Ponencia Estimulación Temprana en Niños 0 a 6 años
1. Ponencia Neuro visión
Estimulación Temprana Visual en niños de 0 a 6 años
Por Lcda. Paula G. Pérez F.
Correo: estimulaciontempranavisualpp@gmail.com
Estimulación Visual Temprana
La práctica clínica llevada a cabo por estudiosos de las deficiencias visuales en
España, por ejemplo la psicóloga Leonhardt Mercé (2006) explican que el niño va poniendo
en funcionamiento de forma muy precoz una serie de funciones mostrando no únicamente el
proceso por el cual los niños prematuros ven y miran, sino también ponen en marcha
funciones visuales que se creían más tardías, como, por ejemplo, la visión de contrastes y
una cierta visión de profundidad.
Para Leonhardt Mercé (2006) entre las hipótesis en las cuales se basa la estimulación
visual se encuentran:
1. Hipótesis referente al desarrollo de la visión desde la perspectiva de la
neurociencia.
En estudios con animales se ha señalado la importancia del estímulo lumínico para
que el sistema visual se desarrolle. Esta hipótesis tiene el apoyo de experimentos como los
de Torsten Nils Wiesel y David Hubel (1965) en los que la privación monocular en gatos
pequeños daba como consecuencia un dominio ocular anormal. En función de la cantidad de
luz que experimenta cada ojo, compartirá más o menos el área de la corteza visual. Para
desarrollarse con normalidad, la visión precisa el estímulo de la luz ambiental.
2. Hipótesis referente a que el feto es capaz de hacer movimientos con los ojos.
Antes de nacer, es posible que penetre en el útero materno un poco de luz tamizada,
pero el medio intrauterino es esencialmente oscuro. A pesar de esta oscuridad, las imágenes
por ultrasonidos muestran que hacia la semana 23 de gestación, el feto realiza movimientos
lentos y rápidos de los ojos (De Vries, Visser y Prechtl, 1984). La actividad ocular es
funcional mucho antes del nacimiento, pero no existen pruebas de que esta actividad tenga
relación con el estímulo lumínico que se proyecta en el interior del útero.
3. Hipótesis referente a que los niños cuando nacen pueden ver. Teoría ecológica.
Los niños no nacen ciegos. Parece que son sensibles a la luz: abren y cierran los ojos,
parpadean, se muestran incómodos cuando, en la exploración postnatal rutinaria, se les acerca
una luz a los ojos. Pero además de ser visualmente sensibles y de reaccionar delante de las
diversas fuentes de luz, procesan cómo esta luz específica se proyecta sobre los objetos
físicos. Captar la información que transmite la luz al reflejarse en el medio es una parte
importante de la percepción. De esta forma explica James Gibson la percepción en su enfoque
psicológico, así como todos los sistemas perceptivos. Gibson (1979) basa su planteamiento
2. en el hecho de que la luz que captan nuestros ojos no es aleatoria, ni está desorganizada, sino
que refleja cómo está estructurado el medio físico. Se considera esta una teoría ecológica.
4. Hipótesis referente al funcionamiento visual de los neonatos y lactantes.
La agudeza visual de los neonatos, o su capacidad para detectar de forma detallada las
variaciones, es aproximadamente veinte veces menor que la de los adultos que tienen una
vista sana. Sólo tras el primer año de vida la agudeza visual del niño es próxima al nivel del
adulto (Slater y Butterworth, 1977). Lo mismo ocurre con la sensibilidad al contraste (la
luminosidad mínima que se necesita para detectar un objeto visual) y la distinción cromática,
que son mucho menos funcionales en las primeras semanas de vida y se desarrollan a partir
del 4º mes (Banks y Shannon, 1993; Banks y Dannemiller, 1987; Teller y Bornstein, 1987).
Durante los primeros meses de edad, se produce también un avance destacado en el uso de
la estereopsis: indicaciones binoculares sobre la profundidad, o indicaciones que especifican
la distancia relativa de los objetos. Estas indicaciones de profundidad, los bebés las captan
aproximadamente después de los 6 meses. Alan Later y colegas, descubrieron que los
neonatos miran un tiempo significativamente mayor un objeto tridimensional en
comparación con su fotografía, incluso cuando se les tapa un ojo. Esto indicaría que los
bebés, desde el nacimiento probablemente son más sensibles a las indicaciones de
profundidad que no provienen de la binocularidad, a pesar de que cuentan con una baja
agudeza visual. Este tipo de datos que provienen de la observación del sistema visual de los
niños prematuros, todavía no se conoce.
La finalidad del estudio que hemos iniciado en la actualidad nos permitirá obtener
datos preliminares en las entrevistas, para conocer el proceso formación de los profesionales
en Dificultades de Aprendizaje desde la perspectiva del área de Deficiencias Visuales, estos
profesionales podrán conocer las posibilidades y normalidad de desarrollo del proceso visual
de estos bebés, y va a permitir poder empezar a trabajar la estimulación visual con aquellos
bebés que no inician el proceso de funcionamiento en el tiempo adecuado.
Es sólo con una cuidadosa valoración y una observación continua de las conductas
visuales del niño, como se puede tener una profunda comprensión de cómo ve. Este
conocimiento puede también ser usado para estructurar la comunicación, la información y
un estímulo de cara a los patrones sociales. Es decir, facilitar el aprendizaje y la movilidad
con el fin de asegurar cada elemento y evitar ya, en lo posible, las limitaciones perceptivas
en un niño determinado. Tal aproximación potencial proporciona un mejor uso del tiempo
del profesional y ayuda a obtener mejores resultados que siempre son gratificantes.
Estimulación del desarrollo visual
Es importante distinguir entre el concepto de Estimulación Temprana y la Estimulación
Visual Temprana. La Estimulación Temprana es un grupo de técnicas para el desarrollo de
las capacidades de los niños en la primera infancia. Contempla técnicas educativas especiales
empleadas en niños entre el nacimiento y los seis años de vida para corregir trastornos reales
3. o potenciales en su desarrollo, o para estimular capacidades compensadoras. Las
intervenciones contemplan al niño globalmente y los programas se desarrollan teniendo en
cuenta tanto al individuo como a la familia y el entorno, esto desde el punto de vista ecológico
y considerando también los aspectos bio-psico-sociales del niño.
Ahora bien la estimulación visual en estas edades tempranas está constituida por un doble
proceso. Por una parte, se presentan estímulos visuales para lograr una respuesta ocular y que
ésta se mantenga y se desarrolle (aprendizaje visual) y, por otra parte, dichas respuestas
constituyen indicadores de evaluación visual continua que le proporcionan al profesional la
evidencia necesaria para interpretar, del modo más objetivo posible, qué y cómo ve el niño.
En la conferencia de ICEVI, (International Council for Education of People with Visual
Impairment, Consejo Internacional para la Educación de las Personas con Deficiencia
Visual), celebrada en Bangkok, en el año 1992, se expuso lo siguiente: “Los niveles de
intervención en estimulación visual incluyen componentes que pueden ser apropiados para
niños con diferentes niveles y edades de desarrollo cognitivo. Los niños con bajos niveles de
desarrollo cognitivo pueden beneficiarse del entrenamiento para el uso de su baja visión y no
deberían carecer de valoración e intervención. Por otra parte, los niños con desarrollo
cognitivo normal y con niveles de visión muy bajos pueden recibir entrenamiento con los
materiales apropiados a su edad”. A continuación cuadro N°1 resume los niveles de
intervención que los especialistas de esta conferencia proponen.
Cuadro N° 1. Niveles de Intervención
Nivel de
Intervención
Denominación Característica
Nivel I Estimulación visual La estimulación visual sirve para crear
conciencia de estímulos visuales y que lleguen a
formar parte del proceso visual (reaccionar,
actuar y responder) mediante la comprensión del
significado de la luz, la dirección de una fuente
de luz, la forma de una fuente de luz u objeto; la
coordinación motora, sensorial y otras acciones
y reacciones con la luz, y conciencia motora,
sensorial y otras actividades con la forma de los
objetos.
Nivel II Eficiencia visual: Para ayudar al niño a interpretar visualmente los
estímulos a la hora de crear imágenes visuales de
objetos (siluetas, detalles, colores, contornos,
configuraciones, modelos); tomar decisiones
rápidas sobre información visual; coordinación
de la información visual con otros sentidos y
acciones motoras; coordinación de la
comunicación y el lenguaje con imágenes
visuales; utilización del lenguaje oral y otras
4. Nivel de
Intervención
Denominación Característica
respuestas, a medida que se vaya necesitando
confirmación de hipótesis visuales; y
anticipación, identificación y generalización de
imágenes visuales específicas.
Nivel III Utilización de la
visión
Para ayudar a los niños a llegar a participar
activamente en el desarrollo de su baja visión
utilizándola para aprender a percibir e interpretar
el entorno; cambiar la postura corporal para
percibir mejor el entorno; cambios en el
ambiente; utilización de las ayudas ópticas
prescritas; saber cuándo coordinar los sentidos;
saber cuándo no hay que utilizar la visión; saber
de las ayudas o impedimentos de la función
visual; y comprender las causas de "incomodidad
visual" que se derivan de la baja visión.
Fuente: ICEVI 1992