3. (13:1-4) Destrucción del Templo
a nosotros nos parecen extrañas.
(13:1) Este capítulo
no es fácil de enten-
der para los lectores
del siglo XXI. Se rela
tan historias que la
gente de aquella é-
poca entendía, pero
La ocasión fue la exclamación de admira
ción de uno de los discípulos mientras
salían del templo. El templo de Herodes
era sumamente hermoso.
4. (13:1-4) Destrucción del Templo
Al igual que en el sitio arqueológico de
Sacsayhuamán, habían piedras que pesa
ban de 40 a 80 toneladas y no usaban
mezcla.
Algunas piedras medían 12 x 4 x 3 m. El
templo estaba situado sobre una loma
frente al monte de los Olivos.
La construcción del templo empezó en el
año 20 a.C., duró cerca de84 años y se
terminó el 64 d.C., a solo 6 años de su
total destrucción. La dinastía de Herodes
lo hizo para congraciarse con los judíos.
5. (13:1-4) Destrucción del Templo
nombre del Señor” (Mt 23:39).
(13:2) Al salir del
templo Jesús les di-
jo: “Porque yo les
digo que no volve-
rán a verme, hasta
que digan: Bendito el
que viene en el
Dos temas del fin de los tiempos se ha-
llan entretejidos: las profecía de la des-
trucción de Jerusalén, y los eventos pró-
ximos a la segunda venida de Jesús.
6. (13:1-4) Destrucción del Templo
La figura hiperbólica “no quedará piedra
sobre piedra”, expresa que la destruc-
ción predicha sería total.
La declaración de Jesús los prepararía
para enfrentar la destrucción de Jerusa-
lén y a nosotros para conocer los aconte
cimientos respecto a su segunda venida.
Ese templo representaba la oposición
implacable al Profeta de Nazaret. “Uno
mayor que el templo está aquí” (Mt. 12:6)
había venido y había sido despreciado
por quienes debían reconocerlo.
7. (13:1-4) Destrucción del Templo
El oro enchapado en las pa-
redes del templo se derritió, cayó entre
las piedras del suelo. No quedó una sola
piedra sin ser removida.
Jesús profetiza la destrucción del templo
ocurriría en menos de 40 años, a manos
de Tito, hijo de Vespasiano. El sitio duró
cerca de un año, hubo medio millón de
muertos en Jerusalén y un millón en to-
da la región.
Flavio Josefo, quien fue un testigo ocu-
lar de los hechos, nos lo narra en su li-
bro “Las Guerras de los Judíos”.
8. (13:1-4) Destrucción del Templo
“Un soldado, sin esperar órdenes tomó
una tea, la lanzó a través de una venta-
na, cuando la llamarada se levantó, en-
tre los judíos salió un grito punzante co-
mo la tragedia misma, el templo que ha-
bían guardado se iba a la ruina” (VI.250).
“Mientras el santuario ardía se ordenó
que fuese arrasado al igual que a la ciu-
dad, el muro que rodeaba la ciudad fue
completamente arrasado. Los futuros
visitantes del lugar pensarían que jamás
había sido habitada” (VII.1).
9. (13:1-4) Destrucción del Templo
(13:3) Saliendo
de Jerusalén
rumbo a Beta-
nia llegaron al
monte de los
Olivos, con
una altura de
70 m sobre la
ciudad daba al
observador un paisaje espléndido, al
otro lado del valle de Cedrón estaban a 1
Km de distancia frente al templo.
10. (13:1-4) Destrucción del Templo
Jesús se sentó, con su círculo íntimo
(Pedro, Jacobo y Juan) además de An-
drés; eran dos parejas de hermanos.
Cada uno de ellos le había preguntó por
separado, mas Jesús aprovecha el pano
rama, frente al templo, para contestarles
a todos a la vez.
La visión del templo, a esa hora era im-
presionante. “No hubo en la antigüedad
un edificio sagrado igual al templo, ni en
ubicación ni en magnificencia” (Alfred
Edersheim).
11. (13:1-4) Destrucción del Templo
de Cristo y el fin de los tiempos ocurrirí-
an a la misma vez.
(13:4) Pasaron más de
dos mil años desde
que se hicieron estas
preguntas. Los discí-
pulos creían que la
destrucción del tem-
plo, la segunda venida
Imaginamos a los dis-
cípulos contemplando el templo, medi-
tando en las palabras de Jesús. Final-
mente, rompen el silencio y preguntan:
12. (13:1-4) Destrucción del Templo
Jesús no se limita a los acontecimientos
del año 70 d.C. Sino que escudriña los
siglos venideros e incluye su propio re-
greso (segunda venida) entre las cosas
que predice.
“¿Cuándo sucederá y cuál será la señal
para que todo esto ocurra?”
Los discípulos, querían se-
ñales inequívocas, de manera que no les
fuera necesario estar alertas. Jesús les
dio, no una, sino muchas señales. El pro-
pósito no era impartirles información o-
culta sino fortalecer su fe.
13. (13:1-4) Destrucción del Templo
Jesús saltará de la destrucción del tem-
plo en el año 70 d.C. a los acontecimien-
tos del fin de los tiempos. El juicio de
Dios sobre Jerusalén es un presagio y
adelanto de lo que ocurrirá en el fin de
los tiempos.
Siempre ha habido curiosidad intelectual
por saber acerca de esto, pero existe una
reserva divina en quitar el velo de los
acontecimientos futuros: “No les toca a
ustedes saber el tiempo ni el momento,
que son del dominio del Padre” (Hch 1:7).
14. (13:5-8) Principio de Dolores
(13:5) Jesús les ad-
vierte que deben es-
tar alertas pues po-
drían ser engañados
respecto al fin de los
tiempos. La adverten
cia es valedera hoy.
Somos llamados a estar alertas para evi-
tar el engaño: OVNIS, ocultismo, reencar
nación, Nueva Era, etc. Se afirma que es
tos versículos describen lo que ocurrirá
antes del rapto y de la Tribulación.
15. (13:5-8) Principio de Dolores
Nosotros creemos que los creyentes se-
remos arrebatados por Cristo y llevados
al cielo antes de que empiece la tribula-
ción y al final de la tribulación volvere-
mos con Cristo a la tierra y reinaremos
con él.
Recuerden que dentro del contexto, esta
enseñanza de Jesús se dio a judíos del
siglo I de la era cristiana y no a la iglesia
cristiana del siglo XXI. Debemos estudiar
la a la luz del contexto de los discípulos
en ese entonces.
16. (13:5-8) Principio de Dolores
(13:6) Jesús mencio-
na 6 señales: (1) Se
levantarán imposto-
res, no pocos sino
muchos, que dirán
ser el Cristo y logra-
rán que los sigan.
Dijeron ser el Cristo, en el siglo XX: Ahn
Sahn Jong (SMM), Sun Myung Moon (IU),
Satya Sai Baba (avatar de Vishnu),
Ezequiel Ataucusi (MINPU), José Luis de
Jesús Miranda (Creciendo en Gracia).
17. (13:5-8) Principio de Dolores
Dicen ser el Cristo, en el siglo XXI: Allan
Miller (Australiano), Sergei Torop (iglesia
del Último Testamento, Rusia), etc.
Allan Miller Sergei Torop
18. (13:5-8) Principio de Dolores
(13:7) (2) Guerras en
tre naciones. Pero
siempre han existi-
do guerras en el
mundo ¿qué es lo
que hace la diferen-
cia ahora?
“El mundo está iniciando su etapa más
peligrosa en décadas. El aumento de las
guerras en los últimos años está desbor-
dando nuestra capacidad de afrontar las
consecuencias. Desde la crisis mundial
19. (13:5-8) Principio de Dolores
… de los refugiados hasta la extensión
del terrorismo, nuestro fracaso de resol-
ver conflictos está engendrando nuevas
amenazas. Incluso en sociedades pacífi-
cas, la política del miedo está provocan-
do una polarización, una demagogia y un
nacionalismo que son extremadamen te
peligrosos” (www.esglobal.org).
Jesús afirma que a pesar de que todas
estas señales son necesarias que se den,
“aún no será el fin”.
21. (13:5-8) Principio de Dolores
(13:8) La palabra tra
ducida como nación
es ‘etnos’ o etnia: es
el conjunto de perso
nas que pertenece a
una misma raza, a u
na misma comunidad
lingüística y cultural. Ej. Los kurdos.
La palabra griega traducida como reino
es ‘basileia’ que denota la soberanía, do-
minio, y autoridad que se ejerce sobre
una región o población.
22. (13:5-8) Principio de Dolores
Nos habla de conflictos locales entre gru
pos o etnias que tienen intereses encon-
trados en una misma zona y luchan por
su control.
(3) Habrán terremotos en muchos luga-
res. Siempre han existido terremotos, y
ahora con el adelanto de la tecnología se
nos permite conocer incluso su magni-
tud en el mismo momento en que está
ocurriendo, pero aun nadie sabe donde y
cuando ocurrirán. No hay manera de
predecir un terremoto en al actualidad.
23. (13:5-8) Principio de Dolores
(4) También habrá hambre. Lo cual pare-
ce paradójico hoy, pues con los desper-
dicios de alimentos del primer mundo se
podría alimentar a los países que están
sufriendo hambrunas y sobraría comida.
“El hambre sigue siendo uno de los de-
safíos más urgentes del desarrollo, pero
el mundo produce alimentos más que su-
ficientes. La iniciativa 'Salven los Alimen-
tos', trabaja para que los sistemas alimen
tarios reduzcan el desperdicio de los ali-
mentos en el mundo” (FAO).
30. (13:5-8) Principio de Dolores
Siempre hubo guerras, hambre, terremo-
tos, ¿qué hace la diferencia? Jesús hace
uso del símil de la mujer que está por dar
a luz, conforme se acerca el alumbamien
to los dolores se hacen más seguidos,
largos y dolorosos. El énfasis de “aún no
es el fin” y “el principio de dolores", su-
gieren que un período extenso de tiempo
precederá al ‘fin’. Las guerras y desas-
tres se irán incrementando conforme lle-
guemos al fin de la historia humana y al
nacimiento de la era mesiánica.
31. (13:9-13) Señales Antes del Fin
(13:9) (5) Perse-
cuciones, sere-
mos entregados
a las autoridades
nos maltratarán
físicamente y
compareceremos
ante tribunales.
¿Cuál es la razón de la persecución? Ser
seguidores de Jesús, y por eso daremos
testimonio de nuestra fe. Mateo añade
que daremos testimonio ante naciones.
32. (13:9-13) Señales Antes del Fin
Tal como la primera generación de cris-
tianos que fueron perseguidos desde las
sinagogas y tuvieron que comparecer an
te autoridades, incluso delante del César
así la última generación enfrentará una
situación semejante. La persecución será
tanto política como religiosa, y no será
debida a nuestra maldad o por violar la
ley, sino sencillamente por ser cristianos.
Se refiere al ministerio de aquellos que
no creyeron en Jesús, los que serán los
mártires durante la tribulación.
33. (13:9-13) Señales Antes del Fin
Serán los mártires durante la tribulación
quienes llevarán el evangelio a todas las
naciones antes de que el Señor venga a
reinar dando fin al periodo de la gran tri-
bulación.
Cuando persiguen a un cristiano, en rea-
lidad persiguen a Jesús. “Caí al suelo, y
entonces oí una voz que me decía: Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Yo res-
pondí: ¿Quién eres, Señor? Y la voz me
contestó: Yo soy Jesús de Nazaret, a
quien tú persigues” (Hch 22:7-8).
34. (13:9-13) Señales Antes del Fin
(13:10) (6) El Evan-
gelio alcanzará al úl
timo rincón del mun
do. Hoy la tecnolo-
gía hace posible que
esto se haga
realidad.
La proclamación del evangelio a todo el
mundo es un ‘mandato’ dado por Dios.
“Y este evangelio del reino será predica-
do en todo el mundo para testimonio ... y
entonces vendrá el fin” (Mt 24.14).
35. (13:9-13) Señales Antes del Fin
(13:11) Somos amo-
nestados a confiar
en el Señor y a no
preocuparnos en
defendernos, pues
el ES hablará a tra-
vés de nosotros.
“Cuando sean entregados, no se preocupen
por lo que han de decir, porque en ese mo-
mento se les dará lo que tienen que decir.
Porque no serán ustedes los que hablen, sino
que el Espíritu de su Padre hablará por uste-
des” (Mt 10:19-20).
36. (13:9-13) Señales Antes del Fin
(13:12) Nuestros
familiares serán
los que nos de-
nunciarán ante
las autoridades,
el cristianismo
será prohibido.
La iglesia cristiana a todo lo largo de su
historia siempre encontró oposición y
fue perseguida. La persecución hacia
nosotros será más enconada hacia el fin
de los tiempos.
37. (13:9-13) Señales Antes del Fin
(13:13) Por cuanto el
mundo odia a Je-
sús, odiará también
a sus seguidores.
Seremos odiados y
rechazados.
“El siervo no es mayor que su señor. Si a
mí me han perseguido, también a ustedes
los perseguirán; si han obedecido mi pa-
labra, también obedecerán la de ustedes”
(Jn 15:20). La razón del encono contra no
sotros vendrá del mismísimo infierno.
38. (13:9-13) Señales Antes del Fin
Serán odiados por haber depositado su
fe en el Señor Jesucristo. Se les pedirá
resistir hasta el martirio, solo eso será
su salvación.
“Por lo cual estoy seguro de que ni la
muerte ni la vida ni los ángeles ni los
principados ni las potestades ni lo
presente ni lo por venir ni lo alto ni lo
profundo ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor que Dios nos
ha mostrado en Cristo Jesús nues-tro
Señor” (Rom 8:38-39).
39. Conclusión
Dos eventos son el tema de esta profecía.
La destrucción de Jerusalén y la segunda
venida de Jesús en el fin de los tiempos.
La destrucción de Jerusalén ocurrió cua-
renta años después de que Jesús fuera
crucificado. La segunda venida de Cristo
aun no ocurrió y puede ser que vivamos
para verlo con nuestros ojos.
Este tema debería ser importante para to
do creyente. A nada deberíamos prestar-
le tanta atención como a la historia pasa
da y a los eventos futuros de la Iglesia.
40. Conclusión
Sí la predicción de la destrucción del
templo ocurrió tal como Jesús lo había
predicho, ¿por qué entonces la predic-
ción respecto a su regreso en la según-
da venida, no ocurrirá también? ¡Por
supuesto que ocurrirá!
Jesús les dice y nos dice que en lugar de
esperar la gloria, enfrentaremos el
engaño, la persecución y el sufrimiento.
El futuro que les esperaba a ellos no era
nada halagador y lo que viene por delan-
te para nosotros tampoco será fácil.
41. Conclusión
No esperen un mundo de paz y prosperi-
dad, sino un mundo en guerra y con es-
trecheces. No esperes que surja el Me-
sías, pues quien surgirá, en realidad, es
el Anticristo mismo. No habrá paz univer
sal, sino hasta que aparezca el Príncipe
de Paz al final de la tribulación.
No debemos de preocuparnos pues tene
mos la promesa de que en tiempos de
persecución, no estaremos solos pues
tendremos la asistencia y defensa del
Espíritu Santo.