todo el suelo africano estaba controlado por las fuerzas europeas,
Reino Unido y Francia contaban con mayores posesiones,
pero Alemania, España, Reino de Italia, Bélgica y Portugal también tenían
colonias. Las consecuencias de este proceso de colonización fueron variadas,
como la perdida de recursos naturales, devastación económica, confusión cultural,
división geopolítica y subyugación (Someter o dominar completamente por medio
de la violencia) política.
3. Causas de la descolonización en África
La descolonización de África se basa en tres circunstancias distintas: el deseo de
los pueblos indígenas a independizarse, la distracción europea por los asuntos
mundiales y el resentimiento popular contra el racismo y la desigualdad.
El deseo africano de independencia se basó en la contemplación de la exitosa
revolución, y su consecuente autogobierno, de India, dirigida por Mahatma
Gandhi.
En segundo lugar, la descolonización tuvo lugar en el ámbito internacional de
la Guerra Fría. Debido a los esfuerzos que la URSS llevaba a cabo para promulgar
su ideología comunista, las potencias europeas temían que sus colonias se
volvieran hacia el comunismo como una forma de obtener la independencia.
El racismo fue la tercera circunstancia que afectó al proceso descolonizador. Las
colonias africanas, a diferencia de las colonias americanas, no tenían un mestizaje
racial importante, ya que los colonos europeos no se habían asentado y mezclado
con los nativos. En vez de eso, los prejuicios racistas habían calado hondo en la
conciencia europea, que veía a los africanos como inferiores, ya sea por las
diferencias culturales, la falta de participación política o la educación inferior de los
africanos.
Tras la Segunda Guerra Mundial, y deseando quitarse la carga económica de
mantener grandes imperios, las fuerzas aliadas prometieron la independencia de
África.
La educación superior de ciertas personas fue clave a la hora de informar y activar
a las multitudes. Soldados africanos que luchaban en el extranjero o estudiantes
africanos que fueron también al extranjero a estudiar, tomaron una visión más
amplia del mundo y sus opiniones contemporáneas.
Los líderes africanos se dieron cuenta que África había sido clave a la hora de
ganar la Segunda Guerra Mundial. Algunos de estos
líderes nacionalistas eran:Jomo Kenyatta (Kenia), Nkrumah (Costa de Oro,
hoy Ghana), Señor (Senegal) y Houphouët-Boigny (Costa de Marfil). Desde el
punto de vista africano, las colonias estaban ayudando a sus señores colonos a
combatir a un enemigo desconocido sin mencionar la palabra independencia.
Algunos líderes comoVerwoerd y Vorster de la Unión Sudafricana apoyaron
a Hitler mientras que la mayoría de los gobernadores de las colonias francesas
reconocieron lealtad al gobierno hasta 1943. La propaganda alemana durante la
guerra tuvo un papel muy importante en este desafío al poder británico. Debido a
que Japón había comenzado su proceso imperialista en el lejano oriente, se produjo
una escasez de materiales como el caucho y algunos minerales.
4. La descolonización del sureste asiático
La descolonización del Sureste asiático fue en gran medida una consecuencia de
la derrota japonesa, pero también influyó en ella la voluntad expresada
previamente por las sociedades indígenas, como fue el caso de India, a quienes
las circunstancias vividas durante la guerra les proporcionaron muchos incentivos.
En 1945, en esta región del mundo sólo Tailandia era un país independiente, pero
a la altura de 1957 habían nacido diez nuevos Estados. La descolonización se
llevó a cabo por lo menos parcialmente con intervención de la violencia y no llegó
a obtener como resultado una estabilidad total.
En la India, los antecedentes del movimiento independentista eran ya antiguos,
dado que el Partido del Congreso había sido fundado en 1886; desde hacía más
de medio siglo la reivindicación estaba, por tanto, sobre el tapete. Existía, además,
un peculiar sistema de diarquía que, si reservaba para los británicos determinadas
competencias como las relativas a Hacienda, comunicaciones y orden público,
dejaba el resto en manos de autoridades locales, elegidas por un censo
equivalente a tan sólo una décima parte de la población. Gracias a este
procedimiento, pudo formarse una clase política que nutrió el Partido del
Congreso, que ya en 1937 dominaba las asambleas locales.
Si la Primera Guerra Mundial había sido importante para India, durante la siguiente
adquirió aún mayor conciencia nacional. Para la propia Gran Bretaña, fue también
esencial lo que explica que su Ejército allí se multiplicara por diez durante el
período bélico. Aunque hubo graves incidentes con centenares de muertos, los
británicos pudieron contar con la fidelidad de la mayor parte de los dirigentes
indios. En el momento de la máxima expansión japonesa, el jefe del Partido del
Congreso, Nehru, pidió la independencia y, al mismo tiempo, la participación del
Ejército indio en contra del Eje.
Influido por la Fabian Society, Nehru procedía de una familia cosmopolita y su
padre estaba muy britanizado. El destino de la India independiente estaría mucho
más en sus manos que en las de Gandhi, asesinado en enero de 1948 por un
nacionalista hindú que le consideró responsable de la partición del país. Las
opiniones de Gandhi, por ejemplo, pudieron ser tenidas en cuenta en lo referente a
la secularización de las instituciones, pero ni sus recomendaciones sobre la
comunidad campesina ni sobre la ordenación de las labores artesanales indígenas
fueron seguidas.
Desde el mismo momento de concluir el conflicto, el Gobierno laborista
de Attlee fue favorable a la independencia, que hubiera sido mucho más difícil en
el caso de que Churchill hubiera seguido en el poder, pero el problema
fundamental a la hora de conseguirla fue la misma pluralidad de la sociedad india.
5. El nuevo orden económico
El Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) fue una expresión acuñada en
la VI asamblea especial de las ONU, en el año 1974, que hace referencia de modo
genérico a las peticiones que presentaban los países subdesarrollados a los
desarrollados, relativas a las reglas de funcionamientos de la economía
internacional. Este término vino a sustituir al de "ayuda al desarrollo" e implica la
existencia de una determinada estructura u orden económico que ha perpetuado
la posición de pobreza de los países subdesarrollados. Los debates sobre el NOEI
han ido adquiriendo más relevancia con el paso del tiempo, por la cada vez mayor
importancia del comercio internacional. Sus ideas y su espíritu renovador
influyeron en las decisiones adoptadas en la mayor parte de los foros
internacionales.
6. Consecuencia de la descolonización
La descolonización no solamente supuso la independencia política de las colonias,
también implicó una serie de problemas que marcaron la evolución posterior de
estos territorios y que, en muchos casos, permanecen en la actualidad.
Tras la descolonización, las economías de los países africanos y asiáticos
mantuvieron una fuerte dependencia exterior y estaban desarticuladas. Esto
les impidió poner en marcha procesos de desarrollo, y su situación
económica fue empeorando progresivamente en la mayoría de los casos.
La mayor parte de estos países ha sufrido una fuerte inestabilidad política,
con frecuentes guerras civiles, golpes de Estado y dictaduras militares.
El fuerte crecimiento demográfico acompañado del estancamiento
económico ha provocado un empeoramiento progresivo en el nivel de vida
de los habitantes de estos países.
La sucesión de desastres naturales como sequías, inundaciones, etc. ha
supuesto auténticas catástrofes humanitarias en algunas regiones.
Por todo ello, la mayoría de estos países ha pasado a formar parte del
denominado Tercer Mundo (conjunto de países subdesarrollados con una renta
baja y una producción escasa). La ausencia de políticas adecuadas y de
programas de cooperación ha supuesto que cada vez se alejen más del mundo
desarrollado.
7. La guerra fría se extiende a Asia
El revés que había supuesto para la URSS el fracaso del bloqueo de Berlín se vio
compensado por un acontecimiento que cambió de forma decisiva el equilibrio
estratégico mundial: el 29 de agosto de 1949 la URSS experimentó su primera
bomba atómica. De repente, el monopolio atómico norteamericano había
desaparecido, mucho antes de lo que la mayoría de los analistas habían
pronosticado.
Asia Dentro de esta estrategia de generalización de la "contención", el teatro de
operaciones se amplió de Europa a Asia, África y América Latina, con la intención
de detener los movimientos revolucionarios, muchas veces financiados desde la
URSS, como ocurría en el caso de las ex colonias europeas del Sudeste Asiático.
A principios de la década de los '50, los EE. UU. Formalizaron alianzas militares
con Japón, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia y Filipinas (alianzas englobadas
en el ANZUS y el SEATO), garantizando a Estados Unidos una serie de bases
militares a lo largo de la costa asiática del Pacífico.
8. Corea – Vietnam
La Guerra de Vietnam (Chiến tranh Việt Nam en vietnamita), llamada
también Segunda Guerra de Indochina, fue un conflicto bélico que enfrentó
entre 1955 y 1975 a Vietnam del Sur, con el apoyo de Estados Unidos,
contra Vietnam del Norte, que contaba con el respaldo de China y la Unión, en el
contexto general de la Guerra Fría. Tras el fin del conflicto, con el armisticio entre
el sur y el norte, la guerra de Vietnam quedó marcada en la historia como la
primera derrota bélica de los Estados Unidos.
Las facciones en el conflicto fueron, por un lado la República Democrática de
Vietnam con el apoyo de movimientos guerrilleros sur vietnamitas como el Viet
Cong o "Frente de Liberación Nacional" ("NLF", por sus siglas en inglés) y de
suministros soviéticos y chinos. Por el otro lado, los Estados Unidos con todo su
poder militar y logístico y el apoyo de República de Vietnam. En ayuda de los
estadounidenses también participaron tropas de combate de Australia, Corea del
Sur, Filipinas,Nueva Zelanda y Tailandia. Otros países
como Alemania, Irán, Marruecos, Reino Unido y Suiza contribuyeron con
suministros de guerra y equipamiento médico. Contingentes testimoniales en
apoyo de los Estados Unidos fueron enviados por Taiwán y España, que movilizó
a un reducido grupo de médicos militares en misión sanitaria.16
La guerra se distinguió por transcurrir sin la formación de las tradicionales líneas
de frente, salvo las que se establecían alrededor de los perímetros de las bases o
campos militares, de manera que las operaciones se sucedieron en zonas no
delimitadas, proliferando las misiones de guerrillas de "búsqueda y destrucción",
junto con acciones de sabotaje en las retaguardias de las áreas urbanas, el uso de
la fuerza aérea para bombardeos masivos y el empleo extensivo de agentes
yermas, constituyendo estas últimas operaciones violaciones de diversas
convenciones internacionales de guerra que prohíben la utilización de armas
químicas y biológicas.
La cobertura del conflicto realizada por los medios de comunicación permitió la
denuncia de las frecuentes violaciones y abusos contra los derechos
humanos cometidos por los dos bandos, pero autores como Luciano
Garibaldi afirman que atraían mucho más la atención las perpetradas por
Estados,17 alimentando así la creciente oposición de la opinión pública occidental
hacia la intervención estadounidense.
9. Conflicto árabe – israelí
El conflicto árabe-israelí es aquel entre el Estado de Israel y sus vecinos árabes,
en particular los palestinos. Su definición, historia y posibles soluciones son
materia de permanente debate y los problemas que incluye varían con el tiempo.
Al día de hoy, las principales cuestiones son la soberanía de la Franja de
Gaza y Cisjordania, la eventual formación de un Estado palestino en dichas áreas,
el estatus de la parte oriental de Jerusalén, de los Altos del Golán y de las Granjas
de Shebaa, el destino de los asentamientos israelíes y de los refugiados
palestinos, el reconocimiento de Israel y Palestina y de su derecho a existir y vivir
en paz al abrigo de amenazas y actos de fuerza, así como la relación de Israel
con Siria y el Líbano. Actualmente Israel tiene tratados de paz vigentes
con Egipto y Jordania que garantizan su convivencia pacífica.
Durante varios siglos, el pueblo judío vivió dividido en varios países del mundo,
especialmente en Europa, en lo que se conoce por Diáspora. La convivencia de
éstos con el resto de europeos no siempre fue fácil, las persecuciones
y pogromos especialmente en la Europa del Este a finales del siglo XIX fueron
determinantes para la aparición y auge del sionismo político, que reclamaba un
Estado propio para todas las comunidades judías dispersas por el mundo. Los
sionistas culturales subrayaban la importancia que tenía convertir a Palestina en
un centro para el crecimiento espiritual y cultural del pueblo judío. En la época en
la que se fundó el sionismo, Palestina formaba parte del Imperio otomano y estaba
habitada por cristianos y musulmanes en su gran mayoría, y una pequeña
comunidad de judíos religiosos que, aunque minoritaria, tenía una implantación
significativa especialmente en Jerusalén y alrededores.
10. El apartheid
El apartheid1 es el resultado de lo que fue, en el siglo XX, un fenómeno
de segregación racial en Sudáfrica. Estuvo en vigor hasta los años noventa,
siendo en 1992 la última vez en que sólo votaron plenamente los blancos, antes
de la victoria del partido Nacional en 1948 los colorados, término que englobaba a
las minorías no blancas, mulatos, indios, chinos, japoneses y otros grupos
minoritarios y los negros, sobre todo los negros, podían votar con restricciones,
por ejemplo solo un blanco podía ser diputado. Y los negros solo podían elegir tres
diputados y solo en la provincia del Cabo y con sufragio Censatario o censitario y
fue implantado por colonizadores ingleses y holandeses (bóeres), como símbolo
de una sucesión de discriminación política, económica, social y racial. Fue llamado
así porque significa "separación" en afrikáans, lengua germánica, criolla del
neerlandés, hablada principalmente en Sudáfrica y Namibia. Este sistema
consistía básicamente en la división de los diferentes grupos raciales para
promover el "desarrollo". Todo este movimiento estaba dirigido por la raza blanca,
que instauró todo tipo de leyes que cubrían, en general, aspectos sociales. Se
hacía una clasificación racial de acuerdo a la apariencia, a la aceptación social o a
la ascendencia. Este nuevo sistema produjo revoluciones y resistencias por parte
de los ciudadanos negros del país.