Tercera publicación escrita como resultado del Festival Internacional de Principios y Valores, organizado por FIHNEC-Panamá. Experiencias de hombres, damas y jóvenes que han superado el fracaso, enfermedades y pérdidas, que al abrir su corazón al Amor de Dios son restaurados y prosperados de manera sobrenatural: a compartir!
2. -2- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
-3- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
3ER. FESTIVAL INTERNACIONAL DE
PRINCIPIOS Y VALORES
No es ningún secreto que nuestro país no es el mismo de
antes. La delincuencia y la inseguridad van en aumento. La
pregunta es: ¿Podemos hacer algo al respecto?
Desde hace varios años nuestra organización se ha sumado
al esfuerzo de muchas otras de ser parte de la solución y
no del problema. A través de nuestras reuniones, muchos
hombres y mujeres han encontrado la respuesta que tanto
buscaban a sus problemas.
Nuestras historias de éxito y fracasos, de cambio de actitud,
de rescate de la práctica de los principios y valores positivos,
del desarrollo de una relación personal con Dios, de una
manera sencilla, sin barreras de doctrinas, han impactado
cientos de hogares en todo el país.
Hemos visitado colegios, empresas, cárceles, instituciones
del gobierno, comunidades y hemos llegado a una interesante
conclusión: los problemas son los mismos sin importar nivel
económico, clase social, partido político o religión.
OBJETIVOS DEL FESTIVAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
• Mejorar la calidad de vida de los participantes a través del
fortalecimiento y desarrollo de las relaciones interpersonales.
• Rescatar la práctica de los principios y valores éticos, morales
y espirituales positivos, básicos indispensables para lograr una
convivencia pacífica.
• Provocar un cambio de actitud positivo en las personas.
• Que este cambio positivo se vea reflejado en una mejor sociedad y
un mejor país con ciudadanos más responsables y proactivos.
POR QUÉ – SITUACIÓN ACTUAL
• Un estudio a nivel mundial revela que en las cárceles, el 72%
de asesinos, 60% de violadores, 70% de criminales provienen
de hogares en donde alguno de los padres los abandonó.
• El 90% de los niños deambulantes provienen de hogares
donde está ausente la figura paterna.
• El 63% de los adolescentes que provienen de hogares
divididos sufren de ansiedad, tristeza y depresión.
• El 60% de las adolescentes embarazadas no tienen a su
padre.
• La erosión insidiosa de la familia tienen consecuencias
graves, 60 niños de cada 100 forman parte de una familia
rota. Más del 50% de los matrimonios terminan en divorcio.
• Los jóvenes que viven con sus padres solteros, tienen 4
veces más problemas emocionales que los que viven con
ambos padres.
• 75% de los jóvenes que cometen suicidio, vienen de hogares
destruidos.
• 84% de los jóvenes tratados por psiquiatras, vienen de
hogares de padres divorciados.
• 75% de los hogares sin padre tienen adolescentes adictos
a las drogas.
PROYECCION A FUTURO
Luego del éxito alcanzado en nuestro 1er. Festival en Atlapa,
decidimos replicar este esfuerzo en las ciudades del interior
realizando el 2do. Festival en diferentes ciudades, tales como,
David, Chitré, Las Tablas, Penonomé y Colón.
Más de 40,000 personas fueron beneficiadas con este programa
con las herramientas necesarias para mejorar sus principios y
valores familiares, espirituales y morales.
En todas las instituciones, empresas, universidades y escuelas que
visitamos nos encontramos con problemas similares que estaban
afectando las relaciones de trabajo y familiares y que inevitablemente
se reflejaban en la productividad y en el desarrollo integral de las
personas.
Hemos recibido diferentes testimonios de gerentes de empresas,
directores de escuelas, estudiantes y personas en general de cómo
sus situaciones han mejorado a nivel personal, financiero y familiar.
Esperamos que usted pueda recibir los mismos beneficios en este
nuestro 3er. Festival Internacional de Principios y Valores a través de
nuestras experiencias y así pueda lograr un éxito integral en todas
las áreas de su vida.
Bienvenidos
3
®
3. -4- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
-5- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
Aquí manda Yaya Por: Nayarith Oliva
“Aquí manda Yaya”… Inició con esta pequeña frase mi
experiencia de vida porque define quien creía ser YO. La que
estaba acostumbrada a MANDAR.
Tengo 29 años y soy la menor de tres hermanas, provenientes
del popular barrio del Chorrillo, donde nací y pasé los
primeros años de mi infancia, con la inocencia de ver que
era normal correr y tirarse al suelo en momentos de balacera.
Pero siempre con el cuidado de mis tíos, mi abuelito y mi
madre; mujer valiente y aguerrida que trabajaba y estudiaba
para sacarnos adelante. Es decir, también soy parte las
estadísticas de las familias disfuncionales.
De mi padre biológico durante mi infancia, no recordaba más
que una frase que escuché y que no pude sacar de la mente
durante largos años de mi niñez; donde alguien dijo: “No le
dio su apellido, porque dice que es morena”.
A los 7 años de edad mi padre se integró a nuestra familia.
De esta etapa de mi vida, recuerdo que al inicio mi padre
era recto, estricto, trabajador, a quien debíamos obedecer
en todo momento; sin embargo, esa imagen se fue
desvaneciendo poco a poco, cuando comienza a integrar el
alcohol, el cigarrillo, las mujeres y sobre todo el maltrato a la
familia. Situación que duró aproximadamente 3 años, cuando
mi madre toma la decisión de sacarlo de nuestro hogar.
Años más tarde, llega a mi casa quien hasta hoy día es
MI PAPITO. Un señor que conquistó mi corazón desde
pequeñita, ya que era compañero de mi madre del trabajo
y del cual recuerdo que en esos tiempos, me llenaba de
detalles y atenciones, cada vez que iba a su trabajo. Y es así
que mi padrastro se convierte en mi súper héroe y comienza
a formar parte de nuestras vidas. Junto a mi madre, se
esforzaron al máximo para darnos a mi hermana y a mí todo
lo que estuviese a su alcance.
Siempre fui una estudiante ejemplar, de buenas calificaciones,
pues me quedó grabado en la mente las frases que me decía
mi mamá: “Aprovecha y estudia porque no te voy a durar
toda la vida”, “Estudia para que el día de mañana seas una
profesional y no dependas de nadie”. Tenía bien claro que era
la consentida (la totín) de la casa y todo lo que pedía me lo
daban. Por ser buena estudiante, creía que me merecía todo.
Pasaron situaciones difíciles en mi familia, durante mi juventud
que me llevaron a comportarme súper mal, rebelde, grosera,
egoísta, gritona, peleaba con mis padres a tal punto que los
insultaba y hasta los ofendía en muchas ocasiones. Comencé
a desobedecer sus órdenes y me enamoré de la persona que
ellos menos querían para mi vida. Una vez obtuve la mayoría
de edad, empeoraron las cosas, sentía que ya no podían mis
padres decirme nada y me sentía libre de hacer lo que me
daba la gana.
Producto de la rebeldía y la desobediencia, continúo la
relación con mi novio a quien idolatré y con quien pase
maravillosos momentos, pero también los más duros, pues
para mí, él era mi todo, mas yo en algunas ocasiones
no era todo para él. En los años de mi relación con él, pasé
por decepciones, infidelidades, humillaciones y hasta tuve
que pasar una etapa de mi vida visitando periódicamente un
médico que me ayudara a salir de una ETS (enfermedad de
transmisión sexual), a la que me tuve que enfrentar sola por
temor a ser rechazada por mis amistades y sin poder tener la
confianza en casa para recurrir a mis padres.
Dentro del mismo círculo en el que me encontraba, conocí
el alcohol desde la adolescencia y se hizo mi gran amigo en
las mejores fiestas, discotecas, carnavales y “parkings”, pero
siempre me decía a mí misma, que yo sabía cómo controlar
el guaro; sin embargo, muchas veces él me controló a mí.
Ya graduándome de la universidad y teniendo un trabajo
estable, me ofrecen estudiar una maestria en el extranjero,
al viajar y verme sola me enfrento a una nueva vida, a ser
independiente. Estando lejos de mi país, llega el momento de
poner fin a mi relación de 7 años de noviazgo por motivo de
su infidelidad. Es así que enfermé de depresión.
Fue esa ruptura la que me llevó a acercarme a Dios, a través
de un amigo, quien por teléfono me consolaba todos los días
hablándome de ese Dios que me amaba; me invitaba a que
conversara con Dios y le pidiera lo que yo estaba necesitando.
Así lo hice, comencé a pedirle paz y que me permitiera
dormir, ya que tenía 4 meses durmiendo poco. Y Dios no se
hizo esperar. Le pedía a Dios en mi soledad, que mi familia
pudiese ir a mi graduación y pues era casi imposible por lo
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costoso del pasaje, pero Dios me lo concedió. Mi madre, mi
hermana, mi amigo y una amiga, viajaron a mi graduación.
Es así donde comienzo a ver que algo pasaba cuando le
conversaba y le pedía a Dios.
Regreso a mi país y mi mejor amigo me lleva a una cena de
la Fraternidad Internacional de Hombres de Negocio y
a través de una experiencia de vida pude entender que Dios
podía sanar mi desamor, mis rencores, mi carácter, egoísmo,
mis desconfianzas y podía darme una nueva oportunidad de
vivir. Ya son 3 años y 9 meses los que tengo de pertenecer a
esta organización, sin arrepentirme.
Mi relación familiar ha mejorado, pues mi madre también
forma parte de esta organización; ahora me siento en la
libertad de conversar con ella sin tabú, valoro el esfuerzo y
dedicación de mi papito, aprendí a honrar a mis padres, sin
importar que tan buenos o malos hayan sido conmigo. He
aprendido a amarlos como son y sin juzgar sus acciones.
También me ha bendecido Dios con un noviazgo sano, donde
EL es el centro de nuestra relación y quien nos ha enseñado a
compartir ese amor que solo viene de EL, libre de irrespetos,
fornicación, infidelidad, y donde ambos luchamos día a día
porque otros jóvenes crean en el noviazgo de DIOS. Nosotros
somos parte de la Fraternidad, y agradecemos a Dios por
llevarnos un día a ese lugar donde nos enseñaron a tener una
RELACION PERSONAL CON ÉL.
Tener una relación personal con Dios es sencillo, solo hace
falta creerle, amarle, confiarle y sobre todo obedecerle.
Mejorar nuestras vidas depende de nosotros mismos y no
significa que no tendremos situaciones difíciles, pero se
hacen fáciles y llevaderas porque sabemos que Dios está con
nosotros. Hoy puedo decirles que formo parte de la GENTE
MAS FELIZ DE LA TIERRA y tú también puedes integrarte.
De Tucumán a Tocumen Por: Pancho Orellana
Yo soy el menor de 4 hermanos. Al nacer, mi papá estaba
preso, él en Argentina representaba un grupo opositor al
gobierno de facto. Mi papá era el hijo del Gerente del Banco
Nacional y por eso se echó la responsabilidad de los actos de
sus copartidarios, pensando que al ponerlo preso, no lo iban
a tratar tan mal comparado a sus compañeros.
Mi abuela se enoja con mi madre, ya que según ella le permitía
que estuviera en esas situaciones enfrentando al gobierno,
en vez de mantener a la familia.
Mi figura paterna fue mi abuelo. Mientras mi madre estaba
en labor de parto previo a mi nacimiento, el médico pregunta
por algún miembro de la familia que se hiciera responsable,
ya que mi padre no estaba y siendo mi abuela esa persona,
al ver mis bracitos me cuentan que exclamaba que era igual
que el hijo que se le había muerto, por lo que a partir de ese
momento ella me toma un especial cariño.
Mi abuela, a pesar de ser una mujer que no avanzó más
allá del 3er grado de enseñanza básica, era una mujer de
gran corazón. Ella no concebía que pudiéramos dormir sin
comer, incluso cocinándole a los chicos de la cuadra y de la
arquidiócesis.
Yo estudié en uno de los mejores colegios del gobierno (de
los que dependen del sistema educativo de la Universidad),
y digo esto, ya que es un colegio muy especial, tiene un
solo grupo por división por año y fomentan dos valores: la
AUTODISCIPLINA y la HONESTIDAD.
Durante la escuela secundaria más que problemas de
conducta, tuve problemas de comportamiento: el alcohol y
el cigarrillo, como “cualquier adolescente”. Empecé a fumar
desde los 14 años y a beber todos los fines de semanas
desde el viernes hasta el domingo: cualquier excusa era
buena.
Al principio era muy divertido, mi abuela me aguantaba todo
y nunca me decía nada. En el barrio hacíamos competencias
de cuantos días podías mantenerte despierto y bebiendo, y
todos los años trataba de romper mi propio record. Empecé
a beber ya que veía las discusiones de mis padres y veía a mi
papá que él “sí tenía serios problemas de alcohol”.
Sin embargo nos tocó entre todos los hermanos lidiar con
nuestro padre alcohólico, él cayó enfermo, lo tuvimos que
cuidar y una vez se recuperaba volvía a caer en la bebida,
teniendo muchas discusiones con mi madre a tal grado que
le llegaba a pegar. En una ocasión él estaba tan ebrio y
lastimando a mi madre que yo me le enfrente a él, advirtiéndole
que no tocara más a mi madre… estando a milésimas de
segundo de pegarle a mi padre, teniendo tiempo de pensar
en dónde pegarle de manera de hacerle el menor daño
posible, pero que lo neutralizara, mi madre interviene y no
logro pegarle. Ella, con esa voz que sólo tienen las madres:
de amor, de ternura, de paz: todo a la vez…Era un 21 de
diciembre del 2005, me di la vuelta y me fui quedándome con
ese resentimiento en mi corazón.
Llegue a Panamá en noviembre del 2006. Había dejado a mi
familia, pedí prestado a mis amigos y con ese dinero llegué
a Panamá. Cuando me invitaron a Cenar para conocer lo
que era la Fraternidad, escuche un testimonio, que considere
muy bueno, a mí lo que más me impactó fue que a través
de ese testimonio, hablaban de un Dios personal, como un
amigo, como un “hermano mayor” en la manera de conversar
y en eso coincidió conmigo en el Dios que yo creía. Hicimos
una dinámica de escribir pidiéndole a Él lo que no habíamos
podido hacer con nuestras propias fuerzas o recursos,
dinámica que me pareció un poco extraña entre hombres
maduros y de negocios, yo lo entendí como que al escribirlo
se reafirma lo que queremos y nos enfocamos en recibirlo de
Dios, hoy día entiendo que tiene una finalidad. Me llamó la
atención que todo el mundo se le concedía lo que pedían. Yo
pedí que se me pagara la universidad, a mí me decían: “pide
de todo” y yo veía gente que llenaban hasta 2 hojas.
Una vez recuerdo haberle pedido a Dios que me consiguiera
el dinero para cruzar a Costa Rica y retornar a Panamá para
cumplir con mis compromisos migratorios y milagrosamente
se van generando los contactos necesarios, no sólo para
cruzar sino para conocer el hermano país junto a hombres de
negocios ticos, ellos no permitieron ni siquiera que pagara el
hotel. También asistí a seminarios desarrollados por aquellos
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hombres de negocios, donde descargué todas aquellas
cargas familiares que tenía y aquellas conductas producto
de andar bebiendo con mis amigos. Pedí perdón a Dios por
todas aquellas ocasiones en que le fallé a Él y a mi familia y
aprendía a dar gracias por haberme mantenido sano a pesar
de no cuidar mi salud y de la situación económica en que me
encontraba en Panamá.
Más adelante mi status migratorio se resuelve, encontrando
un abogado de principios que lejos de querer estafarme se
preocupó de orientarme y financiarme todo trámite migratorio.
Encontré trabajo y las cosas fueron tomando su curso.
Mi hermana desde Argentina también se ofreció a ayudarme a
seguir pagando mis estudios. Hice nuevas buenas amistades
que me llevaron a hacer contactos para desarrollar negocios
y seguir trabajando.
En este recorrido en Panamá, llegue hasta Colón, donde
comencé a trabajar para una familia de origen árabe y de
creencias cristianas, que me agarraron cariño, donde yo
les trabaja, ellos me conseguían apartamento, con comida,
lavandería y limpieza del lugar. Hasta la fecha gano mi
dinero producto de mi trabajo, y adicional mis gastos están
cubiertos: ¡solucionado y punto!
En otra ocasión tuve que decirles a mis jefes que debía hacer
un viaje a Argentina por asuntos familiares y ellos me proponen
pagarme el viaje de ida y vuelta. Al regreso, me reuní con
mis jefes y siendo sincero, les dije que me iba a regresar a
Argentina definitivamente, pero que me iba a quedar hasta
que encontraran mi reemplazo y que una vez lo encontraran,
yo lo iba a entrenar y que me regresaría a mi país hasta que
él estuviera debidamente capacitado.
Hoy día tengo en mi corazón hacer lo mismo que me ha
sucedido a mí en este País, hacerlo en Argentina, no sé si
hay grupos de Hombres de Negocio de Fraternidad allá,
pero también me dedicaré a formarlos y contarles a la gente
como a través de una relación personal con Dios y cultivando
principios y valores se puede tener una vida de éxito.
Un artista de Valor Por: Victor Eduardo Frías
Hombre de negocios / Artes Plásticas y comerciante /
Conferencista sobre temas de principios y valores / Casado
y con 2 hijos.
Nací en Trujillo Perú, radicado en Panamá desde 1997, soy
artista plástico. Mi madre me contó que no iba a nacer, el
médico cuando la vio decidió que todavía no era el momento
del parto, pero ella tenía dolores fuertísimos e insistía en ser
atendida, pero no le hacían caso. Ella se desmaya y comienza
a sangrar y es ahí cuando la atienden. Se dan cuenta de
que estaba pasado de la hora para nacer, inducen al parto
y yo estaba morado producto de la falta de oxígeno: casi
fallecemos ambos.
Mi vida se marcó por el divorcio de mis padres, cuando tenía
5 años, yo era el mayor de 2 hermanos. Mi padre, abogado
de profesión, nunca me dio un abrazo, nunca me dijo “te amo
hijo”, nunca me llevó a la escuela, ni fue a las reuniones de
padres de familia, no jugó conmigo; no tengo fotos con él de
mi cumpleaños, ni de navidades y año nuevos. Él vivía a una
distancia tan corta de mí: sólo a 4 calles.
A los 7 años gané un concurso de pintura pintando a mi
padre en su oficina, me tomaron una fotografía cuando el
alcalde me entregó mi diploma y se la llevaron a él para que la
comprara, y sólo dijo: “¡Yo no compro esa cochinada!” Esas
palabras quedaron fijas en mi mente y no pinté más.
Crecí odiando y maldiciendo a mi padre, tanto así que mi
primer nombre no lo utilizaba ya que era el mismo de él, sólo
utilizaba mi segundo nombre.
Mis padres se agredían física y verbalmente delante de mí,
me ponía en medio de ellos, yo les decía: ¡papá y mamá no
se peleen!, pero no me escuchaban. Esas situaciones me
hicieron un niño nervioso, triste, tartamudo y tímido. No podía
concentrarme en los estudios y cuando el profesor hacía
una pregunta en clases, aunque supiese la respuesta no me
atrevía a levantar la mano. Apareció en casa la nueva pareja de
mi madre y se queda a vivir con nosotros: Un día que regreso
de hacer un mandado, este señor había puesto un cubo con
agua en medio de la cocina y vi cómo torturaba a mi hermano
menor, lo tenía sujetado a una altura, agarrando los pies e
introducía su cabeza boca abajo: vi la desesperación de mi
hermano. En ese momento comienzo a patear y morder a
este señor para que soltara a mi hermano, él lo deja pero
me agarra por la cabeza y empieza a ahogarme, mi mente
se quedó en blanco y no entendía por qué él me hacía esto.
Mi madre observaba y yo esperaba a que me defendiera,
al contrario, ella decía: “¡castígale por desobediente!”, esas
palabras sí me hicieron llorar porque yo no era desobediente.
Empecé a odiar a este padrastro y me enfrié en mi relación
con mi madre.
A la edad de 21 años conocí a una muchacha a la cual la
embaracé, le fui infiel y cuando bebía licor me convertía en
otro, en aquel que no quería ser. Abandoné a mi hija cuando
ella tenía 5 añitos, la misma edad que yo tenía cuando mi
padre me abandonó.
Ya había venido a Panamá pero retorné en 1997 teniendo una
vida desordenada con mi economía, con mujeres, parrandas,
alcohol y cigarros. Conocí a otra mujer y nos unimos. Viví
con ella por 3 años, pero nunca nos casamos, ya que yo
detestaba el matrimonio, le fui infiel infinidad de veces, no la
valoré, la celaba, no colaboraba en casa, le insultaba, la veía
simplemente como un objeto, cuando tomábamos licor era
peor, en ocasiones llegué a golpearla. Nos separamos, y yo
seguía en mi vida desordenada. Fui director de una galería de
arte y todo negocio que emprendía me iba bien al principio,
pero terminaba en fracaso, me preguntaba por qué me va
mal si soy “bueno”.
En Diciembre del 2006, me invitan a una cena de una
Fraternidad Internacional de Hombres de Negocios y me
recibieron con un abrazo y sentí ese abrazo que nunca mis
padres me dieron. Me impactó cómo un hombre hablaba de
su vida personal y sobre todo como se le pedía a Dios. Lo
primero que sentí fue paz a pesar de mis deudas que tenía
y después de varios meses de no poder dormir, dormí como
un bebé esa primera noche. Le pedí a Jesús que me ayudara
con mis documentos de migración ya que no tenía recursos
económicos, contacté al abogado que hizo los trámites y
cuando voy a pagar la multa en caja sólo me cobraron 16
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dólares. Con este primer milagro que recibo en mi vida, mi
fe aumentó.
Fui invitado a un Seminario de Liderazgo de aquella agrupación
de negocios y aprendí que la falta de principios y valores en
la familia lleva al fracaso emocional, familiar, matrimonial,
en la salud, económico, laboral, moral y espiritual. Allí me
enseñaron a perdonar y a pedir perdón. Pedí perdón a mi
madre y producto de ese perdón la migraña que sufría se me
fue. Ahora amo a mi madre. Busqué a mi padre para pedirle
perdón, pero hacía más de 25 años que no sabía nada de
él; me enteré que ya habían pasado 3 años de que había
fallecido, pero ya lo había perdonado en mi corazón. Pedí
perdón a la madre de mi hija y me di cuenta que después de
no tener ningún tipo de relación con ella, esa mujer me odiaba.
Le dije: te pido perdón por haberte sido infiel hace 17 años,
ella me insulta diciéndome: “¡no te perdono!”. Luego le doy
mi testimonio y me dice: “Ahora entiendo y comprendo por
qué fuiste así con nosotras: ¡Te perdono!”. Así mismo lo hice
con la última pareja que tuve a la cual hice tanto daño, le pedí
perdón por todo lo causado y me dio paz. Un día escuché el
testimonio de otro hombre de negocios, diciendo que él le
había pedido una novia a Jesús; eso llamó mi atención ya que
no sabía que se le pudiera pedir una novia a Jesús.
Ya estaba cansado de tener una vida sin sentido y le pedí a
Jesús que me de una mujer para casarme. Esta mujer llegó
después de 3 años y medio. En todo ese tiempo no estuve
con ninguna mujer, Jesús me enseñó a ser fiel a una mujer
que no conocía y me guarde para ella.
Ahora valoro a la mujer que está a mi lado, a la familia que
Dios me ha regalado, puedo serle fiel a ella por temor de Dios:
he aprendido a cooperar en casa.
Jesús ha cambiado mi vida: me liberó del licor, del cigarro
y de todos los vicios, cambié mi actitud, cambié mis
paradigmas y sobre todo Él me dio una NUEVA IDENTIDAD:
lo que antes fui, ahora no lo soy. Nunca había pensado que
mis experiencias personales de vida podrían servir a otros,
ahora dicto conferencias de principios y valores a través
de esta Fraternidad de Hombres de Negocios en el país y
con este escrito espero que sirva para que otros se den la
oportunidad de hacer un cambio positivo en sus vidas, tal y
como me pasó a mí.
La bebé Por: Kristel Savarain
Soy del segundo matrimonio de mi padre, su cuarta hija y
la segunda de mamá, por ambos lados “la bebe”. Nací en
el seno de una familia muy unida o así era como querían
que la pequeña niña de 4 años lo viera. Por ser una niña
llena de curiosidades y preguntas empiezo a escuchar
conversaciones a escondidas de todos y además a descubrí
muchas cosas; en una de esas conversaciones escuche que
tenía 2 hermanos más pero yo me mantuve en silencio y no
dije nada ya que quería que mi propio papá me dijera: ¡No
eres única!
Cuando cumplo 6 años me presentan a dos jóvenes, una
chica que me lleva como 15 años y un chico que me lleva
como 10 años, yo quería más que nada conocer a mi hermana
porque en la escuela muchas personas hablaban de como
compartían con sus hermanas y eso era algo que yo envidiaba
ya que, además de solo saber de ella, la existencia de un
hermano hombre era 10 años mayor que yo, con la emoción
de conocerla y un poco celosa de no ser la única lo primero
que ella me dice al conocerme fue: No te me acerques, Tu
eres la culpable de que mis padres se hayan divorciado, yo
solo agache la cabeza y me fui, no quise contarle a mi familia
porque no quería incomodar pero me fui con una gran duda:
¿qué es un divorcio?, como nací en un momento en el que la
tecnología se estaba desarrollando decidí buscar en internet ,
no fue la mejor decisión ya que encontré mucho más de que
era un divorcio, encontré que era el matrimonio y otros temas
los cuales no eran apropiados que supiera a esa edad, desde
ese momento mi mente deja de ser de una niñita y comienza
a desarrollarse a millón, comienzo a juntarme con personas
con mucha más edad de la mía y hablar de temas de adultos
en ese momento empiezo a vivir una triple vida en la que ni yo
sabía quién era ni mucho menos quien quería ser.
Allí comienzan las mentiras, a crecer el odio hacia mis padre por
a verme ocultado muchas cosas y comienza a desarrollarse
cada vez más algo dentro de mi llamado: Perfección, ya que
mi papa la exigía y cada vez que cometía un error mi papa
decía: “La gente puede cometer errores, tu no “ comencé a
sentirme insegura de mi misma y comencé a ver la vida como
una gran barrera en desarrollo y cada vez que cometía un error
yo me torturaba a mí misma diciendo: “usa la cabeza, nos
seas tonta que todo tiene una razón” así crecí desarrollando
una mente científica y perfeccionista en todo lo que hacía, la
perfección trajo a mi vida: el orgullo, la vanidad, el irrespeto
a mis padres y el irrespeto hacia mí misma no me valoraba a
mí ni mucho menos la gente que me rodeaba, el hombre que
hizo posible mi existencia no lo veía como a un padre, sino
como a un ejemplo, esto significa que no importa si lo que
él hacía estaba bien o mal, yo lo imitaba porque quería ser
como él, para mí quien era como mi “papá” era mi hermano
de padre y mamá diez años mayor , al único que le hacía
caso, le abría la puerta de mi cuarto cuando lloraba y al único
en el que en realidad sentía confianza, cuando él cumple 18
años va a sus primeros carnavales, sufre un accidente, queda
en el hospital con el fémur roto y vendas en toda la cabeza,
lleno de sangre, cuando vi a la imagen que yo tenía de un
papá allí tirado en una cama de hospital, escucho cuando el
doctor le dice a mi papa “su hijo tiene pocas probabilidades
de vida” en ese momento fui a un lugar en donde vas y le
pides a Dios por algún familiar enfermo, ese día yo con 8 años
fui y en tono de reclamo le dije a Dios: ¿No se supone que
me amas? ¿Por qué me das un padre al que no le intereso
en lo más mínimo, porque él piensa que el dinero me abraza,
y me das una madre que sólo ve atreves de los ojos de él y
a la única persona a la que le importo en este mundo me lo
vas a quitar? Y grité con amarga ironía: ¡GRACIAS! Ese día
decidí alejarme de Dios y no creer en Él, viviendo una vida de
hipócrita ya que iba todos los domingos a la iglesia de mala
gana y con condiciones.
Decidí de creer en Dios y quería más de 7 pruebas que
me demostraran que existía, no me basto con ver que mi
hermano salió completamente sano y como si no hubiera
pasado nada, Jesús toco a mi puerta 153 veces y a la 154 se
la abrí y dije: si tú tienes las respuestas entonces ahí te van
las preguntas y así es como Dios comienza adueñarse de
todos mi problemas, preocupaciones, soledades, tristezas,
empieza a quitarme todo deseo impuro aun así cuando creí
que jamás volvería a tener una mente sana, Jesús empieza
a borrar mi vida y a escribir una nueva pero esta vez con El
cómo dirección. Hoy día tengo 15 años y vivo una vida plena,
feliz, tranquila y sabiendo que cada vez que vea algún joven
que están como alguna vez yo estuve con un brillo en mis
7. -12- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
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ojos les puedo decir: hay una esperanza para salir adelante,
hay un motivo de vida, si se puede salir del odio, deseos de
morir, masturbación, temas sexuales y todos su derivados y
se llama Jesús.
Volví a nacer pidiendo perdón a mi mamá y arrepintiéndome
por todas las veces en las que había maldecido, a mi papá y
hermanastros, hoy día los amo, no viven conmigo pero este
donde estén son mis hermanos, nunca es tarde para dar un
gran paso porque Jesús: reconstruyo mi corazón, mi familia,
le dio sentido a mi vida, me dio verdaderos amigos y me abrió
los ojos a todas esas verdades que antes no veía.
Papá si alguna vez llegas a leer esto: te amo con todos tus
defectos y quiero que entiendas que ahora conociendo de
Jesús comprendo la razón de tu amargura interna y de tanta
perfección, discúlpame porque nunca fui perfecta y quizás
jamás lo seré, incluso jamás seré la hija que siempre soñaste,
pero te amo sin condiciones y te perdono porque mi padre el
que me sustenta me amo sin motivos para hacerlo.
Y tu… no sé quién eres, no sé dónde vives ni se cómo te
sientes pero Dios sorprende y lo hace a Diario, No te pierdas
la oportunidad de ser parte de la gente más feliz de la tierra.
El gran regalo Por: Rosario Iveth Bermúdez Saldaña
Soy estudiante de V año de comercio, de 17 años, tengo 1
año y 2 meses de ser parte de las personas más felices de
la Tierra.
A la edad de los 6 años mis padres toman la decisión de
divorciarse, en ese momento no tenía idea de lo que sucedía,
mi mamá viaja a USA a trabajar buscando una mejor
oportunidad para mi hermana y para mí, así empieza una de
las mayores experiencias de mi vida. Mi hermana mayor y yo
quedamos al cuidado de mis tíos maternos, la relación con
mi papá era pésima, muy distante; lo veía muy pocas veces y
sólo por tiempos muy cortos. Así pasamos varios años,
Mi papá conoce a una señora y decide casarse para formar
otra familia, fue muy duro para mí ya que ella tiene dos
hijas, y su mayor tiempo, por supuesto eran para ellas, pero
como Dios es tan perfecto, desde aquel tiempo hasta ahora
he contado con una grandiosa familia y con una madre
incondicional, ella es más que una amiga y siempre me ha
inculcado el amor y el respeto hacia mi padre, sin embargo,
la relación con mi padre seguía igual.
A mis 15 años, comienza a cambiar un poco la relación con
mi papá. Lo veo un poco más, tengo un mejor acercamiento
con él. Un buen día me invita a una cena del Capítulo de
Damas de La Fraternidad Internacional De Hombres De
Negocio, asisto por quedar bien con él, me llama la atención
las dinámicas de la reuniones y continúo asistiendo: Encontré
esa gran relación personal con DIOS, descubriendo lo
fantástico que es.
Siento que la Fraternidad ha sido un gran regalo que DIOS
ha puesto en mi camino, ya que gracias a Él tengo una mejor
relación con mi papá, conocer personas que me han brindado
su amor y las hermosas oportunidades que he tenido en el
poco tiempo que he permanecido en tan hermoso grupo.
Hoy soy la presidente del Capítulo de Jóvenes de Chiriquí
y siempre dispuesta a trabajar con principios y valores para
DIOS.
8. -14- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
-15- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
Un “Cascaroso” de Dios Por: Ramón “Monchi” De Urriola
Tuve una buena educación a pesar de que mi papá estaba
casado y tenía su propia familia, él con mi madre mantenía
una relación en la que siempre nos visitaba a mi hermana y a
mí; ellos siempre procuraron que nada me faltara.
La oportunidad de trabajar en la televisión y entrar a la
fama llamó a mi puerta, pero me di cuenta al poco tiempo
de la inestabilidad laboral que me daba ese medio, sin
embargo, agradezco que durante ese tiempo que conocí por
primera una agrupación de Hombres de Negocios que se
autodenominaban “Fraternidad”. Allí me di cuenta al haber
tomado una decisión definitiva de dejar todas esas cosas que
no me resultaban para mi progreso profesional y dedicarme
a lo que tanto esfuerzo me costó, el ser un profesional en la
carrera de ingeniería, dedicarme a lo que siempre me había
gustado, siempre pensando en mi futuro y el de mi hija.
Hace más de 18 años atrás me invitaron a participar como un
personaje “extra” para un proyecto de programa de televisión
el cual llegó a ser un gran éxito en todo el país. Fue para mí
algo tan grande y maravilloso el sentirme famoso siendo yo
tan joven, algo que nunca había experimentado en mi vida
porque siempre fui muy introvertido, así que tome la decisión
de dejar mi carrera universitaria a un lado y dedicarme por
completo a trabajar sin importarme lo que mis padres que
con tanto esfuerzo me dieron (una buena educación para
yo seguir avanzando y cumplir el objetivo de hacerme un
verdadero profesional).
Todo marchaba bien, el ser “famoso”, me daba muchos
beneficios, poder asistir a las mejores fiestas, los mejores
eventos, conocer gente famosa y lo más importante: los fans
(en especial las chicas), mucha rumba y mucho alcohol para
mí, para una persona joven como yo, eso era el paraíso.
Tuve varias novias (bueno, la verdad en aquel entonces no
lo consideraba así porque no le daba la importancia ni la
seriedad en las relaciones), era muy inmaduro, sé que en
algún momento jugué con los sentimientos de algunas “sin
darme cuenta” que las podía afectar negativamente porque
en esos momentos nada en mi vida lo tomaba en serio.
Pasaron los años y un día mi padre preocupado me llama
para conversar conmigo, viendo que no le daba sentido a mi
vida quería saber de verdad cual sería mi verdadera vocación
como profesional, o más bien que sería de mi futuro; me puse
a meditar en lo que me dijo y decidí retomar mis estudios
universitarios (“mejor tarde que nunca”).
Reingresé a la universidad, pero igual no quería alejar de mi
vida ese mundo desenfrenado de rumbas, alcohol, mujeres
Pasó el tiempo y conocí a una mujer que venía de ser
divorciada dos veces, y en cada matrimonio tuvo una hija (o
sea 2). Al sentirme atraído por ella, usé la mentira para poder
conquistarla: como nunca fui sincero tampoco ni conmigo
mismo, de haberle dicho la verdad, de que todas las cosas
que me llegaron a pasar fueron por mi culpa, por mi falta de
madurez y por no haber enfrentado los problemas, le di a
entender a ella que todos a mi alrededor me habían hecho
daño, de que todos eran culpables y de que yo fui una víctima
de todos los males que me causaron.
Así empezamos entonces una relación “seria”; pero, “todo
lo que empieza mal… acaba mal”, y fue así que decidí
alejarme de todos los que supuestamente me hicieron daño,
especialmente mi familia, ya no llevaba la misma relación con
mi hija como lo hacía antes, claro ella ya no me veía mucho
y yo comencé a creer que ya no me quería: ¡Qué error más
grande que cometí en ese entonces!
con préstamos, tarjetas de crédito, un carro que también
debía pagar, además de la manutención de mi hija que ya no
se la daba y por ende no podía ir a la escuela como debía.
Fue un gran amigo el que me dio la oportunidad de invitarme
a una reunión de la fraternidad, me decía que era una reunión
de negocios y yo como estaba desesperado para poder
recuperarme económicamente y también recuperar a mi
familia, no me daba cuenta yo de que el negocio más valioso
que tenía porqué luchar era MI FAMILIA, luego al activarme
en dicha fraternidad continuaba participando en las reuniones
y eventos. Escuchaba cada testimonio y me cuenta de
muchos hombres tuvieron una situación más difícil que la
mía y fue en ese momento que tomé la decisión de poner
mi vida y todas las cosas en manos de DIOS, manteniendo
una relación con ÉL y depositando toda mi FE y confianza
en que pronto las cosas se iban a ser solucionadas, porque
ÉL nunca abandona a sus hijos a pesar de que yo me sentía
abandonado a ÉL.
Poco a poco las cosas fueron mejorando, y a cada reunión
que asistía me sentía con una libertad, como si al no participar
me hiciera falta aire para respirar y ya todo empezaba a
cambiar; recuperé mi autoestima, mi felicidad, a mi familia y
lo más importante que sentía (que no lo tenía pero siempre
estaba ahí: A DIOS EN MI CORAZÓN.
Gracias a Dios todo va marchando bien y lo más importante es
que he recuperado la confianza y el amor de mi preciosa hija,
ahora tenemos una relación maravillosa. Recuerdo también
aquel momento tan grande que tuve cuando la invité a salir,
estábamos conversando y yo le pedí a Dios que me diera
fuerzas para pedirle perdón y que ella me perdonara, me dijo:
“Papá no hay nada que perdonar porque yo siempre te voy
a querer mucho”, sentía que quería llorar, que el corazón se
me iba a salir porque ella me enseñó una maravillosa lección
y luego yo también empecé a perdonar y seguir pidiendo
perdón a todas aquellas personas que en algún momento
fueron buenos conmigo y yo no los supe valorar.
Señor más que pedirte, quiero darte las gracias por esta
nueva oportunidad que le has dado a mi vida.
y diversión, estaba decidido a continuar relacionándome
con la gente famosa y popular del “patio”, (aclaro que yo
nunca me involucré en el consumo de drogas, pero si vi a
muchos y también tuve muchas oportunidades en que me
las ofrecieron).
En algún momento de esos días de fiesta llegué a conocer
a la que fue mi esposa y madre de mi hija. Primero nos
hicimos novios y decidí que en ese momento sí iba a tomar
esa relación en serio porque ella me llevó a conocer a toda
su familia que es del interior y son personas muy unidas y
decentes. Durante nuestra relación ella queda embarazada
y no estaba segura si yo era un hombre lo suficientemente
maduro para enfrentar un compromiso tan serio, igual, así
decidí casarme con ella para poder” luchar” con mi familia;
¿pero adivinen? Nunca le tomé importancia (como siempre lo
hacía con todas las cosas en mi vida), por eso ella se cansó
de mí y me dejó.
Yo como siempre, seguía viviendo un mundo de fantasías,
de nunca crecer ni madurar y mucho menos enfrentar los
retos que la vida me ponía, de “a milagro” sólo tenía dos
compromisos: mi hija y mi carro en aquel entonces.
Esta relación, como todas las que tuve en el pasado, tuvo sus
momentos buenos, pero también sus momentos MUY malos.
Hoy reconozco que fue mi culpa el que yo me dejara manipular
a tal punto, que incluso tuviera dudas de mi paternidad, de
no creer que esa fuera mi hija porque yo mismo “me lavaba
el cerebro” haciéndome ver que todos eran malos conmigo
y por eso me trataban así; realmente no me daba cuenta de
que al haberme alejado yo y no mantener a mi hija como
lo hacía antes, más que por el compromiso que significaba,
hacerlo por Amor. Llegué al extremo de” dejarla huérfana”,
sin el cariño y el amor que como padres, le debemos dar a
nuestros hijos; no me daba cuenta que ella faltaba muchas
veces a las escuela, que estaba muy triste, y que YO le hacía
mucha falta, más que todo.
La relación con esta mujer se fue tornando cada vez más
agresiva, incluso llegando afectar más la relación con mi hija.
Recuerdo que en algún momento que pasaba cerca de la
casa de ella, la vi con una cara muy triste mirando a lo lejos
y esa imagen se me quedó grabada para siempre. Fue en
ese momento que decidí dejar eso que tanto daño me estaba
haciendo y luchar por recuperar a mi verdadera familia.
Aprendí que toda decisión tiene sus consecuencias, tanto
buenas como malas, así fue como yo también me endeudé
9. -16- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
-17- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
El vendedor de chepo Por: Juan Risso
Vengo de El Llano de Chepo, de una familia humilde; mi
madre era ama de casa, mi padre se dedicaba a la agricultura
y la ganadería. Vengo de una familia donde en mi niñez si
supe lo que era el amor de un padre y una madre, que me
dedicaran tiempo y cariño.
Tanto confianza de mi padre me inspiraba, a tal punto que
al llegar a sexto grado, de ser en primer grado el último de
la clase, me gradué como primer puesto de honor, no por lo
inteligente que fuese , sino por el apoyo tan fuerte que recibía
En una ocasión que mi padre llegó muy borracho pensé: ¡esto
se tiene que acabar! Fui a la cocina, tomé un cuchillo, salí a
la puerta y le dije; maldito hombre, si hoy tú entras a esta
casa te voy a dar con este cuchillo. En lo que él va entrando,
intento hacerlo, pero mi abuela que vivía al lado se mete y
no permite que pase a mayores. Luego de eso mi odio fue
mayor y se venían pensamientos a mi mente que si mataba a
mi padre se iban a acabar todos mis problemas. En realidad
no quería matar a mi padre, lo que quería era acabar con
el problema. Por más de cinco años sólo le hablaba para
insultar, para gritar para pelear con él.
Aunado a todo esto, cuando tenía seis años de edad, todos
los fines de semana dormía donde mi abuela, en un cuarto
donde en otra habitación dormía mi tío. Todas las mañanas
este tío tocaba mis genitales y eso hizo que naciera un
despertar sexual en mí por conocer más. A los 8 años de
edad comienzo a tener sexo con una primita de 7 años, a los
11 años también con una vecina, y desde que los 12 hasta
los 20 años de edad sexo con hombres, me convierto en un
homosexual.
Todo este odio y mi problema de homosexualidad hacen que
mi vida cada vez más vaya en decadencia.
de mi padre. Igual sucedió en la graduación de noveno grado,
ocupe puesto de honor e incluso tuve la oportunidad de
dar unas palabras. Este fue para mí unos de los momentos
más felices que he tenido en la vida, no por ocupar puesto
de honor, sino porque allí estuvo mi padre para decirme, lo
pudiste lograr.
Vine a la ciudad de Panamá, en San Miguelito, a vivir donde
una tía y estudiar en un colegio en la capital. Fue difícil
acostumbrarme a otro ambiente. Ya en 5to año mi padre que
era muy responsable, dejo de mandarnos dinero y no sabía
por qué sucedía esto.
Cada 15 o 22 días viajaba a Chepo y muchas veces no veía a
mi padre y si lo veía era acostado pasando una resaca del día
anterior. Esto se fue dando a tal punto que mi padre perdió
todos su trabajos de agricultura y ganadería, producto de
que todos los ingresos que recibía era para su alcohol. Al final
perdió todo, en ese momento comenzamos a pasar una fuerte
crisis económica porque el único sustento del hogar era él,
mi madre era ama de casa, comenzamos a depender de lo
que nuestras tías comenzaran a darnos. En esos comencé a
culparlo por esta situación y se fue desvaneciendo ese amor
y ese respeto hacia él y naciendo un resentimiento, porque
decía que él era el culpable de todas estas situaciones.
Me tocó ver como un sábado mi padre, tomado, tenía a mi
mamá en la cama para pegarle y allí por primera vez comencé
a enfrentarme a mi padre, me tiré sobre él para evitar que le
pegara. De allí en adelante se me olvidó lo que debía respetar
a mis padres y jamás pensé las consecuencias que esto
podía tener para mí.
A duras penas me pude graduar, esa graduación de sextos
años fue el momento más triste, me sentí como un fracasado.
Como no había dinero para ir a la universidad fui a trabajar,
pero al no concentrarme en los trabajos pensando sólo en el
odio que por mi padre sentía, pasaban dos o tres meses y me
despedían de los mismos.
En estas circunstancias, por un anuncio de periódico, voy a
mi primera reunión de “FIHNEC” en junio de 2007, pensando
en que allí enseñaban a hacer negocios rentables.
Luego regreso a una segunda reunión y me encuentro con
un nicaragüense que estaba dando su experiencia de vida y
compartiendo cómo, producto de su trabajo y otras cosas,
había perdido a su familia, pero un día le invitaron a una reunión
de la Fraternidad y allí él invito a Jesús de Nazaret a su corazón
y luego ese mismo Jesús le devolvió a su familia. Identificado
con él hice lo mismo: invité a Jesús a mi corazón. Me dieron
10. -18- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
-19- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
un papel para hacerle una petición a Jesús, y lo que en ese
momento le pedí fue dinero. Al salir de esa reunión, a pesar
de que tenía los mismos problemas de odio a mi padre, de
homosexualidad, problemas económicos, salí de allí con una
tranquilidad, con una paz que yo no entendía, pero la sentía.
En el bus de vuelta iba riéndome y no podía contener la risa,
todos me miraban y decía que estaba loco, pero yo sabía
que Jesús era el que me estaba dando esa tranquilidad. Esa
noche dormí sin despertarme en las madrugadas, descansé
como nunca.
A los tres meses me invitaron a un seminario de esta
organización, donde hablaban de “la familia”, de nuestro
país y una persona hablando del perdón, de como él había
perdonado a su papá que por mucho tiempo lo abandonó;
y yo dije: por qué él hizo eso, si el papá es el que hizo el
daño. Pero conferencista decía que había tomado la decisión
porque al perdonar y dedicarse a respetar a su padre y a
su madre “le iría bien en todas las cosas”. Al terminarse el
seminario, en el camino de vuelta a mi casa, pensaba en
eso, el seminarista dijo que él había tomado la decisión de
perdonar. Yo quería hacerlo pero no tenía el valor.
Dos meses después le pedí perdón y de allí en adelante
comenzaron a pasar cosas muy importantes en mi vida. Lo
primero, esa paz que antes había experimentado ya era más
permanente en mi. Comencé a estabilizarme emocionalmente,
pero también económicamente, comencé a pagar todas las
deudas de prestamistas que teníamos.
Al año y medio que estar en esta organización todavía
practicaba la homosexualidad. Le pedía a Dios que me diera
el gusto natural por las mujeres. No volví a tener relaciones
homosexuales y me dediqué a guardar mi cuerpo hasta el
matrimonio para la esposa que Dios tenga para mí.
Comencé también a pedirles perdón a todas esas personas
que le había hecho daño, porque siempre cuando alguien
venía a aconsejarme, siempre les decía “de todo”. Era muy
grosero y prepotente.
Luego de eso me dediqué a servirle a Jesús en esta
organización por todas las cosas que estaba haciendo en mi
vida. Aunque sabía que jamás le podría pagar todo lo que ha
hecho por mí.
Hoy, vivo confiado, porque sé que mi vida está en las manos
de Dios, me dedico a amar y respetar a mi papá y a mi
mamá, a darle tiempo a ambos, compartir con ellos, darles
dinero y estar siempre pendientes de ellos, porque en esa
medida me va a ir bien en todas las cosas que haga. Trato de
ser siempre bondadoso con mis hermanos.
Tengo por más de 6 años (ya no de los de “2 ni 3 meses”) un
trabajo independiente, no tengo jefe y eso me permite apoyar
esta organización en sus actividades.
Aunque la relación entre mis padres se resquebrajó, hoy
duermen en cuartos separados, y aunque no esté de acuerdo
con las cosas que hacen y les digo siempre con mucho amor
que lo primero es aceptar a Jesús en nuestros corazones y
luego comenzarán a pasar cosas a nuestro beneficio, los sigo
amando y los sigo respetando, guiados por los Principios y
Valores positivos que Dios ha puesto en mí.
11. -20- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
-21- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
Cero coimas: “¡No voy!” Por: Ing. Marcos Ríos
Yo me crié en la Provincia de Chiriquí y crecí entre transportistas.
Contaré algo de mi vida pasada, de cómo descubrí el mejor
negocio del mundo en la vida de mi esposa, de mi familia, de
mi empresa y en todo el entorno.
De ocho hermanos, 5 estudiamos en el extranjero. Yo fui
becado a la Universidad de Sao Paulo en Brasil.
Yo jamás había visto un semáforo. Yo era un muchachito rural
en medio de una ciudad de casi 20 millones de habitantes:
eso impactó en mí.
Mi vida universitaria transcurría excelente. Yo recibía mi beca
por correo, demoraba “mucho”, pero me mantenía en una
casa alquilada entre varios jóvenes. Me alcanzaba bien el
tiempo para los estudios, me sentía muy feliz porque yo
estaba en una de las mejores universidades de Brasil. Al
poco tiempo, llegó una muchacha con el mismo plan que
yo llevaba: el de estudiar, ella venía de Costa Rica y desde
que la vi, me encantó. Yo había estudiado toda mi escuela
internado, no había ido a fiestas ni a saraos.
Cuando esta muchacha llegó, “le fui echando los perros”.
Comenzamos a vivir juntos y a “dividirnos” los gastos. Al
poco tiempo ella quedó embarazada. Yo estaba muy joven,
pensaba en mi beca y en tantas preocupaciones que antes
no tenía. Así se me ocurrió llamar a quien sería mi suegro
por teléfono y le dije: mire yo soy “fulano”, estoy viviendo
con su hija:¡la embaracé! aquel señor perdió el habla, perdió
la compostura, dejó de comer como por 3 semanas. Sin
embargo, su esposa me dice: “yo soy la mamá de Arlette,
mira, ¡todo va a salir bien!”. Mi suegra fue a dar a Sao Paulo
dejando su hogar en Costa Rica.
Así nació ese muchacho precioso, Yo decía que ¡la había
hecho!: me había casado “jovencito”, ya tenía mi familia, me
faltaba por graduarme un año y medio.
Estaba yo esa mañana que jamás olvidaré, regresando en taxi
del aeropuerto en Brasil, mi suegra había perdido su vuelo,
así que regresamos todos juntos curiosamente con el mismo
taxista, este conductor venía de tomarse algunas cervezas …
yo sólo recuerdo que desperté en un hospital.
Dos días después me había percatado de que había ocurrido
un accidente de tránsito muy terrible: había muerto el taxista,
había muerto mi suegra y mi bebé de un mes de edad estaba
en una condición comprometidísima en su salud, mi esposa
y yo teníamos fracturas múltiples. Mi hijo Marcos después de
estar internado 4 meses y con una serie de complicaciones,
adquiere las famosas infecciones nosocomiales que ahora
se hablan en Panamá, pero en Brasil.
Al recibirme de ingeniero recién egresado, tuve mi primer
empleo, muy bien remunerado, como el de un gerente de
una multinacional, entonces, descubrí el Brasil de samba y
de carnaval. Comencé una carrera de infidelidad, que pensé
que se solucionaría mudándonos de país: a Costa Rica.
Otra compañía me contrata para trabajar en David, Chiriquí
y allí parrandeo más que en el Carnaval de Río. Entre
patronales, adulterio y mentiras, mi esposa hizo nuevamente
maletas, pero esta vez sí nos separamos.
Todas mis cosas las compraba con tarjetas de crédito, ya
tenía problemas legales, aunque no lo reconocía porque
no me había demandado, inicié a “portarme bien, echar
pa’lante”, pero mantenía una segunda agenda escrita en
“clave” con los nombres de las “hembritas” que llamaba por
teléfono, licor y “dinero extra”: así pretendía yo que me fuera
mejor.
La compañía me traslada a la capital de Panamá, y allí un
cliente me invitó a una cena de negocio. Después, comencé
a participar de Seminarios de Liderazgo, donde lo primero
que aprendo es a dejar que mi arrogancia se caiga, a ser
honesto hasta en mis negocios (cero “mordidas”). Aprendí a
perdonar, incluso a aquella persona que había provocado la
muerte de mi hijo hace tantos años en Brasil.
Yo estaba enredado en tarjetas de crédito, y debía dinero a la
institución que me había financiado mis estudios superiores
y así fui de “frente” a responder por la deuda, sin plata, pero
con Fe. Subiendo y bajando escaleras yo hice un Pacto con
Dios y pagué ese compromiso en 7 meses.
En mi nuevo trabajo perdí contratos grandes en Panamá, ya
que requerían sobornos, pero logré suministrar e instalar el
nuevo Túnel de Rio Hato: Dios me dio esa patente y no le
dimos ni un centavo de “coima” al gobierno.
Descubrí que debía volver a enamorarme de mi esposa como
el primer día, así es que logré (poniendo a Dios primero)
llevar a mi esposa de viaje: celebramos 25 años de casados
Europa y celebramos los 28 años en Venecia el año pasado.
Un matrimonio que no valía un real, no por ella, si no por mí.
Lo que el médico dijo en Brasil (que mi primogénito no iba
a tener vida) NO se cumplió: se cumplió lo que Dios quería:
a ese niño le celebramos 25 años de edad, nunca caminó,
nunca aprendió, nunca gritó. Un domingo al amanecer, yo
corrí a darle un beso y ese niño “ya no estaba”, había sido
llamado por el Señor.
Aprendí a servir. Aprendí como líder a recoger aportes
económicos para buenas obras. Yo decía que eso era de
“iglesia”, comencé a compartir mi testimonio con la gente,
descubrí la gran necesidad de esa Paz que tengo ahora, para
que “despierten”, así como un día a nosotros nos dieron la
oportunidad.
Las fotografías de mi familia de esos días, el rostro de su
madre, de los abuelos, de los amigos, muchos de esos amigos
míos que están en esas fotos se ve algo que sobrepasa todo
entendimiento: Paz que nos ha dado Dios.
Yo invito a cualquiera que lee estas líneas, que se permita
seguir este camino, donde hombres de negocios sencillos
(desde un simple vendedor ambulante, un profesional o hasta
un gran empresario internacional) mejoramos y prosperamos
a través del desarrollo de nuestra relación personal con Dios
que nos permite cambiar de actitud practicando los principios
y valores correcto que nos llevan al éxito integral.
12. -22- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
-23- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
La líder juvenil Por: Enelda Arrocha
Vengo de una familia conformada de mamá, papá y
hermanas; somos tres, siendo yo la menor, una familia que
ante la sociedad es una familia normal y unida. Sin embargo,
tenía un problema serio que era el alcoholismo de mi padre,
combinado con una mamá sumisa, era difícil vivir en ese hogar
ya que cuando llegaba mi papá en estado de embriaguez,
llegaba insultando a mi madre, a mis hermanas y a mí sea
cual fuera la situación.
Al ver que mi madre no decía nada, eso creó un efecto de
rechazo para mí y mis hermanas, tanto así, que cada una
decidió tener la casa como un hotel y estar en cualquier
actividad que nos mantuviera ocupada y fuera del hogar.
Yo me inscribo en una asociación sin fines de lucro que
trabajaban con jóvenes de riesgo social; me llamo la atención
ya que, realizaban campamento en diferente partes del país
y en ese momento lo que yo menos quería era estar en mi
casa, esto pasa a mis 9 años y luego a los 12 años entro en el
Consejo Nacional de la Juventud y me corresponde viajar al
exterior, en ese momento ya era líder Juvenil que daba charla
de autoestima y resolución de conflicto a jóvenes de mi edad
y de edades mayores que por eso era que el mensaje llegaba
más eficaz.
Ante todos los jóvenes y la organización yo era feliz, pero
cuando llegaba a la casa me enfrentaba a mi realidad, era allí
donde sufría la situación con mis padres, con mis hermanas
solo dormíamos en el mismo cuarto y sabia que estaban viva
pero nada más, me sentía tan sola, que en muchas ocasiones
lloraba tanto que me quedaba dormida y cuando despertaba
tenía que seguir con la apariencias de ser feliz, y de seguir
empujando a muchos jóvenes que salieran adelante.
Sin embargo cada vez YO me quedaba atrás, eso duro así
hasta mis 21 años cuando ya no pude más y fui dejando de
asistir a la organización, me iba alejando de ellos hasta que
la dejo por completo, fue así que un día en la universidad
donde estudiaba, era un viernes, mis compañeras del salón
después de un trabajo en grupo me invitan a una discoteca
a la cual nunca había ido y fue así donde conozco la vida
nocturna y de allí en adelante no había quién me sacara de
las discotecas.
Como conocía muchas personas organizaba actividades y
promocionaba ciertas discotecas a si con ese liderazgo que
ya tenía le fui sacando provecho, comencé a beber licor de
todo tipo y a fumar sin que nadie me parara; ya conocía las
discotecas que habían de lunes a lunes, mi economía era
buena así que tenía el dinero suficiente para costearme
cuanta fiesta quería, comienzo a tener novios, amigos con
derechos y amigos muy queridos pero todo a la vez, ya no
me importaba nada de amor solo era pasarla bien.
Así llevaba mi vida hasta mis 28 años cuando entro un viernes
a las 4 de mañana a mi casa y mi madre estaba despierta
esperándome, ella me cuestiona y yo le grito y le digo que no
se meta en mi vida, y me cambio para irme a trabajar, sabía
que lo que estaba haciendo estaba mal pero que después lo
cambiaría, con la única de mi familia que mas me llevaba era
mi hermana del medio, ya que ella siempre hizo lo correcto era
ese ejemplo a seguir pero que nunca lo seguía solo me sentía
orgullosa de que fuera mi hermana pero de un momento a
otro las cosas cambiaron.
Mi hermana entra en una depresión producto de una
situación sentimental con su esposo, en donde me toca ver
a mi hermana en depresión y eso hace que todo mi centro
cambiara, me meto de lleno a estar con ella y un paciente
de ella le habla de esta organización, ella me comenta y yo
la acompaño; fue ahí donde una mujer muy valiente se para
delante y comienza hablar de su vida como era y como es
ahora y que a pesar de todo lo que había pasado ella era feliz,
eso causó un asombro en mí porque yo estaba muy lejos de
ser feliz ya que para mí, la felicidad estaba en objetos que
evidentemente no tenía, la sigo escuchando y ella hablaba
de una relación personal con Dios, para mí eso era nuevo ya
que la percepción mía de Dios es que Dios estaba solo para
las personas buenas y que el estaba haya arriba y yo abajo
lejos de EL y solo sabía de el en la iglesia, a si que ese termino
de Dios era un tema nuevo y la mujer que daba su testimonio
nos dice que repitamos unas palabras si queríamos darnos
una oportunidad y ya yo no tenía nada más que perder en ese
momento yo con una economía en quiebra sin trabajo solo
en el negocio de mi hermana, mi situación sentimental era la
soledad que me seguía donde fuera, en el hogar éramos mas
enemigos que amigos, así que repetí esas palabras.
Salí de ese restaurante con los mismos problema pero con
una paz que nunca antes había experimentado, en ese lugar
me hablaron que el fin de semana había un SAEL que es un
Seminario Avanzado de Lideres, y como todo lo que tiene
que ver con liderazgo me llamaba la atención me inscribí y fui.
Hablaron de varios temas pero el que me marcó más fue
el tema del principio del Perdón ya que siempre pensé que
era a mí que me tenían que pedir perdón y aprendí que el
perdón es una decisión, no un sentimiento que yo tenía que
perdonar, pero que primero tenía que perdonarme por haber
tomado malas decisiones que me seguía culpando y que ya
había pasado, y no me dejaban avanzar.
Cuando salgo de ese seminario comienzo a poner a Dios por
delante de todo lo que realizara pero me preguntaba ¿Cómo
pedir perdón a mis padres? y bueno un día tome la mejor
decisión y fue hablar con ellos y entendí el porqué de que
en mi vida nada me salía bien, que era por no honrar a mis
padres ya que ese es unos de los mandamiento de Dios,
como quería que me fuera bien, y desde ese día en adelante
las cosas fueron cambiando con mis padres y mis hermanas.
Hoy tengo una excelente relación con mi familia, mi economía
empieza a mejorar y mi situación sentimental, ya no estoy
sola, tengo a Dios como centro de mi vida y lo demás sé
que vendrá por añadidura, ya no me preocupo por el tiempo
que va pasando, porque sé que Dios esta moldeando a esa
ayuda idónea y me está moldeando a mí y lo espero con
gratitud y sin desespero.
Le doy gracias a Dios porque a lo largo de mi vida siempre
estuvo en cada situación difícil, y que hoy lo entiendo que
todo lo que pase fue parte de mi crecimiento y que hace
que hoy sea la mujer que soy con un corazón dispuesto y
entregado al Amor de Cristo Jesús.
14. -26- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
-27- FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRINCIPIOS Y VALORES
Visión y Misión
La Fraternidad F.I.H.N.E.C. es una organización que surge en la
década de los años 50, cuando un próspero ganadero californiano,
de origen europeo, siente incomodidad al ver que en las iglesias sólo
asisten ancianos, mujeres y niños, observando que los hombres
productivos y de empresa con los que él negociaba, no asistían
mucho.
Esa inquietud lo lleva a iniciar una serie de desayunos, donde
se reunían hombres comunes y corrientes para compartir sus
experiencias personales.
Este movimiento se ha propagado hoy a 165 países alrededor del
mundo, con alrededor de 13 millones de miembros y en crecimiento.
Somos la agrupación laica más grande del mundo.
Nuestra misión es acercar el hombre a Jesús, sin distingo de raza,
religión o credo político, a través de una experiencia de vida narrada
por un miembro, que es un hombre común y corriente, para que
tenga la oportunidad de conocer la experiencia de una Relación
Personal con Dios y pueda pasar de ser un hombre triste o con
problemas, a ser un hombre feliz y próspero.
Que NO somos
NO somos una secta, ni una iglesia, ni pretendemos serlo.
NO permitimos el proselitismo religioso.
NO somos un partido político.
NO somos un club social ni de beneficencia.
Que SI somos
Somos una organización Cristo Céntrica, sin fines de lucro, en
donde sus miembros nos reunimos en lugares neutrales tales como
hoteles, restaurantes, cafeterías, etc., y compartimos experiencias
de vida.
En Panamá, ya existen más de 25 capítulos alrededor de la ciudad
y partes del interior.
También realizamos Seminarios donde aprendemos a manejar
nuestras vidas, nuestras familias, nuestras finanzas, y nuestros
negocios de una manera más productiva.
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