Este salmo es una oración de un creyente que pide protección a Dios mientras se enfrenta a enemigos sin piedad. El creyente le ruega a Dios que lo libere de la gente tramposa y depravada y lo guíe a su santa montaña con su luz y su verdad. A pesar de sentirse abatido, el creyente confía en que podrá cantarle a Dios, su salvador y fuente de alegría.