1. Estúpida y sensual tecnología
Ana Zamora
Es posible que yo sea de las pocas personas de mi generación que no se siente a gusto con el manejo
de la tecnología a pesar de haber tenido un acercamiento muy temprano con ella, sin embargo me
correspondió vivir en un mundo que cada vez migra más hacia la virtualidad. De alguna manera las
innovaciones tecnológicas han modificado mis conductas cotidianas tanto positiva como negativamente,
tanto mis hábitos como mi modo escritural cambió, no se trata únicamente del hecho de la fijación que
me produce revisar páginas web como 9GAG o el número de lectores de mi blog, va mucho más allá.
Definiría mi relación con la tecnología como una relación amor-odio, tiene muchas ventajas pero siento
que me vuelve improductiva y en ocasiones, incluso incompetente.
Con el acceso a tecnologías como internet se facilita el acceso a la información, como melómana
encuentro esto muy conveniente ya que no tengo por qué conformarme con la música que llega a las
tiendas de CD’S sino que a través de internet puedo conocer bandas y grupos que no podría frecuentar
a través de otro medio. La red también me permite formar parte de la Sociedad de la información, a
través de mi blog comparto información, me comunico con el mundo mientras recibo un feedback de su
parte, me convierto en una prosumidora, pero no es solamente lo anteriormente expuesto, las nuevas
tecnologías han influido incluso en los aspectos más irrelevantes de mi cotidianidad, me he vuelto
incapaz de quedarme esperando algo sin revisar Twitter o Whatsapp.
Estos actos que pueden parecer simples me aterran un poco, muchas veces ni siquiera me doy cuenta
de lo que estoy haciendo hasta que ya llevo un buen rato en el desarrollo de la acción, es como si
estuviese ebria de tecnología.Esta ebriedad tecnológica, está asociada a lo que Nicholas Carr define
como Multitasking, en este sentido internet engaña, nos hace creer que estamos aprovechando el
tiempo haciendo varias cosas a la vez mientras no hacemos más que perder el tiempo viendo carteles
de gatos en 9GAG o leyendo el último Tweet de Jared Leto.
Como mencioné anteriormente, las nuevas tecnologías han cambiado incluso mi manera de escribir,
antes de ser una usuaria permanente de internet no tenía problemas para redactar textos demasiado
largos, sin embargo, hace algún tiempo me está costando mucho trabajo construir escritos de más de
cuatro páginas, también he notado que mis párrafos son cada vez más cortos, es como si mi mente
intentase resumir las ideas para expresarlas en 140 caracteres. En el mundo que se vislumbra para el
siglo XXI te vuelves obsoleto si no sabes utilizar la tecnología o si utilizas alguna que sea no muy
reciente, de alguna manera esto nos convierte en cómplices de la obsolescencia programada, la
necesidad de estar constantemente actualizando nuestras capacidades en el manejo tecnológico nos
obliga a reemplazar cada determinado tiempo los dispositivos que utilizamos ya sea para el trabajo
como para la vida cotidiana. Esto me hace sentir como una especie de títere, nos vemos envueltos en
consumo innecesario con el único fin de estar a la vanguardia tecnológica.
A pesar de esto, las ventajas que tiene el acceso a la tecnología son indiscutibles, no solamente facilita
el acceso a la información sino también a la diversión y el entretenimiento. Es innegable que la
tecnología cambió el mundo, lo único que espero es que no termine por esclavizarlo.
Referencias:
Carr, N. (2011). Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?. Ciudad:
Taurus.
2. Valderrama, C. E. (2012). Sociedad de la Información: hegemonía, reduccionismo tecnológico y
resistencias. Nómadas, (36), 13- 25. Recuperado
de:http://www.ucentral.edu.co/images/stories/iesco/revista_nomadas/36/36_1_sociedad_de_la_in
formacion.pdf
Úbeda, J., Barrat, P. (Productores) & Dannoritzer, C. (Directora). (2010). Comprar, tirar,
comprar[Documental]. España: Media 314, Article Z.